Nº 63
Mayo de 2007
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“EL MIRADOR”
El último mirador de la ciudad aún se resiste en pleno corazón de Villa Crespo.
Por Mario Bellocchio
JUAN MANUEL BLANES, EL PRIMER PINTOR PROFESIONAL
Callejeando historia
Por Diego Ruiz
IMAGEN TATUADA SOBRE UNA TETERA
En la segunda noche del armario tazas y platos dejaban escapar figuras espectrales que flotaban en el oscuro silencio de madera.
Por Mónica López Ocón
¿Y LA PLAZA?
La Ley está. Pero para la plaza se necesita persistir en el esfuerzo
Por Mario Bellocchio
EL DISCURSO NO DICHO
Josecito, el de la ferretería, nos escribe desde París
Por José Muchnik
EL SUR TAMBIEN EXISTE
Mini-entrevista a Raúl Seguí
De la Corporación Buenos Aires Sur
QUE TRATA DE FARSANTES Y DEL MERCADO
La alienación porteña
Por Carlos Penelas
UN DETALLE EN EL PAISAJE
Qué se ve del entorno en una ansiosa espera
Por Edgardo Lois
POEMA
Alguien que va...
David Alvarez Morgade
EDITORIAL
Uno elige...
Por Mario Bellocchio
CULTURA GRATUITA
La amplia oferta barrial de materia cultural que no requiere arancel alguno
“El mirador”
Hubo un tiempo en que sobre los techos bajos, Buenos Aires lucía el adorno y el encanto de sus “miradores” (Ricardo M. Llanes). Hoy el único sobreviviente porteño de aquel nutrido grupo corre serio peligro de desaparición. El descuido, la impericia, tienen en jaque al mirador de Comastri, la bella joya de aquel Buenos Aires que aún “se resiste” en el corazón de Villa Crespo.
En la planicie salpicada por áreas de montes achaparrados, sólo la serpenteante presencia del arroyo Maldonado y los frutales de la Chacarita de los Colegiales perturban la línea del horizonte. Agustín toma de la mano a Clementina, su querida compañera, y ambos recorren los trescientos sesenta grados del entorno detrás de los cristales. A través del verde todo se torna del color de la esperanza que los trajo a estos pagos. El rojo, en cambio, recorta las globosas nubes y ensangrienta las aguas del limoso Río de la Plata. La realidad del dominio de los cristales transparentes se impone. Ambos elevan la mirada contemplando la obra que excede el prodigio arquitectónico para transformarse en la coronación de un sueño.
Mediados de la década de 1870: Agustín Comastri y Clementina Cataldi acaban de subir por primera vez la escalera de caracol que los lleva al mirador: una cúpula en forma de ojiva —toda cristales salvo su armazón— que gobierna, en su punto más alto, la hermosa residencia de estilo renacentista italiano.
Desde 1861 están casados, aquí, en la Argentina, en la Iglesia de la Piedad. Suenan lejanos los tiempos en que Agustín, seducido por sus lecturas sobre l’America, hace un viaje exploratorio, desde la lejana Toscana italiana de sus orígenes y convence a su novia de sumársele, ya palpando las posibilidades de este rincón del mundo.
Y hace algo más de diez que comenzó, de a poco, a crear su pequeño imperio, en el que hoy puede mirar el mundo desde arriba, por lo menos el micromundo de la Buenos Aires de esa época.
Allá por 1865 decide elegir la zona próxima a la Chacarita de los Colegiales para asentar lo que en principio fueron unos escuetos terrenos y modesta vivienda, acrecentados con el productivo ejercicio de su actividad agrícola-ganadera. Y vitivinícola: Comastri llegó a producir más de ciento diez mil litros anuales de vino de sus propias vides.
Alguien que trascendió su tiempo con una notoria obra literaria puede describir ese lugar con precisión ya que en la vecindad aparecen los muchachones del Colegio Nacional de Buenos Aires en sus correrías estivales. Miguel Cané recuerda aquellas jornadas en su “Juvenilia”:
¡Buena, sana, alegre, vibrante, aquella vida de campo! Nos levantábamos al alba, la mañana inundada de sol, el aire lleno de emanaciones balsámicas, los árboles frescos y contentos, el espacio abierto a todos los rumbos, nos hacían recordar con horror, las negras madrugadas del Colegio, el frío mortal de los claustros sombríos, el invencible fastidio de las clases de estudio. En la Chacarita estudiábamos poco, como era natural...
La baratura de los terrenos y la próspera situación ensanchan las posesiones. Comastri se afirma en su predio y llega a abarcar algo menos de cuarenta hectáreas limitadas por las actuales Dorrego, Aguirre, Juan B. Justo (arroyo Maldonado) y Niceto Vega. Las dedica a cultivos diversos y arrendamientos productivos que generan nuevos grupos habitacionales. Y con ellos el proyecto de una vivienda propia más acorde con las necesidades que produce la prole, así que es el momento para la casa grande donde volcar la belleza y practicidad de las últimas tendencias de su tierra de origen. Una casona señorial con comodidades que permitan la convivencia de una familia con diez hijos. Y ciertos lujos como un mirador de cristales para observar el entorno desde unos veinte metros de altura.
Ya han pasado los tiempos pioneros. “La Porteña” ha cesado de llevar cadáveres de la fiebre amarilla hacia la Chacarita Vieja (hoy plaza Los Andes) habilitada al efecto. Los cercos de cina-cina dividen predios de sus posesiones que puede abarcar con la mirada orgullosa desde su cúpula de cristal. Hasta siente la satisfacción de que el ferrocarril solidario, originado en el infausto hecho de la peste, circule, en un tramo, por terrenos que son producto de su donación. Agradecimiento al fin hacia su patria adoptiva.
Un reloj en la torre —guía de las horas del día— y una luz de gas en la cúpula —faro de las oscuras nocturnidades— son detalles, si se quiere pintorescos, por ello no menos prácticos, de la convivencia del entorno y de la celebridad del mirador.
Otra preocupación frecuente en esos tiempos era el agua potable. A instancias de Agustín, a un par de cuadras de su residencia —en lo que hoy sería la esquina de Aguirre y Dorrego— se excava una profunda perforación que abastece por años al entorno.
Llega el crucial año de 1880. Comastri, que ya tiene completa su descendencia, se preocupa por el doctorado de sus hijos, educación terciaria que sólo verá culminar en tres de sus varones mayores, prefiriendo el resto la dedicación al comercio y las artes agropecuarias que tanto resultado le han dado a su padre.
Estos avatares domésticos se opacan ante los problemas de la Cuestión Capital que se dirimen a cuadras de la residencia. A tal punto que el presidente Avellaneda se refugia en la Municipalidad de Belgrano (hoy Museo Sarmiento) y sus tropas en la Chacarita. Resuelto el entuerto, a partir de 1887 los terrenos de Comastri pasan a quedar en la Capital con la consiguiente multiplicación de su valor.
La residencia pasa a ser —por sus características— un centro político y social de visita obligada que recibe a los más destacados personajes de la época. Los relatos de la descendencia familiar ubican allí la presencia del presidente Avellaneda, del candidato electo Julio A. Roca, Luis María Campos, Bartolomé Mitre y funcionarios y personajes de la época. Ricardo M. Llanes refiere: En “El Mirador” tuvo uno de sus escondites don Hipólito Yrigoyen, mientras fraguaba el movimiento cívico de 1893, y revolucionarios mitristas se refugiaron en esa quinta después de ser vencidos en el combate de “La Verde”.
Pero ya antes de esos sucesos había comenzado la decadencia del emprendedor pionero. Varios negocios desafortunados vinculados con la construcción del “Ferrocarril al Pacífico” (actual TBA, línea San Martín) —que desmembró sus pertenencias territoriales— y el cierre de “La Industrial” precipitaron su quebranto económico y anímico. Su salud entró en una pendiente que culminó en marzo de 1891, a los 61 años, con su deceso.
La heredad proyectada sobre la numerosa descendencia generalizó la parcelización. Se abrieron calles que fueron adoquinándose y poblándose constituyendo el núcleo del nuevo barrio. Pero la manzana de Fitz Roy, Aguirre, Bonpland y Loyola sirvió de límite a la vieja casona, sus jardines, sus misteriosos túneles, su mirador...
En 1922 los herederos de Agustín arrendaron la residencia al Consejo Nacional de Educación para la instalación de un Jardín de Infantes. Y así pasó el edificio por sucesivas dedicaciones educativas hasta llegar a la actual ENET Nº 34 Ing. Enrique N. Hermitte. En la actualidad la escuela desarrolla sus actividades fuera de esa edificación, en otras dedicadas al efecto dentro del predio en sus jardines. El edificio original se halla apuntalado, en franco estado de deterioro, con una importante área derrumbada y el resto en inminente peligro.
En el año 2004 El Mirador se declara Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, y Sitio de Interés Turístico, por la Subsecretaría de Turismo de la Ciudad. Y en 2005 el Museo de la Ciudad declara al Mirador Testimonio Vivo de la Memoria Ciudadana.
En mayo del año pasado se constituye CAM (Cuidemos al Mirador) ante la inminente materialización de obras en el mismo no consensuadas con los vecinos y sin la participación técnica de los profesionales especialistas en patrimonio/restauradores.
[...] una nueva estructura de hormigón (bases, columnas y losas incluidas) y acero en un edificio de ciento treinta años, con paredes portantes de ladrillo y entrepisos sustentados por tirantería de madera. De más está decir que se trata de una obra agresiva, irreversible e inoportuna. (Arq. Marcelo L.. Magadán, master en restauración).
La CAM denuncia a su vez poda desmedida y fuera de época de las especies vegetales del jardín histórico catalogado por Ley 1335 (Sep. 2006), avance de infraestructura de la escuela ocupando áreas que corresponden al jardín Histórico (Oct. 2006), derrumbe de un sector importante de la vieja casona. [...] Continúan los riesgos en el propio edificio desconociendo si las intervenciones que se realizaron o se puedan realizar son autorizadas y aprobadas por los especialistas y equipos técnicos de ambos ministerios de Educación y de Cultura.
Mientras tanto Cronos no perdona. El arquitecto Raúl Comastri (34) padece las vicisitudes junto a la casona que levantó su tatarabuelo. Las últimas luchas por un nuevo cronograma y asunción de responsabilidades le aportan una pequeña luz de esperanza sobre la salvación de su querido tesoro familiar. Una joya única de nuestra historia envuelta, inexplicablemente, en la madeja que teje la burocracia y que no encuentra, por el momento, Penélope que la desoville.
Mario Bellocchio
AGRADECIMIENTO
Al Arq. Raúl Comastri, tataranieto de Agustín, quien nos facilitó el material informativo con el que se redactó esta nota.
Callejeando historia
Juan Manuel Blanes, el primer pintor “profesional”
Como al callejero se le ha dado este año por frecuentar calles que recuerdan a artistas, dejando de lado tanto político, militar o efemérides que saturan nuestra nomenclatura urbana, y viene siguiendo más o menos una línea cronológica, hoy le toca turno a un uruguayo que, sin embargo, llegó a ser considerado “el primer pintor del Río de la Plata”. Juan Manuel Blanes, que no de otro se trata, reunió en su vida una serie de características interesantes: originalmente autodidacta, se formó en Europa, se convirtió en nuestro principal pintor de temas históricos y, dato no menor, fue el primer artista plástico que en nuestro medio pudo vivir exclusivamente de su profesión.
Blanes había nacido en Montevideo en 1830 en un hogar muy modesto y debió trabajar desde chico, llegando a ejercer como tipógrafo en el “Defensor de la Independencia Americana” entre los vaivenes políticos y militares de la época, pero dando muestras precoces de habilidad en el dibujo y el óleo al punto de tener, en 1854, taller como retratista con el que al año siguiente se instala en Salto, con mujer e hijos. Allí pintó una Alegoría del Pronunciamiento del General Urquiza contra Rosas en 1851, que obsequió al entonces presidente de la Confederación, inaugurando un rasgo típico de su posterior producción: gran parte de sus obras responden a un certero instinto en cuanto a los temas del momento, hoy diríamos a las “tendencias del mercado”, o a aquellos acontecimientos que le granjeasen amistades importantes o, más tarde, garantizasen la compra de las obras. Y como dice el tango, no le erró, porque en 1856 Urquiza lo tomó bajo su protección encargándole ocho telas conmemorativas de sus más importantes batallas y aunque por algún motivo se distanciaron en 1857, período en que Blanes viaja a Buenos Aires y se enferma gravemente, el entrerriano lo convocó nuevamente sabedor de sus penurias para encargarle la decoración del oratorio del Palacio San José, donde aún podemos contemplar restauradas las ocho pinturas que realizó.
De regreso en Montevideo consiguió que el Congreso votara una pensión para estudiar en Europa, lo que concretó en noviembre de 1860 instalándose, tras un corto período en París, con su esposa y sus hijos Nicanor y Juan Luis en Florencia, donde estudió entre 1861 y 1864 con Antonio Ciseri, por entonces profesor de la Academia y pintor historicista de gran influencia en su época. Sin embargo, dicha Academia ya no estaba dominada por el neoclasicismo de David o Ingres, sino que incorporaba elementos de apariencia clásica a una concepción realista en momentos en que en Francia irrumpía el realismo de Courbet y sus seguidores. Simultáneamente, durante este período formativo de Blanes, la vanguardia artística estaba representada por el movimiento de los Macchiaioli (Macchia = mancha), crítico del academicismo, al que se ha considerado pre-impresionista y que había surgido de la gran importancia que se daba en la propia Academia al boceto. Y si bien hasta el final de sus días Blanes reivindicará la pintura academicista de Ciseri como “el gran y verdadero arte”, esa tensión se traslucirá en toda su carrera. Así, Blanes será el pintor de los grandes cuadros históricos que recordamos junto con los del chileno Subercaseaux de la revista Billiken, pero también el de la serie de “gauchitos”, si bien naturalista teñida de un fuerte romanticismo, y de caballos que ningún academicista podría plasmar, caballos de alguien que conoce a fondo el animal, de alguien criado en un medio, como el Río de la Plata, en donde el caballo estaba siempre presente.
Y este rasgo se presentará plenamente cuando, de regreso a estas costas, empiece su producción más conocida. A instancias de Andrés Lamas pinta en 1870 el Asesinato de Florencio Varela y, más tarde, Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires, con el que tuvo un enorme éxito, siendo exhibido en el foyer del Teatro Colón. Son obras notables, pero conocemos los bocetos previos de ambas y, así sucederá en muchas posteriores, como en Muerte de Venancio Flores, estos ensayos son de un crudo y desgarrado naturalismo, muy distante de las versiones acabadas. Es como si no se hubiese atrevido a seguir en esa línea, por conocer el gusto imperante en la época, o si su convicción academizante se hubiera impuesto sobre su verdadera personalidad pictórica, que quizá también se refleje en bocetos como Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810 y Sanción de la Constitución Argentina en Santa Fe en 1853, que se conservan en el Museo Histórico.
Sería imposible repasar toda la obra de este artista en estas pocas líneas, pero podemos apreciar gran parte de ellas en Montevideo o, en Buenos Aires, en dicho Museo Histórico donde se conservan entre otras La Revista de Rancagua, la Muerte de José Miguel Carrera y la tan polémica Revista de Río Negro, apoteosis de la “campaña del desierto” que Blanes sólo concluyó cuando fue evidente que Roca ganaría un nuevo período presidencial. Como hemos dicho, no alcanzó a independizarse nunca del dogal “academicista” que lo limitaba en su expresión, pero el conjunto de su obra refleja esa lucha, quizás inconsciente, entre el intelecto y la pasión, entre las “reglas” y la espontaneidad. Fue condiscípulo del primer grupo de pintores argentinos que fue a estudiar a Europa, Martín Boneo, Mariano Agrelo y Claudio Lastra y luego maestro de José Bouchet y Reinaldo Giúdici; coetáneo de Prilidiano Pueyrredón, Ignacio Baz y de Cándido López; contemporáneo de Eduardo Sívori, Ángel Della Valle, Augusto Ballerini y Ernesto de la Cárcova sin contar los numerosos artistas europeos afincados en Buenos Aires por lo que sin duda, tanto como en sus viajes a Europa, pudo conocer las nuevas tendencias que se estaban desarrollando. Sin embargo, en su epistolario y escritos, a lo largo de toda su vida, se muestra fiel a su concepción tradicionalista y en carta a su hermano Mauricio, en julio de 1882, le confiesa: “(...) me encuentro en la retaguardia de los tiempos modernos y lo siento infinito. El espíritu revolucionario está en todo y en todos y yo pretendiendo averiguar adónde se va he perdido tiempo y progreso, ¡caray!”.
Su vejez no fue dichosa, pues su hijo Juan Luis murió trágicamente en 1895 y Nicanor, también pintor y con el que aparentemente habría disputado el amor de la modelo Beatriz Manetti, desapareció misteriosamente en Europa, presumiéndose un suicidio. Ya con setenta años intentó terminar La batalla de Sarandí, pero pronto abandonó y, con la esperanza de encontrar a Nicanor regresó con la Manetti a Italia, falleciendo en Pisa en 1901. Sin embargo, tuvo mejor suerte en la nomenclatura porteña que otros artistas que hemos callejeado, pues los ediles le asignaron una calle de cuatro cuadras en La Boca que, por suerte, cobija a unos cuantos desde Pedro de Mendoza hasta Almirante Brown entre 20 de Septiembre y Benito Pérez Galdós.
Diego Ruiz
Imagen tatuada sobre una tetera
Mis tías guardaban bosques azules en armarios sombríos. En la oscuridad teatral que producían las puertas apenas entreabiertas, los bosques refulgían sobre el blanco de la porcelana en la que estaban tatuados y el azul de Hountin adquiría una fosforescencia lunar. En la segunda noche del armario tazas y platos dejaban escapar figuras espectrales que flotaban en el oscuro silencio de madera. Sentada en el interior del carruaje azul, Emily —así la había bautizado— huía en la noche atravesando una desolación de cementerio dentro del mueble de laca china.
Sobre el pescante, el cochero tenía el brazo alzado en el gesto perpetuo de castigar a los caballos. Era, quizás, una representación del tiempo detenido de la infancia. Sabía por entonces que algún día sería grande, pero no comprendía de qué modo se rompería la aparente movilidad de las cosas para que eso sucediera.
Sentada en el interior del carruaje azul, Emily huía en las tazas y en los platos, huía en las teteras y en la azucarera, huía en las fuentes, huía en la llanura que se extendía sobre el pedestal de estatua de la frutera y volvía a huir en una huida cóncava y convexa en el reflejo azul de las cucharas. Quizá fuera su imagen en perpetua huida la que me adelantara, de forma apenas comprensible para mi edad, el inevitable fluir del tiempo que se iría acelerando con los años hasta volverse tan huidizo como la imagen misma.
Por la mañana, los espectros de la porcelana se habían disuelto en la luz y el trajín de la vajilla llenaba el comedor de un sutil tañido de campanas orientales. Las teteras, eternamente preñadas, se alineaban sobre la mesa para seguir durmiendo su sueño de matronas, que sólo interrumpían a medias para derramar en las tazas oscuros líquidos amnióticos en los que flotaban astillas de la Combray de Proust. Luego, otra vez inmóviles y opulentas como obesos cisnes escenográficos, permanecían impasibles a la huida que se desarrollaba en su propio vientre tatuado. Al principio del invierno, mi madre les tejía vestidos de muñeca para mantener sus tibiezas uterinas y a veces asistían a la mesa con aquellas ropas anacrónicas, sus diminutas cabezas de porcelana cubiertas con cofias de niño antiguo. Parecían ancianas desquiciadas que se negaban a abandonar la infancia. Bajo las faldas de lana ocultaban con pueriles cortinas de retablo de feria el multiplicado dolor de la mujercita pintada.
La imagen de Emily, un perfil apenas insinuado tras una ventana del carruaje, escandía nuestros días con una marca azul para indicarnos su inicio y su apogeo, su declinación crepuscular y su conclusión. A veces, durante las inusuales visitas de los primos lejanos, la marca azul era un subrayado que iluminaba un párrafo de la monótona historia de nuestra vida rescatándolo del olvido. Esas eran las escasas ocasiones en que mi abuelo hacía una concesión a la presencia de las visitas. Levantaba sonriendo la taza dibujada hasta su barba de tinta china y hacía un gesto de brindis hacia aquella rama de la familia que la mayor parte del tiempo sólo tenía en nuestro acontecer una existencia fotográfica. Entonces, el vapor del té ocultaba su cara con brumas de Turner y su sonrisa desaparecía en una pequeña borrasca. Nuestras alegrías —las de mis padres y las nuestras— eran tenues, diluidas, pintadas a la acuarela.
El dolor de Emily, en cambio, tenía la persistencia del fuego del esmalte y era invisible y silencioso. Un artesano inglés la había obligado a guardar su desesperación en un estuche, en la caja del carruaje azul que mi imaginación adivinaba roja por dentro, tapizada de un musgo sanguinolento como los higos que se abren vaginalmente bajo la luz del verano. Ya estaba sentada en ese asiento cuando yo llegué al mundo y su fuga no cesaba nunca.
Por las mañanas, mientras Emily persistía en su fuga perpetua apoltronada en el aterciopelado asiento del carruaje, la familia regresaba lentamente del sueño. Mi tía emergía de imágenes oníricas inconfesables llevando en el costado de la boca la notación musical de un lunar, una redonda o quizás una corchea que había perdido su plica, restos de un vals pecaminoso sobre su piel de mapa antiguo. Algunos días, en cambio, el lunar era parte de un relato angustioso que se había desvanecido con la luz, un asterisco dibujado al costado de su boca de caligrafía gótica, que remitía a una llamada a pie de página: “Boca sin besos de mujer soltera”. Mis hermanas irrumpían en el comedor con el pelo desordenado dibujado a la carbonilla. Sus caras adormiladas eran sólo el boceto de lo que serían a media mañana. Nuestro tío partía el pan sobre un plato pequeño y el carruaje de Emily se llenaba de migas, una nieve de otro mundo sobre su soledad azulada.
También nosotros, a nuestro modo, huíamos sentados. En torno de la mesa del comedor, cada uno absorto en paisajes interiores invisibles para el resto, hablaba sólo por señas intercambiando con el otro piezas de porcelana, cucharitas de espejo, servilletas blancas para amortajar el regazo, terrones de polvo lunar. Ninguno estaba, en realidad, en la silla sobre la que se sentaba. En el silencio tintineante que imponía la vajilla, el estampado azul de la porcelana nos pintaba astillas de huida en la mirada. Emily huía también en nuestras pupilas y en las amarillas pupilas del gato, donde el carruaje se distorsionaba como reflejado en el espejo de un cuadro flamenco.
Sentados alrededor de la mesa, compartíamos con Emily un destino común. Como ella, también nosotros éramos seres dispersos, impresos en las lunas de los armarios y en todos los trastos de nuestra existencia, inútilmente fugitivos en las sillas esterilladas del comedor, absurdamente esmaltados en la superficie del mundo, encadenados a una forma y a un color. Pero mientras nosotros fingíamos nuestra unidad ante las visitas y ante nosotros mismos, sólo Emily —sentada en el multiplicado carruaje de la porcelana— asumía con la modestia propia de los objetos, la eterna fuga de cualquier centro, la diáspora perpetua de cualquier yo. Sólo ella aceptaba la desesperación de la larga espera que es la vida. Sólo ella renunciaba a nuestra paciencia resignada para intentar, sentada, una imposible huída múltiple en cada pieza de la vajilla. Nosotros, en cambio, nos obstinábamos en la singularidad de nuestros cuerpos mientras las doce sillas del comedor se encargaban de multiplicar por doce nuestra desesperación inmóvil. También ellas, a su modo, eran restos de una porcelana perdida, caballos de madera de alguna infancia remota que no nos llevaban a ninguna parte.
Mónica López Ocón
¿Y la plaza?
La pregunta está en boca de los vecinos que no tienen acceso a las más recientes novedades sobre los trámites para la concreción del ansiado espacio verde. Porque, convengamos, la ardua lucha para la promulgación de la Ley 2266 sólo fue el comienzo.
El sábado 12 de este mes, a partir de las 11 de la mañana y hasta las 17 se desarrollará en Carlos Calvo entre Sánchez de Loria y Virrey Liniers una actividad comunitaria de afianzamiento y difusión. En recuadro aparte se informan los detalles del evento. Lo organiza la recientemente formada comisión vecinal Todos por la Plaza de Boedo.
Para quienes quieran participar o simplemente saber sobre los pasos dados hasta la fecha y a qué altura se halla la tramitación y la planificación sobre el predio, va la información que publicamos en páginas 4 y 5.
En la reunión del 5 de marzo de la Red de Cultura del barrio se resolvió constituir una Comisión para trabajar por la futura plaza de Boedo.
Los vecinos que hemos participado en los proyectos de expropiación y posterior seguimiento de trámites hasta su concreción en ley nos volvemos a reunir en esta comisión que denominamos “Todos por la plaza de Boedo”.
La legislación de la ciudad permite a los vecinos participar activamente de las resoluciones o acciones que el gobierno y la futura comuna deben realizar sobre la cosa pública, en este caso “nuestra plaza”.
CONSTITUCION COMISION PLAZA DE BOEDO
Dice el acta constitutiva: En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a los 12 días del mes de marzo de 2007, siendo las 19.30 hs., se reúnen en la calle Pavón 3916 de esta ciudad en un espacio cedido por el Club GON, los vecinos y organizaciones firmantes al pie. Toma la palabra el vecino Sr. Alberto Venturiello quien informa que como iniciativa de la Red de Cultura del Barrio de Boedo se constituye la Comisión Vecinal denominada “Todos por la plaza de Boedo” cuyo objetivo principal es la continuación y el seguimiento de todas las tramitaciones de la futura plaza del barrio y que esta sea el único interlocutor válido entre las autoridades y los vecinos.
Se da tratamiento a algunos temas iniciales:
1.- Seguimiento y control vecinal sobre los trámites de expropiación y protección del predio hasta que se concrete el espacio verde que señala la ley.
2.- Aportar ideas sobre la construcción del nuevo espacio, con todas las organizaciones del Barrio y los vecinos. Se planteó con mucha fuerza hablar sobre las necesidades de los vecinos y organizaciones del Barrio vinculadas al uso del predio.
3.- Elección del nombre, sobre el que ya existen algunos sondeos y aportes.
4.- Todo lo que los vecinos u organizaciones del barrio propongan sobre la futura plaza.
La Sra. Patricia Roselló notifica que dejará en custodia de esta comisión toda la documentación que obra hasta el momento en su poder sobre los trámites previos a la publicación de la Ley 2266, la misma consiste en un expediente con más de 3250 firmas de vecinos con el proyecto de expropiación original, la urna itinerante con muestreo y escrutinio del nombre propuesto por los vecinos para la futura plaza, fotografías, y toda la documentación circularizada a los vecinos hasta febrero de 2007 fecha en que es publicada la ley. La Sra. Rosa María Silva notifica que también aportará a la custodia de esta comisión todo el trabajo de los padres de los Jardines, más las copias de las 2000 firmas colectadas para el pedido de plaza y la sugerencia del nombre.
Luego de un intercambio de ideas firman el acta constitutiva los vecinos presentes
Instituciones: Periódico Desde Boedo (Mario Bellocchio), UOT (Unión de Orquestas típicas, Ildefonso Pereyra), Club GON (Alberto Venturiello), Centro de Jubilados Noninos (Noemí Onetto), Asamblea de Boedo (Daniel Fusaro, Carlos Tyndyk, Patricia Roselló), Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo (Alberto Domínguez), Baires Popular (María Virginia Ameztoy, Luis Cortese), Ateneo Haroldo Conti (Norma Lagos), Centro Cultural Scalabrini Ortiz (Fabián Mettler), Jardines de Infantes Nucleados “B” D.E. 6º (Rosa María Silva), Grupo de Teatro Comunitario Boedo Antiguo (Jimena Benítez Cruz y Cecilia Mariño) y Jóvenes en Acción (Juan Cruz Mónaco)
Vecinos: Stella Maris Crocci, Joaquín Bovisio, Marta Ferradás y Carlos Alberto García
RECLAMO DE INFORMACION Y ACTIVACION
En la segunda reunión de Comisión se resuelve enviar el siguiente texto a las organizaciones que se detallan: Dirección gral. del CGPC 5, Lic. Guillermo Agresta; c/c Ministerio de Medio Ambiente (GCABA), Ministerio de Espacio Público (GCABA), Ministerio de Planeamiento y Obras Públicas (GCABA) y Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Bs. As.
Las organizaciones que suscriben la presente constituidas en Comisión Plaza de Boedo, son la prolongación actual de la larga lucha vecinal cuyos primeros antecedentes documentados datan de 1971 para que el barrio de Boedo pueda tener una plaza.
El producto de esa iniciativa se cristaliza mediante la sanción por parte de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de la Ley nº 2266, donde se declara la utilidad pública y posterior expropiación del predio conocido como “Estación Vail” [...]
Los hechos descriptos parecieran traducir que el objetivo perseguido ha sido alcanzado. Pero el cumplimiento de lo promulgado se inicia con rumbo incierto.
Con suma preocupación vemos cómo las instalaciones de la que fuera la vieja “Estación Vail” están siendo desguazadas, corriendo el riesgo de que, si no se toman rápidas medidas, se vea arrasado un inmueble que posee elementos de indudable valor histórico y patrimonial.
Por tales razones, y a través de su intermedio, solicitamos desde ya la urgente instrumentación del proceso expropiatorio, la intervención de los Ministerios de Medio Ambiente, Espacio Público y de Planeamiento y Obras Públicas (GCABA) y la efectivización de la custodia de las instalaciones, aún en manos privadas, tanto su posesión como su vigilancia.
Es opinión de esta Comisión que deben ser preservadas las construcciones preexistentes hasta tanto, luego de la posesión del predio, en la etapa en que vecinos y organismos de gobierno competentes se aboquen al diseño de la plaza, pueda determinarse con precisión aquellos sectores que justifiquen su conservación.
Sin otro particular y a la espera de una pronta respuesta favorable, saludamos
atentamente (Firman los vecinos presentes).
ACUSE DE RECIBO
Entregada la nota a los organismos se pudo constatar a través del SUME (Sistema Unico de Mesa de entradas, GCABA) que la recepción se radicó como Reg. 250 14/03/078 al CGPC5: el 29/03 Dir. Gral. de Entradas y Archivos (DGE y A); Reg. 14g MEPGC (Min. Espacio Público: 23/03 pasa a D. Gral. de Espacios Verdes y Reg. 318 (Min. Planeamiento y Obras Públicas: desde 13/04/07: pasó a Espacio Público). En la Defensoría del Pueblo de la Ciudad 14-03-2007 nos informa el Sr. Eduardo Peduto (responsable en Def. por nuestro trámite) que este pedido se adjuntará al expediente anterior presentado el 20-10-2005.
GESTION DE BUENOS OFICIOS
Nota enviada al Sr. Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Telerman, el 16 de abril de 2007, como gestión de buenos oficios.
[...] Los vecinos de Boedo hemos asistido con beneplácito a la concreción legal de una larga aspiración que reconoce una antigüedad superior a los treinta años.
[...] Tantos años de espera generaron en el vecindario lógicas ansiedades que la Comisión Vecinal Todos por la Plaza de Boedo, como representante barrial en el tema de referencia, desea canalizar a través de distintas acciones.
Una de ellas es la realización de un acto público, de características histórico-culturales, a cumplirse en el interior del predio expropiado, que permita ampliar la difusión sobre el origen del lugar y su próximo destino, una vez que se cumplan las gestiones que surgen del articulado de la ley. [...]
Siendo en consecuencia necesaria la autorización de uso, por unas horas, del predio expropiado, a fin de recorrerlo y seguir la evocación histórica, es que solicitamos su intervención para que, a través del organismo que corresponda, se expida dicho permiso. La actividad esta planificada para el próximo sábado 12 de mayo. Contando que, de serle a Ud. posible, sus buenos oficios obrarán para permitirnos tan modesto logro, saludamos al Sr. Jefe de Gobierno con nuestra consideración más distinguida:
Firmado: Comisión Vecinal Todos por la Plaza de Boedo.
RESPUESTA Y RECEPCION
El día 3 del corriente la Dra. Mariana Garcia Torres (Jefa de Despacho de la Jefatura de gobierno GCABA) y el Dr. Javier Levenas reciben a los delegados de la Comisión Todos por la Plaza.
Se hace entrega del acta de constitución de la Comisión.
Se nos explica que con el acta y los pedidos previos se nos iba a derivar al Ministerio de Espacio Público, derivación prevista en la legislación que nunca se habia implementado hasta ese momento ya que siempre los vecinos aparecen en la mitad o al final de los trámites.
Valoró nuestra tarea y prometió que en el transcurso de la semana nos llamarán para hacer una reunión con el Sr. subsecretario de Programación y Coordinación del Espacio Público, Esteban Bellomo, a quien se le diligenció el 30-4 nuestra solicitud de apertura del predio bajo el Nº 2311 AJG/07 17-04-2007.
Quedamos en que el Dr. Lebenas hace el vínculo con los dueños para habilitarnos la entrada al lugar el sábado 12, en principio, gestionando una llamada de ellos hacia la Comisión.
RESPUESTA DE LEBENAS
Con fecha 7 del cte. el Dr. Lebenas responde que los propietarios dejaron trascender que no habría tal llamada. Y manifiesta: [...] mi sensación es que Carnival (N. de la R.: se refiere a Osvaldo Carnival, pastor que preside la Catedral de la Fe. Ignoramos por qué un funcionario de Gobierno le adjudica título de propietario a alguien a quien la ley no se lo otorga) probablemente no esté al tanto del pedido de Uds. Yo por ahora no puedo hacer más nada hasta que no tomemos posesión del predio, obligarlos a nada. Creo que si alguno de Uds. puede tomar contacto con Osvaldo Carnival, es posible que les vaya mejor que a mí.
SOLICITUD DE INFORMES
La diputada Liliana Parada elevó al Jefe de Gobierno un pedido de informes sobre el trámite de expropiación.
Algunos de los temas requeridos se elaboraron en base a la ley de expropiación; se le solicita: a) que se informe si se ha efectuado la nueva tasación y si se le ha hecho la oferta a los propietarios desde la Escribanía del GCABA; b) se le solicita que informe quiénes están ocupando el predio actualmente.
Respecto del amparo la diputada notificó telefónicamente que ha delegado en una abogada de su despacho ese tema, la Dra. Maria Victoria Esquerro, quien informa haber hablado con gente del GCABA, con el abogado que lleva el expediente de la Plaza. La última novedad es que obtuvieron un informe de dominio actualizado para saber quiénes son los titulares del predio, y figuran como actuales dueños: 1) Ludamel S. A., 2) Alberto David Grasso y 3) Kopelco S. A.. De acuerdo a estos datos, la escribanía de la Ciudad ya les libró dos cédulas y una carta documento para notificarles sobre la expropiación y el monto de la indemnización. La abogada de los actuales dueños informa que próximamente se va a transferir el dominio a una fundación. Sin perjuicio de esto, las cédulas saldrán a los actuales titulares y estos tienen 30 días (hábiles) para contestar si aceptan la tasación o no. Si no contestan, se cierra la vía administrativa, y el expediente pasa a la Procuración de la Ciudad, para hacer el juicio de expropiación.
Por otro lado, se volvieron a tomar los vínculos con la Jefatura de Gobierno preguntando desde nuestra comisión en qué situación está el trámite de expropiación.
HAY EXPEDIENTE DE EXPROPIACION
En respuesta a tal requisitoria se nos informa que tenemos expediente de expropiación Nº 4982/2007 de la Dirección Gral. de Administración de Bienes.
DESDE EL DESPACHO DE LILIANA PARADA
Confirman que se están cumpliendo los pasos enunciados en el acuerdo de los propietarios con la Catedral de la Fe, para llegar, de ser posible, a la transferencia de dominio. Están tratando de cumplir el contrato que firmaron en octubre del 2006. Si pueden transferir el dominio en esas condiciones lo decidirá la Procuración del GCABA.
Por ahora se le va a ofertar la compra a los propietarios que aparecen en el dominio hoy: Ludamel S. A., Alberto David Grasso y Kopelco S. A., a quienes, curiosamente, el Dr. Lebenas no consulta para que nos habiliten a una modesta entrada al predio de una hora de duración.
OTROS TRAMITES
Dado que la Procuraduría de la Ciudad devolvió al CGPC5 el expediente —generado por nuestra presentación sobre la urgencia de instrumentación del proceso expropiatorio—, aduciendo que se sirva indicar y precisar la cuestion jurídica concreta sometida a dictamen, Aníbal Lomba presentó una nota en el propio CGPC 5 dando respuesta a lo dicho por la Procuraduría en nombre de la Comisión Vecinal Todos por la Plaza.
Sobre el amparo, el Dr. Abramovich (letrado que presentó, antes de la promulgación de la ley, un amparo en nombre de la Junta de Estudios Históricos barrial presidida por Lomba) ha recibido nota del juzgado donde se había presentado el anterior, informando que aprobada la ley, el amparo perdió su efecto y pasa a archivo. Sobre la posibilidad de uno nuevo, en función del actual estado de cosas, el letrado cree que lo que correspondería son actuaciones administrativas. Prometió, de todos modos, interiorizarse más sobre el tema y responder al respecto.
ACTIVIDAD DEL 12 DE MAYO DESDE LAS 11
En la cuadra de Carlos Calvo comprendida entre Sánchez de Loria y Virrey liniers. Como todas las anteriores manifestaciones en ese lugar se cortará la calle Carlos Calvo —el corte fue solicitado y otorgado a la parroquia de Santa Cruz— y las distintas organizaciones que participan en la Comisión Todos por la Plaza de Boedo utilizaremos este día para vincularnos nuevamente con los vecinos y ponerlos al tanto de las últimas noticias sobre la marcha de los acontecimientos vinculados con la futura plaza.
La actividad que originalmente se planeó en el interior del predio —visita guiada conducida por el presidente de la Asociación Amigos del Tranvía, Arq. Aquilino González Podestá (Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Bs. Aires y Premio Artífices del Patrimonio Cultural 2004 por la Secretaría de Cultura del GCBA), reconocido investigador del tema tranviario— se desarrollará a través de la radio abierta cuya transmisión se efectuará desde la esquina de Carlos Calvo y S. de Loria.
Comenzará la actividad con fútbol 5 (Coordinan Estrella de Boedo y Nueva Generación). Radio Abierta a cargo de la Asamblea Vecinal de Boedo. Murales (Coordina la Parroquia Santa Cruz). Murga Los guardianes de Mugica (Coordina y cita la Parroquia). Mesa de publicaciones de Baires Popular, distribución de este periódico y otras publicaciones. Cierra Boedo Antiguo, espectáculo teatral a cargo del reconocido grupo barrial.
Habrá choriceada y buffet a precios módicos para los concurrentes.
La parroquia Santa Cruz realiza el domingo 13 una actividad en homenaje al Padre Mugica. A través de los murales que realizarán el sábado en la plaza y la murga Los Guardianes... vincularán las luchas del cura con las luchas de los vecinos de los últimos 30 años por nuestra plaza.
ES HORA DE PARTICIPAR
Somos muchos los que acordamos esta conquista barrial. Hagamos sentir el peso de nuestra presión para que los expedientes no duerman en un cajón por desidia o mala intención.
La experiencia de vecinos en otras expropiaciones muestra que los trámites “se caen” o los propietarios entorpecen lo suficiente para que no se llegue a concretar.
Y LAS LEYES VOTADAS SE PIERDEN. EN DOS AÑOS CADUCAN Y HAY QUE VOLVER A EMPEZAR ¡Alerta, vecinos! La plaza no va a ser un hecho hasta que podamos gozar la sombra de sus árboles.
Participe en las actividades de esta Comisión con sede en Pavón 3916. Infórmese:
laplazadeboedo@yahoo.com.ar o todosporlaplaza@yahoo.com.ar
El discurso no dicho
¿Se hará o no se hará? Jueves 27 de abril en el Cao te hacemos la despedida, había afirmado Pablo Durán hace quince días. ¿Lo llamo o no lo llamo?, más bien por pudor que por timidez no di señales de vida; cada uno su especialidad, la del tiempo es pasar, en eso es maestro, en puntas de pie o marcando pisadas, sigilosamente o con estruendo, él pasa, pasó…, y llegó el jueves 27, yo siempre con la duda ¿se hará o no se hará?, con la duda de canto, rodando y vacilando, fui a cenar al Margot en compañía de Ester y algunos amigos, ¿intuición o pragmatismo?, no sé, pero me pareció prudente dejar que la duda se decida sola, cuando deje de rodar veremos si es cara o ceca. ¿Acá se comían los famosos sándwiches de pavita?, ¿esto era el Trianón ?, mirá si habremos venido con mis viejos a la salida del Cuyo, ¿qué me aconsejás? vos que sos del barrio… Jorge nos vendió un CD de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de la Matanza; finalizamos el estudio del menú y ya estábamos decididos a encarar al mozo cuando sonó el celular. ¿Qué hacés ahí, José?, hace una hora te estamos esperando en el Cao. No sé si mis amigos entendieron bien que había una despedida en el aire, que al final se hacía, ¿si la despedida era para vos, estabas al tanto? Sí pero… es difícil explicar, vamos están invitados, nos disculpamos por abandono intempestivo de mesa y salimos en el coche de Ricardo rumbo al Cao…
El tiempo sabrá pasar, yo sé hacerme el boludo, los amigos de Baires Popular aplaudieron nuestra irrupción en el bar, mi garganta sabe hacer nudos, fui hasta el otro extremo de la mesa, acomodé a mis invitados y cuando sentí que los nuditos aflojaban pasé a saludar tranquilamente, tendrías que decir algo me sugirió Ester que percibió el desdoblamiento de personajes a través del cortinado, de acuerdo, cuando llegue el postre. Luego de la tradicional picada sirvieron lasagna de ricota, ¡espectacular!, cuando trajeron las peras al vino Pablo cambió de cara, empezó a dar vueltas, salió a buscar algo, volvió a entrar con un matafuegos, se sentó en una mesa contigua con dos individuos… entendí, eran inspectores, el ambiente no estaba para discursos, mis palabras más bellas no dichas, mis besos más dulces no dados, había escrito alguna vez, no me acordaba cuando, concluí que el mejor discurso era callarse. Mario Bellocchio nos ofreció la revista “Historias contadas desde Boedo”, a ver cuando nos escribís una nota mon petit cochon, agregó cariñosamente.
El tiempo siguió pasando, el espacio también, una semana y doce mil kilómetros después es como si estuviese más cerca, las leyes de la física se tuercen bajo la atracción de los afectos, recostado en mi sillón d’Epinay Sur Orge, 20 km al sur de París, estoy en Boedo, mi garganta vuelve a hacer nudos, esta vez dejo que algunas lágrimas se den el gusto y se tiren en picada, nunca entendí por qué el suicidio de las lágrimas estimula el alivio de los pechos, hojeé la revista que me habían regalado: Cuando Boedo era la General Paz, la peña Pacha Camac, Julián Centeya, los carnavales de Boedo… Me dije: voy a escribir la nota para Mario, voy a escribir el discurso no dicho.
Queridas amigas, queridos amigos de Baires Popular :
Esto es lo que no dije: no dije que hace un rato estaba emocionado pero me hice el boludo, no dije esto para mí es muy importante, agradezco sinceramente a Pablo, a Laura y a todos ustedes el cariño brindado con esta despedida. No dije les contaré un pedacito de mi historia, en el 76 no había tiempo de despedidas, cuando la pelota pegó en el poste pensé mejor no perder por goleada, como ya saben, en esa época no había árbitros, todo estaba permitido; mi vieja se quedó con la ferretería de Boedo, entre Inclan y Garay, cerró unos años después, tiempos modernos, ya no daba para clavos y masilla al menudeo, pero eso es otro capítulo, lo que quería decir es que en realidad uno nunca se va, el exilio tampoco respeta las leyes de la física, cuanto más te alejás más te acercás, según la teoría de la relatividad boedónica la aceleración afectiva es proporcional al cuadrado de las ausencias, por eso uno nunca se va, porque el mundo se va con uno, los amigos, el barrio, la ciudad te los llevás adentro, nadie está mundializado, señores, todos pertenecemos a algún lado, jugar con las palabras es peor que jugar con fuego. Tal vez de ese vaivén entre afectos y ausencias nació la Guía Poética de Buenos Aires, en el año 2003, luego de presentarla en el Homero Manzi, fui a la Esquina Pugliese. Había escuchado hablar de Baires Popular, juntos por la identidad, esa también era mi pertenencia; encontré a Rosa María Silva que me presentó a Rubén Derlis y luego… luego fui descubriendo esta barra maravillosa. Por eso les decía que esto para mí es muy importante, cántale a tu aldea y serás universal decía León Tolstoi, sigamos cantándole a Boedo y a Buenos Aires, así le estamos cantando al mundo, al mundo de carne y hueso de cada mujer y cada hombre de esta Tierra. Un fuerte abrazo para todos, no sé si despedirme…, me llevo a Francia el pecho cargado de polizontes.
José Muchnik
(a) Josecito de la ferretería
El Sur también existe
Desde 2004, aquí, con Rodríguez, nos tocó la época ejecutiva. (Raúl Seguí, Gerente Administrativo de la Corporación Buenos Aires Sur, candidato a legislador porteño por la lista Buenos Aires Por Más. La Corporación, creada en 2000, tiene actualmente como presidente honorario a Enrique O. Rodríguez) Como Puerto Madero los primeros años son de afianzamiento institucional. La verdadera acción comienza después.
¿Cómo llega a ustedes la realización del Parque Flora Nativa? (Irala, en La Boca).
El Parque Irala nos llegó por Espacios Verdes. Vino como un pedido de colaboración para poder ejecutarlo rápidamente. El Estado tiene pasos administrativos demasiado largos para obras de esa envergadura. Y como esta era una obra que —por pedido de los vecinos que hace rato venían luchando por ese espacio— se quería ejecutar aceleradamente.
¿El proyecto qué origen tiene?
El proyecto fue de Espacios Verdes y modificado por nosotros en consenso con los vecinos.
¿Y el presupuesto para la ejecución?
El organismo que ejecute la obra tiene que tener la asignación presupuestaria para su ejecución. La Corporación del Sur comienza a ocuparse de la realización cuando Hacienda le provee los fondos para hacerla.
Ustedes dirigen; ¿quiénes ejecutan?
Aquí apostamos a la ejecutividad con generación de puestos de trabajo en las obras emprendidas. Nosotros contratamos gente desocupada del Sur. Por ejemplo, el mantenimiento del Parque Roca está a cargo de una Cooperativa de trabajo integrada por gente de Mataderos, Lugano y Soldati. Tenemos en la Corporación una bolsa de trabajo donde todo desocupado que resida en la zona sur se anota. En el pliego de las licitaciones se impone un porcentaje de esa bolsa como mano de obra de los emprendimientos.
M. B.
Alienación porteña
Que trata de farsantes y del mercado
Las ambulancias están detenidas frente a la clínica. Estacionan en la calle, frente a la parada de los colectivos. Llueve. Bajan pacientes. A veces sólo viene un joven médico con el chofer. A veces sólo el chofer de la ambulancia. Pide ayuda a un cartonero para poder bajar la camilla con un paciente. Lo ingresan a la clínica para hacerle un estudio. A veces hace calor y el sol golpea con fuerza los ojos del enfermo. La clínica no tiene playa de estacionamiento, las obras sociales desconocen o ignoran cómo viajan sus “clientes”. Pobres diablos del sistema, nadie es responsable. Y cada cual atiende su juego. A nadie le importa cómo son recibidos, cómo se los trata. No existe Comité de Ética. Y si funciona nadie se entera. Algunos camilleros fuman, algunos médicos fuman. Casi todos los choferes lo hacen en la vereda, mientras esperan al paciente. A veces dentro de las ambulancias, en el asiento delantero. Otras, contra la pared de la clínica. Nadie ve nada, un mundo de discapacitados, de cieguitos. Tac, tac, tac. Suelen hablar por sus celulares, suelen reírse.
Desde la calle observé que administrativos fumaban en el pequeño hall. Había un visitador médico. Empleados esperando completar formularios o bebiendo café. Lo hacen durante la noche, cuando adentro siguen trabajando con la piqueta, volteando paredes, puliendo pisos, golpeando una y otra vez sin remordimiento a toda hora. Cada cual atiende su juego. Sin piedad, sábado o domingo. Hemos llamado para medir la radiación de nuestros departamentos. Lo hicieron en casi todos los que lindan con la clínica. Nos prometieron enviarnos un informe por escrito. Pasaron más de doce meses, no nos respondieron nunca. La casa está en orden. Vino una doctora y un ingeniero, gente respetable, padres de familia, seguramente. Recuerdo la película rumana de Cristo Puiu La noche del señor Lazarescu. Es todo un símbolo de nuestra sociedad. Lo vivimos de manera continua.
La clínica alquiló una casona que adquirió un italiano y tardó meses en arreglarla. Quedó hermosa. Una fachada reconstruida, molduras a nuevo, un trabajo serio. Iba a ser un restaurante de buen nivel, iba a ser un salón de fiestas. Planta baja y dos pisos. Lo alquiló la clínica. Hicieron lo que los ignorantes saben planificar. Divisiones, paneles, pequeños consultorios, guaridas para empleados. Hacia un cultivo de la estética de la indiferencia. Las disculpas son siempre deliberadas, a veces hasta cándidas. El fuerte de estos caballeros no es la retórica, es la gestión. Son íconos de la modernidad, de la salud a plazos, de las regletas y los tiralíneas. Hay restos inabsorbibles en el estilo de sus dueños, de sus lacayos. Visten como señores anticuados, moderados.
Las ambulancias estacionan en la calle. Otra forma de la estética de la indiferencia. Bajan los pacientes con cánulas, en sillas de ruedas, con la palidez de la dolencia, con suero. Desdichados, llenos de temor y esperanza. En el interior pican paredes, instalan equipos, amontonan proyectos. Aprobados, todos legalmente aprobados. El país entero es una sombra de Cromagnon. La deshistorización es parte de ellos. Como Gran Hermano o los discursos de los hombres patriotas. Cómplices o socios. O socios cómplices.
Recuerdo la película francesa de Laurent Cantet Recursos Humanos. Es posible que alguno de ellos la haya visto, es posible. Cada tanto alguno de sus lacayos nos habla para comprar nuestros departamentos. “Deben ampliar, el tema de la salud es importante, la empresa crece, necesitan más oficinas…” Ofrecen miserias, pisan basura, señuelos. Nos dicen que es preferible vivir en otro lugar, con más comodidad, que ellos seguirán arreglando, instalando equipos. Seguirán los pasos del progreso, del bienestar, del futuro. Ofrecen miserias, pisan basura. Afuera nadie ve nada. O ven y no quieren hablar. O son tantas las cosas deformadas, tantos los engaños que prefieren hacerse los distraídos, conversar de fútbol, del regreso de Susana a la televisión, del circo cotidiano. O de Irak, que queda lejos. La picaresca avanza entre ambulancias, pasillos, calles, colectivos y cartoneros. Ahora vienen las elecciones. Ahora es el momento. En breve se colocan los radares, se arreglan hospitales, la Justicia deja de ser parcial. El discurso por un lado y la realidad por otro. Irracionalidad y desmesura, desazón y engaño.
Desde el baño de mi departamento escucho sus voces, escucho el teléfono, cómo otorgan turnos. Me enteré de que una muchacha quedó embarazada en un ascensor. No, no fue violación, lo hizo con su novio. Controla unas trescientas palabras, la niña. Con eso se puede atender al público. Sus jefes no poseen muchas más palabras. Ganan bastante mejor y alquilan departamentos por hora en Recoleta. Esa es la diferencia.
Nadie se queja, ya es hábito. Hay un buen servicio, buenos profesionales explotados con dignidad. Con eso se hace un negocio. Afuera obras sociales, ambulancias, lluvias, granizo, sol, temperatura otoñal. Somos todos felices. Como suele decirse, “es lo que hay”. Y sonreímos, saludamos con cordialidad, sospechamos que somos buenos ciudadanos.
Anoche me emocionó ver Elogio del amor, una película suizo-francesa de Jean-Luc Godard. Un cine libre, contra la industria. Una bella parábola del compromiso, de la vida, de la estética, de la soledad, de lo perdido. Un film contra el sistema desde lo intelectual, lo afectivo, la inteligencia. Es de 2002, no se estrenó en Buenos Aires, ni creo que se estrene. Ya no hay público para ese cine. Ni para leer el Rico Tipo en el baño, como suele decir Mónica, una amiga del alma. Lo hay para Harry Potter, para Susana, para los dueños de las clínicas. Para los operadores de la salud, para los caballeros del mercado o los estudiantes de marketing. Para los gestores de una industria sospechosa.
Carlos Penelas
Un detalle en el paisaje
Un cielo de lluvia y nube lenta se arrastraba sobre el techo y los alrededores de la estación del ferrocarril en Lanús. En el paisaje de la noche, cuando el aire casi pertenecía a las veintiuna horas, luego de que los días húmedos y calurosos marcaran con un juego de piedra libre de vida morosa a los habitantes del sur, un hombre anotaba en una libretita mientras estaba parado en una esquina, apoyado contra el caño que sostenía los carteles con el nombre de las calles. Esperaba a una mujer, se le notaba, la mirada atenta a derecha e izquierda, al frente, siempre buscándola. Hasta hacía muy pocos instantes sólo pensaba en descubrirla a ella, la que llegaría como festejo, la mujer amada. Ella, la de andar tranquilo, podría estar anotando en la libretita; ella, la de andar de gata cuando se podía escabullir de las corridas de todos los días; el hombre podría estar anotando que ella era hermosa en cada una de las noches, sea en las calles del sur o entre las desesperaciones varias en el centro de Buenos Aires.
Pero el hombre había extraviado su mirada, en un momento, en un suspiro, y ya no buscaba a la mujer, ya no sentía que en ese día, él, el escriba, vivía a salvo dentro de su felicidad.
En suspenso los ojos, bajo las nubes, sobre el cemento, entre los colectivos y la gente, entre rojos, amarillos y verdes. En suspenso por un segundo, que es el tiempo necesario para descubrir al menos alguno de los detalles que pueden “hacer” un paisaje. Estación Lanús, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, ex Pavón, y sin embargo, tan Pavón de resistencia cuando sus caminantes la siguen nombrando como ayer.
Cuando el hombre extravió su mirada por un segundo, se fue detrás de una señal o una grieta, y la señal o la grieta tenían movimiento. Luego el hombre entornó los ojos, bajó sobre ellos las persianas y no dejó surco alguno por donde la luz pudiera filtrarse. Un momento después alzó su cabeza; tal vez intentara, por un instante, quedar cara a cara con el cielo sin estrellas y ahí recién abrir los ojos; pero no llegó al final del movimiento y entonces los abrió a cierta altura en el camino hacia el techo de la noche.
Sobre el frente, en el friso, en el techo de la estructura de cemento pintado de verde, que sirve para que los pasajeros esperen la llegada de los colectivos se lee, pintada callejera mediante, el correo electrónico del Partido Humanista: humanistas@ y un seguro servidor. Siguiendo con la mirada hacia la derecha, el hombre se encontró con otra anotación en el espacio que invita para ser usado como pizarra: una frase, sin firma, anónima, aseguraba: No violencia es fuerza. A pocos metros de la primera pintada flota una bandera vertical, no es grande, pero sí está compuesta en los patrióticos colores de la patria, en ella se leen dos nombres: Kirchner y Quindimil, este último registrado desde la pura presencia alfabética y no desde esa confusión matemática que propone la convivencia de letras y números, y que sus seguidores han eternizado, en una muestra de resabio de escuela secundaria, en un magistral Quindi1000 intendente.
El hombre sigue con la mirada en la altura, descubre el cartel luminoso que anuncia una de las siete maravillas que el azar puede reservarle al simple mortal en este mundo: Bingo Lanús en rojos y dorados. Por ese mismo pedazo de cielo sin Febo asoma, lejos del histórico convento y bastante cerca del bingo, la hamburguesería de uno de los sobrinos del Pato Donald, cartel luminoso en rojo y amarillo, premia al empleado del mes para auspiciar el temprano sueño del éxito. Esfuérzate en ciertas artes y verás, podría ser un epitafio válido para muchas historias, piensa el hombre que anota en la esquina, el hombre que extravió la mirada, esa que, luego de descubrir uno de los detalles del paisaje, vaga por los distintos cielos de la publicidad.
En el aire de los alrededores de la estación flotan más carteles de propaganda.
Planes médicos es lo que anuncia un Vilas sonriente, sí, el único, el tenista de ayer, ese mismo que no sabe cómo contener tanto ego. El raqueta ofrece la felicidad que nace cuando se goza de una buena salud, y, en el caso de que la salud haga un poco de agua, bueno, qué mayor felicidad que contar con una buena cobertura. Vilas sonriente, como si le hubiera ganado al fantasma de Borg por seis radiografías seriadas a cero.
El hombre que anota había escuchado hablar, en alguna de sus incursiones por el sur, de una cierta tendencia de sus habitantes para denominar a los colectivos amarillos de la Compañía Andrade; si bien el colectivo es masculino, a los internos de la línea 283, que se dividen en B1, cartel blanco, B2, cartel rojo, y B3, cartel verde, se los denomina a partir del artículo “la”, un acento bien femenino que así ubica al bondi como “la” B1. Este mismo fenómeno ocurre con la línea 523 y su letra E (Monterroso no tiene nada que ver), entonces la frase indicadora es: Ahí viene “la” E. Detalles en los que piensa el hombre que anota al ver pasar la B2 y a la hora de graficar en su cabeza esta especie de cóctel de vitaminas sobre ruedas que circula por Lanús y Remedios de Escalada.
Por las alturas nubladas de ese cielo de estación se ofrece crédito para comprar electrodomésticos: 24 cuotas en pesos y sin anticipo porque el mejor crédito, como siempre, te espera, sí, a vos, tontito, dale, andá y firmá que las cuotas seguro que usan máscaras de baratillo o de insignificancias cotidianas. Podés tomar lo mejor en El Clavel, justo en el cruce de Hipólito Yrigoyen que siempre serás Pavón, con la calle Piñeiro, y es desde la vereda del bar o pizzería o café posmoderno con mucho cristal dicroico, que el hombre, que desde hace un momento anota, vio el detalle, la marca que le apartó la mirada de la búsqueda ansiosa de la mujer.
Frente a El Clavel se ubica El Edén de Piñeiro, y pensar que todavía hoy respira algún incrédulo preso de ateísmos varios. Las confituras y tortas del Edén son reales, y quizá prometan la dicha eterna, quizá. El caminante, en esa esquina, puede también decidir si prefiere tomar clases en la escuela de dibujo de Luis Ordóñez, justo frente a la estación, o seguir el consejo de la marquesina esquinera: Refrescate de verdad en Las Palmas; se recomienda, el hombre que anota en la libretita así lo ha comprobado, las bondades de la muzzarela a la piedra y con doble muzza.
El detalle, la marca, la señal o la grieta se hizo en esa noche de Lanús y entonces el hombre de la esquina, por fin, queda ubicado en el centro de la platea, fila 2, y con la mirada atenta; en poco tiempo más, cambiará el foco y lo dicho, comenzará a anotar.
Un objeto voló en la noche. Levantó vuelo en las cercanías del cordón, voló unos metros venciendo la fuerza de gravedad, intentando lo que toda historia pretende cuando trata de arañar su lugar en el cielo. El objeto rebotó en el techo de un colectivo 112 y cayó del otro lado del mismo. El pibe, unos doce años, vio el hueco entre dos colectivos y corrió a recuperarlo. El hombre creyó distinguir de qué se trataba, pero se mordió la duda. El pibe corrió hacia otros colectivos que se movían dentro de una dársena interna, mar adentro de la estación, y arrojó el objeto otra vez. El lanzamiento fue acertado, no hubo rebote y el techo del 405 fue seguro resguardo.
Una nueva carrera, nerviosa, siguió al golpe de suerte, y desde el mismo lanzador otro objeto salió impulsado hacia el cielo y la noche y el techo de un 520, que fue uno de los números más altos que llegó a descubrir el sorprendido hombre que anota a la hora de pensar en números y colectivos. El 520 se fue detrás del 405 y los dos se llevaron los objetos lanzados por el pibe de doce años que corría por la calle. Ese mismo pibe agarró una botella vacía de un tacho de basura y se agachó, hasta casi rozar el cemento con sus rodillas, para colocar el envase de gaseosa debajo de la rueda de un colectivo. El hombre escuchó la explosión, vio el festejo del pibe. Vio además cómo, a muy poca distancia, un pibe algo mayor le daba apoyo logístico al lanzador, y cómo, un poquito más alejado, otro pibe, de unos ocho años, no más, también corría entre la calle, el cordón y la plataforma. Todos en movimiento dentro de un único paisaje: la estación dentro de un cielo de lluvia y nube lenta.
La noche amenazaba lluvia, estaba fresca, tan húmeda ella en el sur, mientras el pibe de ocho caminaba o corría descalzo y mientras una de sus zapatillas se iba en el 405 y otra en el 520.
En el cielo intermedio de los alrededores de la estación de Lanús un último cartel anunciaba una marca de colchones, y proponía una revelación: En un colchón todos tus sueños.
El hombre de la esquina dejó de anotar y justo descubrió a la mujer más hermosa que pudiera imaginar y amar. Era ella, como si gata fuera porque él cumplía años. Se dieron un beso y se fueron a cenar.
En mi libreta guardo las anotaciones: 405 y 520, junto a una sensación de lejanía, como si fuera otro el que vio y se fue, como si quisiera ser otro cuando sólo sé de escribir estos garabatos tibios.
Edgardo Lois
POEMA:
ALGUIEN QUE VA...
Alguien que va por la calle de silencio y cavila
con lluvia calle arriba, con noche calle abajo,
con esa forma particular que estila
tener el ciudadano que vuelve del trabajo.
Se aprieta tanto enjambre de cosas en el saco
que a veces se habla solo, con tráfico y esquive.
Se van los ojos como el humo. Vive
pensando desde el peine al taco.
Tránsito de la gente. Opacidad y hondura
metida entre problemas que le arrugan la frente.
¿Sonámbulo que viaja? Peatón que procura
la precisión exacta:
—Un café. Pero urgente...
(Con el café se bebe su rabia de oficina
disuelta con terrones de la filosofía
que ajusta la corbata y pronuncia el “buen día”
con las solemnidades que dicta la rutina.)
Testigos de las penas, del júbilo testigos,
de taco a frente andamos.
—¡Buenos Aires...!
(Destaco
que si encuentras el canto un poco simple,
amigo,
es que un gorrión —un sueño—
quiere volárseme del saco...)
David Alvarez Morgade (1962)
EDITORIAL:
Uno elige...
Internet —no pretendo descubrir nada nuevo— es un valioso medio incorporado a nuestras vidas. Y los medios —la televisión por caso, e Internet no escapa a la regla— no son culpables de su uso. Son sólo eso: un medio. Nosotros nos subimos a ese tranvía y le indicamos el recorrido. Puede transitar las maravillas de la comunicación universal inmediata como brindar oprobiosa información sobre pornografía infantil. En nosotros está la elección. Nosotros elegimos en la búsqueda y la lectura. No castiguemos al cartero que nos trae la mala noticia.
El período preeleccionario se caracteriza por la abundancia de envíos. Los que están en el podio, exhibiendo cuán eficaces son. Los aspirantes al título, mostrando cuán eficaces serán. Y los infaltables delirantes que creen tener “la posta” para solucionar todos los problemas del Universo. Comprendido en esta última categoría, acabo de recibir un mail que, auspiciando el voto en blanco, pregona entre otras lindezas: votá echar a todos los políticos y cambiar a todos los jueces; si es político y tiene un partido político es parte de la corrupción institucional y debemos combatirlos, exterminarlos, destruirlos como hombres y mujeres públicos..., un señor que, entre otros desequilibrios, tiene la frágil memoria de olvidar cómo nos fue cuando no nos gobernaron los políticos.
Las urnas no son la panacea universal. Sobre todo si votamos por simpatía, al voleo o pensando sólo en la conveniencia personal. Y más aún si creemos que una vez depositado el sobre ¡ya está!, descomprometiéndonos de la necesaria participación.
Es necesario recordar que los que han tratado de “guardarlas” o de neutralizar la consulta popular sólo nos produjeron desastres.
El voto es nuestra voz. No puede —no debe— ser la única. Pero debe aportar al coro “su” nota. Aunque Macri se empeñe en masculinizar a la ciudad con su “estaría bueno”. Aunque Telerman, con su apuro, nos niegue, un año más por lo menos, las Comunas. Aunque Filmus no cubra todas las expectativas. Aunque los demás sólo puedan aportar al equilibrio legislativo.
Aunque no sea lo óptimo, nada ha podido sustituir al sistema democrático ejercido con responsabilidad y compromiso posterior. Simplemente porque la pregunta que sobreviene es: ¿quién decide sin un gobierno elegido por el voto popular?
¿Una Asamblea de treinta y seis millones de personas?
Mario Bellocchio
CULTURA GRATUITA:
VOLUNTARIOS DE PARQUE CENTENARIO
Epuyen 544 - (alt. Díaz Vélez 4500) - Tel.: 4 982-5911 pcentenario@hotmail.com
Cine Latinoamericano - Todos los jueves a las 20
Jueves 3: Tiempo de Morir (Mexico)
Jueves 10: Detras del Sol (Brasil)
Jueves 17: Cama adentro (Argentina)
Jueves 24: La estrategia del caracol (Colombia)
Jueves 31: Whisky (Uruguay)
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“Los Barrios Porteños... abren sus puertas”
Dos Recorridos Musicales gratuitos el 23 de mayo. A cargo del músico Mario Valdéz, convocado por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno porteño.
El primero de ellos por Flores, partiendo a las 10 hs de José G. de Artigas 262, casa donde vivió el cantor Agustín Magaldi, pasando entre otros sitios de la historia musical del barrio y cerrando con un café musicalizado por el maestro Valdéz acompañando en piano a la cantante Marisa Eguía en la Confitería "El Clavel", Rivadavia 6760.
El segundo recorrido Musical en barrio Parque Chacabuco partirá a las 16 hs desde Asamblea y Cachimayo, visitando lugares de la historia musical del barrio, celebrando su cimpleaños.
Cupos limitados. Inscripción previa teléfonos: 4 323-9400 int. 2756
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Universidad Tecnológica Nacional
Sec. de Cultura y Extensión Universitaria
CONCIERTOS
11 de mayo 19 hs.
BANDA SINFONICA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Director: Oscar Gálvez Vidal
18 de mayo, 19 hs.
ORQUESTA DE TANGO DE LA CIUDAD DE BS. AIRES
AULA MAGNA – PB. - MEDRANO 951
Email: cultura@sceu.frba.utn.edu.ar
Web: www.sceu.frba.utn.edu.ar
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ESPACIO CULTURAL JULIAN CENTEYA
AV. SAN JUAN 3255 - Informes: 4 931-9667
El Espacio Cultural Julián Centeya continúa sus proyecciones en pantalla gigante y con excelente calidad de imagen y sonido.
MIÉRCOLES a las 19 hs: MES DE CINE AFRICANO
Homenaje a Jean Rouch
Miércoles 2: Doble programa LES MAÎTRES FOUS y MOI, UN NOIR,
miércoles 9: LA CHASSE AU LION A L'ARC, miércoles 16: PETIT A PETIT, miércoles 23: Doble programa XALIMA LA PLUME y UNE VISITE A ALI FARKA TOURÉ,
miércoles 30: Doble programa CONTES CRUELS DE LA GUERRE y HOUSE OF LOVE.
JUEVES DE MAYO A LAS 19 HS.- SAM 16 años.
Los días SÁBADOS A LAS 16HS. en el
C. C. Chacra de los Remedios - La Casona de los Olivera, Av. Directorio y Lacarra, Parque Avellaneda.
Sábado 5 - ABOUNA (2002), sábado 12 - EN BUSCA DE LA FELICIDAD (2002), sábado 19 - MOI ET MON BLANC (2003), sábado 26 - NHA FALA (1980)
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LA ORUGA
Biblioteca pública de La Oruga: todos los sábados de 16 a 19 hs en la plaza de México y Jujuy.
E-mail: laorugacolectivoautonomo@yahoo.com.ar
Página web: www.laorugaweb.com.ar ----------------------------------------------------------------------------
TEATRO LEIDO
Ciclo de presentación de las últimas obras del grupo de dramaturgos que integran Susana Torres Molina, Susana Gutierrez Posse, Susana Poujol, Víctor Winer, Héctor Lewy-Daniel, Jorge Huertas, entre otros, como teatro semimontado con actores como Rita Terranova, Carlos Belloso, entre otros.
Los 2os. lunes de cada mes en distintas bibliotecas públicas
Consultas: 4 811-0867 int.102 - ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
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ACADEMIA DE HISTORIA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
“Buenos Aires, hacia el Bicentenario”
Casa del Virrey Liniers, Venezuela 469
Los martes de 19 a 20.30 hs
Martes 15: Hebe Clementi y Liliana Barela: contexto americano y europeo del Buenos Aires de 1807
Martes 22: Lidia González y Rodolfo Giunta
Martes 29: Norberto García Rozada: Las milicias
Martes 5 de junio: Elisa Radovanovic y José María Peña : La ciudad colonial, escenario urbano y arquitectónico
Martes 12 de junio: Enrique Mario Mayochi: Cultura y Educación en el Buenos Aires de las invasiones.
Martes 19 de junio: Carlos Moreno y María del C. Magaz: Artes y Oficios en la primera década del siglo XIX.
Martes 26 de junio: Daniel Schávelzon, Maxine Hanon y Sandra Condoleo: La vida cotidiana porteña.
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DE JUNIO A NOVIEMBRE
CICLO DE CINE GRATUITO
EN “LA BALEAR”
EL PRIMER VIERNES DE CADA MES A LAS 19.30 En Colombres 841 - Presentan:
BAIRES POPULAR - CASA BALEAR DE BS. AS. - CGP COMUNAL 5
1º DE JUNIO: Luna de Avellaneda (2004), Dir. J. J. Campanella. Cortometraje: Palma (de Mallorca), una ciudad en azul.
6 DE JULIO: Tiempo de valientes (2005), Dir. Damián Szifron. Cortometraje: Parques nacionales.
3 DE AGOSTO: Derecho de familia (2006), Dir. Daniel Burman. Video: Ibiza y Formentera. Documental sobre ambas islas.
7 DE SEPTIEMBRE: El abrazo partido (2003), Dir. Daniel Burman. Cortometraje: Días de vino. Industria vitivinícola en Mallorca.
5 DE OCTUBRE: Historias mínimas (2002), Dir. Carlos Sorín, 2002. Cortometraje: Un país en la mochila. Menorca.
2 DE NOVIEMBRE: El último payador (1950), guión y dirección de Homero Manzi. Homenaje en el centenario de su natalicio. Protagonizada por Hugo del Carril. Cortometraje: Un país en la mochila. Mallorca. Documental sobre la mayor de las Islas Baleares
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FERIA DEL LIBRO DE BUENOS AIRES
Celebrando la fundación de Buenos Aires y a iniciativa de la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad, se realizará la Primera Feria del Libro de Buenos Aires en el Patio de la Planta Baja de la Casa de la Cultura, del 11 al 16 de junio de 10 a 17 Hs. En la misma habrá venta y exposición de libros, se llevará a cabo un ciclo de cine y se realizarán números artísticos todos los días. BAIRES POPULAR TENDRA UN STAND EN LA MUESTRA
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Junta de Estudios Históricos del
BARRIO PARQUE CHACABUCO
Ciclo de conferencias (el tercer jueves de cada mes a las 19)
Jueves 17 de mayo: “La Semana de Mayo desde nuestro presente”, por la Prof. Olga D'Agostino
Jueves 21 de junio: “Tango y medicina”, por el Dr. Donato De Palma
SAN JOSÉ DE CALASANZ 1059 (Salón de la parroquia Santa Isabel de Hungría)
Martes 15 de mayo (DIA DEL BARRIO)
Proyección en pantalla gigante. Más de un centenar de fotos del parque desde 1915 hasta la actualidad; en la escuela No 7, D.E. 8, “Niñas de Ayohuma”, Asamblea 1221, 9.45 hs.
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5ª Muestra artística FUTBOL: PASION Y CULTURA
ORGANIZAN: DIRECCIÓN DE CULTURA, LEGISLATURA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BS. AS. COMISIÓN PARA LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO CULTURAL DE LA CIUDAD DE BS. AS. Y ENCUENTRO DE DEPARTAMENTOS DE CULTURA (EDC)
Salón de exposiciones de la Legislatura, Perú 160, subsuelo. Inauguración: 21 de mayo de 2007, 19 horas
Del 21 al 31 de mayo de 12 a 20 horas
* 16 OBRAS DE ARTISTAS PLÁSTICOS DE LOS DEPARTAMENTOS DE CULTURA DE CLUBES DE PRIMERA Y ASCENSO
* MESAS REDONDAS:
Miércoles 23 de mayo, 18:30 hs.: Fútbol y cultura
Miércoles 30 de mayo, 18:30 hs.: Historia de los clubes
VIDEO DE LA MUESTRA Y LA HISTORIA DE EDC Panelistas: Dip. Miguel Talento, Lic. Leticia Maronese, Lic. Pablo Alabarces, Lic. María del Carmen Bianchi, Alejandro Fabbri, Liliana Hecker, Orlando Barone, Lic. Julio Friedemberg y Juan Carlos (Chango) Cárdenas.
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CONCURSO “UN POEMA PARA HOMERO”
BAIRES POPULAR llama al concurso de poesía "Un poema para Homero", en conmemoración de los cien años del nacimiento de Homero Manzi. Primer premio: $ 500 y medalla; Segundo premio: medalla. También se otorgarán menciones. La participación en este certamen no tiene costo alguno. Las bases pueden retirarse todos los sábados (de 11 a 13,30) en la mesa de Baires Popular: Boedo y San Ignacio esquina del café "Margot"-; en la librería "El gato escaldado", avenida Independencia 3548, Capital (de 20 a 13 y de 15,30 a 20,30); pedirlas por correo electrónico a: bairespopular@gmail.com o "bajarlas" del blog: http://bairesp.blogspot.com.
La recepción de material cierra el 31 de agosto de 2007.
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MUESTRA DE FOTOGRAFIAS
BOEDO y LA BOCA EN LOS 80
Los parroquianos del “Homero Manzi” se entrecruzan con el paisaje boquense y su pintoresquismo, hace un cuarto de siglo.
Expone: Mario Bellocchio Inauguración: lunes 28 de mayo