4.2.10

Nº 93
Febrero de 2010

SUMARIO

Boedo-Florida
¿Sólo una polémica literaria?
Las palabras del ayer reverdecen conceptos que no han perdido vigencia
Por Mario Bellocchio

Nuestra plaza
Apertura de sobres de la licitación y últimas novedades
Por Patricia Roselló

EDITORIAL
Poda, ¡en verano!

¿Qué hacer con la naturaleza?
(hoy: la poda de árboles)
Por Aníbal Seleme

Callejeando historia
La Boca en el Centenario (I)
Por Diego Ruiz
Iniciando una serie de artículos sobre los barrios en el Centenario

La mediatización del pensamiento
Por María Virginia Ameztoy
...la realidad ha sido sustituida por la difusión de la realidad previamente seleccionada por los medios masivos de comunicación.

¡Póngale Zuyoba al 2010!
Por José Muchnik
... queríamos regalar una palabra fresca a los amigos para comenzar el 2010, dos cero uno cero, veinte diez, año especial

Cuenca Matanza-Riachuelo
podredumbre, vergüenza e impunidad
Por Leonardo Busquet

Montmartre en el pasaje San Ignacio
Por Carmen Ortiz
Cuadros, cuadros por todas partes y caballetes y gente pintando. Sólo que aquí no había turistas ni retratistas...

Pedacitos de tiempo
Por Edgardo Lois
...los días, el tiempo, nuestro tiempo, ofrece un único camino o posibilidad: el trabajo apasionado, el trabajo a conciencia.

Juan Alberto Núñez
Por Rubén Derlis
...El conocido de muchos, el amigo de más, y muy especialmente mi amigo, ha muerto.

VER, LEER Y ESCUCHAR
Crítica literaria, teatral y discográfica de producciones que no cuentan con el gran circuito de difusión alguna

POEMA
EL CORAZON DEL MIEDO
Roberto Esmoris Lara

CULTURA GRATUITA
Guía de actividades culturales barriales que no requieren erogación





Boedo-Florida
¿Sólo una polémica literaria?
Aquella vieja controversia que tantas miradas ha suscitado, tiene, en el ángulo de la innovación artística versus la revolución social, sus más interesantes aristas. Las palabras del ayer reverdecen conceptos que no han perdido vigencia
Por Mario Bellocchio
desdeboedo@yahoo.com.ar


Febrero de 1922: Antonio Zamora pone en marcha “Los Pensadores”, revista de selección universal, destinada a la divulgación de obras breves de autores europeos, abriendo paso a su ambiciosa meta de literatura para todos. Exactamente dos años después, en febrero de 1924, nace “Martín Fierro” bajo la premisa que define Oliverio Girondo en su “Manifiesto”: Frente a la incapacidad de contemplar la vida sin escalar las estantería de las bibliotecas. Y, sobre todo, frente al pavoroso temor de equivocarse que paraliza el ímpetu de una juventud más anquilosada que cualquier burócrata jubilado, Martín Fierro proclama la necesidad de definirse y de explorar esa nueva sensibilidad capaz de descubrir panoramas insospechados y nuevos medios y formas de expresión.
En 1924 “Los Pensadores” tiene una mutación que incorpora la participación de escritores locales, reelaboración de contenidos que va a culminar en la variante completa –1926– con la aparición de “Claridad”. El cambio tendría la certificación de continuidad a partir de la octava publicación en que la nueva revista retoma la numeración de su predecesora. Claridad aspira a ser una revista en cuyas páginas se reflejen las inquietudes del pensamiento izquierdista en todas sus manifestaciones. Deseamos estar más cerca de las luchas sociales que de las manifestaciones puramente literarias.
Creemos de más utilidad para la humanidad del porvenir, las luchas sociales que las grescas literarias, sin dejar de reconocer que de una contienda literaria puede surgir una nueva escuela que interprete las manifestaciones humanas en forma que estén más de acuerdo con la época en que vivimos –editorializa el primer número.
¿Y de dónde proviene el bautismo a los contendientes? Según Raúl González Tuñón se llamó de Florida nuestro movimiento porque la redacción del periódico funcionaba en un vetusto caserón de la calle Tucumán, casi esquina Florida, y se llamó de Boedo al grupo opuesto porque la imprenta del editor de los boedistas estaba situada en el barrio de ese nombre (1).
Y la certificación de domicilio la provee César Tiempo: En Boedo 837 tuvo asiento nominal la redacción de «Los Pensadores» en sus salidas iniciales cuando era una publicación destinada exclusivamente a difundir las grandes obras de la literatura clásica y moderna, mucho antes de convertirse en el órgano de combate de aquellos jóvenes de la generación del 22 (2).
Los representantes más conspicuos del pensamiento de ambas márgenes definen propósitos desde el vamos: búsqueda de “nuevos medios y formas de expresión” versus difusión de las “luchas sociales” por delante de las “manifestaciones puramente literarias”.
No se puede ser neutral –dice Castelnuovo– allí donde el que no da, recibe, y el que no recibe, reparte; donde el que no oprime es oprimido, y donde el que no vive de la explotación, es explotado. La neutralidad es una ilusión o una argucia que jamás admite la realidad. Quien no contribuye a apagar el fuego de un incendio, automáticamente, contribuye a su propagación (3). Castelnuovo aparecía como figura descollante de aquel grupo de Boedo que el concurso de la revista “La Montaña” había puesto en contacto por primera vez y que comienza a funcionar como tal en 1924 a través de las revistas “Dínamo” y “Extrema izquierda”, alcanzando su apogeo con la segunda época de “Los Pensadores”, trasladándose luego a “Claridad”.
Curiosamente –o no tanto– Yunque apela a la misma metáfora –la del incendio– para describir el estado de situación del entorno literario: El proletariado argentino –como todos– se había llenado de fe en el porvenir. Y la voz de los muchachos de Boedo, unida y fuerte, se levantaba para llevar al verso, al cuento, a la novela, al ensayo, a la crítica y al drama, esa visión de futuro que en las masas del suburbio comenzaba a encenderse. Los otros, los de Florida, seguían escépticos o enemigos de la luz –groseramente roja, luz de incendio– que se aproximaba... (4).
No fue casual que la inquietud social prendiera fuerte en los escritores de Boedo. Era una manera militante de reflejar sus propios problemas.
El hecho de que Boedo tomase como materia prima de sus inquietudes espirituales a la clase trabajadora, no se debió puramente a una determinación estética, sino a que la mayoría de sus componentes procedían de esa misma clase. Agustín Riganelli era tallista; Roberto Arlt, gomero; Nicolás Olivari, peón de almacén; César Tiempo, repartidor de soda; Roberto Mariani, oficinista; Juan Carlos Mauri, carnicero; Ernesto Castro, sereno; Abraham Vigo, José Portogalo y Antonio Gil, pintores de paredes; y Manuel Rojas, linotipista (5).
El gran escenario donde se desenvolvía el drama de los asalariados de la época trabajaba a telón abierto y el barrio proveía la escenografía adecuada. Boedo era –según Alvaro Yunque– el suburbio chato y gris, calle de boliches, de cafetines y teatrejos, refugio del dominical cansancio obrero, calle que nunca tuvo poeta suntuoso que la cantara, calle cosmopolita, ruidosa, de footbaliers, guaranga, amenazante (...) era lo gringo, lo importado, lo actual. (6).
En el guión tampoco estaban ausentes –ayer como hoy– los puristas a ultranza que obran como expulsores atrincherados en su principismo. Cuenta Nicolás Olivari: Mi libro era irónico, desenfadado, hiriente. Cuando vieron los primeros ejemplares, parece que se reunió el cónclave director del grupo y dictaminaron que yo estaba “fuera de la cuestión” ¿Por qué? Me había atrevido a decir en un poema: “mi loco cardumen que anda en parranda con Theodore de Bainville”, y esto otro:... “el son sonoro del viejo piano”. Se indignaron, y en cierto modo me consideraron traidor al movimiento y me expulsaron sin más (7).
Las arenas caídas por la tolva de cristal desdibujan las circunstancias pero reconocen el beneficio de la perspectiva. (...) En un sentido social –analiza Beatriz Sarlo–, el de Boedo es un público de los barrios frente al del centro; en un sentido nacional, es un lector inseguro de su idioma argentino; en un sentido estético, es fundamentalmente un consumidor de cuentos y novelas, frente al público de Martín Fierro que lee poesía; en este mismo sentido, es de un público de teatro, fanático de las grandes compañías nacionales, frente al público de una revista que afirma la dignidad del cine y del jazz. Dos públicos y también dos sistemas literarios, dos sistemas de traducciones, dos formas que se acusan mutuamente de cosmopolitismo (8).
Involucrados en sus circunstancias, en cambio, los protagonistas definían, a través de dos editoriales sucesivos de “Los Pensadores” publicados a fines de 1925, las raíces palpables del enfrentamiento: Se trata simplemente de una rencilla más o menos doméstica. Los poetas “remononos” y “jazzbandistas” se han atufado por nuestros acertados comentarios y nos han llamado despectivamente “literatos de Boedo”. Nosotros también acudimos al insulto y les dijimos: “Literatos de Florida”. Pero como nuestra calificación era exacta, los “diáfanos”, “remononos” y “jazzbandistas” quedaron completamente apabullados. Ni una sola voz hizo la defensa de la literatura “fifí” e incongruente que nace y muere en Florida, de Rivadavia a Viamonte. Nosotros, en cambio, defendimos en Boedo el alma del suburbio. (...) Estábamos hartos de blanducherías, de imbecilidades literarias. Estábamos cansados de un arte que se circunscribía a los salones de pintura de la calle Florida, a las reuniones de la calle Florida, a las librerías de la calle Florida que sólo exhiben los libros y las fotografías de los poetas que usan gomina. Rompiendo, pues. con viejos moldes literarios, nos fuimos al suburbio. Por puro espíritu de contradicción pusimos Boedo frente a Florida (9).
Destensando la cuerda al número siguiente, deponiendo las provocaciones para apuntar a la esencia: Lamentamos que a la polémica de Boedo y Florida algunos o casi todos le hayan dado un carácter personal. Nosotros no queremos ni quisimos discutir a nadie. Se trataba, y se trata más bien, de discutir un punto de vista. Nosotros nos volvimos contra los otros, no porque ellos estuviesen en Florida y nosotros en Boedo, sino porque nosotros sentimos y pensamos distintamente que ellos. No es una cuestión de barrios como pretenden algunos, sino una cuestión de sensibilidad y pensamiento (...) La designación de Boedo y Florida era una broma familiar que ahora se nos está haciendo antipática. El día que borremos los nombres de las calles que aparentemente nos dividen, quedaremos lo mismo frente a frente, ellos y nosotros. Ellos serán otros, a lo mejor, y nosotros también, pero el conflicto quedará pendiente. Ellos van por la derecha y nosotros por la izquierda. Ellos están con Mussolini y nosotros con Lenin (10).
Lúcida conclusión que ubica el meollo aunque la cuestión geográfica no ha perdido vigencia. Por algo las manifestaciones de la derecha prebendaria se dan cita en Palermo, allende la avenida Córdoba, la frontera del “sur”..., que también existe.

(1) González Tuñón, Raúl, Crónica de Boedo y Florida, en La literatura resplandeciente, Boedo-Silbalba, Bs. As., 1976.
(2) Tiempo, César, Pequeña cronistoria de la generación literaria de Boedo, www.desmemoria.com.
(3) Castelnuovo, Elías; El arte y las masas; Claridad; Bs. As., 1935.
(4) (6) Yunque, Alvaro; La literatura social en la Argentina; Claridad, Bs. As., 1941.
(5) Castelnuovo, Elías, Memorias, Edic. Culturales Argentinas, Bs. As., 1974.
(7) Olivari, Nicolás, Mito y Realidad del Grupo Martín Fierro, www.eljabali.com.ar.
(8) Sarlo, Beatriz. Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920-1930, Nueva Visión, Buenos Aires. 1999.
(9) Sin firma. “Al margen”, Los Pensadores N° 113, 1925.
(10) Sin firma. “Dos palabras más”, Los Pensadores, N° 114, 1925.
Viñetas: “Boedo y Florida”, Lino Palacio, 1965. Y portadas del Nº 1 de “Los Pensadores” y de “Martín Fierro” de febrero de 1924.•




Nuestra plaza
Apertura de sobres de la licitación y últimas novedades
Por Patricia Roselló
patriciavalentina@yahoo.com.ar


El martes 19 de enero, a las 13, se produjo la apertura de los sobres de la licitación para la construcción de la plaza Mariano Boedo. A la reunión concurrieron, en representación de la Comisión Plaza: Patricia Roselló, Fabián Mettler, Daniel Fusaro y Mario Bellocchio. Trascribimos el acta que se redactó al término de la reunión:

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Ministerio de Desarrollo Urbano, Dirección General Técnica Administrativa y Legal. Acta de apertura N° 1/2010. Licitación Pública N° 2657/2009. Actuación: Expediente N° 1348273/2009. Rubro: “Demolición ex Talleres T.A.T.A. y Construcción de Plaza Boedo”. Sobre Unico. Autorizante: Resolución N° 787 -MDUGC-2009 - 986-MDUGC-09. Presupuesto Oficial: $ 9.038.437,98. Presentes en el Acto: 14. Apertura: 19 de enero de 2010 a las 13.00 horas
Las ofertas fueron las siguientes:
1.- BRICONS S.A.: $ 9.877.115,12; 2.- RIVA S.A.: $ 8.169.000.00; 3.- TALA CONSTRUCCIONES S.A.: $ 8.676.001,00; 4.- CARBE S.A.: $ 9.578.546,68; 5.- ILUBAIRES S.A.: $ 9.176.344,65; 6.- SALVATORI S.A.: $ 6.653.082,85; 7.- ALTOTE S.A.: $10.242.935,83; 8.- INSTALECTRO S.A.: $ 7.539.677,04; 9.- PLANOBRA S.A.: $ 8.489.998,83; 10.- CUNUMI S.A.: $ 7.926.983,90; 11.- MIAVASA S.A.: $ 10.755.200,00; 12.- WAYRO INGENIERIA S.A.: $9.534.284,86; 13.- DAL CONSTRUCCIONES S.A.: $ 9.701.095,97; 14. CONSTRUCTORA LANUSSE S.A., VIVIAN HNOS. S.A. (U.T.E.): $ 11.188.572,77
A continuación figuran observaciones sobre la presentación de certificados de AFIP para las presentaciones Nº 5, 6, 10, 13 y 14. Al pie figuran las firmas de los representantes de las catorce empresas oferentes.

En la reunión de la Comisión Plaza con el ministro de Desarrollo Urbano, arquitecto Daniel Chain, y equipo, el 18-11-09, el ministro afirmó: Ya sé que cuando venzan los plazos de la licitación me van a pedir prórroga para el cierre y, entre otras demoras administrativas (preadjudicación, probables impugnaciones y trámites de la adjudicación), estimo en marzo-abril el comienzo de obra que llevaría (Ortemberg afirma) once meses. De manera que la finalización se estima para mediados del primer semestre del 2011. Una vez terminada la obra se le entrega a Espacio Público, que es quien se encarga del “plan de manejo”. Por ahora, lo anunciado se viene cumpliendo quedando pendiente la nota prometida por el director general de Proyectos Urbanos y Arquitectura, Miguel Ortemberg, quien, en esa misma reunión afirmó: ...“yo como director del proyecto puedo sacar una circular sin consulta, que constituye un documento, con el detalle constructivo de cómo se va a plantar para que no quede librado a interpretaciones confusas lo de la demolición del suelo. Y para tranquilidad de ustedes”. Estamos reclamando el cumplimiento de tal compromiso.

Para el 13 de marzo se proyecta una actividad artística, sobre el paredón de Loria, con participación vecinal (ver informe). Igualmente la Comisión –Todos por la Plaza de Boedo– está elaborando una actividad de talleres vinculados al Ecomuseo participativo barrial para llevarlos a cabo en la Asamblea propuesta para el 24 de abril próximo en las instalaciones que generosamente nos facilita el club GON, en Pavón 3916. Las materias que se barajan son: ecología barrial, cortos promocionales en video y teatro infantil, entre otras.
Estamos encarando la producción de charlas sobre “ecomuseos” y contactándonos con pares brasileros para obtener un vínculo y reciprocidad permanentes.
El miércoles 3 de marzo retornamos a las reuniones quincenales, a las 19.30, en la citada institución. •
www.plazadeboedo.blogspot.com




EDITORIAL
Un par de previsibles tormentas veraniegas y el imperdonable descuido que casi le cuesta la vida a una criatura en la Plaza Almagro, encendieron las luces rojas en el Gobierno de la Ciudad. Cual improvisado matasanos diagnosticó, para un dolor de cabeza..., la guillotina. La poda “selectiva” dejó a las claras que se trata de una labor, con conocimiento previo del objetivo, que no se ejecutó en tiempo y forma y precipita hacia una intervención que evite el Cromagnón arbóreo a la actual administración. Y ahí van los muchachos con sus sierras a producir la amputación ¡¡en pleno verano!! Aníbal Seleme, integrante de la Comisión Plaza, produjo el informe que reproducimos a continuación, desde su erudito análisis de biólogo.





¿Qué hacer con la naturaleza?
(hoy: la poda de árboles)
Por Aníbal Seleme
www.alchemium.com.ar

Resulta extremadamente difícil abordar el tema de las relaciones que deben establecerse entre el hombre y la naturaleza, sin que inmediatamente surjan interrogantes, dudas y aún conflictos de conciencia. Fue muy difícil y tomó siglos, el triunfo sobre los prejuicios para asumirnos como seres vivos integrantes de la naturaleza; pero a la vez, con enormes responsabilidades que devienen de nuestras propias estrategias de supervivencia y conductas y de nuestra privilegiada posición en el contexto general de los seres vivos. Nuestra especie es la única que se ha extendido a lo largo y a lo ancho del planeta, inclusive bajo las condiciones más extremas de clima y disponibilidades ambientales de recursos. Pero donde quiera que hayamos ido, en mayor o menor medida, hemos “llevado” con nosotros parte de una suerte de “protoambiente original” (¿el “jardín del Edén”?) en el cual reproducimos condiciones ambientales muy particulares y nos acompañamos de especies de vegetales y animales que nos han “secundado” en nuestra aventura de expansión, con ventajas y desventajas para todos. Pero sobre esto tendríamos que extendernos en otro momento.
Entre tantos ejemplos, nos ocupa en esta ocasión, el problema de las relaciones que tenemos con los árboles que conviven con nosotros en las ciudades. Y más que nada, las manipulaciones que realizamos en su estructura, en respuesta a su crecimiento; que a veces, nos beneficia y otras nos perjudica. Y en este último caso, nos “deshacemos” de partes de esas grandes estructuras... por medio de las maniobras a las que llamamos “podas”. Todo esto sucede, a raíz de nuestro enfoque eminentemente antropocéntrico; sobre todo, cuando esa mirada está fuertemente sesgada por la cultura citadina. Ya que, en realidad, un árbol que se haya desarrollado en un medio natural y no haya adquirido ningún tipo de enfermedades o malformaciones de diverso origen, no necesita ningún tipo de poda y por lo tanto no debe practicársele ninguna mutilación.
La realidad cambia (y mucho) cuando nos referimos al medio urbano. Debido a que en este medio no todos los árboles han tenido la “suerte” de integrar parques o espacios amplios. Muchos han sido “confinados” a las veredas u otros sitios, donde en su búsqueda de la luz solar que les resulta indispensable, sus ramas compiten por el espacio con salientes de edificaciones, cables, postes y otros obstáculos. Que también deben ser preservados por muy distintas razones. Además del peligro que resulta en un medio donde los árboles conviven con los seres humanos y otras especies que una de sus ramas, por algún motivo, se caiga con las lamentables consecuencias que conocemos.
Generada la necesidad de la poda, ésta debe ser efectuada por el hombre, de una manera apropiada, utilizando –justamente– ese “plus” que mencionábamos más arriba: nuestra racionalidad y los conocimientos que son necesarios para que ésta sea útil. Por lo que se debe tener muy en claro los grandes interrogantes del ¿qué?, ¿por qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? Y responderlos con idoneidad para actuar apropiadamente y con responsabilidad, especialmente en el caso de los administradores de la cosa pública, que actúan “por cuenta y orden” del pueblo que les ha confiado el eventual mandato o período de vigencia de su administración.
Si tenemos en cuenta que la poda implica heridas y mutilaciones al cuerpo del árbol, ese daño debe ser disminuido todo lo posible, teniendo en cuenta:
1. Situación general:
Considerar si la especie implantada fue la más apropiada y la cantidad de cambios que sufrió el entorno por obras de ingeniería, distribución de fluidos, servicios, etc. La denominada “gestión de arbolado” debe hacerse con criterios científicos y tecnológicos apropiados, vinculados al tipo y frecuencia de las operaciones a realizar, así como sus costos.
2. Objetivos:
Si se realizan operaciones periódicas de poca importancia y de carácter preventivo tales como eliminación de ramas muertas, dañadas, renuevos en las raíces o con inclinaciones peligrosas, difícilmente haya que realizar en algún momento desbastes de proporciones mayores. Salvo en el caso de las podas con fines utilitarios (silvicultura, fruticultura), las podas en medios urbanos tienen que tender a mantener el equilibrio entre raíces y fuste, que puede verse alterado por diversas razones que deben ser evaluadas cuidadosamente.
3. Estacionalidad:
La época más apropiada es cuando la planta ha acopiado la mayor cantidad de reservas, lo que permitirá regenerar tejidos con rapidez y generar sistemas de defensa, contra eventuales organismos patógenos. Este proceso alcanza su máximum al final del invierno, antes de la brotación.
4. Higiene y seguridad del árbol:
Es necesario el “cierre” de las heridas tanto para evitar las infecciones como para evitar que haya deformaciones posteriores. Son preferibles las heridas chicas que permitan la rápida formación del “callo cicatrizal”. En cuanto a la aplicación de sustancias naturales o de laboratorio, hay que evaluar su conveniencia en cada caso.
5. Seguridad de los operarios:
La poda, sobre todo en los grandes ejemplares, no puede ser realizada por improvisados que ponen en riesgo su propia vida y la de los demás, además del resultado del trabajo que –a la larga– significará la vida del árbol. Hay protocolos específicos a este respecto, imposibles de resumir en este momento.
Observamos con preocupación algunas maniobras que se han realizado en distintos puntos de la ciudad y particularmente señalamos las que se llevaron a cabo en nuestro barrio. La administración de la Ciudad pareciera actuar con mucha rapidez y –por lo tanto– fuera de tiempo, frente a algunos reclamos que no sabemos de donde provienen. La gestión de arbolado urbano, pareciera no tener un “plan maestro” con ejecución planificada y consecuente y –en cambio– se observan medidas esporádicas y brutales, como la que describe la versión digital de “Clarín” el 21 de enero ppdo. a través de dos fotos que son por demás elocuentes y que reflejan la mutilación de árboles que muchos vecinos tuvieron que observar frente a sus propias viviendas: “Boedo: Tras la caída de numerosos árboles en las recientes tormentas, el Gobierno porteño empezó una indiscriminada poda”. En pleno enero. Así de simple, así de fácil. “Para evitar males mayores”... seguramente aventurarán los “explicadores” de la acción del Gobierno de la Ciudad. Aun cuando pudiéramos hacer un esfuerzo para “entender” esta “cirugía mayor y sin anestesia”... ¿Y de ahora en más... qué hacemos? •




Callejeando historia
La Boca en el Centenario (I)
Por Diego Ruiz
mandinga@arnet.com.ar



Los lectores que con infinita paciencia siguen esta columna recordarán que el cronista se quedó, en diciembre, recorriendo nuevamente La Boca. Allí lo sorprendieron las fiestas y el nuevo año que viene con tanto marketing de “festejos del Bicentenario”, pero como el cronista no sabe realmente si hay algo que festejar no pudo menos que ponerse a reflexionar sobre el tema y, en otro de sus tremebundos ejercicios de imaginación, retroceder a la Buenos Aires y a La Boca que en 1910 festejaban el primer Centenario. Mucha agua había corrido por el Riachuelo desde aquellos tiempos en que comenzaron a asentarse en la Vuelta de Rocha los primeros inmigrantes ligures, aquellos hombres y mujeres perseguidos por la pobreza o por sus ideas políticas que habían ido creando un pueblo con fisonomía propia dedicado, casi en su totalidad, a todas las empresas y oficios que hacen a la actividad portuaria. La Boca, en 1910, era un ruidoso enjambre de trabajo y comercio: desde la Dársena Sud hasta la Vuelta de Badaracco –y ya en Barracas, hasta el Puente Pueyrredón– cientos de embarcaciones cargaban y descargaban productos del país y de ultramar, mientras en ambas riberas las chimeneas de industrias y frigoríficos recortaban el cielo.
Atrás había quedado el aislamiento del barrio: los terrenos cenagosos que se extendían desde el Parque Lezama hasta la actual Wenceslao Villafañe, otrora propiedad de Brittain y conocidos como el “tragaleguas”, habían sido rellenados y nivelados –precisamente por una empresa del señor Villafañe– y por Almirante Brown corría desde 1903 el tranvía eléctrico. La construcción de Puerto Madero había significado el fin del ferrocarril a la Ensenada –que tenía estaciones en Olavarría y Garibaldi y en la Barraca Peña–, pero su tendido desde la antigua Casa Amarilla había sido absorbido por el Ferrocarril del Sud que trasladó la antigua estación de carga a Brown y Blanes, donde perduró hasta fines de 1970, y el viejo puente sobre el Riachuelo aledaño a la Barraca Peña, si bien reemplazado por uno más moderno, siguió prestando servicios. Sin embargo, para cruzar a la orilla de la provincia sólo se contaba con los boteros de las avenidas Brown y Patricios (el puente transbordador “Nicolás Avellaneda” sería construido recién en 1914) por lo que sus servicios eran indispensables para ir a trabajar en los frigoríficos y astilleros, para echar una canita al aire en los prostíbulos de la Isla Maciel o, los fines de semana, para disfrutar un picnic en alguno de los múltiples recreos que se extendían entre Puerto Piojo y el río, parajes por los cuales también se veía algunas tardes de domingo a Alfredo Lázzari tomando apuntes de paisaje natural con sus alumnos de la Unión de La Boca, unos muchachos llamados Fortunato Lacámera, Benito Chinchella, Arturo Maresca, Vicente Vento...
Pedro de Mendoza, Necochea y la avenida Almirante Brown hacía tiempo que habían dejado de ser malos caminos para transformarse en bulliciosas calles pobladas de negocios e instituciones y La Boca podía presumir de ser uno de los barrios más progresistas y dinámicos de una ciudad que se consideraba “la París del Sur”. Brown, desde Villafañe hacia la ribera, era “la” avenida, donde se alternaban los primeros cinematógrafos con bares y confiterías, el Nuevo Banco Italiano con el estudio fotográfico de Arquímedes Imazio, el Banco Español con la sombrerería de Pascual Maxera, el Banco Nación con la fábrica de aguas gaseosas de Tomás Liberti y el Banco de Londres con el comité Radical, el Conservatorio Piazzini-Stattessi, la cochería de una rama de la familia Cichero y la Misión Evangélica Metodista orientada por William Morris. Por Pedro de Mendoza predominaban los negocios del rubro naval y los cafetines de mala fama, mientras en su cruce con Colorado (hoy Pérez Galdós) se alzaba la primitiva cancha de Boca Juniors y, al otro lado de la Dársena, la de su vecino de barrio y archirrival River Plate. Necochea, el “camino viejo”, desbordaba ahora de negocios y, fundamentalmente de legendarios “cafés-concert” que se agrupaban alrededor del cruce con Suárez: el tango, en su camino hacia la conquista del “Centro”, había recalado en San Cristóbal, en los alrededores de Entre Ríos e Independencia, y en La Boca en esta esquina que llamaron “del pecado”. No olvidemos que el barrio era portuario, con muchos marineros ociosos mientras sus naves descargaban y cargaban y que, por otro lado, Buenos Aires registraba una desproporción entre ambos sexos debido a la inmigración, lo que favoreció el auge de la prostitución en toda la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, como en la localidad de San Fernando o, más cerca y como se ha dicho, en la Isla Maciel. Más discretamente, en muchos otros lugares de esparcimiento masculino –como los cafés con orquesta y luego los cabarets– se ejercía la prostitución encubierta de mujeres que llevaban a sus clientes a otro domicilio o, en algunos casos, a cuartos ubicados en la trastienda. Pero todo esto no empaña el hecho de que en esta esquina se escribió una de las más importantes páginas del naciente tango: allí donde se había alzado el “bailetín del palomar” de Tancredi en la década de 1880, ahora florecían el café La Marina, donde tocaba un trío integrado por Genaro Spósito en bandoneón, el “tuerto” Camarano en guitarra y Agustín Bardi al piano, el Edén, La Popular, el Royal, conocido también como “el café del Griego” en el 1224 de Necochea, donde en 1908 debutó Francisco Canaro y Eduardo Arolas estrenó Una noche de garufa; o el Café Concert de Benito Priano, frente por frente con el anterior en el número 1223.
Pero no todo era milonga o trabajo: la cultura, el arte y la educación también campeaban por sus respetos en el barrio. A la docena de escuelas primarias estatales se sumaban las fundadas por los salesianos y, desde la década de 1870, se habían creado innumerables instituciones sociales y culturales dedicadas al arte y, especialmente y como no podía ser de otra manera, al bel canto: allí están todavía, más que centenarias, la Sociedad Cosmopolita, Filarmónica y de Socorros Mutuos. La Unión de La Boca y la Sociedad Cosmopolita, Filarmónica y de Socorros Mutuos José Verdi y han desaparecido, lamentablemente, los teatros Dante Alighieri, el Ateneo Iris, el Olimpia y el Sicilia, donde Vito Cantone presentaba a sus puppi, las grandes marionetas sicilianas cuyo repertorio se basaba en obras clásicas como el Orlando Furioso de Ariosto o la Jerusalem Libertada de Tasso. Y a la salida de la función de teatro, de ópera o del recién inaugurado “biógrafo”, cafés, bares y confiterías se prestaban para la socialización y la charla amable o la polémica sobre los méritos de uno u otro artista, del actor o el tenor. Pero ese... será otro callejeo.•




La mediatización del pensamiento*
Por María Virginia Ameztoy
mvameztoy@yahoo.com.ar

Debido a la creciente masividad de los medios de comunicación la realidad ha sido sustituida por la difusión de la realidad previamente seleccionada por los medios masivos de comunicación.
Con la apropiación de las industrias de comunicación por parte de monopolios multimediáticos, el discurso que difunden desde sus canales de televisión –abierta y por cable–, radios, diarios e Internet, es en alto grado ideológico; ejemplo de esto es el cariz oficialista o antioficialista que, según su conveniencia, adoptan. En cuanto a la emisión de la noticia, su producción de sentido y la carga ideológica que conllevan son evidentes, ya que, como empleados, pocos productores periodísticos pueden adoptar una posición independiente de la sostenida por la empresa; en este sentido, la noticia-producto se convierte en legitimadora de un discurso y su selección queda restringida entre opciones previamente recortadas, emitidas fragmentariamente y con segmentos fuera de su contexto general. Así, existe una discrecionalidad evidente respecto a lo noticiable de los acontecimientos, esto es, respecto a qué sucesos se incluyen dentro de la calificación de noticia y cuáles son dejados de lado y excluidos de la difusión pública. Lo ficcional de la realidad social mediatizada puede resumirse en algo que es más que un simple eslogan: lo que no sucede en los medios no sucede en la realidad.
Sumado a esto, en las sociedades así mediatizadas, se ha producido una sustitución del espacio social de intercomunicación por el ámbito generado por la imagen de las pantallas. El exceso de información, el atiborramiento de noticias, impide una apropiada decodificación de los mensajes recibidos y su correcta interpretación. Se establece así una forma de control social al impedir a los receptores de las noticias la posibilidad de reflexión, ya que se presentan conceptos e imágenes masticados, listos para ser digeridos sin degustación previa y sin la posibilidad de comprobar si lo que se consume resulta agradable o repugnante.
Si se ubica el problema sólo a partir del emisor de las noticias se corre el riesgo de negar al receptor la capacidad de pensamiento; pese a todo, pensar es algo que siempre puede hacerse. Aunque tampoco es posible ignorar que la verbalización desde la imagen es una suerte de proyectil que actúa como una herramienta de control por sobreabundancia; no olvidemos que las empresas de marketing utilizan el vocablo target.
En la actualidad estamos asistiendo a un nuevo énfasis en la connotación y resignificación de ciertos vocablos, es decir, a la intencionalidad por parte de la mayoría de los medios masivos de comunicación de que ciertos términos sean asociados inmediatamente a la significación que ellos le han impuesto. Por ejemplo, cuando se refieren a inseguridad, se apela a que inmediatamente se acepte la idea de que el gobierno es ineficaz y no hace nada para combatir los delitos que se cometen. El campo se ha convertido en un confuso concepto utilizado para connotar una antinomia, no ya la histórica oposición campo-ciudad, sino campo poblado por buenos y honestos ciudadanos castigados por malvados gobernantes. Mientras que en el campo también hay asalariados –la mayoría, en negro– que nada tienen que ver con la lógica de la ganancia que lleva a los grandes terratenientes a enfrentarse a cualquiera que intente poner un límite a sus continuas exigencias económicas.
El término oposición refiere a un concepto que en el sistema democrático de partidos significa “divergencia de opinión de los bloques políticos con representación parlamentaria frente a las propuestas del oficialismo”. En nuestros días se aplica a toda opinión crítica, fundada o no, que defendiendo intereses económicos corporativos intente desacreditar aún los mejores emprendimientos.
Democracia, según el diccionario Moliner, es el sistema de gobierno en el que los gobernantes son elegidos por los ciudadanos mediante votación. En los tiempos que corren, los medios y muchos de sus entrevistados apelan al concepto con tal irresponsabilidad que puede ser utilizado tanto para la defensa de intereses sectoriales cuanto para el ataque a decisiones adoptadas por el Poder Ejecutivo dentro del marco institucional y siguiendo todas las normas del sistema democrático. Uno de los muchos casos en que se confunde a los receptores del mensaje usando equivocadamente los conceptos, es el de la palabra mandato cuando se la aplica a funcionarios nombrados. Mandatarios son sólo aquellos que fueron elegidos mediante el voto popular, el resto –ministros, secretarios, directores, etc.– ejerce funciones que cesan cuando renuncian o cuando se les pide la renuncia.
Continuar enumerando ejemplos escapa a la intención de este artículo, que pretende ser un mero llamado a la reflexión, al pensamiento crítico frente al alud de ¿información? Una apelación a la reelaboración propia, a no seguir tragando batracios de toda especie como pasivos androides incapaces manipulados por los intereses de los grupos de poder económico.
Pensemos.
Pensar, siempre se puede.
Y se debe.•

(*) © María Virginia Ameztoy. Prohibida su reproducción total o parcial sin la autorización expresa de la autora.




Zuyoba ¡Póngale Zuyoba al 2010!
Por José Muchnik
cronicas_poeticas@yahoo.fr

Una década remontando aguas arriba el tercer milenio. Osos blancos, pingüinos emperadores, ballenas azules..., regresan tristes de Copenhague1, cascos polares y éticas business seguirán fundiendo, la OPEP2 brinda con champaña y desparpajo. Te pedimos una nota sobre el fracaso de la cumbre y salís con Zuyoba, nadie entenderá nada ¿Por qué no la paran, vos y tu cómplice Peter? Esta palabra es impronunciable, se enreda en la lengua y terminamos balbuceando escupideras. En este periódico3 tenemos límites para el delirio, en lugar de vocablos sin sentido escribí alguna viñeta sobre la ferretería vieja o una postal del Sena cuando Sarkozys bajan turbias. Disculpá, Mario, queríamos regalar una palabra fresca a los amigos para comenzar el 2010, dos cero uno cero, veinte diez, año especial ¿no creés en los números?, Alí Babá y los cuarenta ladrones, blanca nieve y los siete enanitos, diecisiete jornadas y cinco presidentes4, veintiocho palabras para comenzar el milenio ¿Veintiocho palabras? ¿Por qué veintiocho? Convocamos la magia de las cifras, veintiocho las fichas del dominó, veintiocho los días de febrero, cuatro veces siete, ¿te das cuenta, Mario? ¡póquer de sábados!, cuatro veces el séptimo día, podremos luego descansar de tantas creaciones, los humanos merecemos un descanso, llegar al punto donde se tocan las líneas paralelas, sueños y horizontes, y cumbre de Copenhague.
Vayamos paso a paso, primero definamos la palabra, esto no es chiste, no debemos confundir chiste con humor, chiste es chiste, una chispita vistosa y efímera, humor es relieve agridulce que da profundidad a la vida y al lenguaje. Es muy laborioso inventar palabras con sus ideogramas, luego se dispersarán a los vientos de los vientos amén; ¿caerá alguna en tierra fértil? ¿crecerán nuevos sentidos? imposible saberlo, no sólo es trabajo arduo, el resultado es incierto.
¿Qué es el Zuyoba? ¿por qué no, la? ¿será femenina? ¿neutra?, en español no hay sustantivos neutros, sólo machos y hembras. Árboles, herramientas, vientos... todos deben adoptar su género: el lapacho y la casuarina, el martillo y la tenaza, el pampero y la tramontana..., no hay razones ni excepciones. Si existieran sustantivos hermafroditas se abrirían nuevas posibilidades poéticas y sexuales, podrían los nombres copular consigo mismo, generar nuevos vocablos para saborear la vulva del mundo, humectar lenguajes con esperma marino, vestir atardeceres con orgasmos... ¿Ustedes qué prefieren? Zuyoba ¿femenina o masculina?
¿Por qué no sos más claro?, los poetas no se destacan por sus cualidades pedagógicas. De acuerdo, trataré de explicar, vivimos una crisis policromática, todos los tonos están en crisis, económico, ecológico, social, bucal, anal..., nos duelen el culo, los dientes, los bosques, los prójimos, la sopa... Es sabido que desarrollo y crecimiento son y fueron totems venerados por todos los equipos que juegan en el campeonato oficial: liberales, marxistas, wings izquierdos, wings derechos, arqueros, líneas medias... todos quisieron crecer y desarrollarse, los chinos constituyen el último gran ejemplo, zambulleron su sabiduría milenaria en el espejismo del consumo, nadaron buscando oasis de felicidad... ¿Y?... encallarán como todos, entre cochecitos chocadores, cielos ahumados y juegos electrónicos. Como todos se equivocaron de camino, desde el altar Buda contempla... ¿Hasta cuándo crecer? ¿A costa de qué? ¿Hasta dónde abrir piernas de la Pachamama?5 Al PIB6 le pasó como a Caperucita Roja, qué lindas tetas, perdón, tasas, de crecimiento tienes, economía, para comerte mejor. Y así fuimos mamando naturaleza, eyaculando embotellamientos, pariendo maxiciudades, minigente.
¿Entonces?, entonces no es fácil. ¿Decrecimiento? como dicen algunos7, ¿desarrollo sostenible? ¿durable? ¿fórmulas mermelada para untar informes? Zuyoba no posee etimología, sólo sugiere un movimiento, recorrer el abecedario desde la zeta hacia sus fuentes, desde las dunas hacia la orilla, interrogar el origen y el sentido de las huellas. Una movida, una reacción de seres que percibiendo el final replantean los principios. Si la Real Academia de la Lengua me lo permite me inclinaría por atribuirle género femenino “Zuyoba f.: movimiento, movida ascendente, principio de reorganización que cuestiona el sentido de la producción y el consumo de los bienes, buscando una nueva armonía entre seres humanos y en sus relaciones con la naturaleza”. Precisamos “ascendente” pues la salvación no vendrá de las grandes cumbres, la levadura vendrá del corazón del pan, de cada uno, de cada casa, de cada pueblo, de cada ciudad...
Si no es mucho atrevimiento ¿podés dar un ejemplo? Los ejemplos no los doy yo, los da la vida. Vengan, miren a través de la gran cerradura: miren la evolución de mares, oficinas, calles, campos... Miren los grandes dirigentes dando vueltas el libreto usado, miren al fondo ¿ven como un burbujeo? ¿ como un estremecimiento?, esos acentos verdes, esos verbos pimpollo, esas palabras burbuja... Son ínfimas zuyobas que aún no entraron en el espectro visible, pero tarde o temprano surgirá algo, otra percepción del mundo, otra manera de habitarlo y de pronunciarlo, o...

(1) Del 7 al 19 de diciembre del año 2009 se reunió una Conferencia cumbre en Copenhague sobre la evolución climática del planeta Tierra y el control de la emisión de CO2. Luego de 12 días de acalorados debates y de miles de pasajes de avión gastados por delegaciones y periodistas no se llegó a ningún acuerdo. Copenhague, del danés, København : “bahía de los mercaderes”, no es casual entonces que dólares del mercado hayan podido más que dolores del clima. Hubiese sido más lógico organizar esta cumbre bajo la protección de Nuestra Señora del Buen Ayre, en la capital de un país llamado Argentina que a fuerza de soñarlo algún día veremos volar.
(2) OPEP : Organización de países exportadores de petróleo
(3) Se refiere al periódico “Desde Boedo”, en el que estas palabras comenzaron a publicarse a comienzos del tercer milenio. Para más información consultar www.periodicodesdeboedo.blogspot.com
(4) La Historia Universal pasa por alto este récord batido por la República Argentina: cinco presidentes en diecisiete días a partir de la dimisión de Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de 2001.
(5) Pachamama: madre tierra en las culturas andinas (quechua, aymara ...). La tierra es considerada como un ser vivo que genera la vida de seres humanos, animales, vegetales, minerales. En el noroeste argentino el primero de agosto se celebra el día de la Pachamama, se realizan ofrendas a la tierra (chicha, coca, vino, maíz, papas, carnes ...) para que nos siga brindando su fertilidad.
(6) PIB (producto interior bruto) constituye el índice por excelencia para medir el crecimiento económico. La gran crisis financiera iniciada en el año 2008 ha favorecido la posición de sus críticos (entre ellos el Premio Nobel de economía Joseph Stiglitz), que consideran que esta herramienta tan sólo tiene en cuenta el aumento de la producción y la venta de bienes y servicios sin pensar en el bienestar social, la evolución de los ecosistemas y los desequilibrios climáticos. Como ejemplo banal citemos la conocida “paradoja del secado de la ropa”: si luego de lavar su ropa usted la procesa en un secadero eléctrico está contribuyendo al aumento del PIB, cosa que no sucede si la seca al sol, obvio que en el primer caso el impacto medioambiental y sobre el bolsillo del usuario es negativo, pero eso al señor PIB no le interesa.
(7) El concepto de “decrecimiento” nace durante los años 1970 a partir del análisis de las consecuencias (ecológicas, sociales...) atribuidas al productivismo de la sociedad urbano-industrial (basada en un sistema capitalista o socialista): La teoría sobre la bioeconomía enunciada por Nicholas Georgescu-Roegen en su obra The Entropy law and the Economic Process (1971) forma parte de los fundamentos teóricos del “decrecimiento”.•




Cuenca Matanza-Riachuelo
podredumbre, vergüenza e impunidad
Por Leonardo Busquet
busquetleonardo@yahoo.com.ar


Es uno de los capítulos más alarmantes de la deuda interna impaga. A la vez, configura un grave problema estructural cuya mayor manifestación es la indiferencia de muchos y la complicidad criminal de otros.
“He ahí el hombre íntegro arremetiendo contra su calzado, cuando el culpable es el pie.” La expresión que Samuel Beckett puso en boca de uno de los personajes de Esperando a Godot, pone al descubierto una típica actitud social tan propia de los argentinos: confundir las causas del problema y recorrer un camino equivocado, ya sea por ignorancia o por interés, a la hora de intentar soluciones.
El abogado ecologista Alberto Kattan, introductor en nuestro país de los derechos difusos, definía a la pobreza como el primer delito ecológico.
¿Qué es la cuenca Matanza-Riachuelo?: 2.200 km2; 64 km de extensión y unos cinco millones de habitantes. Es, probablemente, la zona del área metropolitana más agredida por la contaminación ambiental, las enfermedades y el castigo de la miseria impuesta.

Son lejanas y ajenas a las nuevas generaciones las imágenes de un río que, aunque contaminado casi desde sus orígenes, permitía la pesca, el remo y la natación. El tío Tito vivía con los abuelos en una casa de la calle Santo Domingo. Mi vieja, la menor de los hermanos, le recriminaba con indulgente dulzura, sus escapadas veraniegas sin permiso a la vera del río. A esa altura del populoso e industrial barrio de Barracas, sólo unas pocas cuadras establecían la lejanía con ese curioso límite sur de la ciudad. No eran pocos los que celebraban la peregrinación hacia las aguas que reparaban el intenso calor. Es así: en los años 30, mucha gente se bañaba en el Riachuelo, unos se animaban a la pesca y otros, los del Regatas de Avellaneda, armaban los vistosos torneos de remo. Con los años, el crecimiento fabril fue sumando más y más contaminación. Nadie tomaba conciencia del daño en curso, nadie controlaba y el recurso más fácil y económico era tirar los desechos al río..., total ¡no pasa nada, pibe! Pero lo que tenía que suceder, sucedió. Con el tiempo y la podredumbre incorporada al paisaje degradante, se hundieron barcos y se hundió el país gracias a los modelos socioeconómicos de achicamiento y pobreza. Entonces a la podredumbre “natural” se le sumó la miseria estructural. Esqueletos de fábricas despobladas, asentamientos precarios, desaprensión, indiferencia oficial y social y el condimento explosivo de la ignorancia. Todo dominó la decadente escena.
Edward Goldsmith, editor del prestigioso periódico The Ecologist, señaló en 1989 que “un industrial es como un elefante en un bazar, con la diferencia de que si el elefante tuviera sobre la ecología la mitad de nuestros conocimientos, intentaría adaptar su comportamiento al entorno”.
El ser humano suele ser un problema en sí mismo pero, cuando se le adiciona poder, la cuestión se agrava. Salvo algunas pocas excepciones, el empresario medio argentino (ni mencionar a los grandes), es un gran especialista en evasión. Pero no sólo de impuestos fiscales.
Una de las grandes evasiones la perpetra con la responsabilidad social. Un entramado ético que exaspera a muchos empresarios y al que otros acuden obligados por cierta culpa y algún beneficio impositivo.
Poco les importa la polución y expoliación del aire, la tierra y el agua. Sus privilegios los ponen a distancia (presunta) de la contaminación que sus industrias y fábricas generan en el pobrerío. La complicidad de cierta dirigencia gremial y política y de funcionarios oficiales corrompidos es proverbial.
En la cuenca Matanza-Riachuelo se verifica un 45% de pobreza, 17% de indigencia, 30% de desocupados y subocupados en el límite de la explotación y la discriminación. Un 55% de los habitantes de la zona carece de cloacas y más del 35% no tiene acceso al agua potable. La mortalidad infantil triplica a la del resto del área metropolitana. El 45% de los pobres son niños y jóvenes a la deriva y sin futuro cierto. Ellos son empujados al delito temprano. El paco completa la faena. El 70% de los niños de la cuenca padece un sinnúmero de enfermedades propias de la contaminación. La geografía de la cuenca Matanza-Riachuelo se integra con parte de la ciudad de Buenos Aires y once partidos del conurbano bonaerense.
El mayor problema de contaminación está concentrado en el área portuaria del largo trazado de la cuenca, lo que configura la línea más industrializada del río desde su desembocadura hasta las zonas de Villa Diamante y Fiorito. En esta área la pauperización de la calidad de vida es cada vez mayor. En la cuenca se han relevado más de cien basurales del lado bonaerense y unos diez del lado de la Capital. Según un pormenorizado informe de la Asociación de Vecinos La Boca, una de las organizaciones más activas en la defensa del curso de agua, en el lugar existen “doce asentamientos con más de 500 mil habitantes sin los servicios más elementales. Los pozos ciegos, el lixiviado de basurales, sumados al Riachuelo, contaminan las napas freáticas de donde, gran parte de la población, saca agua para beber… Un río con 8.500 toneladas de hierro-chatarra, 67 barcos inactivos y abandonados, 17 cascos hundidos y 4 millones de metros cúbicos de barro contaminado con desperdicios orgánicos e inorgánicos volcados por industrias y desagües cloacales. Sólo el 3% de las industrias contaminantes de la zona tiene instalados procesos de depuración… El río recibe por día 125 mil metros cúbicos de efluentes industriales a través de conductos cloacales y pluviales y 375 mil m3 de aguas servidas”. La entidad boquense ha definido a la cuenca Matanza-Riachuelo como una cloaca a cielo abierto. También denuncia que son 65 las empresas responsables del 90% de la contaminación no biodegradable del río. Contaminación que produce daños neurológicos, renales, gastroenterológicos, neumonológicos, oftalmológicos, dermatológicos, cánceres, malformaciones e infecciones cotidianas que minan la expectativa de vida.
La Asociación de Vecinos La Boca, cuyo lema es “por un Riachuelo fuente de vida y de trabajo, por un sur libre de contaminación y muerte”, ha denunciado que en el ambiente de la zona conviven más de 70 sustancias químicas puras contaminantes causantes de distintas enfermedades que han sido verificadas en distintos hospitales públicos. Muchos vecinos de la cuenca mueren de lo mismo que viven y citan una posibilidad aterradora: un accidente ígneo en el Polo Petroquímico del Dock Sud bastaría para hacer desaparecer buena parte de Avellaneda y de la Capital.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación fue categórica cuando señaló, en una acordada por el célebre “Caso Mendoza”, que la actual degradación de la cuenca constituye una situación de grave riesgo ambiental, cuya solución compromete a los gobiernos de la ciudad de Buenos Aires, de la provincia de Buenos Aires con los municipios involucrados y a la Nación. El máximo tribunal reclamó políticas activas inmediatas para el saneamiento del curso de agua, erradicando una realidad que compromete derechos humanos básicos como la vida, la salud, el hábitat y el desarrollo humano sustentable. También demanda planificación, ordenamiento territorial y desarrollo económico en armonía con el hábitat. Lo que la Suprema Corte señala puede graficarse en un imaginario triángulo equilátero cuyo vértice superior está ocupado por la máxima responsabilidad: el Estado con sus políticas públicas y sanciones. Otro vértice lo ocupa la empresa con su responsabilidad social y finalmente la comunidad con sus organizaciones civiles y el poder de movilización. Este triángulo tiene una característica que se sostuvo en el tiempo: ha fracasado.
El citado “Caso Mendoza” que llegó al máximo nivel de la justicia, alude a Beatriz Silvia Mendoza, que con otros vecinos interpusieron una demanda contra el Estado nacional, provincial y porteño y contra 44 empresas que desarrollan sus actividades en las adyacencias de la cuenca. Si bien se han registrado controles e inspecciones con algunas clausuras, la impunidad estructural se mantiene intacta. Kattan tenía razón, la miseria es el problema ecológico más grave. La actitud de ciertos miserables también. •




Montmartre en el pasaje San Ignacio
Por Carmen Ortiz
cartiz@telecentro.com.ar

Sábado de mañana. Un cielo grisáceo sobre las veredas de Boedo. Estaba distraída, como casi siempre. Caminaba lentamente en esa semi-duermevela que solía invadirme, a veces, cuando un desacostumbrado cielo gris se adueñaba del cielo luminoso del hemisferio sur. Es cierto, es una ventaja que tenemos los que habitamos estos países, estas zonas, estos barrios del sur. En nuestra idiosincrasia bastante quejosa no lo advertimos.
¿Dónde estaba? En mi percepción y en mi mente se superponían imágenes de la Place du Tertre, de Montmartre en París. Cuadros, cuadros por todas partes y caballetes y gente pintando. Sólo que aquí no había turistas ni retratistas. Por otra parte, los cuadros mostraban una maestría que no había notado en los artistas parisinos. Eran obras de museo de arte pero estos artistas debían ser bohemios que nos permitían ver sus obras, allí, “a la vuelta de la esquina”, sin ceremonias, sin etiqueta, y tenían, además, la humildad de pintar en la calle, como las de los pintores callejeros de la empinada colina francesa. Pero el cielo gris no podía engañarme, no estaba en la bohemia de París, ni en la colina de Montmartre ni en una callecita de Saint Germain des Près, o sea, esta realidad no era tampoco la del mítico Barrio Latino, de Boris Vian, de Sartre, de Juliette Gréco, de Simone de Beauvoir.
Traté de, como en algunos cuentos cortazarianos, pasar a otro espacio y tiempo con la mayor naturalidad. Decidí penetrar en el vientre de la ballena. Entré en la cortada San Ignacio, breve y llena de incógnitas: misteriosa de noche y sorprendente de día.
Y así fue esa mañana gris de diciembre. Estaban allí: cuadros en las paredes y siempre un artista que pintaba una obra colocada sobre un caballete. Me fui acercando a cada uno de ellos con lentitud, acaso mi enorme incapacidad para intentar trazar una línea y reproducir lo que mi imaginación creaba, producía mi deslumbramiento. Había pinturas de rostros enigmáticos, que nos iniciaban en un camino de descubrimiento, paisajes infinitos en los que sospechaba diferentes resoluciones. Todo estaba allí, para que yo lo concluyese. Y entonces advertí los trazos firmes, los colores violentos de esas pinturas, ese rapto de rebeldía me sacudía, me conmovía, me despertaba toda clase de preguntas pero no me detenía en las respuestas y eso era lo maravilloso. No me importaba seguir alguna de las rutas que me indicaba mi mente analítica.
Otra vez había perdido la noción de espacio. ¿Acaso estaba en Buenos Aires o, en realidad, en un arrodissement parisino de la orilla izquierda del Sena, esos barrios donde uno puede dejarse vivir sin culpas freudianas ni lecturas lyotardianas? En realidad, no importaba si este espectáculo impactante pertenecía a la modernidad, o sea, a otra época, a un vacío temporal, ni tampoco cuál era el espacio, si estábamos en la porteña cortada San Ignacio o en una callecita parisina de Saint Germain de Près. Lo único importante era lo que producía esa luminosa muestra de creatividad: el arte, allí, a mano, al alcance de nuestra vista, hermosos cuadros llenos de incógnitas que los neófitos (los legos) tal vez descifráramos o, acaso, sólo gozáramos, y los artistas, en su mundo, trabajando para nuestro deleite. Y entonces me acordé de Horacio y su famoso carpe diem, eso era: “gozar el día” porque hay arte y hay artistas y todo puede estar al alcance de tu mano, aunque un cielo gris presagie un temporal.
Y el temporal llegó, los negros nubarrones habían alertado a los artistas que habían recogido sus trabajos y sus elementos y se refugiaban en el cálido bar “Margot”, mientras el cielo todo se desplomaba con furia y los árboles de la cortada San Ignacio se sacudían impotentes. Todo parecía tan irreal, habían estado presentes el arte y los artistas en un escenario tan insólito como apropiado. Una cortada de Boedo, un barrio suburbano de Buenos Aires, una cortada de una sola cuadra y ahora, como corolario para un recuerdo diferente, la lluvia, el viento, que castigaban y sacudían los árboles intentaban borrarlo todo sin conseguirlo.
La bohemia persistía en “Margot”: estaban los artistas, las obras, los elementos que utilizaban, un típico café porteño que ellos bebían para reponer fuerzas y estábamos nosotros, los que observábamos y suponíamos, sólo eso, pero ya era bastante. Era cierto, estábamos en Buenos Aires, no en París: el arte siempre es universal. •





Pedacitos de tiempo
Por Edgardo Lois
elois_ar@yahoo.com.ar

Mientras respiraba unos días en mi refugio de La Caramba, entre las Sierras de los Comechingones, noté que la hora que marcaba mi reloj no coincidía con la que declaraba el despertador que tenía en la habitación. Enseguida pensé que el grandulón tenía problemas de ansiedad, y seguí tranquilo en mi senda. Pero cuando detecté que en la casa había otro reloj en situación semejante, es decir, que le sacaba casi media hora de ventaja al mío, suspiré y miré con cariño a mi compañero, era un hecho: él era el enfermo.
No podía vivir engañado, así que guardé el reloj en un bolsillo de mi valija, junto con mis papeles. Todo llega, y el final de las vacaciones también. Una vez reingresado a la atmósfera de San Cristóbal, pensé en Boedo. Junté ganas la misma mañana del regreso y salí rumbo a la relojería, allá, acá nomás, en mi barrio.
Caminé hasta “Mi joyita”, a metros de San Juan y Boedo. En el local había dos personas, una muchacha mirando anillos y una señora aguardando que terminaran de cambiarle la pila a un reloj. Pronuncié mi “buenos días” mientras cerraba la puerta de cristal. En una acción refleja o ridícula, según se mire, levanté mi brazo izquierdo para mirar la hora. Para qué, no sé, había comprobado en el departamento, momentos antes de salir, que el susodicho seguía atrasando casi media hora. Diez y cuarto fue la hora que vi mientras me descubría inmerso en una acción de absoluta intrascendencia. Pero al volver con la mirada al paisaje, al plano general del interior de la relojería, me detuve en la pared larga que había detrás del mostrador. Obvio, estaba repleta de relojes de pared. Recorrí con la mirada diez o doce de estos individuos y, para mi sorpresa, todos marcaban las diez y diez, o sea, apenas cinco minutos menos que mi reloj. La duda fue instantánea, se apoderó de mi tiempo y derrumbó mi construcción lógica. Me encontré dudando de haber revisado mi hora antes de salir de mi casa; dudé de los relojes que hay en La Caramba, porque para qué tener relojes en hora en lugar tan hermoso cuando es sabido que el reloj es un animalito de ciudad veloz. Pero en un reloj que había sobre una mesita se anunciaba que la hora era diez y cuarenta y cinco. El celular, pensé en él; la hora en el celular, me dije, y busqué en el bolsillo del pantalón. Era cierto, mi reloj, yo mismo, atrasaba, seguía atrasando, casi media hora. Le hice el comentario sobre mi momento de zozobra al señor relojero buscando, además, tender una línea de diálogo en la mañana, pero mi comentario no interesó demasiado. Mientras Santiago, el señor relojero, terminaba con la pila de la señora, apenas levantó la vista y comentó que los relojes estaban detenidos. Volví a mirar y efectivamente los segunderos no daban señales de vida. Llegó mi turno. Coloqué el reloj sobre el vidrio del mostrador y anuncié la nueva: Es la pila. Estaba seguro y no tanto, porque me parecía que no hacía mucho que había estado en el lugar para el mismo menester, más cambio de malla metálica. Santiago corrió la lápida, revisó, y dio su veredicto: No es la pila. Mientras cubría la espalda de mi máquina, comentó que podía estar sucio y que para una revisión más profunda debía dejarlo. Acepté, di mis datos y salí a Boedo. Pensaba en la suciedad, en basuritas, pero enseguida dije, anoté en mi cielo, la palabra: pedacitos. Tomé conciencia del tiempo. Mi reloj es mi reloj desde que una mujer me lo regaló hace unos veinte años. Salvo cambiarle la pila, el muchachito jamás necesitó algún tipo de mantenimiento. Y otra vez, en menos de cuarenta y ocho horas, me encontré con el rastro del tiempo, y con el rastro de una de mis vidas, mis vidas otras que nunca dejan de dar su presente mientras sigo insistiendo en la construcción de un destino mejor.
¿Qué es lo que traba mi reloj? Pedacitos de tiempo. Me sentí feliz al comprobar que hace veinte años que lo cuido, y a la vez percibí el sabor abismal de tantos años, así como así, amontonados: sí, sí, mi vida de historias amontonadas. Quizás el sabor a abismo, ese sabor tan lleno de vida y de mismísimo abismo fundacional, me llevó a tomar aire en profundidad. Aspiré en la mañana y suspendí funciones, me detuve y pensé. Me dije que tal vez al reloj le haya sucedido lo mismo: ahí el origen de la casi media hora faltante.
El rastro del tiempo ya me había guiñado un ojo en medio de una conversación reciente. La charla giraba alrededor de mi escritura y sucedió que, sin pensarlo, me encontré enumerando los títulos de mis libros. Recurrí a los dedos de las manos y llegué a la cifra de la sorpresa: quince libros; y puedo afirmar, sin que esto signifique valor literario alguno, que acabo de comenzar a escribir mi libro número dieciséis. Cantidad no quiere decir calidad, queda claro, pero cantidad sí puede significar tiempo y ahí vamos nuevamente sobre la cuestión. Por un lado, no tiene sentido negarlo, la satisfacción frente a la tarea realizada, no es fácil salir a trabajar la palabra cuando el paisaje literario se presenta tan de puertas cerradas; y por el otro lado, otra vez se hace presente el mismo número: veinte años. Que veinte años no son nada no me convence, porque veinte años en este caso hablan de trabajo, compromiso, búsqueda, esperanza. En instantes la careta del tiempo compuso su mejor sonrisa mientras mi saliva se hacía un tango de vida y abismo.
En La Caramba comencé a leer El año de la muerte de Ricardo Reis de José Saramago (le juego una apuesta, otra más, a mi tiempo , no quiero que se me termine el Saramago de los primeros libros mientras me dure la cuerda, entonces los reservo para momentos especiales), y entre las primeras páginas encontré la descripción de una Lisboa lluviosa: Vuelve a caer la lluvia, suena sobre los tejados como un rumor de arena cernida, adormecedor, hipnótico, quizá en su gran diluvio Dios misericordioso adormecía así a los hombres para que les fuera la muerte dulce… Llega el portugués hasta una línea en que conecta con otra lluvia: Llueve sobre nosotros el tiempo, el tiempo nos ahoga. Me digo que puede ser muy cierto que el tiempo se venga de atropellada, y que por eso mismo hay que hacer esquina y ganarse un lugar en la historieta de dicha manera de llover: no se debe ir así nomás de arrugada.
Antes de Saramago, leí a Rainer María Rilke. Exactamente el 3 de noviembre de 1899, en su diario de Schmargendorf (Diarios de juventud, Pre-Textos, 2000), el joven Rilke, tenía veintitrés años, escribía: Viene, en suma, la mayor parte de la caducidad, decadencia e inconsistencia del no-haber-sido de muchos hombres. No basta haber nacido. Hay que implicarse en alguna gran conducta; pero también hay que aislarse, para no defraudar, gastar y perder la corriente que nos lleva. Seguir es todo; pero sin ver a qué se va a parar, tendiéndose con cien sedales brillantes hasta el próximo pilar. ¿No es así?
Es cierto que puede no ser asunto fácil encontrarse con alguna gran conducta, con alguna pasión a la pasada, no es algo tan simple de resolver con un vi luz y subí a ver qué onda. Este asuntito no corre como mercancía y a menos que se haya nacido genio, es decir saberse Rimbaud desde los cinco años y probarlo a diario, los días, el tiempo, nuestro tiempo, ofrece un único camino o posibilidad: el trabajo apasionado, el trabajo a conciencia. El trabajo como recurso creativo, pasional, como herramienta para pelear contra la posibilidad de no-haber-sido, y no hablo exclusivamente del territorio del arte. Toda búsqueda se hace de esfuerzo, de obrar a conciencia abierta y siendo respetuosos de nuestros impulsos. Los años no saben de detenciones y cada vez que por alguna razón, por insignificante que sea, miremos por la puerta del último vagón del tren, es mejor que sepamos de nuestra sustancia. Este tipo de sustancia o riqueza se genera con la búsqueda misma, y su existencia no tiene que ver con arribar a este u otro puerto, la presencia vive con el intento diario: no dormirse, no entregarse. Es así como mañana podemos llegar a reconocernos, a saber de nuestra identidad, a descubrirnos en los pliegues de la perspectiva del tiempo pasado. Es mucho más saludable saberse en tránsito; saber equilibra la mirada: estoy en mi tiempo, soy el tiempo, ese mismo tiempo que también se gasta. No sirve esconderse: para qué negarlo: a paso cierto nos acercamos a la condición de no-estar. Y saber que la tumba está al final de la cuesta sirve para no dejar la vida para mañana, para no permitir la Vida Ordinaria que describía Leopoldo Marechal en El banquete de Severo Arcángelo.
Veinte años en una sola pincelada puede ser viento fuerte, pero el registro sensitivo de la historia asegura que el chaperío de la azotea no se despeine de manera preocupante.
El tiempo se hace pedacitos y estos se adhieren a las almas, los cuerpos y las máquinas. En los pedacitos de tiempo es donde de alguna forma se apoya nuestra manera de ser, en ellos nacen nuestras historias: una selección muchas veces azarosa es la que marca el cimiento de los días. Y son esos mismos pedacitos de tiempo los que también avisan del abismo tan necesario. Mientras el gran reloj respira sólo debería haber lugar para los comienzos.•





Juan Alberto Núñez
Por Rubén Derlis
rubenderlis@gmail.com


El colaborador en Desde Boedo con notas y comentarios de libros, el integrante de Baires Popular, el infatigable coordinador de talleres literarios en la zona Oeste del Gran Buenos Aires, el director de la revista “Contexto”, el que juntaba como podía las horas sobrantes –en realidad su verdadero tiempo, después de cumplir con tanta tarea ad honorem– y las consumía hasta el último segundo en la pasión que fue sangre de su vida: la literatura. El que estaba (y se sentía) más cerca de Roberto Arlt y de Lubrano Zas que de Eduardo Mallea o José Bianco. El que hizo de la palabra afirmación de su ética de vida y no divertimento pasatista para exaltación del ombligo. El que jamás hizo suya la palabra ego. El que nada pidió y vivió humildemente. El conocido de muchos, el amigo de más, y muy especialmente mi amigo, ha muerto.
Cincuenta y cuatros años de sabernos, de estar –y aún sin estarnos, sabiéndonos–, abre ahora a mi vida un vacío tan extraño como incomprensible, si de antiguos recuerdos se trata, que de aquí en más tendré que llenar en soledad, porque entre todos los que en esta hora andamos juntos el invalorable camino de la amistad, nadie posee la llave que logre abrir tantos entonces nuestros compartidos: más anteayeres que ayeres, más ayeres distantes que recientes, todo amontonado en ninguna parte y que sin embargo están en cada una, y que más de medio siglo no pudieron convertir en ceniza impalpable, en invisible viento.
Y la contradicción que surge inevitable: aún llevándose todo, todo lo dejó; por eso las imágenes que recupero son un tanto difusas, como desleídas, o sobreexpuestas, al igual que en las viejas tomas donde los contornos se diluyen y las figuras están movidas. En realidad es así, porque alguien ha salido de la fotografía.
Ahora queda el recuerdo de lo vivido hermanamente; pero éste será otro recuerdo que recordará a aquél, de momentos compartidos. Sucederá entonces que cuando nombre la calle Agrelo, la vieja imprenta Floresta, el café Callao 11, la Escuela de Periodismo, mi primer libro, su “Contracuentos”, las Ediciones del Alto Sol, la revista “Las espuelas del ángel”, los encuentros con Sartre o Camus en las tardes del Parque Rivadavia, la biblioteca de Guayaquil y José María Moreno, las largas caminatas por Boedo o San Cristóbal, la estatua a Florencio Sánchez cuando estaba en Chiclana y Deán Funes, la librería de Blaisten, la Galería Scheinshon en Cabildo y Juramento, las trasnochadas por Corrientes hasta recalar en el “Ramos” de entonces, el cineclub donde Bergman rompió “El séptimo sello”, el semanario “Propósitos”, las reuniones en “El Americano” de Once, la defensa del innovador Piazzolla contra los tangueros del chan-chan y farolito, las dudas acerca de qué izquierda era la revolucionaria, y cuánta vida más que juntos gastamos a destajo, a bolsillo dado vuelta, porque la juventud siempre se nos ocurre eterna; todo esto y tanto más ahora carecerá del brillo que les era propio, porque como en las películas –y tal como sucede en la vida–, si la miran dos, cabe la posibilidad de que uno descubra lo que al otro le pasó inadvertido. Y así el recuerdo: cuando ambos hurgan en la misma memoria algo vibra en el fondo tiempo y en su superficie late una fuerte ilusión de presente. Pero esto ya no me será posible. De aquí en más deberé hojear solo el álbum sepia de nuestro transitar el pasado; si algo se me escapa, lo perderé irremediablemente.

Allá por los 70, en alguna de las charlas donde hablábamos de casi todo, menos de la muerte (porque como dijo Tejada Gómez: “queda lejos todavía”) –además les sucedía a los otros–, algo dejamos caer al respecto, como quien no quiere la cosa, y era más o menos así: que el otro no llore al que muera primero, breve y rotundo, en tanto él seguía con su mate y yo tomaba mi té. No sé quién lo dijo, pero en caso de que hayas sido vos, Alberto, te pido perdón por faltar a mi palabra.•




VER, LEER Y ESCUCHAR
Crítica literaria, teatral y discográfica de producciones que no cuentan con el gran circuito de difusión alguna

EL TIEMPO MATA (Nouvelle)
Agustín Gribodo, Ediciones de la Cultura, Buenos Aires, 2009

Saber contar, dar con la forma de subyugar al lector, de atrapar su atención, no es algo fácil de lograr, salvo que la intención sea seducir al mismo con asuntos remanidos y de fácil digestión mental. Agustín Gribodo, poeta, crítico, cuentista, ensayista, artista plástico, premiado en no pocas ocasiones dentro y fuera del país, suma en esta oportunidad a su obra una novela corta: “El tiempo mata”, y es sabido, suele comprobarse que uno vuelve, y cree hacerlo a ese mundo que llevamos en nuestro recuerdo, pero, en no pocas ocasiones, nos damos de narices con lo que el gran Discepolín definiría como una “fiera venganza la del tiempo” y es, precisamente, a ese tiempo impiadoso que el autor apela para introducirnos en los desmadres de una pequeña familia, y el retorno de un personaje que rumia la crueldad de una realidad que él no puede dejar de considerar como distante, extraña.
Es, además, la trama de una antigua culpa que serpentea entre las mezquindades, los reproches y rencores de los dueños de un solar pueblerino y su venta. El autor enriquece ese tejido social enmarañado con un lenguaje convincente, al que le añade un tono enigmático que condice con el trámite policial requerido por la historia, pero lo problemático de la misma, el nudo que desencadena los hechos es, para quien esto escribe, ese retorno, el regreso a un presente que ya no es el esperado, y en el que, tal vez, inconscientemente, el protagonista, llevado por una culpa pendiente, intenta salvar con la muerte. Decir que Gribodo maneja con solvencia los hilos de la historia, y logra que el lector viva esas inquietantes circunstancias que conllevan a un crimen quizás absolutorio, es, por cierto, no sólo un hecho loable, al que le anexa, astucia del autor, un interrogante cuya respuesta va a estar en cada uno de nosotros. (J. A. N.)


VIAJERO CON UNA SOLEDAD
Carlos Penelas, Centro Betanzos Ediciones, Buenos Aires, 2009

El título, además de ser bello y sugerente, señala al lector que en el libro va a encontrar el canto a una soledad que se lleva a cuestas y amenaza con precipitarse en la desolación (“Entonces alcanzo a comprender que no nos salva el amor ni la esperanza”). No obstante, en ese triste desamparo en el que prima la melancolía, también está presente una sensualidad plena y exultante (“En la somnolencia del tacto arden tempestad y secreto”), que da paso a versos amorosos colmados de pasión, deseo y regocijo (“Bella desconocida, balanceas el cuerpo sonriente; húmeda de verano y muda ausencia”) (“Te incorporo desde el destierro y la embriaguez del lecho”).
Cierto hermetismo le permite a Carlos Penelas sumirse en imágenes tan elevadas como vigorosas (“Es así como el semen de oro resplandece en la aurora del poeta, el esplendor de una deidad insumisa: canto que hace girar el cosmos”), en las cuales la cadena de asociaciones conducen a la exaltación y el sueño febril y atormentado (“¡Qué penetrante, qué pureza feroz es esta fuga desmedida en la locura de mi alma!”).
Viajero con una soledad está escrito en su mayor parte en una prosa poética que traza un aluvión desbordante de epifanías. Y, como rindiendo un homenaje a la historia de la poesía, la obra se abre con un madrigal y se cierra con una casida.
El volumen –incluida la tapa– cuenta con dibujos del autor, cuya sutileza y síntesis extrema refuerzan la inspirada vena lírica de los poemas. En palabras del plástico Juan Manuel Sánchez: “Descubro en ellos el mismo sentido, la libertad que había visto en los dibujos de Lorca o de Alberti”. Viajero con una soledad es un texto indispensable para los que aman la poesía.
(G. C.)


CARMEN DEL OTOÑO
Fernando Sánchez Zinny, Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 2009

Fernando Sánchez Zinny es porteño y se le nota. No sólo por una forma externa, pipa incluida, sino por su profundo conocimiento (amor-odio) sobre las complejas cuestiones de la porteñidad.
Su empecinada bohemia lo empujó a tres actividades pertinentes: el periodismo, la docencia y la poesía. Y parece que la cuestión poética viene de lejos. Su pluma primera hay que rastrearla allá por 1965. Ahora, con Carmen del otoño, nos impulsa al abordaje de las pasiones amorosas. Y uno se deja llevar por esos caprichos del alma. Destellos que fueron, velados desengaños, ilusiones truncas. Todo alrededor del conflicto existencial por antonomasia: amor, desengaño y desamor. Al fin y al cabo así está construida nuestra endeble vida. Sánchez Zinny hurga en el pasado, ¿será el suyo?, revuelve las perplejidades humanas y trata de encontrar algunas respuestas para que el lector tropiece con sus propios interrogantes. Y si no son respuestas, llegará a una reflexión que nos conmueva si es que nos dejamos conmover. El poeta, como cualquier artista cabal, entrega lo suyo para que el receptor desnude sus ganas de dejarse penetrar por el goce de la obra consumada. Es posible que eso sea lo que busca, con premeditación, F.S.Z. en este libro. El autor cita lugares, crea sensaciones... “Amo esa historia suelta en desamores, saga extensa trocada en un coloquio húmedo y espinoso de ardor y mediodía, que agrede mansamente los cercados del límite”. Y uno que lee con pasión, se deja llevar y adivina cuánto hay del poeta en esas cuestiones cruciales de la vida. (L. B.)


UNAS RAMAS MOVIDAS POR EL VIENTO
Osvaldo Rossi, Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 2009

Uno de los más reconocidos y transparentes líricos de la poesía argentina actual, Osvaldo Rossi, da cuenta en este libro de un proceso de decantación y ahondamiento digno de ser estudiado, además de saludado. Se trata de un fenómeno por demás interesante acerca de su evolución personal pero que acaso revela, a la vez, rasgos de una posible tendencia emergente en el sentimiento de esta época: para nada el lírico deja de serlo pero asume cada vez más un cariz reflexivo, como obedeciendo ahora a la necesidad de “cantar con fundamento”, afán tal vez prefigurado en inquietudes que antes fructificaron, por ejemplo, en una sugestiva compilación de meditaciones sobre el hecho poético, reunida en el ensayo Las palabras que conmueven, aparecido hace un par de años. Unas ramas movidas por el viento son obviamente los hombres y a la aventura de éstos está dedicada la primera parte del libro, saga sobre la naturaleza ambigua y sufriente que nos ha sido dada. Del caos, del trastorno, surge la trascendencia y la hermosura que buscan amparo. Este trance y el subsiguiente desemboque en esplendores humildes se convierten, en este poeta notable, en una cadencia regular y conmovedora de exposición racional, metáfora convocante y remate en que se centra el mensaje, y que es como un poema dentro del poema. Rossi dice, ahí, que “un fantasma vaticina / los zarpazos de la noche”, o bien que “el destino ha perdido su arrogante distancia. / Y ahora somos muchedumbre”, o sino, que “somos lo que no somos / lo que intentamos ser”. Este es su tributo. (F. S. Z.)




POEMA
EL CORAZON DEL MIEDO
Roberto Esmoris Lara

Ciudad
que nos dejas tu amor de limosna
como la indulgencia en el plato de un pobre
Te pido que enjuagues tu luna en el río
Que amanses la histeria de tus patrulleros
Que enciendas de nuevo las viejas estrellas

Ciudad
Tranquiliza el paso de tu gente pálida
que huye del acecho
Abriga al que duerme en los fríos umbrales
con los ojos fijos que odian los porteros

Ciudad
¿Qué hiciste de mí
de nosotros
del sueño
de los niños “que juegan con antenas de
insectos”?
Abre tus ventanas
Tus puertas
Tus cielos
Que no haya cerrojos
Ni llaves
Que salga la vida
siempre abierta al aire

Ciudad
“piedra de soledad donde la hierba gime”
Que el sol te ilumine
Que sonrían tus labios humeantes
en el oscuro corazón del miedo.




CULTURA GRATUITA
Guía de actividades culturales barriales que no requieren erogación

Museo Monte de Piedad
(Boedo 870, 2º piso por escalera) Tel.: 4 931-8204/ 4 931-1605; Fax: 4 932-4680,
E-mail: museo@bancociudad.com.ar
HORARIOS DE VISITA AL MUSEO: Lunes, miércoles y viernes de 10 a 17. Martes y jueves 10 a 20. VISITAS GRUPALES: concertarlas telefónicamente. La Secretaría de Relaciones Públicas a través de su departamento de Proyectos Institucionales continúa con su ciclo de actividades culturales dirigido a todo el personal del banco y abierto a la comunidad.

BAIRES POPULAR
La nueva agrupación que reúne a Papeles de Boedo, Círculo de amigos del café “Margot”, Espacio de Teatro Boedo XXI y los periódicos Desde Boedo y ABC intenta revivir con nuevas propuestas la mística del Grupo Boedo, sus novelistas y poetas; la de los pintores, escultores y grabadores que constituyeron los “Artistas del Pueblo”; la del teatro, la Peña Pacha Camac y la Universidad Popular, movimientos que dieron forma a la primera experiencia colectiva de arte social en nuestro país.
Entérese y participe en nuestras actividades: www.bairespop.blogspot.com. Correspondencia a: bairesp@gmail.com

Muestras de pinturas en “Los Notables”. Bares Margot, Hnos. Cao, El Federal y La Poesía. Inauguración de la muestra de Santiago Rutter, con curaduría de Carlos Caffarena. Lunes 8 de febrero a las 19 en el Café Margot. En el Café “Hnos Cao” (Independencia y Matheu): Elías González y en Café “El Federal” (Perú y Carlos Calvo) y Café “La Poesía” de Bolívar y Chile: Graciela Hernando

Mesa de publicaciones: Todos los sábados de 11 a 14: periódico Desde Boedo, Ediciones BP, Papeles de Boedo y otras publicaciones y ediciones barriales. En la vereda del Café Margot. Venta de material fotográfico (Boedo antiguo) restaurado por Mario Bellocchio.

“LA PLAZA ENTRE TODOS”
El SABADO 27 de MARZO, de 16 a 19 hs.,
Los invitamos a participar y compartir la realización de una Acción Gráfica Colectiva en el paredón de la calle Sánchez de Loria (entre Carlos Calvo y EE.UU.) de la futura plaza Mariano Boedo.
Artistas visuales de diferentes lugares se reunirán para trabajar en una propuesta artística que consistirá en materializar simbólicamente la futura plaza del barrio, realizando pegatinas, collages, pintando y dibujando en vivo, por lo que se nos ocurrió que podés acompañarnos y ayudarnos con tus manos, dado que entre las diferentes opciones habrá una propuesta para que vos colabores y podamos imaginar sobre las paredes una plaza entre todos…
¡¡Acércate!! Te estaremos esperando...
En caso de lluvia la actividad pasa al domingo 28.
¡¡¡No te la pierdas!!!
ORGANIZAN
COMISION “TODOS POR LA PLAZA DE BOEDO”
y CASTROMAGNO (Agrupación de artistas plásticos)
www.plazadeboedo.blogspot.com
www.castromagno.blogspot.com

1ª Semana del Tango Independiente
6 al 13 de marzo
Porque hay un TANGO que construye identidad sin declaraciones, que vive en los barrios, que resiste a las clausuras de locales con música en vivo y que apoya a los conjuntos que están fuera del circuito comercial
Organiza
Unión de Orquestas Típicas (www.orquestodromo.com.ar)
integrante de la Red de Cultura Boedo
Auspicia el Banco Credicoop
con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Nación
Más información:
orquestodromo@hotmail.com

TEATROXLAIDENTIDAD
próximo a cumplir 10 años de existencia, invita a toda la comunidad teatral a participar de la convocatoria a concurso para el 2010
*Espectáculos teatrales terminados.
*Concurso dramatúrgico
Los materiales se recepcionarán los días 1, 2, 8, 9, 15 y 16 de marzo de 2010, en el horario de 17 a 20 hs. en el Teatro La Comedia, Rodríguez Peña 1062 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Se invita a leer las bases y a sumarse a la lucha de nuestras queridas Abuelas de Plaza de Mayo por la verdad, la memoria y la justicia.
Para más información: www.teatroxlaidentidad.net

Cultura para respirar - Verano 2010 Ministerio de Cultura GCABA
REINAUGURAMOS LA BIBLIOTECA. ROCK EN PARQUE ROCA ESTADIO PARQUE ROCA Av. Coronel Roca 3490, Villa Soldati
Sábado 6 de febrero
19.00 hs. LOS CAFRES 18.00 hs. DREAD MAR I 17.00 hs. DELFINES DE ETIOPÍA

Domingo 7 de febrero
19.00 hs. LAS PELOTAS 18.00 hs. ÁRBOL 17.00 hs. LOS PÉREZ GARCÍA

Jueves 11 de febrero 19.00 hs.
FIDEL NADAL 18.00 hs. KARAMELO SANTO 17.00 hs. RIDDIM

Viernes 12 de febrero 19.00 hs.
ATTAQUE 77 18.00 hs. CARAJO 17.00 hs. JORDAN

Sábado 13 de febrero 19.00 hs.
CATUPECU MACHU 18.00 hs. ZOÉ 17.00 hs. CUENTOS BORGEANOS

Domingo 14 de febrero
19.00 hs. DIVIDIDOS 18.00 hs. GRAN MARTELL 17.00 hs. CIENTÍFICOS DEL PALO

Autocine en el Rosedal ROSEDAL DE PALERMO Av. Sarmiento y Av. Iraola, Palermo
Con una selección de películas realizada por los expertos del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, BAFICI, el Autocine propone reactualizar la experiencia de ver cine bajo las estrellas. Los autos pueden ingresar desde las 19.30 hs. y quienes prefieran acercarse a pie, podrán ubicarse en las gradas que contarán con sonido independiente.
Sábado 6 de febrero 21.00 hs. UNIDAD 25 Dir. Alejo Hoijman, Argentina / España / Francia 2008 - 93'
Domingo 7 de febrero 21.00 hs. BAGATELA Dir. Jorge Caballero, Colombia 2008 - 74'
Sábado 13 de febrero 21.00 hs. LUCA, Dir. Rodrigo Espina, Argentina 2007 - 90'
Domingo 14 de febrero 21.00 hs. GOMORRA, Dir. Matteo Garrone, Italia 2008 - 135'
Teatro en las plazas Durante el verano (los lunes a las 21.30) los espacios verdes de la Ciudad se convierten en salas de teatro al aire libre. Espectáculos para toda la familia recorrerán plazas y parques que abrirán su telón para contarnos historias que nos llenarán de asombro y emoción.

AMORES DE TANGO: Un musical que cuenta con ingenio y humor la historia de las principales heroínas que inspiraron el título y las letras de los más famosos Tangos de todos los tiempos, recorriendo el más variado y célebre repertorio de la música ciudadana del siglo XX. Protagonistas: Guillermo Fernández, Alicia Vignola, Luis Longhi y el maestro Federico Mizrahi en piano. Dirección general: Manuel González Gil.
Lunes 8 de febrero Plaza Irlanda Neuquén e/Donato Álvarez y Seguí, Caballito
Lunes 15 de febrero Parque Rivadavia Av. Rivadavia 4800, Caballito

PATRIOTAS: Musical histórico que cuenta los acontecimientos ocurridos en Buenos Aires entre 1801 y 1810 desde las mesas del legendario Café de Marco. Presentadores (alternativamente): Pancho Ibáñez; María Valenzuela. Protagonistas: Alejandro Paker, Francisco Pesqueira; Joaquín Stringa; Mariano Depiaggi; Julián Pucheta; Juan Manuel Bevacqua; Emanuel Duarte. Dirección general: Manuel González Gil
Martes 9 de febrero Plaza Irlanda Neuquén e/Donato Álvarez y Seguí, Caballito
Martes 16 de febrero Parque Rivadavia Av. Rivadavia 4800, Caballito

JUANA AZURDUY: Basada en la historia de una de las grandes heroínas americanas, la obra rescata los momentos claves de su vida. Su infancia, los sueños de justicia y liberación en tiempos de la colonia y su participación activa en los campos de batalla contra los soldados españoles por lo que Manuel Belgrano la nombrara Teniente Coronel del Ejército revolucionario del Norte. Protagonistas: Ana María Cores, Pepe Monje, Rodolfo González, Juan Pablo Galimberti y músicos en vivo. Libro: Marisé Monteiro y Manuel González Gil
Música original: Martín Bianchedi Dirección de actores: Rony Keselman Dirección general: Manuel González Gil Sábado 6 y 13 de febrero A las 21.00 hs en el PABELLÓN BICENTENARIO Av. Del Libertador y Godoy Cruz, Palermo

Milonga en las plazas
Las plazas se convierten en lugares de encuentro, baile, música y celebración del Tango. Cada viernes, en un barrio distinto, habrá fiesta tanguera. Milongas con exhibiciones y orquestas en vivo para disfrutar de la música y salir a bailar.
MILONGA EN PARQUE CHACABUCO Av. Asamblea y E. Mitre, P. Chacabuco Viernes 12 de febrero 20.30 hs. ORQUESTA EN VIVO: Gente de Tango
MILONGA EN EL BOULEVARD DEL MONUMENTO AL TANGO Azucena Villaflor y Aimé Paine Viernes 19 de febrero 20.30 hs. ORQUESTA EN VIVO: Color Tango

Tango aéreo y ballet
Dos formas distintas de interpretar el Tango desde la danza y acercarlo a los más jóvenes. Quedan todos invitados a volar al compás del Tango.
BALLET ARGENTINO, ANFITEATRO DE PARQUE CENTENARIO Av. Lillo y Leopoldo Marechal, Caballito. TANGO DE BURDEL, SALÓN Y CALLE Guión: Elio Marchi Diseño de vestuario: Renata Schussheim Coreografía y puesta en escena: Ana María Stekelman Miércoles 10 y 17 de febrero 21.30 hs. Coordinador general: Sergio Albertoni Producción artística: Lino Patalano Dirección: Raúl Candal

Poesía y música en los museos
Cobijados por un marco que ofrece en plena armonía cultura y aire libre, algunos de los mejores poetas y músicos de la Ciudad brindarán los miércoles, al caer la tarde, una serie de encuentros íntimos, acústicos y relajados en los jardines de los museos.
MUSEO HISTÓRICO CORNELIO SAAVEDRA Crisólogo Larralde 6309, Saavedra Miércoles 10 de febrero 19.30 hs. Alfredo Jaramillo (poeta) Gerardo Jorge (poeta) Yilet (músico)
MUSEO DE ARTE HISPANOAMERICANO ISAAC FERNANDEZ BLANCO Suipacha 1422, Recoleta Miércoles 17 de febrero 19.30 hs Paula Trama (poeta) Miguel Ángel Petrecca (poeta) Gastón Caba (músico)

Opus Cuatro
Sábado 6 de febrero a las 21 ANFITEATRO DE MATADEROS Lisandro de la Torre y Av. Directorio, Mataderos
Sábado 13 de febrero a las 21 DIRECCIÓN GENERAL DE MUSEOS (MUNICH) Av. De los Italianos 851, Puerto Madero.

Gran cierre en el obelisco
Av. Corrientes y Av. 9 de Julio, San Nicolás Sábado 20 de febrero 19.00 hs. HOMENAJE A MARIANO MORES La Ciudad le rinde homenaje al gran pianista de Buenos Aires.

Infantiles
Musicales en Mataderos
ANFITEATRO DE MATADEROS Lisandro de la Torre y Av. Directorio, Mataderos Sábado 6 de febrero 18.30 hs. LA GALERA ENCANTADA Homenaje a María Elena Walsh Domingo 7 de febrero 18.30 hs. CARACACHUMBA Revuelta de tuerca Sábado 13 de febrero 18.30 hs. LA BANDA DEL MUSIQUERO LOCO Travesura espeluznante Domingo 14 de febrero 18.30 hs. LA PIPETUÁ Sin escalas
BUENOS AIRES POLO CIRCO Combate de los Pozos 1700 esquina Garay, Parque Patricios PASIÓN ANIMAL Sábados y domingos, 18.00 hs. del 16 de enero al 14 de febrero
EL LOUVRE EN LA BOCA, PASAJE LANÍN Pasaje Lanín y Av. Suárez, Barracas Sábado 6, domingo 7, sábado 13, domingo 14 de febrero a las 18.30 hs.
La actividad se desarrollará en el Pasaje Lanín de Barracas, donde Marino Santa María intervino con pintura, mosaico veneciano y trencadís catalán más de 35 fachadas. A lo largo de las 3 cuadras se instalarán caballetes con pinceles, témperas, acrílicos y lápices para que los chicos puedan crear sus imágenes teniendo como inspiración las fachadas de las casas.
TEATRO en el PABELLÓN BICENTENARIO Av. Del Libertador y Godoy Cruz, Palermo
SAN MARTÍN Y EL EJÉRCITO DE LOS ANDES (Instalación teatral) Del 20 de enero al 17 de febrero a las 18.30 hs. todos los miércoles, San Martín y el Ejército de los Andes es una propuesta novedosa pensada para toda la familia que recrea el legendario Campamento de El Plumerillo donde el General José de San Martín formó a los soldados que lo acompañaron en el cruce de los Andes. Dirección artística: Illay Martínez.

Calesitas de Buenos Aires El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y la Asociación Argentina de Calesiteros y Afines, trabajan en un plan de acción conjunto con el objetivo de conservar y poner en valor las calesitas de nuestra Ciudad, patrimonio cultural y emblema de la identidad porteña. En el marco de Aires Buenos Aires Verano 2010, todos los viernes, sábados y domingos, 15 espectáculos temáticos recorren 44 calesitas porteñas que forman parte del valor patrimonial de la Ciudad y las potencian como centros de recreación integral para los chicos de cada barrio y su familia.

U. A. y de Gestión Pque. Avellaneda
Complejo Cultural Chacra de los Remedios
Circuito de Espacios Culturales -
Dirección General de Promoción Cultural -
Subsecretaría de Cultura - Ministerio de Cultura

Actividades Culturales de febrero de 2010

Artesanías - Talleres - Muestras de Arte Contemporáneo con sus visitas guiadas a la Comunidad. Ciclos de Cine - Música - Danza - Teatro de Sala - Circo - Espectáculos Infantiles - Murga - Paseos pedagógicos para escuelas públicas de nivel medio - Encuentros de los Pueblos Originarios - Letras - Promoción de Lectura 12

Sábado 6
A partir de las 15hs. Artesanos muestran y demuestran. Lugar: Frente al mástil.Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público. 19hs. Música en el Parque. Ciclo Umired. Lugar: Playón Antiguo Tambo. -"Arcano" (rock). Integrantes: Fabián Bonura (guitarra y voz) y Adrián Scoppa (guitarra y coros).-“La Banda del Viejo Jack"(blues). Integrantes: Rubén Nuñez (voz y guitarra), Demian R. Nuñez (guitarra), Alejandro Yaques (batería) y Miguel Mick (bajo). 21hs. Teatro de Verano. “Soy madre… y ahora qué hago?”. Lugar: Antiguo Tambo.Monólogos breves protagonizados por Marina Vázquez
Domingo 7
A partir de las 15hs. Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público. 19hs. Música en el Parque. Ciclo Música de Brasil. Lugar: Playón Antiguo Tambo.-Patricia Muora (Solista de MPB) con músicos invitados. 20hs. Noches de teatro y circo para toda la familia. Lugar: Playón del AntiguoTambo.-“Cantina de Amores”. Grupo de circo, teatro y títeres “La Farfala”.Elenco: Cintia Gomez, Jorge Paret, Diego Asmad, Mariuchi, Elena, Alejandro Lancellotti y Laura Tur.
Sábado 13
A partir de las 15hs. Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público. 18hs. Encuentro de Danzas Circulares. Lugar: Playón del Antiguo Tambo. 19 hs. Música en el Parque. Lugar: Playón del Antiguo Tambo.“La Banda del Viejo Mundo” acompañando a las Danzas Circulares interpretando temas de europa central y del este. 21hs. Teatro de Verano. “Soy madre... y ahora qué hago?”. Antiguo Tambo.
Domingo 14
A partir de las 15hs. Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público.19hs. Música en el Parque. Ciclo Música de Brasil. Lugar: Playón Antiguo Tambo.-“Falsos Baianos” (MPB y Bossanova). Integrantes: Andrea Moralejo (voz),Víctor Sabanes (guitarra y voz), Esteban Sabanes (guitarra, cavaquinho y voz), Daniela Chludil (flauta traversa), Adrián Ventrice (clarinete),Laura Olivo (percusión), Pol Malleret percusión) y Pablo Varela (percusión).20hs. Noches de teatro y circo para toda la familia. Lugar: Playón del Antiguo Tambo.-“Cantina de Amores”. Grupo de circo, teatro y títeres “La Farfala”.
Sábado 20
A partir de las 15hs. Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público.17 a 21 hs. “PEÑA DE CARNAVALES ATIPAC YNALEN”. Lugar: Playón del Antiguo Tambo.Baile de disfraces con la presentación del conjunto folklórico MISKI WAIRA Organiza Prof. Aníbal. Castro Ruiz. (No se suspende por lluvia).21hs. Teatro de Verano. “Soy madre… y ahora qué hago?”. Lugar: Antiguo Tambo.
Domingo 21
A partir de las 15hs. Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público. 19hs. Música en el Parque. Ciclo Música de Brasil. Lugar: Playón Antiguo Tambo.-“Mambembe” (MPB). Integrantes: Florencia Otero (voz y percusión), Ariel Kraselnik (guitarra), Martín López Grande (batería), Andrés García Strauss (flauta traversa y acordeón) y Sebastián Andrés Noya (bajo eléctrico).20hs. Noches de teatro y circo para toda la familia. Lugar: Playón del Antiguo Tambo. -“Cantina de Amores”. Grupo de circo, teatro y títeres “La Farfala”.
Sábado 27
A partir de las 15hs. Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público. 17hs. Música en el Parque. Lugar: Playón del Antiguo Tambo.Como apertura de la Muestra Fotográfica de Mujeres Uruguayas en La Casona de los Olivera: “Virginia y su Candombe” y murgas de estilo uruguayo.21hs. Teatro de Verano. “Soy madre… y ahora qué hago?”. Lugar: Antiguo Tambo.
Domingo 28
A partir de las 15hs. Exposición de artesanías urbanas y talleres abiertos al público. 19hs. Música en el Parque. Ciclo Música de Brasil. Lugar: Playón Antiguo Tambo.- “Orquesta de música popular brasileña”. Integrantes: Andrea Escobar y Silvana Turco (flautas), Fernando Urteaga, Inti Sabev y Emiliano Álvarez (clarinetes), Magalí Carballo, María Eugenia Baza, Miguel Magud y Pablo Pesci (saxos), Gabriel Sainz y Carlos Sacanell (trompetas), Leandro Cacioni (guitarra), Mariano Mazza Danas (bajo), Juan Usandivaras (percusión), Pablo Bronzini (acordeón), Philips Grafton (trombón), Emiliano Álvarez, Philips Grafton, Carlos Sacanell (arreglos y dirección general). 20hs. Noches de teatro y circo para toda la familia. Lugar: Playón del Antiguo Tambo.-“Cantina de Amores”. Grupo de circo, teatro y títeres “La Farfala”.

Centro de Exposiciones y Muestras de Arte Contemporáneo La Casona de los Olivera
Del sábado 27 de febrero al domingo 7 de marzo MUESTRA INSTITUCIONAL Producciones visuales de diferentes instituciones, emprendimientos individuales y colectivos que se realizan en la ciudad.En esta edición contará con una exposición fotográfica organizada por la asociación civil URU de Mataderos, retratos de mujeres uruguayas destacadas en diferentes áreas del quehacer nacional del Uruguay.La muestra se completa con actividades afines como la proyección de películas y espectáculos de murga y comparsa uruguaya.Sala Vecinal de la Casona de los Olivera
Del 27 de febrero al 7 de marzo
Inauguración: 27 de Febrero "Recordando a Guillermo Divito". Tintas de OSCAR RIVAS "Ellas y para ellas". Dibujos de ROBERTO BOCHICCHIO *Continuamos recibiendo carpetas con material de artistas plásticos y artesanos del Bº Parque Avellaneda y de los cercanos también para exponer en la Sala Vecinal de La Casona de los Olivera durante el ciclo 2010. Contacto: Carina Circosta: circocircosta@hotmail.com
Centro de Producción Cultural Talleres 2010: Expresión Corporal- Clown- Percusión- Canto Inicial- Canto Producción- Artesanías- Fileteado- Cerámica Murga Tango Danza Niños Danzas Árabes Teatro Inicial Teatro Producción Teatro Niños Literario Danzas árabes Niñas Recreación -Infórmese acercándose al Centro Cultural en la Casona de los Olivera de lunes a viernes de 11 a 17 hs.

Talleres Vecinales
Taller de danzas folklóricas Atipac Ynalen: “La vida en movimiento” Sábados 17 hs. (Por temporada de verano Lugar: Casona de los Olivera). A cargo del Prof. Aníbal Castro Ruiz.
Taller y ensayos de la murga “Los Descarrilados de Parque Avellaneda”.Viernes 17:30 hs. en el Playón del Antiguo Tambo.Domingos 16 hs. alrededor de la escultura La Tejedora (entrando por Directorio y Lacarra)
Taller de música andina del Centro Cultural Wayna Marka (Pueblo Joven). Sábados 17.30 hs. En el sector Tierra Verde (Lacarra al 1100). Se enseña a tocar sikus, tarkas, pinquillos y toda la variedad de instrumentos aerófonos.Taller Canto Murguero. Sábados 17hs. en La Casona de los Olivera. Por el Prof. Agustín Abregú.

TODAS LAS ACTIVIDADES SON LIBRES Y GRATUITAS. LA PROGRAMACIÓN ESTA SUJETA A CAMBIOS SIN PREVIO AVISO. LOS ESPECTÁCULOS Y FUNCIONES DE CINE ESTÁN SUPEDITADOS A LA CAPACIDAD DE LAS SALAS. EN CASO DE LLUVIA SE SUSPENDEN LAS ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE
Área de Comunicación Complejo Cultural Chacra de los Remedios /Parque Avellaneda Directorio y Lacarra (CABA) / 4 671-2220 chacradelosremedios@buenosaires.gob.ar Líneas de Colectivos que te acercan: 4, 5, 7, 36, 46, 49, 50, 55, 56, 86, 88, 92, 97, 103, 104, 107,114,126,141,155,180,182.