12.10.08








Nº 79
Octubre de 2008


TINTA ROJA EN EL GRIS DEL AYER
Mario Bellocchio presenta su muestra fotográfica con intervención de arte digital

MUSEO DE LA CIUDAD
SALA QUERUBINES (Defensa 223)
(HASTA EL 2 DE NOVIEMBRE de 11 a 19, INCLUSIVE FERIADOS)





SUMARIO

Un club de barrio
Los cuarenta años del GON
Mario Bellocchio

Callejeando historia
Ascasubi y Del Campo, el “Gallo” y el “Pollo”
Diego Ruiz

Tintorería “El Nipón”
Mónica López Ocón

Nueva tribu urbana
Leonardo Busquet

Red de Cultura de Boedo: camino al primer lustro.
De “colección” a “colectivo”. Transitando el tirabuzón
Claudia Ferrentino
en nombre de la Red

Sefikill. El conflicto financiero en clave de humor
José Muchnik
(a) Josecito de la ferretería

Los sin nombre
El subte lleno de “fantasmas”
Pablo Bellocchio

Plaza: el corte de las cintas
Primera Escuela de Psicología Social Pichón Riviere

Informe Plaza
Patricia Roselló

Fermín y el relojito de arena
La segregación en la primaria
Edgardo Lois

POEMA
A un buzón de un barrio céntrico
Gustavo Riccio

EDITORIAL: Espacio verde
Mario Bellocchio

VER, LEER Y ESCUCHAR
Espacio de crítica literaria, teatral y de ediciones musicales

CULTURA GRATUITA
Guía de actividades culturales barriales que no requieren erogación alguna





Un club de barrio
Los cuarenta años del GON, una institución barrial que sobrevive a la desaparición forzada de los modestos clubes nacidos en tiempos en que su amparo era una necesidad social del entorno vecinal


La Comisión de Fiestas de este Club, tiene el agrado de invitar a Vd. y familia a la Fiesta Campestre que se realizará el Domingo 9 de Febrero próximo en el MONTE CRIOLLO (Puente Zapiola) situado en Merlo, F. C. O., y vería complacida su asistencia. Saluda a Vd. atentamente: Dr. Ramón A. López (Presidente).
La invitación —formal— pasa a seducir cuando se enumeran las actividades: parrillada desde muy temprano y a las 12 ½ (sic) gran asado con ensalada, minestrún a la genovesa, quesos, frutas, vino, cerveza y Bilz a discreción. Menú obligatoriamente abundante para los recientes participantes de las carreras de enhebrar la aguja, del huevo en la cuchara, de embolsados, de tres pies, para atrás y haciendo el moñito. Y las famosas cinchadas de solteros contra casados o de flacos contra gordos. La invitación es de la Sociedad de Fomento Don Juan de Garay, febrero de 1930.
Eran tiempos protagónicos para Boedo. Las grandes quintas ya habían sido loteadas, fragmentadas con el trazado urbano y la actividad social bullía vecinalmente a la par que las sociedades de fomento se afincaban amparando las necesidades populares.
Ya se cumplían casi cinco años —desde agosto de 1925— que en Pavón 3916 se abriera la Sociedad de Fomento Don Juan de Garay y, justo para la fecha de la invitación, con el incremento de la actividad vecinal, se decidiera modificar parcialmente los estatutos para transformar la primitiva denominación en Círculo Social. Los bailes y reuniones de diverso tipo, que no excluían las de índole familiar como casamientos y cumpleaños, podían así ocupar con propiedad los salones de la institución. La subcomisión de fiestas tenía un destacado lugar como organizadora de los eventos con la participación de números artísticos de variado renombre. No faltaban la biblioteca, los billares, los juegos de mesa; el ingreso a la reclusión nocturna hogareña reconocía así un obligado paso previo —voluntario y placentero— por las instalaciones del club.
En las inmediaciones, mientras tanto, el abrupto crecimiento vecinal generaba emprendimientos similares. Allá por Rondeau y avenida La Plata —Rondeau 4153, para ser más precisos— nacía de la inquietud vecinal, en 1929, para albergar las actividades lúdicas, el Club Social y Deportivo Odeón. El periplo de sus sucesivas sedes recorre un camino que pasa por un local en avenida La Plata, cerca del Viejo Gasómetro, para afincarse finalmente en Pavón 4135, a tan sólo dos cuadras del Garay. Una tradicional elección de “misses” entre las jóvenes asociadas, los torneos interclubes de “casín” y una abundante actividad social sostuvieron la vigencia del Odeón hasta los años 50 en que las costumbres de la población cambiaron de la mano de una nueva perspectiva económica del estrato social habitué de sus salones. Ya no era el club la única variante en donde depositar los momentos de ocio.
El abandono forzado de las instalaciones de Pavón, la proximidad con el Garay y el aporte que produjo la venta del local de avenida La Plata propulsaron la unión. El GO (Garay-Odeón), así bautizado en octubre de 1951, nacía con el refuerzo de actividades similares y vecinas en la sede de Pavón 3916, que, gracias al aporte económico del conjunto así formado, pudo adquirirse un año después de la fusión.
En los años treinta era impensable que un obrero o empleado desplegara su ocio o sus habilidades deportivas de amateur en otro lugar que no fuera el club barrial. Así lo imaginaron un grupo de vecinos de Pavón al 3500 cuando crearon, en agosto de 1934, el Neptunia Athletic Club. Esta agrupación puso el acento en lo deportivo, sin descuidar lo social y cultural, a tal punto que por 1939 su —entonces— sede de Garay 3547 se trasladó a Castro 1852, donde se incorporaron canchas de tenis, pelota, básquet y otras instalaciones de importancia para prácticas deportivas.
La vida social contaba con destacados eventos en los aniversarios y los bailes de Carnaval, en los que se recuerda la presencia de grandes orquestas y cantantes: Carlos Di Sarli con Roberto Rufino, Juan D’Arienzo, Aníbal Troilo con Francisco Fiorentino, Oscar Alemán, Francisco Canaro con Roberto Famá, Ricardo Tanturi con Alberto Castillo..., y una larga lista de luminarias del momento.
Pero el Neptunia brillaba con el sol: el básquet se afilió a la Federación Argentina y participaba en su torneo; y un cúmulo de asociados se destacaban en tenis, bochas, pesas, gimnasia en aparatos..., hasta comienzos de la década del 60, con la consolidación que suponía la reciente adquisición del predio mediante el apoyo vecinal. La circunstancia nacional se encargó de truncar el ascenso. Las precariedades de la economía precipitaron, a pesar de los logros, la deserción de la masa societaria. Allá por 1964, ante la situación imperante, la comisión directiva decidió poner en venta la sede social y, posteriormente, tratando de preservar a un núcleo de fieles asociados, iniciar la negociación con los vecinos del GO para la fusión de las entidades.
Hace cuarenta años, en mayo de 1968, nacía de esas tratativas el GON (Garay-Odeón-Neptunia) guiado por el viejo precepto de que “la unión hace la fuerza”. Aún hoy —recuerda Alberto Venturiello, su actual presidente— se discute si no fue desacertado quedarse con Pavón como sede y no haber sostenido, en cambio, lo de la calle Castro, de mayor amplitud. En años en que la personería jurídica la firmaba el presidente de la República, el Neptunia había logrado refrendarla; la firma: Juan Domingo Perón. Lo cierto es que la ampliación de ese documento permitió contar con personería al reciente GON.

Lo que sigue son algunas pinceladas que permiten delinear los cuarenta años de actividad conjunta de aquellas entidades originarias lo que, en las condiciones —más bien condicionamientos— que deben soportar los clubes de barrio de estos tiempos, se trata de una supervivencia transcurrida con honor y orgullo.
El primer impulso de la unión fue fructífero en lo social. Recuerda Venturiello con nostalgia la cena-baile de los sábados, una actividad que llegó a convocar a tantos asociados que la comisión directiva se abstenía de participar para ampliar la oferta de mesas. Eran netamente familiares. Lamentablemente, al no poder ocuparnos del aspecto culinario lo debimos resignar en los “buffeteros”. A raíz de eso el mantenimiento del edificio fue descuidado y comenzó una etapa de deterioro que sólo pudo salvarse con un subsidio que se nos concedió durante el gobierno de Aníbal Ibarra.
Paralelamente, el salón siguió albergando actividades tales como teatro, espectáculos artísticos, patín infantil, el recordado Fogón de los Arrieros, ajedrez, gimnasia para damas y reuniones de todo tipo que incluyen a las que el ámbito prestó cobijo —muchas veces desinteresadamente— a instituciones de toda índole que utilizaban las cómodas instalaciones. Un camino lleno de obstáculos que incluyó atravesar crisis económicas y los duros tiempos del “Proceso”, el neoliberalismo menemista y la debacle del 2001. A todas estas calamidades sobrevivió sin entrega de principios. Agrega su actual presidente: en las crisis económicas que vienen del 80 y pico —o antes— la gente entraba en mora con la cuota social o se borraba. Y entre la autopista, que dividió al barrio en dos y segregó al sur, y la apertura del supermercado, tiraron al comercio de una zona que era muy activa en ese aspecto. Ahora no es ni el 10% de otra época.
En los años de la dictadura militar nos ayudó que las actividades del club no asumían una militancia política, ideológica o religiosa determinada sino que, por el contrario, reunía a todos en el uso de los horarios de descanso de las tareas que cada cual llevara a cabo. A pesar de eso recuerdo que una vez nos pidieron realizar una actividad de difusión; argumentamos falta de fondos —que ellos no proveían— para realizarla. Y de vez en cuando aparecía algún observador de nuestro Tae-kwondo que se les antojaba “subversivo”. El hijo de un miembro de la CD se tuvo que ocultar porque formaba parte de una Comisión Social de los Tribunales de San Isidro.
Tal la paranoia de aquellos tiempos.
Con la llegada de la democracia los alquileres del salón dieron un respiro económico. Y no sólo para reuniones sociales familiares. En algunas de índole política pasaron por el GON Andrés Framini, Norberto La Porta, Aníbal Ibarra, el actual jefe de Gabinete Rodríguez Larreta promoviendo una candidatura barrial, Dante Gullo, Arnaldo Goenaga, los legisladores Roberto Destéfano, Milcíades Peña y Liliana Parada, por nombrar los de conocimiento más difundido. Aparecen en el recuento las actividades solidarias como la de Viviana Sotolano, que articuló un conjunto de integración de niños con síndrome Down con otros pequeños sin esta discapacidad, y las reiteradas oportunidades en las que el club prestó colaboración gratuita al gobierno de la ciudad para gestionar documentación o reuniones de promoción de planes sociales; funciones teatrales —Haydée Padilla, entre otros— y musicales donde actuaron desde cantantes líricos —Agrupación Lírica Argentina— a bandas de rock —Manzana Podrida, Lala Mandarina— y orquestas típicas juveniles —la UOT, Unión de Orquestas Típicas: Fervor de Bs. As., El Afronte, La Furca, Seis para el Tango, La Bidú, Vayan Saliendo, La Imperial; grupos teatrales y folclóricos, coros... Lo de la UOT produce el fenómeno de la incorporación de turistas, por la vigencia del tango y la promoción que los conjuntos se encargaban de establecer en otros lugares en donde actuaban.
Quedaba el déficit deportivo. Para cubrir esa falencia en el 89 se consigue el padrinazgo de Cochabamba 3750 (bajo autopista del GCABA), donde se hace fútbol, handball y un poco de básquet para menores. El padrinazgo estipula el uso del predio, habilitado para la participación de todo público, sin retiro de ganancias (¿Retirar? Siempre hay que poner —acota Venturiello).
A fines del 2004, el 30 de diciembre, se produce la tragedia de Cromagnon. Y, como suele suceder en estos casos, del descontrol se pasó a las hiperexigencias para habilitaciones. El 17 de septiembre de 2006 clausuran la sala del GON. Manzana Podrida realizaba un encuentro para juntar alimentos para un comedor de Ciudad Oculta —relata Venturiello—. No se cobraba entrada, el salón se cedía para esa actividad solidaria. Y nos clausuraron “por no haber pedido autorización para realizar ese evento”. Para la rehabilitación exigían entonces, además del equipamiento de las instalaciones, una ambulancia en la puerta, un médico, un electricista matriculado y un bombero. Eran disposiciones totalmente inalcanzables para un lugar donde entran ciento y pico de personas. Y más aún si la reunión es gratuita. La clausura se circunscribió a los espectáculos que en ese momento generaban gran parte del sustento del lugar. Y sigue vigente el trámite para lograr la reapertura. De nada valió el cumplimiento de los abundantes requisitos de equipamiento siempre llevado a cabo.
La actividad actual de Pavón —hasta tanto se rehabilite su escenario— remite al Centro de Jubilados y Pensionados “Noninos”, dirigido por Noemí Oneto —esposa de Venturiello y descendiente de la familia fundacional del barrio—, a quien se le otorga un comodato para que impartan sus clases de yoga, folclore, salsa, otras actividades sociales y turismo. Se facilita sin cargo a la actividad de la Juegoteca de Boedo (patrocinada por el GCABA) el espacio para que puedan desarrollar sus actividades de lunes a viernes, a los “Cometas de Boedo” para sus ensayos, a las reuniones de la Comisión Vecinal Todos por la Plaza de Boedo y a la mayoría de las reuniones de la Red de Cultura.
El 30 de agosto pasado el GON recobró imágenes pretéritas cubierto de mesas en las que disfrutamos la cena y el encuentro de los cuarenta años. Los que recordábamos otros tiempos y costumbres, con algo de nostalgia. Y los más jóvenes, afincados sólo en el presente de la institución, luciendo con orgullo su capacidad de supervivencia en momentos en que los valores trastrocados ponen verdaderas vallas a sortear todos los días.
Mario Bellocchio

FUENTES DE DATOS:
Noemí Oneto; “Historia de un club de barrio”; Buenos Aires, 2003.
Entrevista realizada en octubre de 2008 al actual presidente del club GON Alberto Venturiello.




Callejeando historia
Ascasubi y Del Campo, el “Gallo” y el “Pollo”
Como es propósito de este cronista callejero, reiterado en cada entrega, seguir más o menos el hilo cronológico de los escritores presentes en nuestras calles, tocaría ahora dar una repasada a los llamados “gauchescos”, esto es a quienes —hijos también del Romanticismo— tomaron no sólo el paisaje y los personajes locales como tema, sino que intentaron reproducir el habla local de la población rural. En realidad, la cosa viene de lejos, de las coplas y cantares populares derivados del folclore español, aportado por conquistadores y colonizadores, como lo estudiaran en detalle Ricardo Rojas, Juan Alfonso Carrizo o, en nuestros días, Susana Chertudi y Olga Latour de Botas. Y fue un oriental afincado en Buenos Aires, Bartolomé Hidalgo, quien primero compuso “diálogos” y “cielitos” de tema patriótico en el marco de la Revolución y la guerra de Independencia; coplas transmitidas oralmente y a veces en hojas sueltas que se difundieron ampliamente entre el pueblo y pasaron a ser parte de su acervo. Hidalgo también llegó a publicar tres Diálogos patrióticos, de los cuales el tercero, “Relación que hace el gaucho Ramón Contreras a Jacinto Chano de todo lo que vio en las fiestas mayas de Buenos Aires en el año 1822”, es el más conocido e influyó en forma muy evidente en los poetas posteriores que también utilizaron la forma de diálogo.
El primero de nuestros personajes de hoy, Hilario Ascasubi, ya desde su nacimiento prefiguró en cierto modo su destino: lo hizo a campo raso en Fraile Muerto (luego Bell Ville), bajo una carreta que hacía la travesía a Buenos Aires en 1807. Desde más que joven llevó una vida aventurera, pues en 1819 dejó los estudios elementales en el convento de San Francisco y se enganchó en un buque rumbo a la Guayana francesa, pasó a Estados Unidos y luego anduvo por Europa, Chile y Bolivia regresando en 1822 y radicándose en Salta donde fundó la Revista de Salta y publicó sus primeros versos. Al estallar la guerra con el Imperio del Brasil se alistó en el contingente salteño y participó en la batalla de Ituzaingó bajo el mando de José María Paz. Al fin de la campaña, trabajó en la imprenta de Hallet en Buenos Aires y cumplió guarnición en el Fuerte Independencia, pero su declarado unitarismo pronto lo hizo tener problemas con la policía de Rosas que, en 1830, lo encarceló. La policía o las cárceles de la época no deberían ser muy seguras, porque al día siguiente se fugó, siendo recapturado en Entre Ríos en 1831. Finalmente pudo emigrar a Montevideo, donde instaló una panadería que le permitió prosperar —a diferencia de Lamadrid, que hizo de panadero en Bolivia y siguió pobre de solemnidad— y contribuir con dinero y armas a los ejércitos unitarios. Allí comenzó a editar hojas sueltas de propaganda política en tono gauchesco y, en 1846, las difundió bajo el seudónimo Paulino Lucero. En la batalla de Caseros se desempeñó como ayudante de Urquiza pero, planteada la secesión bonaerense, se alistó en el bando porteño y participó en las empresas del alumbrado a gas, del primer Teatro Colón y dirigió el teatro Coliseo. En 1860 el gobernador Mitre lo envió a París, donde residió varios años y en 1872 publicó sus obras literarias en tres tomos: Santos Vega o Los mellizos de la Flor, Santos Vega y Paulino Lucero. Falleció en 1875.
Por su parte, Estanislao del Campo era el típico joven porteño de buena familia que, al no seguir estudios universitarios, se dedicó a empleado de comercio. Había nacido en 1834 y en 1853 participó en la defensa de Buenos Aires contra el ejército sitiador de Hilario Lagos. Partidario de Mitre, peleó en Cepeda y Pavón contra la Confederación, desempeñó varios cargos públicos, colaboró en los diarios El Nacional y Los Debates y fundó El Porvenir Argentino, órgano del “partido liberal”. Sin embargo dicha adhesión a Mitre no le impidió combatirlo en La Verde en 1874, cuando don Bartolo se sublevó contra el resultado electoral que había consagrado presidente a Avellaneda argumentando fraude, que lo hacían, y abundante, todos los bandos de aquella época. Sus primeros versos aparecen en 1857 firmados Anastasio el Pollo, en homenaje a su admirado Ascasubi que lo hacía como Aniceto el Gallo y en la noche del 24 de agosto de 1866 asistió a una representación de la ópera Fausto, de Gounod, en el primitivo Teatro Colón, de cuya empresa también era socio. Nació entonces su Fausto criollo —desopilante descripción y comentario de la obra por parte de un paisano— que publicó como folleto en el Correo del Domingo con tal éxito que hasta 1910 se habían tirado más de 140 ediciones diferentes. En 1870 publicó todas sus composiciones en un volumen titulado Poesías, incluyendo el Fausto, dedicado esta vez a Ricardo Gutiérrez y en 1880, tras jubilarse de su empleo en el ministerio de Gobierno, falleció el 6 de noviembre con sólo 46 años.
Decíamos al principio que estos escritores “gauchescos” eran hijos del Romanticismo en cuanto al rescate de los temas nacionales, pero debemos acotar que iban un paso más allá de Echeverría y su generación al tomar no sólo a tipos populares como personajes, sino al adoptar el habla popular como forma de expresión. Es importante remarcar que no eran integrantes de ese “pueblo” sino de las clases cultas que adoptaron dicha habla para sus composiciones, pues como sagazmente marcara alguna vez Borges —con el que se puede estar en desacuerdo en muchas cosas, pero que algo había leído—, el gaucho, el hombre del pueblo no utiliza su habla cuando intenta hacer poesía, sino que imita las formas “cultas” y consagradas, como bien se puede ver en la obra de los payadores que se ha conservado, desde Pablo Vázquez y Gabino Ezeyza hasta Bettinoti y se refleja en numerosas letras, buenas y malas, de tango de cuando el paradigma era Rubén Darío. Estos poetas todavía darán un paso más con el Martín Fierro, que comentaremos el mes próximo, y se convertirán en totalmente académicos con el Santos Vega de Rafael Obligado, que regresa a las formas “cultas” del habla.
Escasa suerte —como la mayoría de los artistas— han tenido nuestros protagonistas en las calles de Buenos Aires, aunque Manuel Mujica Lainez les erigiera un monumento literario en sus deliciosas Vidas del Gallo y el Pollo: Ascasubi corre tan sólo una cuadra desde Agustín Magaldi hasta Luna, entre Zepita y Orma, en el barrio de Barracas. Por su parte, la Avenida del Campo homenajea al poeta pero también a su padre, el coronel Juan Estanislao, naciendo en Garmendia, costeando el cementerio de la Chacarita y muriendo en Chorroarín, entre Balboa y Montenegro, tras escasas siete cuadras. Y finalmente, aunque fuera el primero, la calle Bartolomé Hidalgo se encuentra en Villa Pueyrredón y corre desde Argerich hasta Helguera, entre Pareja y Salvador María del Carril, no debiendo ser confundida con la calle Hidalgo que transcurre por Caballito y Villa Crespo y, en realidad, recuerda al cura Manuel Hidalgo y Costilla, precursor y mártir de la Independencia mexicana, ésta sí con muchas cuadras de recorrido.
Diego Ruiz




Tintorería “El Nipón”
Quedan pocas tintorerías japonesas de las que en mi infancia había en todos los barrios. Pero en Parque Chas, debido a las calles circulares, el tiempo se corre a sí mismo como un perro que intenta morderse la cola. En consecuencia, su marcha se hace más lenta y el barrio queda salpicado de rémoras del pasado. La tintorería “El Nipón” es un ejemplo claro de negocio anacrónico ajeno por completo a la globalización que llegó también a los vestidos gastados, a los trajes demasiado usados que necesitan resucitar para una entrevista de trabajo, a las polleras y pantalones salpicados de manchas tan rebeldes como los jóvenes de generaciones pasadas. Con la desaparición de estas tintorerías desapareció también un olor característico que un perfumista podría describir como un aroma intenso, con “notas” de solvente, reminiscencia de maderas y evocación de especias picantes: el olor a tintorería que inevitablemente nuestra nariz ansiosa buscaba entre los pliegues de las prendas. En “El Nipón”, en cambio, es posible recuperar ese aroma antiguo, pesado y misterioso que dibuja sobre las prendas marcas olfativas que permiten reconocer su paso por la cofradía de los viejos tintoreros. Allí, la máquina de planchar sigue escupiendo su vapor de dragón oriental como una vieja locomotora inmóvil. Cada cual carga con su propio infierno y acaso el del dueño de esta tintorería consista en haber salido de su país con ansia de aventura y el de haberse quedado varado en un barrio de calles con nombres de ciudades europeas con una máquina que evoca viejos trenes ingleses, pero que no va a ninguna parte.
Claro que el dueño de “El nipón”, a diferencia del resto de los mortales, tiene como compensación de su pequeño infierno, un pequeño paraíso al alcance de la mano. Sobre su cabeza terrena y sufrida hay un mundo sutil, suspendido, que comienza en el dobladillo de las prendas limpias y que se pierde en la parte más alta del cielorraso. El mundo, en esa tintorería, como en todas las tintorerías japonesas de otro tiempo, tiene dos niveles bien diferenciados: el de los cuerpos sudorosos atormentados por la máquina infernal del planchado, y el de los cuerpos etéreos, sin carnadura, que sobrevuelan el local como fantasmas o como acróbatas que desafían la ley de gravedad suspendidos por el arnés de una percha. Es un ballet de espectros virginales cuyos integrantes, por efecto de la limpieza oriental, son almas sin mácula, sin polvo, casi sin historia. Hay allí arriba una alegría de colores recobrados, de pureza reencontrada sin tormentos, ni ayunos, ni abstinencias. Basta una combinación de la sabia alquimia del tintorero, para que esas almas recuperen su lozanía virginal y floten sobre el mundo mortal a la espera de reencarnar en el mismo cuerpo para prestarle un poco de esa pureza que sólo recuperan los seres de trapo. A veces, esos fantasmas multicolores reencarnan en otro cuerpo. El paso por la tintorería suele ser el ineludible ritual de purificación de algunas prendas heredadas, luego de alargarles las mangas o cambiarles los botones. Esos fantasmas flotan desorientados un tiempo, pero finalmente reconocen desde la altura en quien los va a buscar a la tintorería algún rasgo familiar y, nuevamente a ras del piso, se reacostumbran a la tiranía de la ley de gravedad a cambio de reencarnar en un cuerpo nuevo.
Para devolver los etéreos fantasmas a la Tierra, el tintorero de “El Nipón”, como todos su antecesores, cuenta con una pértiga tan larga que llega hasta ese cielo de género en que los vestidos, las blusas y los trajes se vuelven figuras planas como sombras chinescas.
No es casual que se diga que en el Paraíso perdido había un manzano. Seguramente Eva le habrá hecho bajar a Adán la primera manzana con una larga pértiga de tintorero para sucumbir a la tentación y conocer el fruto prohibido. Ya se sabe lo que sucede cuando algo desciende de las alturas: lo que sea que descienda —manzana o blusa— se mancha, se ensucia, va perdiendo los colores, se opaca y se desluce hasta adquirir una apariencia absolutamente terrenal.
En la teología oriental de las tintorerías no hay un solo limbo, sino dos: el de las prendas que esperan el baño purificador y el de las ya limpias que luego preservan su limpieza inmaculada envueltas en mortajas de papel madera y siguen defendiendo su pureza en la oscuridad de los roperos.
Pero la pureza no dura. El mundo es mancha, polvo, hollín, grasa y deterioro. El dueño de “El Nipón” es un Sísifo oriental. Terminada su tarea, debe comenzar de nuevo. Lo veo cada día afanarse encadenado a su máquina infernal cuando camino hacia Avenida de los Incas. Su mundo terrenal está ubicado bajo el dobladillo de los vestidos y polleras y las botamangas de los pantalones. Allí nomás, al alcance de su pértiga, comienza su paraíso privado. Es una lástima que los japoneses ya no abran tintorerías en los barrios. ¿Qué vecino no añora que al menos su ropa pueda ser enviada a un paraíso temporal para regresar inmaculada?
Siempre me asombró que los dioses japoneses les hayan concedido a las blusas el don de volver a la infancia.
Mónica López Ocón




Nueva tribu urbana
Estamos en problemas. Psicoanalistas, comunicólogos, dietólogos, traumatólogos, epistemólogos y otras yerbas han llegado a una tremenda conclusión: la web (que como se sabe genera la costumbre de webear) multiplica los contactos pero aísla y no fortalece los vínculos humanos.
Dicen los especialistas que Internet es un formidable instrumento de trabajo que, al distorsionarse, tiende a crear lazos efímeros que suelen desintegrarse en poco tiempo.
Es un problema cultural de las enfermedades llamadas posmodernidad y globalización: la deshumanización arrojada al “espacio vacío”. Entonces aparecen los males: individualismo extremo, competencia brutal y enfermiza a cualquier precio, subordinación acrítica al “modelo”, insolidaridad, moda light, aislamiento y lo peor: ausencia de utopías e ideales. Algo que —ya en los años 50— preocupó a Sebreli en su “Alienación y vida cotidiana” y hoy desvela a muchos filósofos.
Diego Levis, especialista en Comunicación y docente de la UBA, señala que “vivimos en una sociedad que se cierra cada vez más sobre sí misma y en la que hay cada vez menos empatía entre las personas”.
En tren de naderías, estamos destruyendo paradigmas poéticos que aniquilan viejas y reconfortantes formas de relación a la par que estructuramos máscaras y corazas que desdibujan el “ser social” que alguna vez fue orgullosa forma de vida. Hoy sobrevivimos abroquelados a estructuras abaratadas, “tinellizadas”, inodoras, incoloras, insípidas e inútiles. Es la burbuja pasatista, tilinga y decadente sin remedio.
En medio de este clima enrarecido, aparecen ciertas “tribus urbanas”, emos, floggers, cumbios, dark y… vaya uno a saber cuántas especies más. Son, en gran medida, producto de esa realidad de abulia y nihilismo. Pero hay otra tribu de reciente formación aunque con integrantes cuya condición ejercen desde tiempo inmemorial.
Los Bo-Al integran una tribu urbana a todas luces mayoritaria. Sus integrantes no son ni sectarios ni excluyentes. No visten con extravagancia ni perforan las partes de su humanidad con agresivos aritos. Son tolerantes por naturaleza y suelen interpretar la realidad exactamente al revés de cómo se presenta (a veces aciertan). Están los que se dejan penetrar por las culturas televisivas del “caño” y ciertas situaciones cotidianas que amasan su proverbial levedad sin que se les pare un pelo.
Suelen ser atlantes sin mundo que sostener. Ellos y ellas son los Bo-Al: boludos alegres. También están los Bo-Tri, boludos tristes, pero esa fauna merece ser analizada separadamente.
El genial Tato Bores los supo encuadrar con exactitud como víctimas propiciatorias de aquella “máquina de cortar boludos” que, con la célebre “máquina de impedir”, han tejido capítulos memorables de nuestra historia de decadencia y estupidización.
Los Bo-Al son multitud y anidan —en gran medida— en nuestra devaluada clase media, el “medio pelo” jauretcheano.
Ya dijimos que su mejor característica es la tolerancia: se bancan sin chistar las largas colas en reparticiones públicas, pagos fáciles, bancos y otros lugares donde se agrega el mal trato. Dan curso a los llamados telefónicos donde les anuncian que ganaron autos, departamentos y una rifa de la mutual del barrio. Luego acceden a los “beneficios” de los créditos y tarjetas con intereses estratosféricos. Compran cualquier chuchería inútil ofrecida por los libres pensadores de la venta callejera en colectivos y subtes. Se bancan el chamuyo pringoso de algunos taxistas (opinadores con el oído atento al discurso reaccionario de Radio 10) que te pasean por medio Buenos Aires con total impunidad, especulan con el semáforo y que, si les reclamás algo, te putean, te escupen y te deshilachan a trompadas. El Bo-Al, siempre contemplativo, contesta: “y bueno, ¡qué le vas a hacer!”
Compran todos los discursos, los de derecha por aquello de la “mano dura”, los de izquierda por eso de la “equidad” y los del centro porque sueñan con el “equilibrio” de las cosas. También toleran en silencio a los irascibles colectiveros que violan semáforos, frenan a lo bestia y —cual pelotita de ping-pong— te sacuden del fondo al frente con rebote incluido. Se dejan invadir por la diversidad de abusos cotidianos, por las administraciones de los consorcios que te curran hasta la última bombita de 25w en el palier. Se levantan bien temprano “para aprovechar” y, por consiguiente, se cansan más rápido. A todo este agobio, los Bo-Al, que se acostumbran a todo padecimiento, siempre ofrecen una sonrisa tan ingenua como reparadora. A veces se dispersan en una nube de gases. Los Bo-Al integran la barra de la esquina pero son siempre los que terminan pagando el café de todos. Muchas veces algo les sale mal y encima lo toman como una gracia o como un sino fatal de la vida. Difícilmente dicen no. En las mujeres Bo-Al, la cosa se dificulta. Son típicos peatones electrónicos que cruzan la avenida Callao y a la vez envían un mensaje de texto por su celular. Entonces el 60 se los lleva puestos hasta Tigre.
En definitiva, el Bo-Al compra todos los buzones y suele afirmar categórico: “si lo dijo la radio...”. Es clavado que muchos de ellos votaron a Menem y a De la Rúa y encima rematan: lo que pasa es que se dejaron rodear mal.
Con sorna, los más avispados de la barra de la esquina suelen nombrar a los boales como “Luis 32” porque —dicen— son el doble de boludos que Luis XVI.
Sí, señoras y señores, aquí estamos representados en menor o mayor medida. Y el corte abarca a todas las edades porque, como dice el poema de George Brassens: “el tiempo no tiene nada que ver cuando se es boludo”, un verdadero himno de los Bo-Al.
A no dudarlo, esta nueva tribu urbana da forma y pinta el trazo grueso de nuestra argentina promedio.
Leonardo Busquet




Red de Cultura de Boedo: camino al primer lustro.
De “colección” a “colectivo”. Transitando el tirabuzón
Sabemos que las reformas neoliberales implementadas en América Latina durante los 90 produjeron un cuadro social regresivo en toda la región. En nuestro país, la idea de crisis se asoció con la democracia y el grito colectivo “¡que se vayan todos!” puso en cuestión la legitimidad de la representación política. Si bien la continuidad institucional no estaba en juego, los partidos políticos, tal como eran concebidos, parecían haber fracasado como mecanismos de representación y gestión. Mientras la gente votaba para que los políticos se enfrentaran al poder del mercado, ellos se aliaban o sometían a él. Como parte del mismo proceso, abandonaron el territorio de acción política que fue ocupado por los denominados movimientos sociales. La ciudad de Buenos Aires no quedó al margen. Se desarrollaron diversas asociaciones sociales devenidas en campo de trabajo político.
Pasado el momento más crítico —y en el contexto descripto— en la primera mitad del año 2004, comenzó a desarrollarse la Red de Cultura de Boedo —inicialmente convocada por representantes locales del Estado—, rápidamente ganó autonomía e identidad propia. Se trataba —y aún se trata— de varias decenas de instituciones barriales públicas y privadas ligadas a la actividad social, cultural, deportiva, artística: clubes barriales, centros culturales, escuelas de enseñanza de artes, asambleas vecinales, bibliotecas, centros de jubilados, asociaciones de historiadores, asociaciones de músicos, grupos de teatro comunitarios, formaciones musicales, grupos de ballet, artesanos, artistas plásticos, teatros, periódicos barriales, cafés culturales, comedores comunitarios, grupos de asistencia social, etc. Como puede suponerse, se constituyó un espacio muy amplio, marcadamente variado, bastante heterogéneo, notablemente diverso, absolutamente inédito a nivel local y, fundamentalmente, incomparable con cualquier otra experiencia similar. Enfrentados a una nueva situación, sin recetas, definidos por nuestras carencias, como muchos fenómenos sociales de aquellos años —en este caso la carencia de representación y de otros espacios de participación— y por el sentimiento de pertenencia local, la Red se inició como una cuestión situacional, como colección de instituciones, y poco a poco se fue transformando en expresión de diversidad política y cultural, en manifestación de la organización social de la comunidad, en capital social, en espacio de ejercicio de los derechos culturales, en lugar de reconstrucción de lazos solidarios, en tejido social, en un ámbito vinculante. La Red de Cultura de Boedo se transformó en colectivo.
Trabajamos en relación con políticas públicas, el desarrollo local, cuestiones de identidad, el espacio público, la preservación del patrimonio cultural, la promoción de diversas expresiones culturales. La participación está presente en todas las instancias de cada caso —análisis y debate de la situación, propuesta estratégica, factibilidad, gestión, control y ajuste— mediante reuniones periódicas en las sedes de las distintas instituciones, trabajando en plenario, intercambiando roles. Si bien en general las acciones desplegadas por la Red no requieren de grandes presupuestos, es interesante destacar la cuestión del financiamiento. En todos los casos la subvención de las actividades se realiza a través de aporte económico que realizan las instituciones mediante una reducida cuota anual.
Es imposible reseñar en este espacio la cantidad de tareas y gestiones llevadas a cabo en los últimos cuatro años por la Red de Cultura de Boedo. A modo de ejemplo señalemos dos de ellas, representativas de nuestra acción: los festejos de la Semana de Boedo y la gestión por la plaza de Boedo.
En un contexto como el actual, en donde la política parece encerrada en la superestructura, en donde priman muchas veces los intereses individuales y las alianzas con la prensa, no es menor que un grupo de vecinos y militantes del barrio sin grandes recursos elijan la construcción colectiva, voluntaria, horizontal y participativa.
Durante estos años la Red se reveló como un espacio dinámico, en permanente discusión ideológica, en continua búsqueda de formas de trabajo, mecanismos de gestión, en crecimiento cuantitativo, transitando variaciones cualitativas, en constante evolución y transformación. Unidos por la confianza que fuimos construyendo, estamos haciendo un espacio autogestionado, recorriendo un proceso de crecimiento espiralado y de maduración como organización —tal vez un poco lento si lo comparamos con la velocidad de los cambios actuales— pero con enormes posibilidades de dar resultados perdurables.
Se trata de una experiencia para la que —como decíamos— no hay recetas, tiene más que ver con lo situacional, con lo que se va creando, tiene que ver con ir tirando de la punta del ovillo e ir viendo cuánto hilo hay para seguir tejiendo alguna historia válida. En sus comienzos pareció tratarse de la energía presente en la confusión, en el desorden. Hoy nos parece que lo que se va desplegando es el poder, la capacidad de este colectivo de re-construir saberes destruidos por el neoliberalismo.
Claudia Ferrentino
en nombre de la Red


Ponencia presentada al banco de experiencias del “II Congreso Argentino de Cultura”, que se realizará en San Miguel de Tucumán entre el 16 y el 18 de octubre, aprobada por su comité evaluador.




Sefikill
SEFIKILL: ¿Hormiga culona que conquistó Texas después de la era del petróleo? No, señora, le quedan dos posibilidades. ¿Isla del Pacífico donde se columpiaban lianas y sexos en flor antes de la invención del pecado? Le queda una posibilidad. ¿Nombre futuro del mar que parirán los hielos al derretirse el Polo Norte? ¡Lo lamentamos, señora! sinceramente, lo lamentamos... No insista señora, tampoco se trata del sable que usaban los samuráis para cortar las bolitas a los eunucos del imperio. Guardias ¡arrojadla a las leyes del mercado, que le coman las casas y los sesos! ¡Por favor! ¡Por favor!... tengo cuatro hijos, mi marido discapacitado perdió un ojo en Irak... No señora, el salvataje está reservado para los Grandes Jugadores, a ellos les ofrecemos chalecos de dólares inflables y paracaídas dorados para que flotar puedan hasta la próxima jugada, debemos culto y devoción a los sacerdotes de Plutópolis, sólo ellos conocen las claves del sistema. 700.000.000.000, ¿quién dijo que cero más cero es cero?. ¡Ignorantes!
Sefikill:Serial Financial Killers”, especie salvaje cubierta con traje y corbata que habitaba Wall Street y aledaños a comienzos del tercer milenio. Practicaban la antropofagia, jugaban vidas a la bolsa asfixiándolas en fondos de inversión volátiles, comían los restos en el centro del circo, entre cabezas caídas y valores alzados. Consta en la Gran Enciclopedia de Boedo que la palabra fue utilizada en primeras nupcias por José Muchnik, más conocido en esos lares como Josecito de la ferretería. El ideograma que permitió su rápida difusión universal fue creado por su amigo y cómplice Peter Tjebbes, quien ya se había destacado en la ilustración del Calendario Poético 2000. Podrán encontrar a continuación la copia fidedigna del correo dirigido en esa época a Mario Bellocchio, director del periódico “Desde Boedo”, que ha publicado por primera vez palabra e ideograma.

Buenos Aires, 6 de octubre del 2008
Querido Mario Bellocchio:
¿Qué podemos los poetas? ¿Qué podemos en este mundo? Reality Show Big Brother hasta la manija, no grites hermanito, este casting no es para nosotros. Sonría flores, llore leche, camine terciopelo, ¡no mire la cámara!, ¡fuera! Nos caímos del escenario, hermanito. ¿Qué podemos los poetas con toda esta impotencia?, toda la honestidad blanda inútil apelmasada, todo el amor atascado, barrera baja, huelga de luces. Disculpá, querido Mario, si estoy un poco confuso. Tratar de inventar palabras, lo único que podemos los poetas, pasarles removedor, decapar lenguajes, liberar poros para que vuelvan a respirar. Mundialización, liberalismo, capitalismo, comunismo..., palabras como camisas usadas que guardan su tufo rancio. ¿Cómo designar a legales asesinos que juegan vidas a la ruleta? En este momento un viejo cartonero arrastrando el carro, una niña vendiendo sexo, una madre vendiendo niña, un riñón en oferta... ¿Qué palabra para especuladores de vidas?, capitalistas sería un piropo, conozco empresarios decentes, que Carlitos Marx me dispense.

Luego de sacudir sesos, tirar dados y sílabas, juntar acentos y códigos, concluyo que la palabra Sefikill es la más apropiada para designar a estos seres. La misma deriva del inglés “Serial financial killers”. Su clasificación en la categoría de asesinos facilitará el proceso ante las cortes internacionales por crimen contra la humanidad. Como ya sabés, no soy partidario de la pena capital, me opongo a la tortura y a todo tipo de castigo corporal de los prisioneros. Al César lo que es del César, que paguen en cómodas cuotas el alquiler del calabozo.
Le he pedido a mi amigo Peter Tjebbes que conciba un ideograma apropiado para la difusión internacional de este vocablo. En consecuencia te dirijo la presente a fin de que sea publicada en “Desde Boedo”, dejando de este modo constancia para futuras generaciones.
Conociendo de antemano tu solidaridad con los poetas inútiles, utópicos y delirantes te envía un afectuoso saludo.
José Muchnik
(a) Josecito de la ferretería


A continuación describimos brevemente a los lectores del futuro lo sucedido en el mes de septiembre del año 2008 de la Era del Oprobio en un país llamado Estados Unidos, en esa época el más poderoso del planeta Tierra, gobernado por un incapaz cuyo nombre no pronuncio por las dudas. Como creían que Mercado era un Dios, o un Golem, o una fantástica criatura todopoderosa jugaban al Monopoly con cartas marcadas, bonos del tesoro, préstamos tramposos... Cuando la pobre gente no podía pagar, hipoteca ejecutada, váyase de su casita, es su turno, señor, ¿tampoco puede pagar?... así siguieron jugando hasta que Mercado dijo no soy Dios, ¡váyanse al carajo!, y comenzaron a caerse bancos, ilusiones y bolsas de valores, se derretían creencias y sacerdotes como verano de chocolate, la epidemia y el pánico se multiplicaban, el mundo estaba pendiente de la decisión de la Cámara de Representantes de USA que el dos de octubre de ese año aprobó el llamado plan Paulson, 700.000.000.000 de dólares fueron reinyectados en venas del sistema y bolsillos dudosos para que el juego continúe. Este cronista puede dar fe de lo sucedido hasta dicha fecha. No soy adicto a las profecías: ustedes, lectores del futuro, ya conocen el desenlace.




Los sin nombre
Sucede que despojarse de uno mismo, envolver la mirada hasta pintarla de piedra, se ha hecho rutinario.
Sucede que, varios metros bajo tierra, se derrumban y deambulan, se sulfatan, miles de cuerpos que se asumen transeúntes subterráneos y renuncian a su condición humana.
Sucede que esto sucede todas las mañanas. Instantes después de sonreír ante el café con leche, los sujetos desechan el predicado y se sumergen en la crónica rutina de sacar boleto. Con aletargada parsimonia bajan las escaleras sometiéndose al sonido oxidado de las vías. Sonido que no escuchan. Sonido que se inyecta a las venas de la mañana y les envenena el corazón, que no brinda pelea alguna y se adormece lentamente hasta mutar su latido en un murmullo.
Entonces, en ese preciso momento, los sujetos renuncian a su nombre. Se abandonan todos a una misma mueca que los avinagra lentamente. Se resguardan en sus máscaras con rostros deformes y lejanos.
Los sin nombre respiran silencio. Algunos, precavidos, desinfectan su estadía con música funcional que aminore el letargo. La llevan en el bolso o la cartera y ante el menor signo de espera, conectan la anestesia a sus oídos y se abandonan a soñar con otros pagos.
Otros —la gran e inmensa mayoría— se arropan bajo un muro cristalino, se destiñen hasta ahogarse en ellos mismos. Se desesperan por sentirse acompañados. Se despiertan solamente si se hace necesario.
El destino, pareciera, es la condena. Una meta que no llega a ningun lado. Un viaje repetido hasta el hartazgo.
Cada tanto hay quienes se rebelan. Algunos —una pequeña minoría— que expulsan el veneno y rompen sus cadenas. Destrozan con sonrisas el letargo de las vías. Se sacuden el polvo de la espera. Se transforman, alegremente, en sujetos inesperados. Por supuesto, los sin nombre los detestan.
Finalmente salen todos del ocaso subterráneo y se zambullen entre corbatas y memorandums. Se cuentan chistes de ocasión y se sonríen. Se hacen amables, corrientes y educados. Cuando el grillete aprieta el tobillo, contienen las ganas de gritar y van al baño. Muchas veces, mientras se lavan las manos, miran al espejo y le suplican que les devuelva algo. Al instante se recuerdan a sí mismos el peso del debe y el haber, y el miedo, a latigazos, les acobarda el llanto.
En los túneles los aguarda el retorno sediento de más dogma y obediencia.
Los sin nombre, pareciera, /nunca llegan a destino. /En el viaje y el silencio, /se han quedado en el camino.
Pablo Bellocchio




Plaza: el corte de las cintas
Y Boedo fue una fiesta… ¡Sí, compañeros!, se cambió la lucha por la fiesta, la desazón de tantas jornadas por la alegría que da el logro compartido, el encuentro, resultado de tantos desencuentros, la puesta en marcha de lo comunitario en contra de los intereses sectoriales y políticos; en una palabra, los vecinos junto a los vecinos, en comunidad, en comunión —diría el padre Carlos—, con un objetivo común: la Plaza para, por y de los vecinos. La tarea no terminó, incluso ahora se abre otro debate: el legal, pero este es el momento del disfrute de los que tanto lucharon por este proyecto y de los que ahora nos sumamos.
…Y la fiesta comenzó así:
La comisión llega a las 9.30 al predio, donde la gente del CGPC 5 les abre el portón de entrada (ya que no les dan las llaves con anterioridad). Los jóvenes de la juegoteca barren el lugar y acomodan los juegos para los chicos. Se organizan las mesas: la de la radio, la de venta de choripanes, con las parrillas, y la mesa de dulces (aporte de la Escuela E. P. Riviere y vecinos), también la que distribuye el diario del barrio y folletería. Desde la radio abierta transmiten información y la convocatoria a todos los vecinos, con música permanente. Desde un auto y con un altoparlante, (colaboración de la Iglesia Santa Cruz), se recorren las calles del barrio invitando a todos a concurrir, esta actividad la vienen realizando desde el día anterior.
Muy cerca de la entrada al predio, por donde se iba a cortar la cinta, algunos vecinos hacen un pozo, lo decoran con adoquines, para colocar un arbolito —símbolo de los futuros árboles que existirán en la plaza— que luego sacarán, para que la topadora no lo destruya. Los vecinos se acercan con ánimo festivo porque el proyecto de la plaza se está concretando.
Al momento de la inauguración salen del predio para cortar la cinta y volver a entrar juntos. Todos charlan, hacen consultas y compran cosas para comer.
Se registran fotográficamente algunos de los momentos más representativos de la fiesta.
Un vecino se acerca a nosotras que estábamos atendiendo la mesa de dulces y nos cuenta muy emocionado, lagrimeando, que hacía 50 años que vivía en el barrio y no podía creer que ese lugar se convertiría en una plaza; otra vecina pide la dirección de donde funciona la comisión para integrarse, otra se lamenta de no haber sabido antes de la actividad para colaborar con una torta.
Por la puerta pasa gente de tránsito haciendo boletas a los vecinos que participan de la fiesta; preocupados, entran y reclaman a los organizadores. La gente del CGP —que estaba en el predio controlando— soluciona el inconveniente.
Los chicos juegan, todos conversan y algunos bailan invitados por gauchos que representan a la provincia de Salta, cuyo ministro de Cultura lee por la radio abierta una reseña de Mariano Boedo, el prócer salteño, nombre que, elegido por los vecinos para denominar a la plaza, acaba de aprobar la Legislatura.
De la Parroquia Santa Cruz, el padre Carlos solicita que se firme una carta para que haya claridad en el INDEC.
El grupo de teatro “Callejeros” de Boedo Antiguo, realiza una representación teatral: “Oíd el grito”, mostrando momentos inolvidables de décadas pasadas y actuales.
A las 14.30 se entrega lo recaudado en nuestra mesa. Fin del encuadre, —previamente pautado con la comisión—, mientras se anuncia la muestra de cortometrajes a cargo de la Mutual Homero Manzi, a partir de las 15.

Palabras
Como vecinos del barrio e integrantes de la Escuela de Psicología Social Pichón Riviere vivimos los pormenores de este proceso que avanza a partir de que los vecinos toman en sus manos el tema de la Plaza de Boedo.
Comenzamos institucionalmente a asistir a las reuniones en el 2006 en el Club GON y nos encontramos con muchas caras conocidas, nos dimos cuenta de que habíamos compartido otros encuentros desde el 2000, por ejemplo: la incertidumbre y la necesidad de juntarnos. Asambleas y las primeras reuniones en la Martín Fierro, después en la escuela, las marchas de ida y vuelta a la Plaza de Mayo en el 2001, la lucha de los trabajadores de la fabrica Bruckman, las jornadas en la Santa Cruz, los encuentros de la Semana de Boedo, la radio de los sábados, los 24 de marzo con los diferentes homenajes, al mismo tiempo que se sumaba la lucha por el Hospital Francés .
O sea que la vecindad en nuestros barrios se viene gestando históricamente, y no puedo dejar de mencionar la Semana Trágica, yo pienso que el fuego de lucha de esos obreros es el que mantiene las brasas encendidas en nuestros barrios y nos salpican.
Hoy nos toca a nosotros ser protagonistas de este colectivo social, y ¡qué bueno es sentirse “parte de”!
Desde la Escuela y el Centro de Estudiantes participamos con diferentes equipos: en lo general, como otras instituciones, siendo una institución más de la Red de Cultura de Boedo. Y en lo particular y específico, nuestra participación en las entrevistas. Como psicólogos sociales son algunas de nuestras tareas. A través de esa entrevista gestada el año pasado muchos alumnos se sumaron a la propuesta y la acción tuvo efectos para todos: para nosotros que la llevamos a cabo y para los vecinos. Y fue una herramienta que sumó a todo lo hecho por la Comisión Todos por la Plaza. Verse con los vecinos cara a cara, en la calle, ocupando el lugar público que nos pertenece, y facilitando el poder expresarse y decir cómo quiere su plaza cada uno y como le gustaría nombrarla. Sabemos que el mail es rápido y operativo, pero tenemos que recordar que a veces es excluyente para muchos.
El 13 de septiembre la Plaza estaba afuera pero también adentro de la Escuela, porque en las aulas los que no pudimos ir contamos la experiencia comunitaria y compartimos la alegría de haber llegado a conseguir el objetivo. Con esfuerzo, muchos trámites de los cuales se ocuparon ustedes, reuniones, broncas, pero la cinta se cortó con emoción y cargó las pilas para lo que viene.
Celebramos con todos y cada uno —con algunos más y con otros menos— pero a través de una tarea en común fuimos construyendo vínculos que nos sostienen para seguir tomando en nuestras manos las necesidades del barrio.
Las experiencias comunitarias se van gestando cotidianamente y con el aporte de muchos actores, es un modelo de intervención instituyente donde los vecinos nos apropiamos del derecho que tenemos como tales. Pero eso es complicado: aceptar lo que otros deciden. Porque uno puede acordar en algunas cosas y diferir en muchas, porque tiene que escuchar la opinión de otros y aceptarla, y porque “cada uno es cada cual”. Entonces el encuentro semanal nos ayuda a tolerarnos en lo que uno es y lo que no es, en lo que puede hacer y en lo que no. Y vamos aprendiendo que la palabra de todos tiene valor y que el consenso fortalece y deja huella. Y nos permite darnos cuenta de que las cosas se pueden cambiar.
Por eso el 13 de septiembre, para simbolizarlo en un día, de la misma forma que se cortó la cinta y se plantó el árbol, es otra fecha que vamos a incluir en la larga lista de acciones, porque la Plaza es un camino en común del cual hemos aprendido todos y se transformó en un hecho social visible, concreto, posible.
O sea que como dicen los alumnos, los sueños son terrenales y hay que luchar por ellos .
Primera Escuela de Psicología Social Pichón Riviere




Informe Plaza
En la última reunión de la “Comisión Plaza” se presentaron los informes de los delegados y vecinos sobre trámites y Expedientes: Mario Bellocchio, Virginia Amestoy, Alberto Venturiello, Ildefonso Pereyra y Noemí Onetto, relataron las reuniones en el ROAC (Registro de Organizaciones de Acción Comunitaria) para formalizar la inscripción y las reuniones con los Legisladores por el tema que preocupa a esta comisión sobre el destino de los salones en el predio de la futura plaza y su uso para la comunidad.
Se reitera la discusión sobre si deberíamos exigir que se cumpla la ley pidiendo el 100% de verde o que se respeten las pautas de los vecinos en cuanto al destino comunitario de los salones. Se escucha fuertemente que los vecinos rechazan una futura oficina de turismo y más aun un asiento del GCPC5 en dichas futuras instalaciones.
Por tanto y luego de amplio debate se resuelve implementar las formas para que esos futuros salones queden bajo la administración vecinal.
Asimismo se deja constancia que se insistirá por los baños públicos en próximas acciones, como así también en la sugerencia de los vecinos sobre especies autóctonas en la futura plaza.
Los vecinos nos citamos nuevamente para intercambiar opiniones sobre el proyecto de uso de los salones en forma comunitaria.

PROXIMA REUNION DE LA “COMISION TODOS POR LA PLAZA DE BOEDO”: MIERCOLES 22 DE OCTUBRE A LAS 19.30 EN PAVON 3918 (CLUB GON)
Patricia Roselló




Fermín y el relojito de arena
Mi amigo Fermín tiene nueve años. Va a una escuela parroquial en Lanús junto a otros tantos hijos de clase media de la zona. Durante un tiempo practicó tenis, pero nunca lo entusiasmó demasiado. Como a tantos pibes en este presente tecnológico, cuesta despegarlo del televisor, la computadora y laplei; luego, es necesario que practique algún deporte. Por el lado de papá vino el tenis, pero triunfó el fútbol. Aunque últimamente se ha aventurado en la delantera y convertido varios goles en un partido, a Fermín le gusta el arco. Tuve oportunidad, en el patio del fondo de la casa de los abuelos maternos, de patearle muchos tiros sobre un arco con red de pared, postes de macetas y travesaño ausente. Fermín tiene reflejos; adivinaba la mayoría de las veces, disfrutaba del deporte: cara roja, transpiración y quería que le siguieran pateando.
Un día a la semana, dentro de los extras que ofrece la escuela, mi amigo va a fútbol. Pero transcurridos pocos encuentros futboleros, Fermín se encontró con un virus dentro de su nueva compu de cuero, y el disco rígido de la número cinco se desinfló como si hubiera caído en manos del peor de los vecinos, esos que nunca faltan en la memoria callejera de los barrios. Fue a jugar a la pelota con la camiseta de River y se encontró con varios índices acusadores; se equivocan si piensan que la mayoría de sus compañeros de fútbol eran de Boca: ocurrió que la expresión pegada a la mirada crítica apuntaba la siguiente línea: ¡Es trucha! Fermín volvió triste, acusado de tener lo que podía tener y se lo contó a la madre. La situación corrió por la familia; apareció el tío Claudio y le prestó una de River firmada por el equipo, uno de sus tesoros, y Fermín fue al frente con la nueva bandera. Entonces le respondió el número uno de los acusadores: Mi papá tiene una firmada por Francescoli. El reguero siguió corriendo familia adentro y un primo, Atilio, en una acción que lo distingue, le regaló a Fermín una camiseta original del club Chelsea del fútbol inglés. Y ahí fue Fermín contento, una vez más buscando, de alguna manera, ser aceptado por sus compañeros. La respuesta fue: Es usada.
Cuando Fermín viene a mi casa mira mis bibliotecas colmadas, espía en todos los rincones; es posible que mientras ve los libros piense que quizá por leer mucho me río poco (soy demasiado serio, no te equivocás, pero no por leer o escribir). En cada visita de Fermín se produce un vuelco en el tiempo. La ceremonia se repite desde la primera vez; descubrió sobre mi escritorio un relojito de arena, un juguete de madera y vidrio barato que Fermín se encarga cada vez de dar vuelta para que corra la falsa arena de un color celeste paliducho. Mira fijo la miniatura que guardo desde mi prehistoria.
Vuelco, giro, el relojito cada día, especialmente por las mañanas, una, dos, tres veces, las que sean necesarias para empujar el día o la vida; vuelco la arena hacia el otro mundo como aquelarre necesario en cada nueva luz; ¿por qué?, no sé, quizás en el fondo sean las ganas que tengo de que ciertas cuestiones cambien en el baile de este mundo.
Al enterarme del problema de Fermín pensé, de inmediato, en mi experiencia personal. Viví hasta los veintipico de años en Martín Coronado, una modesta localidad de la provincia de Buenos Aires. Tuve una infancia feliz, disfruté de una escuela primaria maravillosa, me encantaba estudiar, aprender; hijo de trabajadores, jamás me faltó nada, tuve cariño, ropa, comida, juguetes (los que se podían comprar, y si no se podía, ningún problema, no se podía: todavía tengo pendiente la pista de cochecitos, mi sueño), (sí, Fermín, también me regalaron muchos libros). Pero la historia se rompió un poco bastante con mi ingreso a la secundaria. Caminaba quince o veinte cuadras hasta el Bernardino Rivadavia de Ciudad Jardín, una zona pegadita a la base aérea de El Palomar. Desde el primer día fui “un negro” de Martín Coronado. Entre mis compañeros había hijos de militares, nuevos ricos, retoños de una clase media acomodada. Había también buena gente, pero eran los menos. Todo se cortaba por la apariencia y en eso la ropa se llevaba la frutilla de la torta. Donde principalmente quedaba expuesta la cuestión era en las clases de educación física: si no tenías las tres tiras, por ejemplo, no existías. Tampoco existías a la salida, cuando se sacaban el blazer y el guardapolvo para enseñar lo que había abajo, la marca que los hacía lindos y mejores. Jamás fui aceptado, hice amistad con el grupo de ignorados que venían desde los países limítrofes, es decir, de aquellos lugares que existían fuera de Ciudad Jardín, y con algunos habitantes de la ciudadela que eran distintos, con otra formación para la vida. En esta época maravillosa de mi adolescencia (todavía dudo cuando hablo de la colimba, ¿habrá sido más terrible que la secundaria?) apareció también Clarita Di Nisio, profesora de castellano y literatura; gracias a ella pude tranquilamente no haber escrito una línea en mi vida (tan grandes sus bondades pedagógicas), ella terminó de quebrar mi amor por el estudio, ella y el sistema de repetición sin sentido (y yo no tengo plumas ni digo “la papa”, ¿no te parece, Fermín?). Fue en el mismo ámbito donde recibía los mayores desprecios donde encontré mi manera de hacer justicia (popular, se entiende). Jugaba bastante bien al fútbol y entonces ahí, en ese único momento, yo tenía identidad. Me querían en los equipos, les servía, y aceptaba gustoso. Desde el principio elegí jugar de cuatro, en la defensa, nada más que por frenar a los héroes de las marcas, obvio, casi todos tenían que ser habilidosos y delanteros. Mi puesto de defensor me permitió revolcar a más de uno; no debería haber sido así, digo hoy, pero fue; no siempre iba a la pelota, iba a la pierna: por impotencia, por bronca, por primera sangre, y porque yo no venía de una casa donde enseñaban a despreciar al otro porque tenía menos que uno. Mis compañeros de equipo en el barrio, en el club 12 de Octubre, muchos, vivían en la villa miseria que había a la vuelta de mi casa. Claro que quizás, en esos tiempos, alcanzaba con tener un buen ejemplo en casa. Claro que en esos tiempos los pibes no eran los consumidores diplomados de este mundo globalizado. Hice justicia también con Di Nisio: amo la literatura y escribo.
A la vista queda el cambio, la discriminación sufrida por Fermín es la misma que sufrí yo. Tanto Fermín como yo tuvimos y tenemos lo que podemos tener, el tema es que él lo vive desde la primaria. A él no le enseñan en la casa a discriminar, pero en la sociedad globalizada (una efectiva globalización de la miseria y de las miserias humanas), los pibes terminaron siendo tan consumidores como los padres. Son los pibes los que piden llevar a la escuela el teléfono celular sin tener una necesidad real, los que quieren llevar el mp3, los que quieren la marca, los que dicen en voz alta el nombre del lugar maravilloso al que se van de vacaciones, y no vale la pena seguir con el listado; los pibes, en definitiva, hacen lo que sus padres: tu valor como persona está en relación a tu sustento material. En esta sociedad la primera discriminación es económica, después entran las otras: sos gordo, tenés un problemita sexual, venís de Paraguay o de Marte. El hombre termina apuntando a una sola ecuación económica donde no queda lugar para las verdaderas bondades humanas. Y si los pibes terminan perdiéndose lo que realmente importa, estamos condenados. Está establecido que alguien es exitoso o sólo puede ser feliz si tiene dinero, y el maná hay que conseguirlo a como dé lugar. Hoy no cotiza la amistad, vale el interés; solidaridad, ¿para qué?, el simple hecho de dar una mano, de ayudar, desde chico, a la madre o al padre, va quedando de lado en la corrida. Importa la computadora, seguro, importa estar atento a la época, desde ya, pero sin dejar de ser humanos.
Si un grupo de pibes va a jugar a la pelota y lo primero que ocurre es que se miran las marcas de la ropa, hay algo que no está funcionando bien. Hay pibes que acusan al otro por no tener, lástima por ellos porque quedan al margen del compañerismo; hay pibes que no apuntan a nadie y solo quieren jugar, lástima porque ellos también pierden cuando sólo querían ser aceptados. De alguna manera necesitamos ser aceptados como personas, repito, como personas, no como sociedad unipersonal de lucro y apariencia.
Escribo por impulso, no descubro nada, la situación es conocida. Me pregunto por los maestros en las escuelas, me pregunto por los padres de tantos pibes (¿dónde están, muchachos?) que sólo sueñan con la riqueza para exhibirla frente al que podría ser su amigo; qué nos queda si a esta globalización miserable de los valores no se le opone una resistencia. Hay que hacer justicia, no la que hacía yo pegando una patada, hablo de la justicia a través del diálogo en todos los lugares donde la palabra pueda llegar a los pibes, para que no sean una marca, para que no terminen embobados mirando culos y tetas por tv éxito, para que mañana puedan ser hombres que tengan un puñado de verdades, esas que los definan como personas; sólo entregándoles herramientas podrán saber por dónde pasa el mundo de los seres humanos, todos necesitan saber que la vida de las personas debe ser digna, adentro y afuera; de lo contrario, solo habrán sido un número que hizo números. Los pibes son víctimas, a ellos les venden, a ellos los compran, y necesitan una señal; en realidad, todos necesitamos esa señal.
Fermín sigue en fútbol, aprende sobre posibles momentos amargos de la vida y a atajar penales; y yo me río poco, por ahí por culpa de la secundaria, de la colimba y de este mundo que poco o nada me gusta.
Fermín y yo damos vuelta el relojito de arena, quizá buscando un pase mágico, algo de literatura de la resistencia que no pueda controlar Clarita Di Nisio, que haga justo y feliz nuestro tiempo.
Edgardo Lois




POEMA
A un buzón de un barrio céntrico

Viejo amigo buzón, petizo y ñato,
me inspirás compasión
clavado en la pared. Lugar ingrato
para tu ministerio de buzón.

Me imagino el dolor y la tortura
de nutrirte con cartas comerciales,
catálogos, facturas, memoriales...
¡Qué opinarás de la literatura!

Buzón hermano: Yo en verdad te digo
que tengo el más cristiano y puro móvil:
cuando venga el cartero en automóvil
y te meta la llave en el ombligo
y te cambie el estómago de trapo,
le gritaré: ¡Cartero, por favor,
lléveselo al suburbio, que su boca de sapo
no conoce las mieles de las cartas de amor!...

Gustavo Riccio




EDITORIAL
Espacio verde
Un domingo de sol es un par de brazos abiertos al goce de la vida. Aunque no lo veamos el sol siempre está se transforma en lírica conformista cuando lo podemos disfrutar en plenitud. Y si el domingo, compensador de jornadas laboriosas, lo ofrece generoso, basta con un pequeño espacio verde como entorno para sentirse pleno y gozoso a distancia sideral de los vaivenes de la timba financiera mundial.
Directorio y Lacarra, Parque Avellaneda. La vereda de la confitería de la esquina, un café posalmuerzo y la distendida mirada hacia los árboles –algunos centenarios– que enmarcan un Watteau porteño.
La concurrencia toma un crescendo que alimenta la sobremesa. Algunos eligen el paso previo por la feria polirrubro del entorno. Tan variada como los paseantes: sol@s, acompañad@s o familieros; humildes o con jogging de marca; rubios, castaños o morochos; todos conviviendo en la travesía sin estela por los prolijos senderos de granza roja.
Los canteros lucen prolijos y en los caminos destella el filtro de un pucho solitario que se le cayó a algún descuidado. Más allá, en la periferia, la desprolijidad de un detalle corrobora que estamos en la ciudad de Buenos Aires. Y el feliz trencito de mi infancia tiene un parate que me decepciona: suspendido hasta nuevo aviso. No se dice por qué.
La Casona de los Olivera afina los últimos detalles para quedar tan resplandeciente como cuando se creó, o aún más. Y su resplandor actual mucho tiene que ver con su vida interior. Porque, contrariamente a su origen de satisfacción para pocos y privilegiados, ahora tiene un extenso programa cultural de goce irrestricto y masivo.
Llevado por mi ansiedad de plaza para Boedo me lanzo a la búsqueda de culpables de estos logros: “Unidad Ambiental y de Gestión Parque Avellaneda”, “Mesa de Trabajo y Consenso, Vecinos más Gobierno”, y a continuación: “Programa Ambiental Dirección General de Espacios Verdes”; queda poco para explicar. Más allá, un bellísimo lugar al aire libre cobija un escenario y espectáculos artísticos que privilegian a los únicos privilegiados, sin desdén de goce para los mayores. La pileta de natación luce, remozada, su excepcional diseño arquitectónico con su inmensa puerta de cobre y bronce.
Un banco de madera me convoca al descanso de la extensa recorrida. La brisa y la sombra de los jacarandaes maduran viejos sueños boedenses de la conquista de un espacio que recree, en pequeña escala, este paraíso porteño.
Lo siento al alcance de la mano. Los habitantes de este desverdizado rincón porteño estamos en vísperas de empezar a construirlo.
Mario Bellocchio




VER, LEER Y ESCUCHAR
Espacio de crítica literaria, teatral y de ediciones musicales

LA POESIA OPACA
Fernando Kofman
Ediciones Recovecos, Córdoba, 2008.


Kofman, partiendo de la célebre frase de Adorno que afirma que “después de Auschwitz la poesía no es posible”, postula una negación tanto de las imágenes bellas como de la expansión sentimental del poeta. Se elimina, así, toda aspiración a lo sublime, al lirismo extremo y a la luminosidad, porque esos conceptos pueden “devenir en ideología”. Y sostiene que “Otra instancia de la opacidad poética es que desacraliza el mundo, y muestra que ese supuesto objeto literario bello es mercancía y como mercancía se interroga”. Y en este ensayo elige a tres autores argentinos para ejemplificar su pensamiento.
Andrea Gagliardi (1960) trabaja en “Profesora perfectil” una suerte de narración humorista, ya que, si se yuxtaponen sus versos, se estaría ante un cuento: es lo que Kofman llama “la expresión seca”.
De Santiago Espel (1960) presenta “El espasmo”, que aporta un ritmo sostenido e imágenes sin ornatos que convocan al absurdo para “cruzar lo político sobre el discurso poético”.
A su vez, David Birenbaum (1960) apunta al autoritarismo cotidiano que parece haberse encarnado en nuestra sociedad (“Zavaleta el del eclipse/ ha descubierto que el fascismo es fascinante”).
Son excepcionales la composición y el diseño creativo de las ilustraciones de tapa e interior de Inés Bonnet, que terminan de redondear un libro recomendable por su calidad y su planteo original. (G.C.)


BARRIOLOGIA Y DIVERSIDAD CULTURAL
Angel O. Prignano
Ediciones Ciccus, Buenos Aires, 2008.


El amor por un barrio, por sus cosas y por los recuerdos sustanciales que le están adheridos, ha madurado en el autor hasta constituir un profundo afán por conocer y saborear todos los barrios y, por esa vía, a Buenos Aires en su conjunto, tomada la ciudad como épitome de una actitud particular y trascendente de la vida. Ese es, en resumen, el sentido de la “barriología”, tal como la entiende Prignano, acreditado historiador cuyo sentimiento nació en Flores Sur pero se ha extendido ahora a todos los extremos en que es reconocible la condición porteña, y también a todos aquellos rastros que la “petite histoire” deja como claves útiles para franquear aspectos de la aventura humana. Quiso conocer los bordes de su barrio y, andando el tiempo, por ese camino arribó al rigor y a las satisfacciones que brinda la investigación del pasado, la tenaz compilación de datos y la interminable compulsa de testimonios y archivos. En ese punto el libro, que es en sí una exposición y apología de la labor y de los logros de quienes bucean en las antigüedades zonales de Buenos Aires, se convierte asimismo en las subjetivas memorias de un barriólogo, de un caminador enamorado de calles, de parajes, de tradiciones, de alguien que ha encontrado su destino sentimental en el trabajo de preservar ayeres entrañables. En lo ideológico es por demás interesante el fino matiz con que Prignano contrapone el afán identitario, connatural a este tipo de investigaciones, a la necesidad de exaltar la diversidad enriquecedora: distintos barrios entrañan, de por sí, gente diversa, costumbres disímiles, orígenes variados y épocas también divergentes. La suma afectiva y comprensiva de esas diferencias es la que establece la unidad sustancial del todo. ( F. S. Z.)


ESPAÑA Y LA MEMORIA PERDIDA
Alberto Portas Gómez
Ediciones Centro Betanzos, Buenos Aires, 2007


Un libro que documentadamente aporta una luz brillante y esclarecedora acerca de la Guerra Civil Española (1936-1939), tan absurda y dolorosa como todas las guerras motivadas por la voracidad al servicio de mezquindades económicas.
España (1931): mediante el legítimo voto popular decide constituirse en República.
En 1936 un oscuro y nefasto personaje -Francisco Franco Bahamonde- desde el sometido Marruecos colonial, encabeza un movimiento ilegal que desangra a España durante tres años enfrentando a hermanos y con un horroroso saldo de muerte y dolor.
Luego del triunfo de los insurrectos ilegales, seguirían casi cuarenta años de oscurantismo y represión. Todo esto ya es historia sabida. ¿Cómo fue posible tanto dolor y enfrentamiento fratricida? Sería ingenuo pensar que la cosa termina tristemente en 1939. No sólo no termina ese año sino que tampoco comienza en 1936 con una mera rebeldía encabezada por Franco.
Portas Gómez bucea en testimonios y documentos donde muestra el trabajo de marionetistas y ocultos tejedores que tras fachadas democráticas, y en las sombras del poder económico de las potencias mundiales, apoyaron, apañaron y hasta crearon el conflicto. Empresas internacionales, diplomáticos, y toda una galería de cómplices alimentaron, sostuvieron y enarbolaron hipócritas banderas. La investigación del autor brinda un pormenorizado cuadro de la situación mundial de la España de 1936, entre las dos guerras mundiales. Hay en el libro un tratamiento muy prudente frente a la oscuridad de ciertos episodios relevantes en el período histórico de los hechos. Por ejemplo, la figura de Manuel Azaña, la desaparición de Andrés Nin, la sospechosa actuación del escritor Arthur Koestler y de otras figuras relevantes.
El coronel Francisco Galán, protagonista de los hechos y uno de los jefes del Quinto Regimiento mantuvo conversaciones con el autor acerca de toda la contienda, y sus palabras son elocuentes y nos introducen de lleno en el tema tratado: Algún día habrá que reparar seriamente y sin prejuicios de ningún tipo, en las causas que transformaron una sublevación [la de Franco] que entre españoles hubiésemos sofocado en un par de semanas, en una guerra prolongada y cruel, que los centros de poder mundial toleraron, regularon en su desarrollo, su desenlace, y la feroz dictadura que marcó nuestra posguerra. En síntesis: un trabajo serio y documentado que arroja mucha luz sobre esta tragedia y asimismo señala caminos y puertas para proseguir con la investigación que todavía tiene zonas oscuras. (O.C.M.)




CULTURA GRATUITA
Guía de actividades culturales barriales que no requieren erogación alguna




TINTA ROJA EN EL GRIS DEL AYER
Mario Bellocchio

presenta su muestra fotográfica con intervención de arte digital

MUSEO DE LA CIUDAD SALA QUERUBINES (Defensa 223)
(HASTA EL 2 DE NOVIEMBRE de 11 a 19, INCLUSIVE FERIADOS)
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MUSEO MONTE DE PIEDAD
(Boedo 870, 2º piso por escalera)
Tel.: 4 931-8204/ 4 931-1605; Fax: 4 932-4680,
E-mail: museo@bancociudad.com.ar
HORARIOS DE VISITA AL MUSEO: Lunes, miércoles y viernes de 10 a 17.
Martes y jueves 10 a 20. VISITAS GRUPALES: concertarlas telefónicamente.

La noche de los museos - 15 de noviembre 2008
Programa de actividades.
19 hs: video “5 años de museo” guía convencional
19.30: espacio de narraciones literarias
20 hs: “viví el museo” teatralizacíon del recorrido histórico
21 hs: concierto de música popular
22 hs: coro del banco ciudad
23 y 24 hs: “viví el museo” teatralizacíon del recorrido histórico
01 hs: concierto de música popular
1:30: video “5 años de museo” guía convencional
En el auditorio: muestra colectiva de arte: artistas plásticos premiados en concursos organizados por el banco ciudad, que actualmente integran su patrimonio.

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SEMANA DE LOS MUSEOS de Buenos Aires
Del 6 al 12 de octubre con entrada gratuita

La Subsecretaría de Patrimonio Cultural, a través de la Dirección General de Museos, celebra el 6 de octubre - Día de los Museos del Gobierno de la Ciudad, presentando del lunes 6 al domingo 12 de octubre la Semana de los Museos de Buenos Aires
Museos: Casa Carlos Gardel, de Arte Español Enrique Larreta, de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, de Arte Popular José Hernández, de Arte Moderno de Buenos Aires, de Artes Plásticas Eduardo Sívori, de Esculturas Luis Perlotti, de la Ciudad, del Cine Pablo C. Ducrós Hicken, Histórico de Buenos Aires Cornelio de Saavedra y el Centro de Museos de Buenos Aires, sede de esta Dirección. La entrada a los museos durante esta semana será libre y gratuita.

Además de las múltiples actividades que el público podrá disfrutar en los museos (cine, música, teatro, visitas guiadas, etc.), durante la Semana se inaugurarán varias muestras destacadas:
*Josef Sudek, fotografías. Colecciones de la Galería Moravia de Brno (Rep. Checa). En el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, Suipacha 1422. Inaugura el martes 7 de octubre a las 19:00.
*Joyas del rock. Exposición colectiva del grupo Huella digital.Museo de Arte Popular José Hernández, Av. del Libertador 2373. Artesanos urbanos, en el marco del Programa PAr. Inaug. el miércoles 8 de octubre a las 19:00.
*Esculturas en el Jardín XVII. En el Museo de Arte Español Enrique Larreta, Av. Juramento 2291. Inaugura el sábado 11 de octubre a las 12:00.
*Antonio Pujía: Homenaje a la Eterna Mujer. Retrospectiva. En el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, Av. Infanta Isabel 555 - frente al puente del Rosedal. Inaugura el sábado 11 de octubre a las 12:00.
Los Museos invitan a los vecinos de la Ciudad a valorar su patrimonio personal. Jornada sobre Tasación, se realizará el sábado 11/10 de 11 a 16
Más información sobre la programación de Museos de Buenos Aires en http://www.museos.buenosaires.gov.ar/
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CINE GRATUITO EN LA LEGISLATURA
Subsecretaría de Patrimonio Cultural - Dirección General de Museos -
Museo del Cine “Pablo C. Ducrós Hicken”

Se presenta los martes a las 18.30 hs en el Salón San Martín del Palacio Legislativo (Perú 160) con entrada libre y gratuita.

21 de Octubre: “Oro nazi en la Argentina” (Dir. Rolo Pereyra)
28 de Octubre: “La TV y yo” (Dir. Andrés Di Tella)
JOVENES DIRECTORES
4 de Noviembre: “El amor (primera parte)” (Dir. Fadel, Mauregui, Mitre, Schnitman)
11 de Noviembre: “Nadar solo” (Dir. Ezequiel Acuña)
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DOMINGOS DE CINE EN EL C. C. RECOLETA
Organizado por el Museo del Cine “Pablo C. Ducrós Hicken” y el Centro Cultural Recoleta
todos los domingos de junio a noviembre se desarrollarán tres encuentros con el cine.
Entrada gratuita.

OCTUBRE: (Domingos 5-12-26)
NOVIEMBRE (Domingos 2-9-16-23-30)

A LAS 14.30: CICLO FRANKENSTEIN vs. EL HOMBRE LOBO, 2 films del Hombre Lobo y 1 de Frankenstein
A LAS 16.30: TRAYECTORIA BAFICI, los premios al cine argentino del Festival de Cine Independiente.
A LAS 18.30: ELEGIDO POR (películas programadas por RUBEN SCHUMACHER en septiembre. Octubre por ERNESTO SABATO)
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PROGRAMACION DE BARES NOTABLES
Informes: programacionbaresnotables@buenosaires .gov.ar

ESQUINA HOMERO MANZI Av. San Juan y Av. Boedo LILIANA CASINNI -
Tango Viernes 17 y 24 de Octubre - 18:30 hs

CONFITERIA DEL HOTEL CASTELAR Av. De Mayo 1148/52 DUO LEW - D´ATTELLIS - Folklore Sábado 18 y 25 de Octubre - 19:30 hs

BARBARO - Tres Sargentos 415 MANTECA! - Jazz Sábados 25 de Octubre - 23:00 hs

ENTRADA LIBRE. NO SE COBRA DERECHO A SHOW -
ENTRADA SUJETA A LA CAPACIDAD DEL LOCAL
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CINE AL SUR y CAFÉ DE LA CULTURA CINE:
TODOS LOS JUEVES
A LAS 20:30 HS. Cine documental con contenido histórico, político, social y cultural. Asoc. Mutual Homero Manzi. Av. Belgrano 3540 - Tel.: 4 932-3940

CAFÉ DE LA CULTURA POPULAR
Miércoles 15/10 - 20 hs. "Los Malditos" y la Cultura. Panelista: Norberto Galasso.
Miércoles 22/10 - 20 hs. Homero Manzi en la Bisagra de la Historia. Panelista: Leonardo Nápoli. Miércoles 29/10 20 hs. Arte y Política. Panelista: Alberto "Paco" Fernández de Rosa.

Sábado 11 de octubre - 16 hs.Taller de construcción de "fantasías" y "cabezudos" del Carnaval. Tallerista: Juan P. Martínez Rabal.
Sábado 18 de octubre - 16 hs. Taller de baile, bombo Tallerista: Gallego Rubén Espiña.
Sábado 18 de octubre - 22 hs. Recital del Tata Cedrón .
Miércoles 5 de noviembre - 20 hs. La Canción Militante. Panelista: Ignacio Copani
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BARRIO PARQUE CHACABUCO
PRIMERA JORNADA DE HISTORIA
Organizada en conmemoración del 25º aniversario de su creación (el 11 de noviembre de 1983), la Junta de Estudios Históricos del Barrio Parque Chacabuco.

Se desarrollará el 8 de noviembre de 2008, de 9 a 16, en el Salón Perboyre del Santuario Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa, Av. Asamblea 1571. Dirigida a todos los vecinos y no vecinos, historiadores o no, con el objetivo de fomentar la investigación y producción en el campo de la historia barrial
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ACTIVIDADES GRATUITAS en ALIARSE
Dean Funes 1075 - 4 931-9293
Aliarse para Educación (Conciencias Líderes Creativas)

Invita a Grupo de Estudio para desarrollar Herramientas Bio-inteligentes (Pedagogía 3000).
En el marco de Educación Holística y Sistémica es posible (Padres-docentes)
Miércoles 13 a 15 y Viernes de 18:30 a 20:30

Proyección de película "Evolución Indigo"-Viernes 31 de Octubre 18:30 hs.
Confirmar asistencia 4 931-9293 o (15)- 5661 3363
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CONGRESO ARGENTINO DE CULTURA
y la Red de Cultura de Boedo
Organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, el Ente Cultural de Tucumán, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y las áreas de cultura provinciales, se realizará,Cultural de Tucumán, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y las áreas de cultura provinciales,
se realizará, entre el 16 y el 19 de octubre, el Segundo Congreso Argentino de Cultura, que tendrá su sede en San Miguel de Tucumán.

Sobre el eje “Cultura y desarrollo”, el congreso abordará temáticas tales como “Las relaciones entre cultura y desarrollo”, “Cultura y economía”, “La identidad nacional y los procesos de desarrollo”, “Diversidad cultural y derecho a la cultura”, y “Cultura y comunicación. Las industrias culturales, y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)”.

Todos los ciudadanos podrán inscribirse en forma gratuita hasta el 16 de septiembre en www.congresodecultura.org.ar y en las sedes de los organismos de Cultura provinciales.
La Red de Cultura Boedo participará como expositora del banco de experiencias que consistirá en una muestra de fotografía y textos referidos a la experiencia de constitución y desarrollo de la RED.
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CONGRESO INTERNACIONAL de Patrimonio urbano y normativa local
En el marco del Congreso, el día jueves 30 de Octubre de 2008, en la Sala C del Complejo Cultural San Martín, se desarrollará un taller donde podremos volcar nuestras experiencias, las que luego se incluirán en una publicación posterior de la Dirección de Patrimonio Urbano.
Las acreditaciones comenzarán a partir de las 9 horas, dándose inicio a las 9.30 horas a la actividad, que tendrá como cierre un lunch en el horario del mediodía.
Para quienes venimos reclamando históricamente que las políticas oficiales tengan en cuenta nuestras experiencias como modelos a imitar, tenemos en este espacio un hito donde marcar un camino a seguir; no lo desaprovechemos.
Moderador: Ing. Manuel Vila (Presidente del Foro de la Memoria de Parque de los Patricios, Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Parque de Los Patricios, Consejero del Plan Urbano Ambiental)
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BARRIOS PORTEÑOS ABREN SUS PUERTAS
Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico

JUEVES 30 DE OCTUBRE.
11:00 HS. DIÁLOGO CON LA ARTISTA PLÁSTICA VENERANA (RITA) MARCHIONE Encuentro: Cosquín 111. Liniers. Coordinan: Nelly Pareja y Horacio Spinetto
15:30 HS. CAPILLA Ntra. Sra. DE LAS FLORES. LUJAN PORTEÑO (síntesis de dos templos demolidos) Encuentro: Av. Lacarra y Av. Directorio - Parque Avellaneda. Coordinan: Juan Carlos Arias Divito, Lidia Yadarola y Pablo Vinci
17:30 HS. DIALOGO CON EL PINTOR MIGUEL D’ARIENZO EN EL BAR OVIEDO (CAFÉ NOTABLE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES) Encuentro: Av. Lisandro de la Torre y Av. de los Corrales Mataderos. Coordinan: Miguel D’Arienzo, Horacio Spinetto y Silvia Sasarini

VIERNES 31 DE OCTUBRE
9:00 HS. OBSERVATORIO METEOLÓGICO VILLA ORTUZAR. Encuentro: Av. de los Constituyentes y Av. F. Beiró ? Villa Ortúzar. Coordinan: Mabel Roelants y Pablo Vinci
11:00 HS. PANADERIA L´ÉPI (La panadería del programa del canal ELGOURMET.COM de Bruno y Olivier)Encuentro: Roseti 1769 Villa Ortuzar. Coordinan: Bruno Gillot, Olivier Hanocq y Lidia Yadarola
15:30 HS. CEMENTERIO BRITÁNICO. Encuentro: Av. Elcano 4568 - Chacarita. Coordinan: Sr. Eduardo Kesting y Silvia Sasarini
18:00 HS. DIALOGO CON EL PINTOR ROBERTO DEL VILLANO. Encuentro: Loyola 546 ? Villa Crespo. Coordinan: Roberto del Villano y Horacio Spinetto

VISITAS PERMANENTES
AGRONOMÍA:Último sábado de cada mes a las 10:00 hs. Tinogasta y Av. San Martín. Coordina: Mabel Roelants. Consultas 4521-7284
MATADEROS:Ultimo sábado de cada mes 16:00 hs. Parque J.B.Alberdi - Administración de los Mataderos. Bar Oviedo (Ex Bar de los Payadores) - Plaza Fernando Ghio. Mirador Salaberry. Coordina: Mus. Zulema Cañas Chaure. Consultas 15-3146-2393 - 4687-7771
PARQUE CHAS: Último sábado de cada mes a las 11:00 hs. Av. de los Incas y Av. Triunvirato. Coordina Magdalena Eggers. Consultas 4522-9321
CABALLITO: Parque Rivadavia junto al monumento a S. Bolívar. El Parque Rivadavia y su entorno. Plaza Primera Junta frente al monumento a Azcuénaga. Plaza Primera Junta, su entorno y el Tranvía. Coordinan: Marina Bussio y Héctor Núñez Castro. Consultas 4988-9908
SAN NICOLÁS: Asociación Unione e Benevolenza. Último miércoles de cada mes. Juan D. Perón 1362. Coordina: María Paiella. Consultas 4383-8890
Programa Los Barrios Porteños abren sus puertas. Coord.: Arq. Horacio Spinetto Lidia Yadarola / Silvia Sasarini / Pablo Vinci
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Ciclo Cultural en la UTN
Entrada libre y gratuita.
Más información: Secretaría de Cultura y Extensión Universitaria
Medrano 951 - 2do. Piso Teléfono: 4867-7601
e-mail: cultura@sceu.frba.utn.edu.ar

BUENOS AIRES CROSS OVER ORQUESTA miércoles 8 de octubre. 19 horas - Aula Magna
Medrano 951
BANDA SINFÓNICA DE LA CIUDAD DE BS. AS viernes 10 de octubre. 19 horas - Aula Magna
Medrano 951
BANDA SINFÓNICA NACIONAL DE CIEGOS miércoles 15 de octubre. 19 horas - Aula Magna
Medrano 951
CORO Y CAMERATA FRBA-UTN viernes 17 de octubre. 20,30 horas - Campus
Mozart 2300
FENIX JAZZ BAND Y JAZZ SESSION jueves 23 de octubre. 20,30 horas - Aula Magna
Medrano 951
CORO Y CAMERATA FRBA-UTN viernes 24 de octubre. 20,30 horas - Aula Magna
Medrano 951




EL POEMA DE JUAN VEDERA

UNA mezcla de bronca y mucha pena
me produce esa pobre muchachada
que se deja engrupir por las giladas
que los yonis exportan, o envenenan.

Deliran como locos los melones
si hace ruido un tarado madeinusa,
el mate sigue virgo, no se usa
más que para copiar a esos cabrones.

¿Cuándo se avivarán que están lamiendo
la mano que los faja y los afana,
que les están vaciando los marotes?

¿Es que no hay otra juventú peleando,
a la que no se engrupa con macanas
y que arme finalmente el despelote?

Juan Vedera




Colaboran en este número:
Pablo Bellocchio, Leonardo Busquet, Germán Cáceres, Escuela de Psicología Social Pichón Riviere, Claudia Ferrentino, Edgardo Lois, Mónica López Ocón, Otto Carlos Miller, José Muchnik, Patricia Roselló, Diego Ruiz, Fernando Sánchez Zinny, Juan Vedera