10.8.09



Nº 88
Agosto de 2009

La plaza Mariano Boedo. Estado de las obras. La demolición de la Estación Vail vista desde la torre de Loria 1020 (agradecemos al consorcio) y desde el interior del predio. Se observan: la ausencia de escombros —ya retirados del lugar— y el desguace de las cabriadas. Aunque los tiempos del cartel de obra —30 días— ya han sido ampliamente superados, la prolijidad del trabajo alienta las expectativas.


  • Nuestra semana en el mes de la primavera

  • La plaza: El locro del 22 y el seguimiento de obra. Patricia Roselló

  • Falcón / Palacios. Leonardo Busquet indaga sobre las coincidencias no casuales entre dos jefes de policía llegados al máximo cargo en la ciudad.

  • El “Pacará de Segurola” Pacará histórico, a cuya sombra vacunaba a este vecindario el Deán Dr. Saturnino Segurola . Mauro A. Fernández. La muestra sobre “el pacará”. La artista María Herrada y su grupo “A Raíz del Arbol”

  • Editorial - Forme fila – Colas a la intemperie en plena pandemia. Mario Bellocchio

  • Ciriaco Cuitiño, entre la Concepción, San Telmo y Boedo. Diego Ruiz callejea historia

  • Mi noche triste – Penas de tiempos y fútbol - Roberto Díaz

  • El monumento a Carlos María de Alvear . La Buenos Aires artística puede enorgullecerse de este monumento, más allá de lo que podamos opinar del hombre homenajeado. Miguel Ruffo

  • ¿Quién limpia las canaletas...? ¿quién se ocupa de la limpieza de las extensas canaletas instaladas en la reforma de las veredas de Boedo? Horacio Cafferata

  • Transmisión de la memoria. Me acuerdo sobre todo, de ellos, de los que se fueron con la memoria aún tierna. José Muchnik

  • Marte “lunático” - Lo que Internet te da, la Web te lo quita. ¡Dos lunas el 27 de agosto!. Mario Bellocchio

  • Guía de Buenos Aires (una ficción). Desde que conozco el trabajo fotográfico de Eduardo Noriega juego a imaginar un libro con sus fotos y mis textos. Edgardo Lois

  • El ángel de “los Santos”. La partida de Angel Spadafore, tan centenario como “El Ciclón”, Eduardo Semán

  • POEMA - Plaza Rodríguez Peña de Carlos Penelas

  • VER, LEER Y ESCUCHAR - Crítica literaria, teatral y discográfica de producciones que no cuentan con el gran circuito de difusión

  • CULTURA GRATUITA - Guía de actividades culturales barriales que no requieren erogación alguna


Nuestra semana en el mes de la primavera
En plena reorganización, se está reestructurando la Semana de Boedo suspendida en su tradicional formato invernal por las razones que detallamos ampliamente en nuestro número anterior. DESDE BOEDO adelantará su edición de septiembre para estar presente en la jornada del domingo 6 brindando una amplia información de la fiesta barrial con una completa grilla de las actividades de cada institución.




La plaza Mariano Boedo
El locro del 22

El sábado 22 de agosto, de 11 a 15, frente al predio, sobre la esquina de Carlos Calvo y Loria, la Comisión Plaza convoca al vecindario a una reunión en la que, en medio del clima festivo centralizado por el locro y las actividades que se desarrollarán, se aprovechará la oportunidad para difundir de qué modo el Ecomuseo Participativo se integrará con el aporte de los vecinos.
Entre las actividades propuestas, se invita a que los concurrentes traigan objetos o relatos cuya historia podrán exponer en la radio abierta del evento, saquen fotos digitales de la obra para subir al blog de la plaza, rememoren viejos juegos infantiles como el balero y la rayuela, o propongan otros ...y los pongan en práctica, participen en el teatro callejero, el taller de folclore, o dibujo y pintura.




Seguimiento de obra
Después de largos cabildeos, comenzaron las obras de demolición de cuyo progreso el informe gráfico habla por sí solo. En la última reunión de la Comisión Plaza, se abordaron los temas que se detallan:
• Se hallan en etapa de definición los trámites para la inscripción de la Comisión en la IGJ (Inspección General de Justicia).
• Se informa que apareció el expediente expropiatorio que se hallaba extraviado. Se toman fotos del mismo para su análisis y se averigua sobre la escrituración del predio.
• Se indaga sobre la licitación de construcción y se reitera el pedido de reunión con Planeamiento (Arq. Ortemberg) a fin de insistir sobre los retoques al proyecto original que incluyen temas como: qué se hará con la base de hormigón que se anuncia como aprovechable, la profundidad de la excavación donde se siembre arboleda y cómo se procederá con los tanques de combustible subterráneos.
• Adicionalmente retomaremos el tema de la licitación del edificio a preservar y nuestro proyecto de ecomuseo participativo barrial Nº-315 presentado el 21-4-2009 por la “Asociación Cultural Ambiental Todos por la Plaza de Boedo” ante la DGPUyA.-
Patricia Roselló




Paralelos: “Jorge” Falcón / “Ramón” Palacios

Ambos llegaron a la Policía de la ciudad con el antecedente de la eficiencia, la severidad y las condecoraciones. Ambos tienen inscripto, en sus recias miradas, un rictus intimidatorio, amenazante, soberbio y cínico. Ese gesto de superioridad que otorga la certeza de una Colt 45 en la cintura con cargador completo. Ambos lucen tupidos bigotes impetuosos. Ramón Lorenzo Falcón fue uno de los primeros cadetes que ingresó al Colegio Militar cuando Sarmiento lo fundó. Con los años, después de participar en la exterminadora Campaña del Desierto de Roca y con el grado de coronel en sus charreteras, llegó, en 1906, a la entonces Policía de la Capital para poner “orden” en una ciudad que a principios del siglo XX estaba acosada por la “infección subversiva” de la época: las “ideologías disolventes” de anarcos tirabombas y utópicos socialistas. Para colmo se agregaban esas demandas obreras… “¡Inconcebible!”
Un presidente de la elite patricia, José Figueroa Alcorta, le otorgó a Falcón vuelo propio como jefe de la policía capitalina. Y el implacable coronel no pasó inadvertido. Golpeó con sus bravos “cosacos” la huelga de inquilinos de 1907 y la protesta obrera del 1º de Mayo de 1909 en plaza Lorea. Fue la “semana roja”. A su pecho colmado de honores y medallas, se agregaron las indignas manchas de sangre de los cadáveres que se sumaron tras cada represión. El 14 de noviembre de aquel año, una bomba casera y la decisión en soledad del anarquista polaco Simón Radowitzky terminaron con los ímpetus violentos del militar-policía. Para los anarquistas fue el acto libertario por el cual se vengaron las muertes que mancillaban al coronel. La violencia del Estado y la impunidad tuvieron el correlato de la justicia por mano propia. En ese preciso instante en que el carruaje de Ramón Falcón volaba por el aire junto al cuerpo de su secretario Juan Lartigau en la esquina de Junín y Quintana, el militar-policía se convertía en mártir para el futuro de la fuerza. La escuela que forma a los oficiales de la Policía Federal, creada por Falcón, lleva su nombre, al igual que una calle de los barrios de Flores y Caballito y una plaza. Muchas décadas más tarde de aquel atentado, egresaba de la escuela de oficiales Ramón L. Falcón un joven con el primer esperanzado grado del escalafón: subinspector. Cuántas veces, Jorge Palacios, habrá registrado la atenta mirada rectora del coronel que, desde un gran retrato, vigila el destino de los futuros oficiales de la Federal. El “fino” Palacios también tuvo condecoraciones, reconocimientos y altas responsabilidades en la Policía. Rozan su uniforme azul de comisario y su “impecable” foja de servicios los 85 cuerpos que quedaron bajo los escombros de la AMIA; los caídos en los alrededores de Plaza de Mayo, cuando el país explotó el 19 y 20 de diciembre de 2001 y hasta la sangre del joven Axel Blumberg. Todos reclaman justicia. Hoy, un gobernante capitalino, nostálgico de la pasada dictadura, con la que el fino Palacios colaboró activamente y hasta escribió un libro laudatorio, impulsó -a su antojo- con prepotencia y sin consulta, al cuestionado comisario mayor retirado como jefe de la futura policía metropolitana. Mauricio Macri, que no tiene las venas cargadas de la noble estirpe aristocrática, como las tenía Figueroa Alcorta, acaba de perder una posibilidad más que trascendente: fundar un nuevo organismo de seguridad sin los eternos vicios, corruptela, indolencia y brutal impunidad que apremian a las viejas estructuras policiales. ¿Por qué Macri y su ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, defienden a capa y espada al “fino” Palacios? Dicen, los que intentan justificar lo injustificable, que el actual jefe de Gobierno porteño quedó eternamente agradecido por la eficiente gestión de Palacios en el esclarecimiento del secuestro, con aristas un tanto curiosas, que Macri había sufrido en 1991. De todas formas, no alcanza para comprender semejante respaldo a la luz de tantos rechazos, incluida toda la oposición en la Legislatura porteña. Algún otro oscuro compromiso debe de existir. El comisario Palacios está seriamente cuestionado y representa a esa policía que se quiere y se debe superar, si es que se quieren cambiar las cosas. Entonces vuelve la pregunta con más fuerza: ¿qué otra cosa hay detrás de la controvertida designación de Palacios? ¿Qué poder en las sombras respalda al policía impugnado por gran parte de la comunidad? Mientras tanto, el “fino” Palacios desembarca en la nueva-vieja policía metropolitana de Macri y Montenegro con sus queridos amigos represores de la pasada dictadura que anidaron, en aquellos años de plomo, en la temible SS de la Federal, la Superintendencia de Seguridad Federal, la recordada “Coordinación Federal” de otros tiempos deshonrosos, hoy Superintendencia de Interior. Macri está satisfecho; al fin y al cabo él reconoce al brigadier Cacciatore, el recordado intendente de facto de la pasada dictadura, como el mejor de todos los administradores de la ciudad. Entre Macri y Palacios no sólo hay devolución de favores personales (el “fino” fue jefe de seguridad del club Boca Juniors cuando el actual jefe de gobierno porteño era su presidente), hay puntos ideológicos comunes y eso es más grave. El Gatopardo otra vez en la escena de la Argentina promedio: todo cambia para que nada cambie. Falcón / Palacios, dos caras de una misma moneda ya conocida y padecida.
Leonardo Busquet

La fina pluma de Palacios
Nadie está libre de la amenaza terrorista, nadie está a salvo, no importa donde se encuentre, sostiene Jorge Palacios en su libro “Terrorismo en la aldea global”. En su obra cumbre (la única) editada por la Policía Federal, el comisario viaja por algunos episodios sangrientos del terrorismo mundial pero lo más significativo es su relato sobre la argentina de 1976: …era el teatro de operaciones de los revolucionarios marxistas que sembraron violencia y terror en la ciudadanía. Nada dice el libro de “el fino” sobre el terrorismo de Estado, los centros clandestinos de detención, tortura y desaparición, algunos de ellos al mando de la Policía Federal. Es indulgente con la llegada de la dictadura al poder y pasa por alto todos los golpes de Estado perpetrados en la Argentina del siglo XX. Tampoco habla una sola palabra de los millones de judíos exterminados en la Alemania nazi. Cuando el senador Daniel Filmus se entrevistó con Macri en la apertura del diálogo político porteño, el ex ministro de Educación le recordó al jefe de Gobierno ese libro de Palacios. Macri dijo que no sabía nada. Tampoco sabía de su existencia el ministro Montenegro cuando fue interpelado en la Legislatura porteña. El libro en cuestión, que intenta ser un tratado sobre terrorismo internacional, no es más que un libelo panfletario y reivindicador de los métodos atroces de la pasada dictadura y revela el oscuro perfil ideológico del elegido por Macri. Al cumplirse 15 años del terrible atentado contra la AMIA, Memoria Activa rechazó por escrito el nombramiento del comisario Palacios. La entidad recordó que el controvertido policía era jefe de la Unidad Antiterrorista de la Federal y tuvo un papel protagónico en el encubrimiento y desviación de la investigación del ataque a la mutual judía. Varios organismos sociales y humanitarios junto a sectores políticos organizaron una recolección de firmas para evitar que se consumara lo que calificaron como un acto de provocación y de cobardía por parte de la administración Macri porque el anuncio lo hizo después de las últimas elecciones. Para el fiscal Alberto Nisman, a cargo de la nueva etapa de la investigación por el atentado, en la causa se ha probado que Palacios llamó desde su celular a dos teléfonos del domicilio de Alberto Kanoore Edul, vinculado a la denominada “pista siria” y estrechamente ligado al entorno menemista, antes de que se ejecutaran los allanamientos ordenados por la Justicia en ese mismo domicilio en el barrio de San Cristóbal…; luego de un llamado de Munir Menem, hermano del entonces presidente, esos allanamientos fueron interrumpidos por Palacios sin siquiera contar con la debida orden judicial. Se espera ahora el procesamiento del “fino” Palacios por parte del juez federal Ariel Lijo.
L. B.



PRESERVATIVOS GRATIS
No sólo hay que cuidarse de la gripe A
En Boedo y Parque Patricios funciona la Red de Distribución de Preservativos y Prevención de VIH-SIDA; está formada por organizaciones en las que pueden retirarse preservativos gratis.
• • Asociación Miguel Bru. Andrés Ferreira 3555
• • Centro de Salud Nº 39. 24 de noviembre 1679.
• • Centro de Jubilados Días Felices. Inclán 2883.
• • C. de Jubilados Esperanza Viva. Chiclana 3065
• • Centro Cultural El Proyecto. La Rioja 3033.
• • Consejo Barrial Familias Solidarias. 24 de noviembre 2183
• • Consultorios UOM. Caseros 4122.
• • Centro Cultural del Otro Lado. Caseros 3033.
• • Mutual de Panaderos. Caseros 3099.
Los preservativos están colocados en dispensers, no hace falta pedirlos, solamente retirarlos. En la Red se realizan talleres sobre prevención de VIH-SIDA y otras infecciones de transmisión sexual.
Más información: cesac_39@buenosaires.gov.ar



El “Pacará de Segurola”





Una de las más importantes quintas que se formaron en los terrenos que hoy constituyen el barrio Parque Chacabuco, era —como dice Hugo Corradi en su “Guía antigua del Oeste porteño”— la de la familia Letamendi. En 1887, sus cercos se extendían por las actuales Eva Perón, Emilio Mitre, Gregorio de Laferrere y Miró. En 1895, la quinta estaba a nombre de Gregoria Letamendi, viuda de Romualdo Segurola y mostraba sobre avenida Eva Perón) su portón principal y su pared de ladrillos desnudos. El edificio principal de la quinta, en estado ruinoso, se conservó hasta la década del 40 en mano de los herederos de la familia; aunque ya a partir de 1920, los terrenos se habían ido fraccionando, permitiendo la apertura de Puan, Hortiguera y otras calles.
A comienzos del siglo XIX, esta quinta pertenecía a Romualdo José Segurola, cabildante, prior del Consulado y defensor de menores, entre otros cargos, casado con Romualda de Las Heras, hermana del ilustre general. Era hermano de Romualdo el deán doctor Saturnino Segurola y Lezica, nacido y muerto en Buenos Aires (1776-1854). En los cursos de medicina, el canónigo había adquirido conocimientos sobre la vacuna. Fue administrador de la Casa de Niños Expósitos, director de la Biblioteca Pública, Inspector General de Escuelas, etcétera.
Fue en la mencionada quinta —nos cuenta Manuel Bilbao en su “Tradiciones y recuerdos de Buenos Aires”— donde el canónigo Segurola, hermano del propietario, según la tradición, fue el primero que aplicó la vacuna contra la viruela, enfermedad que en su tiempo fue un azote y contra la cual, hasta ese descubrimiento, no se conocía remedio preventivo que la evitase. A la sombra de un hermoso pacará, árbol originario del Perú y único ejemplar existente en nuestra ciudad, el benemérito canónigo don Saturnino Segurola aplicaba la vacuna a los vecinos.
El histórico y bicentenario árbol se conservó vigoroso y lozano hasta hace unos años en la esquina noreste de las calles Baldomero Fernández Moreno y Puán. En 1914, la Sociedad Forestal Argentina había hecho colocar en él una placa recordatoria con la inscripción: Pacará histórico, a cuya sombra vacunaba a este vecindario el Deán Dr. Saturnino Segurola en los años 1810 y 1830. En 1932, otra placa fue colocada por el Dr. Genaro Giacobini, fundador del Partido Salud Pública. El ejemplar fue declarado árbol histórico por decreto del 4 de junio de 1946. En 1949, la Asociación de Fomento y Biblioteca Popular Chacabuco Oeste había hecho colocar también una placa recordatoria.
El siglo XX no le deparó una vida tranquila a nuestro pacará. Corría el año 1939. Juan Valentín Pezzali, dueño del terreno en cuyos lindes se levantaba el árbol, venía haciendo desde bastante tiempo atrás insistentes reclamos ante la Municipalidad para que se le autorizara a edificar en aquél una casa de rentas. La autorización se demoraba en atención a las gestiones que se estaban realizando para la conservación del árbol. Finalmente, en su sesión del 4 de julio de ese año, el Concejo Deliberante decidió el retiro del añoso árbol que, en realidad, era de propiedad municipal ya que, al abrirse la calle Puán, había quedado sobre la línea de edificación.
Esta decisión originó la reacción de la prensa y de diversas personalidades y entidades promoviendo un movimiento colectivo en favor de la conservación del histórico árbol. Los doctores Ricardo Levene y José Luis Busaniche —presidente y secretario, respectivamente, de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos—, realizaron numerosas gestiones para salvar el famoso pacará. Por su parte, La Sociedad de Fomento Edilicio y Cultural Segurola solicitó autorización para realizar una colecta popular cuyo producto sería entregado a la Municipalidad para la compra del solar, y el Partido Salud Pública, a través de su fundador y presidente, el doctor Genaro Giacobini, convocó para un acto público a realizarse el domingo 16 de julio en el predio en cuestión.
El martes 18 de julio, el intendente municipal, doctor Arturo Goyeneche, se trasladó hasta el lugar con el objeto de tomar una impresión sobre el terreno acerca de la mejor forma de resolver el conflicto. Lo acompañaban el senador Alfredo Palacios, los doctores Ricardo Levene y Genaro Giacobini, algunos herederos de la sucesión Letamendi, representantes de las distintas entidades preocupadas por el tema y vecinos. Al día siguiente, el Senado le daba media sanción a la ley que autorizaba al Poder Ejecutivo la compra del terreno de la calle Puán 794.
Cincuenta años después, en mayo de 1990, el bicentenario pacará fue retirado por personal municipal sin comentarios previos ni explicaciones posteriores. Según parece, el árbol ya estaba muy enfermo, tenía muchos agujeros, casi carecía de hojas y frecuentemente se desprendían de él grandes ramas, habiéndose constituido en un peligro para los transeúntes. El ejemplar que hoy se encuentra en la Plazoleta José Luis Romero —nominada así por ordenanza de junio de 1997— proviene de aquel histórico árbol, ha sido obtenido de sus semillas y cultivado en los viveros del Parque Avellaneda.
Mauro A. Fernández



La muestra
En septiembre de 2006, la artista María Herrada y su grupo “A Raíz del Arbol” realizó un señalamiento del Pacará para resaltar y actualizar su existencia. Su vendaje con telas de gasa blanca y su posterior desenvoltura fueron realizados en tres jornadas ante la renovada presencia de vecinos y visitantes eventuales. La documentación histórica y fotográfica obtenida fue exhibida en el Museo Eduardo Sívori y, posteriormente, en el Jardín Botánico.
Ahora, la Junta de Estudios Históricos del Barrio Parque Chacabuco, a tres años de aquella intervención, trae la muestra al barrio de origen del pacará. Entre el 14 y 31 de agosto próximo se podrá visitar en el Centro Cultural Adán Buenosayres, bajo la autopista, en el parque Chacabuco (altura Av. Asamblea 1200 o Av. Eva Perón 1400).
La inauguración tendrá lugar el jueves 13 de agosto, a las 18.



Editorial

Forme fila

Las situaciones anecdóticas suelen ser solamente eso: una anécdota, que dependen del histrionismo del relator para sentar basa de relato amable o pesado desfile egocéntrico. No constituyen, de por sí, fundamento estadístico, como pretenden hacernos creer los noteros periodísticos para quienes la consulta a cinco personas al azar filmada en Florida es... “la opinión generalizada de la población”. Hecha esta salvedad, me ubico a salvo de especulaciones para poder relatar algo que me sucedió en pleno pico griposo paranoico.
Martes 14 de julio a las 9 y media de la mañana; temperatura, 6 grados con una sensación térmica de 2. En la sucursal Vernet de Telefónica, ubicada en la vereda este de avenida La Plata al 1600 –a la sombra–, una larga fila de unas cincuenta personas aguarda ser atendida soportando, a la intemperie, los rigores invernales. El personal de vigilancia me informa que debo ubicarme en la fila. Invocando mi condición de periodista solicito hablar con un responsable de la sucursal para que me informe por qué se somete al público, en plena pandemia, a condiciones harto más rigurosas que el potencial riesgo de aglomeración en el interior del espacioso edificio. Me atiende cordialmente la señorita Eva Segovia, a quien transmito mi pregunta. Me responde que por una disposición del Ministerio de Trabajo las empresas están autorizadas a mantener dentro del recinto de atención al público sólo a tantos clientes como empleados haya para atenderlos. La señorita me manifiesta no disponer de la ordenanza ni conocer su número. Ante mi inquisitoria de si no es mucho más riesgoso para la salud general tener, un promedio de una hora, a 50 personas padeciendo el rigor climático que las hipótesis de la aglomeración, me responde que, aún estando de acuerdo conmigo en tal apreciación, no puede ponerla en práctica porque sus empleados paralizarían inmediatamente su tarea. –Ah. ¿entonces es un problema gremial? –¡No, no! Vea: la gente que tiene que formar fila es la que viene a las cajas a pagar sus facturas vencidas. Aún después del segundo vencimiento hay 30 días, antes del corte de servicio, para ser abonadas en distintos lugares como, por ejemplo, los conocidos “Pago Fácil”. Casi nadie está obligado a hacer esa cola como única opción. Pero la hacen, a pesar de que cada media hora mando a un empleado a recorrerla e informar lo que le estoy diciendo (no me consta, pero decido creerle y hacer mi propia comprobación).
En la fila: señorita A. (hace media hora que espera y tiene unas 15 personas por delante): Sí, sé que podría ir a otro lugar a pagar y tengo unos quince días todavía pero quiero terminar con esto hoy sin falta (?). Señor B.: ¿Y usted cómo sabe que se puede pagar en otro sitio? –le hago notar que en el dorso de la factura lo dice. –¡Bueno, no importa, yo me quedo, estoy podrido de que me manoseen! (?). Señora C.: le muestro el dorso de la factura –¡Ay, gracias, señor! Estos desgraciados podrían avisar, ¿no? –Y parte enfundándose en su chalina dejando el padecimiento de la cola para más adelante u otro sitio de pago.
Una anécdota. No pretende establecer base estadística. Si usted se ve reflejado en alguna de las situaciones, saque sus propias conclusiones.
Mario Bellocchio



Callejeando historia:

Ciriaco Cuitiño, entre la Concepción, San Telmo y Boedo

El cronista callejero ha estado recorriendo últimamente el antiguo barrio de Santo Domingo y, en la última entrega, prometía visitar el cercano cuartel de Ciriaco Cuitiño, al que tanta fama siniestra le otorgaron Amalia y otros folletones con que nos torturaran en el colegio secundario. Para ello tenemos que atravesar imaginariamente el viejo arroyo Tercero del Sur, que hoy corre entubado bajo la calle Chile, y entrar a la Parroquia de la Concepción por Chacabuco, donde, entre Independencia y Estados Unidos, se hallaba el Cuartel del Cuerpo de Serenos, aquellos de “¡Viva la Santa Federación! ¡Las doce han dado y sereno!...”, empíricos antecesores del Servicio Meteorológico Nacional. Porque, empecemos a aclarar entre tanta niebla histórica, Cuitiño no era un simple “sargento de policía” sino el jefe de dicho Cuerpo, al que llegó tras una destacada actuación. Se sabe que nació en Mendoza a fines del siglo XVIII, hijo de Juan Cuitiño y Candelaria Sosa y que en 1818 era teniente de milicias en el partido de Quilmes, del cual también fue alcalde. Ese mismo año, al repartirse tierras para la nueva población, recibió un lote de 50 por 50 varas donde edificó su casa y tuvo cuatro hijos con Juana Miralles, de la que en 1831 se separó de mutuo acuerdo.
El inicio de su carrera pública y, seguramente, su primer contacto con Rosas, fue al recibir una medalla de honor por haber participado en la represión de la Revolución de Pagola de 1820, una intentona de los sectores federales y democratizantes contra el viejo partido directorial y rivadaviano que terminó entronizando como gobernador a Martín Rodríguez, mientras los Anchorena movían los hilos tras bambalinas. Contra este movimiento acudió Rosas con sus Colorados del Monte y las milicias de la zona sur, mereciendo el panegírico del paleolítico fraile Castañeda y que la actual Bernardo de Irigoyen comenzara a ser conocida como “calle del Buen Orden”. Siempre como comandante de milicias se destaca durante la guerra del Brasil al tomar una sumaca que había varado en el bajo del río y en 1828, tras ser reelegido alcalde del cuartel de Quilmes y renunciar al cargo, el entonces presidente Rivadavia lo nombra capitán del Tercer Regimiento de Milicias, ascendiendo en 1830 a sargento mayor y comandante de las partidas celadoras de campaña. En 1833 participa en la Revolución de los Restauradores e ingresa en la Sociedad Popular Restauradora, popularmente denominada la Mazorca, de la que era jefe Lorenzo Torres y en la que se destacaban los Anchorena, Lezica, Del Ser, Martínez de Hoz, Santa Coloma, en fin, toda la crema de los ganaderos bonaerenses. En 1838 Cuitiño asciende a coronel graduado y jefe del Cuartel de Serenos bajo la jefatura de policía del héroe de la guerra de la Independencia, de la guerra del Brasil y futuro héroe de Obligado, general Lucio Norberto Mansilla. En ese puesto se desempeña Cuitiño durante el famoso “año rojo” de 1840 que inspirara tantos novelones, desde Eduardo Gutiérrez hasta Manuel Gálvez, pasando por Héctor Pedro Blomberg en su faz más amable. Su última actuación destacada es en 1841, cuando se incorpora al ejército de Oribe que combate, derrota y dispersa a la Liga del Norte liderada por José María Paz y Juan Lavalle y, durante el regreso, sufre una parálisis de la mano derecha que ya no lo abandonará.
Mientras tanto y luego de su separación, Cuitiño se había afincado en la ciudad, en la calle Luján (actual pasaje Giuffra) entre Defensa y Balcarce, en la vereda sur, y se casó o juntó con Anita Bustamante, con quien tuvo cuatro hijos a quienes les legará el quinto de los bienes. Allí lo sorprende la caída de Rosas y la ocupación de la ciudad por Urquiza que, después de sembrar de ahorcados los senderos de Palermo, otorgó una amnistía bajo el lema “ni vencedores ni vencidos”, por lo que nunca fue molestado ni llamado a rendir cuentas por sus presuntos desmanes. Sin embargo, el 11 de septiembre de ese 1852 los porteñistas se sublevaron y secesionaron la provincia bajo el gobierno de Valentín Alsina, que cedió pronto el mando al general Pinto, en cuyo gabinete estaban Lorenzo Torres en el ministerio de Gobierno, Francisco de las Carreras en Hacienda y el general Pacheco en Guerra y Marina, todos viejos y prominentes federales. Esta runfla es la que gestionó el soborno de la flota de Coe durante el sitio de Hilario Lagos, sitio que suscitó una política terrorista que condujo a la ejecución de prisioneros rendidos como en Villamayor, donde fue fusilado el coronel Gerónimo Costa, episodio que el cronista ya ha comentado. La prensa porteñista, los antiguos federales y unitarios ahora coaligados, clamaba sangre y el nuevo gobernador, Pastor Obligado, destierra a algunos civiles y militares mientras otros son procesados: Antonino Reyes, Silverio Badía, Manuel Troncoso, Leandro Alén —que así se escribía el apellido del padre del futuro fundador del radicalismo— y Ciriaco Cuitiño entre otros. En un proceso plagado de irregularidades al punto que luego los expedientes “se extraviaron”, quedando sólo los testimonios periodísticos, el gobierno cambió a los viejos jueces por otros adictos como Valentín Alsina y Vélez Sársfield, quienes terminaron dictando sentencias de muerte a la marchanta.
El cronista no repetirá aquí los detalles de la ejecución, tantas veces glosada, que se realizó justo en la plaza de la Concepción, al norte de la iglesia, pero sí tiene interés en el testamento de Cuitiño que la historiadora Cecilia González Espul relata en la Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas Nº 33, de octubre-diciembre de 1993. El papel no está firmado por Cuitiño, por la mencionada parálisis de la mano derecha, pero fue certificado ante tres testigos por el escribano Adolfo Saldías, futuro padre del revisionismo histórico, y causará un pleito sucesorio entre los hijos del primer y segundo matrimonio que durará hasta 1871. En dicho testamento se consigna, entre las propiedades, una quinta en la parroquia de Balvanera de 240 varas de frente al norte por 331 varas de fondo y un martillo al este de 101 por 100 de fondo, con un total de unas 8 hectáreas plantadas con árboles frutales, de los que da el detalle, con fines comerciales; la propiedad poseía una casa de cinco piezas, patio, galería, cocina y rancho. Ahora bien, en aquellos tiempos la parroquia de Balvanera abarcaba, además de sus actuales límites barriales, toda la zona de quintas hasta el deslinde con el partido de San José de Flores, y en el plano del Departamento Topográfico levantado y diseñado por Carlos Glade en 1857 figura claramente la propiedad de los “herederos de Ciriaco Cuitiño”.
Valga aquí una pequeña digresión: el periodista Ricardo Llanes, en un artículo de La Prensa de 1966 y en su libro El barrio de Almagro, de 1968, refería una tradición barrial respecto a una casa situada en Independencia 3549, hasta 1945 sede del corralón de maderas de Gómez y Cetrángolo, a la que se atribuía haber sido “el cuartel de Cuitiño”, con historias de mazmorras y túneles incluidas. Aparentemente, el iniciador o recopilador de la especie había sido el charlista radial Soiza Reilly, que muchas veces se dejaba llevar por la oratoria poética sin ceñirse demasiado a la constatación histórica de sus materiales, y la especie fue repetida una y otra vez por los vecinos o por historiadores de cabotaje. Pero, lamentablemente, los documentos desmienten muchas tradiciones y en el plano citado se distinguen claramente los límites de la propiedad de Cuitiño: al norte la calle Europa (hoy Carlos Calvo) entre el camino al Puente Alsina (Boedo) y la futura Liniers; por Boedo hasta la ceja de la barranca, aproximadamente Constitución, por ésta hasta Maza y un tramo irregular por el este hasta retomar Liniers. La casa tantas veces citada estaba situada a más de doscientos metros al norte y la foto que ilustra esta nota permite apreciar su estilo italianizante, propio de una importante residencia privada, que no pudo haber sido construida antes de mediados del siglo XIX. Pero de estas tradiciones chuecas también se alimenta la historia de Buenos Aires como lo demuestra, entre otras, la leyenda del duelo entre los generales Mackenna y Carrera, en 1814, en el Parque Lezama, donde se llegó a instalar oficialmente una placa de bronce... Pero ese será tema de otro callejeo.
Diego Ruiz



Mi noche triste

1917 fue un año con muchos problemas. Se había desatado la Primera Guerra Mundial y los alemanes hacían estragos con sus submarinos torpederos. Los Estados Unidos entraron en la guerra y equilibraron las fuerzas. La gente moría a montones. El gobierno de don Hipólito Yrigoyen mantenía la neutralidad. En Rusia, un señor que se hacía llamar Lenin iba imponiendo el lema de los obreros al poder. Ya el zar se había tomado el piojo y un tibio Kerensky quería parar el incendio con un vasito de agua.
Ese año se decidió jugar el campeonato sudamericano en Montevideo. La Argentina tenía un cuadrazo. Isola, Ferro, Reyes, Matozzi, Olazar, Pepe, Palomino, Blanco, Ohaco, Martín, Perinetti... Son nuestros cracks que le hacen cuatro pepas a Brasil y le ganan a Chile por uno a cero.
Nos quedaban los yoruguas, que son, siempre, huesos duros de roer. La selección nacional concentra en Buenos Aires a la espera del partido con los dueños de casa.
Pero está la guerra y los submarinos alemanes vienen a acechar en las costas de América y, entonces, se hace peliagudo viajar a Montevideo. Pasa el tiempo, y al fin, los muchachos se embarcan el sábado 13 de octubre para jugar el domingo 14. El viaje es horrible, siempre con el temor de recibir un cohetazo. Llegan a Colonia en la madrugada del domingo, muertos de cansancio y con un estado nervioso muy grande. De allí se meten en un tren que los lleva a Montevideo. Cuando arriban a la capital uruguaya faltan apenas seis horas para el encuentro.
Juegan al límite, se baten como gladiadores, pero los yoruguas nos ganan por uno a cero. Gran tristeza entre nuestros compatriotas.
Buenos Aires, esa noche del 14 de octubre de 1917, siente el peso de la derrota. La Copa Sudamericana se había escapado.
Y esa noche, precisamente ese 14 de octubre del año conflictivo, el gran Carlos Gardel estrena el primer tango-canción, el primero de la larga lista que vendría después. Se había llamado Lita, pero cuando lo canta Carlitos ya es Mi noche triste, esos melancólicos versos de Contursi que recibieron la música de Castriota. Y Gardel lo estrena en el viejo teatro Esmeralda (hoy Maipú).
“Y el espejo está empañado / y parece que ha llorado / por la ausencia de tu amor”, gime el Zorzal, mientras Razzano lo escucha entre bastidores. “¿Estuve bien?”, pregunta Gardel a su amigo y compañero de dúo. “Un kilo y tres pancitos”, dicen que le dijo Razzano, y ese Mi noche triste vino a acompañar a esa noche muy triste porque el seleccionado nacional había perdido en la otra orilla.
Hubo muchísimas “noches tristes” en nuestra historia. Pero ésta tuvo una coincidencia extraordinaria. El estreno del primer tango-canción con ese nombre y la derrota de nuestra selección.
¿Qué les puedo cobrar por esta historia?
Roberto Díaz



El monumento a Carlos María de Alvear

Las estatuas ecuestres, como la del emperador Marco Aurelio cubierto con un manto y su característica cabellera rizada (su reinado se prolongó desde 161 a 180 d.c), que durante tanto tiempo estuvo expuesta en el Capitolio de Roma —en la actualidad ha sido sustuitida por una copia— venían a hacer visible y palpable la metáfora del gobierno como ejercicio de equitación. El monumento ecuestre fue resucitado en la Italia renacentista, afirmando su autoridad sobre la plaza en la que fuera erigido, lo mismo que el príncipe la ejercía sobre sus dominios. A partir del siglo XVI, esos “jinetes de bronce”, como los llamaba Alexander Pushkin, se difundieron por toda Europa: la estatua del gran duque Cósimo de Medici en la Piazza della Signoria de Firenze, las de Enrique IV, Luis XIII y Luis XIV en París, las de Felipe III y Felipe IV en Madrid, la del “Gran Elector” Federico Guillermo de Brandenburgo (que reinó de 1640 a 1688) en Berlín, etc. Esta recuperación de la tradición clásica, como la de llamar nuevo Alejandro o segundo Augusto a príncipes de poca monta, constituía una referencia más a la tradición clásica. (1)
Ironía de la historia o influencias de familia (la familia Alvear, al decir de Félix Luna, es una de las pocas de la burguesía porteña con verdaderos antecedentes aristocráticos), lo cierto es que el principal monumento de Buenos Aires, obra cumbre del escultor Emile Antoine Bourdelle, uno de los monumentos ecuestres más importantes del mundo, está consagrado a perpetuar la memoria de Carlos María de Alvear, personaje por lo demás polémico (sobre todo por su enfretamiento en la Logia Lautaro con el general José de San Martín) y que no se destacó precisamente por sus destrezas o virtudes militares.
Este monumento fue inaugurado el 16 de octubre de 1926 por el presidente Marcelo Torcuato de Alvear (nieto de Carlos María) en la plaza Intendente Torcuato de Alvear, que forma parte del sistema de espacios verdes de Plaza Francia. El conjunto se halla integrado por dos plataformas concéntricas a las que se sube por escalinatas. En su centro se levanta un prisma de granito lustrado, que hace de núcleo central. Cuadrando sus esquinas aparecen las cuatro figuras simbólicas (La Fuerza, La Elocuencia, La Libertad y La Victoria) y, como dicen Ionel Jianou y Michel Dufet: “Cada una expresa en una síntesis perfecta, el símbolo que representa. Es la fuerza concentrada, la intensidad y el rigor del pensamiento escultural, que le confiere la grandeza”. Son figuras de majestuosa serenidad que trasuntan en su expresión, la fuerza interior de lo que simbolizan. Esta intención se repite en la magnífica figura ecuestre que corona la cúspide. El procer, en sereno pero decidido gesto, parece tanto alentar a sus tropas como saludar a la posteridad, mientras con su mano izquierda sujeta firmemente el brioso caballo.
El monumento con sus figuras principales cubiertas con paños blancos, se destacaba en la altura, entre el inmenso gentío, mientras en la explanada principal de la nueva obra tomaron colocación el presidente de la República —Don Marcelo T. de Alvear— y su esposa, Da. Regina Pacini, el vicepresidente, D. Elpidio González, los ministros del Poder Ejecutivo y demás invitados. Una verdadera muchedumbre llenó los jardines de la Recoleta...
, diría el diario “La Nación” al siguiente día de la inauguración”. (2)
Emile Antoine Bourdelle fue propuesto como escultor de este monumento por Rodolfo Alcorta, amigo de numerosos artistas extranjeros, entre los que se encontraba el escultor mencionado. La obra fue propuesta entre 1900 y 1912, año en que se encargó el monumento a Alvear. El artista trabajó intensamente, siendo concebidas en esa etapa las obras “Heracles Arquero”, el busto de Rodin y el “Centauro Moribundo”. El ejército criticó al artista por representar a Carlos María de Alvear sin sombrero, a lo que este orgullosamente contestó: “Mi general es un héroe. Perdió su sombrero en el ardor de la batalla”. El escultor trabajó en esta obra durante más de diez años, en ese período realizó Bourdelle más de cincuenta esculturas de estudio. Las estatuas simbólicas tuvieron numerosos cambios; a veces fueron representadas de pie y otras veces en posición sedente. Para darle a la escultura ecuestre una dimensión lo más realista posible, el escultor concibió el sentarse al lado del cochero, para dibujar los caballos desde arriba. Bourdelle nació en 1861 en Montauban (Francia), en 1876 obtuvo una beca para estudiar en L’Ecole des Beaux Arts de Toulouse, en 1884 formó parte del ateliere de Falguiere, fue alumno de Rodin y en 1888 concibió la serie de retratos de Beethoven.
La Buenos Aires artística puede enorgullecerse de este monumento, más allá de lo que podamos opinar del hombre homenajeado.
Miguel Ruffo


NOTAS: (1) BURKE, Peter; “Visto y no visto. El uso de la imagen como documento histórico”, Crítica, Barcelona, 2005, p. 85. (2) SANTAELLA, Eduardo J.; “Esculturas de Buenos Aires”, National Lead Company, S.A., Bs. As., 1972, pp. 70-73.



¿Quién limpia las canaletas...?







Como atestiguan las fotografías, las canaletas de los nuevos veredones de Boedo están atestadas de basura y desechos de construcción nunca retirados por los concesionarios de la obra. Este cronista se comunicó con la empresa a la que le compete la higiene urbana del lugar, donde le respondieron que: no es tarea de los barrenderos y que ocasionalmente les correspondería acudir ante una obstrucción. Ante la orfandad de una responsabilidad que puede ocasionar serio perjuicio en caso de tormenta y advirtiendo que la forma de construcción sólo admite la aspiración de los desechos, formulamos la pregunta que deben responder las autoridades comunales:
¿quién se ocupa de la limpieza de las extensas canaletas instaladas en la reforma de las veredas de Boedo?
H. C.



Transmisión de la memoria

Aquí tienen la mía, entre placenta y últimas velitas acaba de cumplir sesenta…, años, por supuesto… Los humanos cumplimos en años. Las mariposas, los jazmines o los mosquitos festejan seguramente en otras unidades, mas nunca me invitaron a sus festejos, efímeros cumplesegundos de bichitos de luz, amortiguados cumplesiglos de ciudades, deslumbrantes cumplemilenios de planetas, el tiempo pide su ritmo, no le agrada pasar inadvertido.
Sesenta para una memoria es buena edad: figuritas, delantales blancos, lágrimas, locomotoras y gritos bajo el puente, primeras computadoras y cartas perforadas, ferretería y pantalones cortos, facultad y bastones largos, otras perforaciones ya no de cartas, sí de puertas, sí de huesos. Viajes, exilios, nuevas lenguas, la memoria sigue, está obligada a seguir…
¿Y a mí qué me interesa tu memoria?… Tal vez tengas razón, veintidós años, a tu edad la memoria es un beso, está bien que así sea, o tal vez no tengas razón, pues la memoria también es río y algún día te preguntarás por las fuentes. Por eso cuento, cuento que me acuerdo…, me acuerdo de un almirante trabajando de decano, me acuerdo de la guardia de infantería en la sala de Consejo, me acuerdo expulsado de la facultad por soñar en voz alta. Soñábamos con un mundo menos mierda, nos equivocamos mucho, pero no en eso, no en soñar con limpiar un poco la mierda del mundo, miren cómo anda, cada vez más cagado.
Me acuerdo sobre todo, de ellos, de los que se fueron con la memoria aún tierna; se fueron es una manera de decir, los asesinaron, más difícil decirlo así, en este país, en este mundo, pasaron y pasan cosas difíciles de pronunciar, para eso, dicen, estamos los poetas, para decir lo imposible, para decir Saulito, Jorge, Susana, Daniel… Escribite algo, Pepe, escribite algo para el acto de la memoria, ¿cómo decirle que no a Jorgito ?, complicidades entre amigos, entre un ex-chupado y un ex-hilado. Entonces escribo…, escribo Ernesto, Lelel, Mauricio, Guillermo…
Más que nombres, voces de memoria, al pronunciar un nombre se pronuncia el mundo, se pronuncia la patria, se pronuncian las aulas de este edificio, se pronuncian los pizarrones que en estas aulas son testigos del transcurso del saber. Digo Saulito, Jorge, Susana o Daniel y digo el mundo, digo aulas abiertas, pizarrones en flor, digo tizas de colores para que todos los niños dibujen su arco iris, digo borradores poderosos, borradores de felpa nueva, para borrar torturadores, borrar corruptos, borrar traficantes de humanos seres.
Digamos Ernesto, Lelel, Mauricio, Guillermo…, digamos todos los nombres, por eso te decía, tal vez no tengas razón, ven con tus años veintidós, ven aunque no los hayas conocido, vamos todos a pronunciar el mundo, vamos todos: los hijos de los hijos, los padres de los padres, los nietos de los nietos…, así hasta el horizonte…, hasta el punto donde algún día se juntarán las memorias para olvidar de una vez las podredumbres del mundo.
José Muchnik
Ex presidente del CEI

(Centro de estudiantes de Ingeniería)



Marte “lunático”

Lo que Internet te da, la Web te lo quita

¡Dos lunas el 27 de agosto! Es la fecha que todo el mundo ha estado esperando. El planeta Marte será el más brillante en el cielo a partir de agosto. Se verá tan grande como la Luna llena a simple vista. Esto culminará media hora después de iniciado el 27 de agosto cuando Marte se encontrará a 34,65 millones de millas de la Tierra. Será tan brillante que parecerá que nuestro planeta tiene dos lunas. La próxima vez que sucederá esto será en 2287. Comparte esta noticia con todos tus amigos porque nadie que esté vivo hoy en día lo podrá ver nunca jamás.
¡Qué ocasión pa’cer un brindis! —diría el borrachín de Uvalvino, inefable personaje de Ubaldo Martínez, allá por los 50. El intercambio meiliar frenético preparó reuniones, recabó información sobre patios, terrazas, hipótesis climáticas, cañones y pantallas y hasta... ¡un telescopio! ¡Así somos en Boedo! Toda ocasión es buena para reunirse y cambiar figuritas. O romances “a dos lunas” ¡Qué tal!
A quien esto tipea, sin embargo, algo de la información no le cerraba: ¿desde cuándo se pasa a pelota tamaño básquet sin haber circulado por la dimensión de tenis? Porque Marte seguía siendo una estrella no titilante roja... y nada más. Y la desilusión la trajo el mismo cartero: al parecer una línea perdida en un mensaje que circuló hace cuatro años llevó a una confusión respecto a que “Marte se vería tan grande como la Luna”. El original decía eso para quien mirara al planeta... ¡con un telescopio de 75 aumentos! Y aclara: normalmente Marte se aproxima bastante a la Tierra cada 15 o 17 años, y algo menos cada pocos años. En 2005 hubo otra aproximación interesante y la siguiente será en diciembre de 2007. En el año 2287 será cuando se repita una aproximación tan cercana como la de 2003 (pero seguirá sin verse tan grande como la Luna). En Boedo, mientras tanto, estamos evaluando seriamente juntarnos para brindar porque el Planeta Rojo no se haya aproximado tan peligrosamente.
M. B.



Guía de Buenos Aires (una ficción)

Desde que conozco el trabajo fotográfico de Eduardo Noriega juego a imaginar un libro con sus fotos y mis textos. Varios cafés, en el Margot y en el Cao, sellaron el acuerdo. Eduardo me acercó una buena cantidad de fotos y seleccioné cincuenta y cuatro. En ellas descubrí que había una ruta, un viaje o flecha indicadora que traía la mirada desde la provincia de Buenos Aires hasta la ciudad. Noriega es fotógrafo urbano, lo suyo es la calle y su gente, y nuestra pequeña galaxia respira en buena salud dentro de su trabajo, una de esas paradas que llevan, como debe ser, toda la vida. Le dije que ya tenía la Guía de Buenos Aires y partí de juego con la escritura. Escribí sobre Antonio, un personaje de ficción que sueña, camina, que transita la vida atento a los recuerdos, a los pensamientos. La ciudad es el gran plano general, la presencia madre. El recorrido llegó a su fin: libro terminado, descubierta una de las ciudades posibles.Para Desde Boedo este adelanto.


En Buenos Aires el mar se veía distinto. Un mar lejano para los viejos.



Igual de lejano era el río para los chicos. Buenos Aires parecía una ciudad, pero era muchas. Antonio todavía no lo sabía. Alguna vez escuchó o leyó que a ella, la ciudad puerto, habían llegado muchos barcos. Quizá fueron demasiados, dijo su padre; por eso la memoria se hace difícil. ¿Es posible la memoria cuando nos bajamos de tantos barcos?, sigue preguntando papá en el recuerdo de Antonio.



La noche le acerca sueños, y los sueños alguna de las viejas culpas. En un sueño recurrente, la maligna maquinaria de un reloj gigante juega a aplastarlo con su rueda. Aromas de metal, Antonio sueña con un realismo salvaje. La imagen no se desdibuja, es imagen simple y directa. Su mirada sedienta quizá no sepa de descansos. El camina rápido entre barandas, lleva una bolsa. Está a unos cuatro metros de la rueda que lo va a aplastar. Sin embargo, el destino no lo desanima, y sigue su camino.



Puedo escuchar música mientras me muevo, se dijo Antonio. El semáforo avisa que todavía no es tiempo de seguir camino. Espera en una esquina. La música se detuvo con él. Se pintó sobre una pared a esperarlo.



Antonio se siente, a veces y en determinados lugares, juzgado por miradas poco amigables. El padre le decía que las calles de la ciudad eran para todos. Pero que había algunos que se creían dueños. Gente del frío murmura frente al que hasta recién se mantenía en tránsito. Antonio está quieto, no hay música en la mañana, ni siquiera esperando sobre una pared.



Antonio sueña con encontrar un lugar en la ciudad. Pero Buenos Aires lo enreda. La eterna insegura lo aguijonea y después lo ama. Hay mañanas en que la dinamita para que no pueda ser ni el recuerdo de un sueño, y hay tardes o primeras horas de la noche en que la quiere y se quiere en ella. Escuchó en un café que así es el amor verdadero. Puñal y caricia, calma y locura. Buenos Aires a puro grito y velocidad. La ciudad de Antonio festejando el encuentro, la mirada, el andar despreocupado de la gente.



La felicidad es un arte efímero, le dijo un sabihondo de café a Antonio. Una verdad revelada por un ser mítico de la fauna porteña. Mitad gato filósofo, mitad perro callejero. Anteojos de marco grueso, lo llamaban el Profe Ricardo. Pipa al tono. Mirada amiga. Un pocillo de café con humito sobre la mesa. Un tango de fondo. El sabihondo le dijo: “A tener en cuenta, pibe, la felicidad es un arte efímero”.



Oiga, mister Carlitos, a mi viejo le gustaba el tango. Pará, nena, con el tristismo, con exceso de mala tanguería no me vas a llegar lejos. Es que hace tanto tiempo que… Levantá la mirada, piba del sur. Antonio jugaba a imaginar diálogos. Las calles eran, por momentos, puro tango. Las ciudades se turnaban, derivaban encastradas: una dentro de otra, todas dentro de una sola. Ellas se presienten en los giros del tango.
Edgardo Lois



El ángel de “los Santos”




Dios estaba preocupado por la algarabía que llegaba desde ese “puntito azul”. Ya había tenido quejas de ese barrio Boedo por tantos socialistas y anarquistas que por allí empezaban a imitarlo con libros, pinturas, estatuas, amén... Desde su computadora (la primera) disparó “enter”. Y apareció un grupo de muchachos que corrían frenéticamente tras una pelota. Y que se creían Dios cuando un tranvía les frenaba a unos milímetros para no mandarlos al otro mundo. Los estaba viendo... Pero, ¿y esa sombra oscura en la puerta de una capillita? ¡Ah..., Lorenzo!, ese curita que se estaba contagiando de la locura del lugar. “¡Hijos míos!”, exclamó (El no decía “Dios mío”). Siguió avanzando: era el primero de abril de 1908, estaban creando un club, y llevaría el nombre de uno de sus mártires: San Lorenzo. Y los colores de sus camisetas serían azul y grana... ¡los del hábito y el manto de María! Todo bien, sí, pero esos purretes necesitarían algo más. Y entonces les mandó un ángel: en la primavera de ese año nacía Angel Spadafore, quien con el tiempo haría la correspondiente “carrera de honores”: jugador, masajista, utilero. Y hasta los últimos días no dejó de estar al lado de sus muchachos. Pero había cumplido ¡cien años!, como su club. Y en la madrugada del 29 de julio pasado sonó la pitada final y ascendió al torneo de la Gloria. ...Cuentan que se viene un clásico que ni Dios se quiere perder, y que se está formando el Equipo de las Estrellas... ¿A quién podrán dejar en el banco? Y allí anda Angelito masajeando a Farro, Pontoni, Martino, Zubieta..., y aconsejándolos como siempre. Y aquellos “Forzosos” de cuando llegaba Angel saldrán a gambetear con la de tiento, como entonces, bajo la mirada protectora del padre Lorenzo... Y otra vez habrá un ángel para cobijarlos...
Eduardo Semán



POEMA

Plaza Rodríguez Peña

En este banco se sentaba mi madre.

Desde aquella hamaca

la candidez crecía junto a Poncho Negro.

Entre esos árboles aún viven dioses y héroes.

El gozo y el amor descubrieron

los románticos ojos de una muchacha,

la rosa roja del poema, el otoño del padre.

Aquí Lugones y Franco y el silencio.

Aquí descansa Gala.

En esta plaza mis hijos recorrieron

la evidencia de otros umbrales.

Los fantasmas la habitan junto a los jacarandaes.

Su magnitud devora las islas del olvido.

Carlos Penelas



VER, LEER Y ESCUCHAR

Crítica literaria, teatral y discográfica de producciones que no cuentan con el gran circuito de difusión


DIOGENES MODERNO - Daniel Kasparian - Editorial Dunken - Buenos Aires, 2009
¿Es un mérito la extrañeza? La respuesta a este interrogante ha de ser siempre subjetiva pero no lo es, en cambio, aseverar que la extrañeza no es sino otro nombre de la originalidad y que ésta es un elemento valioso si de lo que se trata es de arte, de creación, de expresión. Diógenes moderno es manifiestamente un libro extraño; y merece, sin duda, detenida curiosidad, ante todo por su ahincado bascular entre lo divertidamente extravagante y lo sesudo y reflexivo. Extraño en sí, no lo es tanto por sus contenidos, mayormente clásicos y de antiguo incorporados a los hábitos ilustrados, sino por el singular ánimo con que se los presenta y por la corrosiva y profunda atemporalidad que los envuelve. Diógenes el Cínico, su tonel y sus desplantes, son harto conocidos y podría creerse que escasa novedad entrañan. Pero el autor retuerce de pronto esa historia, la escurre de matices y hace confrontar al filósofo con San Francisco de Asís, ambos perfectos arquetipos. En el camino junta el buen sentido con la poesía, las variadas tradiciones del conocimiento con la unidad de la sabiduría, la ironía triste con la burla sonriente, la didáctica con la imaginación desenfrenada. Kasparian es docente y eso claramente se echa de ver en las explicaciones exhaustivas y en el afán por instalar la crítica en la visión de los grandes dilemas. También es fácil advertir que es joven, de lo que da cuenta su adhesión a cierta actitud o tipo de sarcasmo muy de esta época: un sarcasmo a contrapelo, más urticante que despiadado. Es como si se reconociera –al cabo de tantas decepciones– que en materia de males conviene separar la acusación del encono. (F. S. Z.)


EL TIEMPO UNO - Liliana Guaragno - Editorial Leviatán - Buenos Aires, 2009.
Es un notable díptico: “El Tiempo Uno” y “Plegaria” que se ve enriquecido por los sugestivos dibujos de la autora y por el aporte esclarecedor del prólogo de Roberto Raschella, que navega en las profundidades de estas poesías maduras, colmadas de sensibles recovecos que incitan a nuevas lecturas. Liliana Guaragno capta la desesperación en la vida cotidiana: su mirada personal sobre los objetos (“No hay vino/ en la mesa/Pienso/Sentada/a la diestra/ de mi muerto”) les arranca dimensiones inesperadas. Pero esa suerte de lamento (“La muerte no nos promete nada”) está acompañada de una búsqueda permanente del amor (“Interrumpe otro puente/ Oh si el amor corriera /por debajo”). En “El Tiempo Uno” sus poemas son fogonazos, instantáneas vívidas, casi cinematográficas, que anhelan registrar lo inasible, en una especie de sueño, como si acosaran a la poeta fugaces imágenes de los paseos que realizó en la vigilia por ciudades italianas. El territorio de “Plegarias” se ubica en el sur de Buenos de Aires, especialmente en su entrañable Quilmes, donde también se siente exiliada (“Como por tierra lejana/ voy/ por las calles”). La tristeza de vivir se hace carne (“No hay plegaria/ que alcance”), pero sin embargo este dolor desgarrador es un camino a la esperanza (“A veces olvido/ y el sol me acaricia/ como si fuera inocente”), a través de una poesía visceral, sentida como experiencia única y fundamental. (G. C.)


VENENO - Pablo Marrero - Ediciones Luxemburg - Buenos Aires, 2009
Esta obra es un análisis ficcional de una más de las tantas calamidades que afectan y soportan, ante la ceguera de quienes deberían actuar en su defensa, no sólo en nuestro país, sino que vienen lastimando y reduciendo a la nada la posibilidad de una vida sana a la inmensa mayoría de nuestros hermanos del continente. Pablo Marrero ha elaborado una historia que refleja el egoísmo, la mentalidad inhumana de quienes, con discursos engañosos, no vacilan en envenenar a pueblos enteros tratando de acumular riqueza, lo que significa, ni más ni menos, ese capitalismo salvaje frente al cual nadie se atreve a hacerse oír. Pablo Marrero lo hace, no apelando a un lenguaje o situaciones ajenas a la realidad, sino buscando llegar a la conciencia del lector basado en la credibilidad de sus criaturas, como a la autenticidad de las circunstancias a la que esos seres deben enfrentar. Nada tiene que ver esta con un trabajo de investigación sobre el rol que suelen jugar los grandes laboratorios internacionales con las epidemias, pandemias o plagas que suelen asolar a nuestros países, como perjudicaron, en su momento a África. Esta novela obliga a pensar, nos hace sentir, de alguna manera, comprometidos, no únicamente con los desprotegidos de siempre, sino con la humanidad en su conjunto y callarnos nos convierte en culpables. (J. A. N.)


BAJO CONTINUO - Marcos Silber - Ediciones El mono armado - Buenos Aires, 2008
Los poemas de Bajo continuo, intensos, encendidos y enternecedores, gravitan imantados por una alta carga poética. Como los múltiples centros de una granada, cada uno de ellos transmigra la realidad en inquietantes paraísos que golpean, inolvidables, en el amor aireado, en el presente insaciable, en la muerte incompleta. Quien entre en estas páginas será presa de la incontenible onda expansiva de un lenguaje que se fecunda hondo de certezas, sin desdeñar el juego al que realza, labrado como está en vuelo y encarnadura. Un centenar de nuevos poemas de Silber donde estallan los más preciados dones de la mejor poesía de nuestra lengua. (L. T. C.)



CULTURA GRATUITA

Guía de actividades culturales barriales que no requieren erogación alguna

ECOMUSEO PARTICIPATIVO

CUESTIONARIOS
Un proyecto fundamental para llevar a cabo en la Plaza Mariano Boedo es el ECOMUSEO PARTICIPATIVO BARRIAL, un espacio de intercomunicación, aprendizaje y juego para los vecinos. La Comisión Plaza ha elaborado un sencillo cuestionario para conocer las opiniones sobre este proyecto. Los cuestionarios estarán a disposición para ser respondidos por escrito y depositados luego en urnas que dejaremos en instituciones del barrio. Entre las que ya han confirmado su participación se cuentan: Comunarte, El Gato Escaldado, Club Estrella de Boedo, El Surco, Pan y Arte, Hospital Ramos Mejía, Escuela Pichón Riviere, Iglesia Santa Cruz, Escuela Reconquista de Bs. As., Radio Abierta de la Asamblea de Boedo, Teatro Siglo XXI, Club Nueva Generación, Escuela Mariano Boedo, mesa de publicaciones de Baires Popular, Biblioteca Mariano Boedo, sede social de San Lorenzo de Almagro.


BAIRES POPULAR:

Muestras de Arte en Cafés Notables: Baires Popular invita a la inauguración de la muestra de Graciela Tórtora, con curaduría de Carlos Caffarena. Inaugura: lunes 7 de septiembre a las 19. (ver info)
“Arte en Cafés Notables”
Baires Popular tiene el agrado de invitar a usted, dentro del marco del 5º año de sus “Muestras de Arte en Cafés Notables”, a la exposición pictórica de Graciela Tórtora que, con curaduría de Carlos Caffarena, lleva adelante Baires Popular. Inaugura: lunes 7 de septiembre a las 19. En el Café “Margot” Avda. Boedo 857, esquina San Ignacio. Dentro del marco del mismo ciclo y a partir de idéntica fecha, Baires Popular presenta, en el Café “Hnos Cao” de Av. Independencia 2400 (Esquina Matheu), al artista plástico Horacio Spinetto y en el Bar “El Federal”, de Perú y Carlos Calvo, al artista plástico Mariano J. Benedetti.


Todos los sábados de 11 a 14: Mesa de publicaciones: periódico Desde Boedo, Ediciones BP, Papeles de Boedo y otras publicaciones y ediciones barriales. En la vereda del Café Margot. Venta de material fotográfico (Boedo antiguo) restaurado por Mario Bellocchio.


El primer sábado de cada mes a las 17: Buenos Aires esquina Boedo. Ciclo de presentaciones con ilustración musical, conduce Rosa María Silva. En “Esquina O. Pugliese” (Boedo y C. Calvo)


El último miércoles de cada mes a las 18.30: Cine argentino actual en la Balear. Reanudamos el miércoles 26 de agosto: EL NIDO VACIO. (2003). Dir.: Daniel Burman. Selección fílmica de María Virginia Ameztoy.

Museo Monte de Piedad

(Boedo 870, 2º piso por escalera) Tel.: 4 931-8204/ 4 931-1605; Fax: 4 932-4680,
E-mail: museo@bancociudad.com.ar
HORARIOS DE VISITA AL MUSEO:
Lunes, miércoles y viernes de 10 a 17. Martes y jueves 10 a 20. VISITAS GRUPALES: concertarlas telefónicamente. La Secretaría de Relaciones Públicas a través de su departamento de Proyectos Institucionales continúa con su ciclo de actividades culturales dirigido a todo el personal del banco y abierto a la comunidad.

C S y D Estrella de Boedo

Buenos Aires, 4 de Agosto de 2009
Señores Socios y Vecinos: Debido a la situación sanitaria que se está viviendo en relación a la Gripe A, y habiendo sido imposible determinar oportunamente la duración de las restricciones que se debían observar, nos vimos obligados a suspender nuestra tradicional Jornada del Día del Niño por primera vez en la historia del club. Lamentando profundamente esta situación organizaremos más adelante una jornada alternativa. Comisión Directiva

Ciclo de cine argentino 2009.

CINE ARGENTINO DE HOY.
Se realizará todos los viernes, a las 18.30, hasta el 27 de noviembre en la Legislatura porteña (Salón San Martín, Perú 160).
SUSPENDIDAS LAS FUNCIONES DE JULIO SE REANUDA EN AGOSTO, con “Universos íntimos”. En septiembre llegará el turno de “Documentales”, y en octubre, “De tristezas y alegrías”. Por último, en noviembre, se cierra con “Búsquedas”.
Organizan: Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad, Dirección General de Cultura de la Legislatura, Museo de Cine “Pablo Ducrós Hicken” y Asociación de Cronistas Cinematográficos de la República Argentina.
Viernes 7. El nido vacío. 2008. Dir.: Daniel Burman. Intérpretes: Cecilia Roth, Oscar Martínez, Inés Efron, Jean Pierre Noher. Un hombre atraviesa una etapa de crisis cuando sus hijos se van de la casa y su mujer retoma la facultad.
Viernes 14. La cámara oscura. 2007. Dir.: María Victoria Menis. Intérpretes: Mirta Bogdasarian, Fernando Arman, Patrick Dell’Isola, Sil vina Bosco. En una colonia de Entre Ríos, a fines del siglo XIX, una mujer que según su familia nace fea.
Viernes 21. La mujer sin cabeza. 2007. Dir.: Lucrecia Martel. Intérpretes: María Onetto, Claudia Cantero, Inés Efron, María Vaner. Martel, directora de La ciénaga y La niña santa, se expresa sobre el ámbito familiar, la negación de la responsabilidad y los modos de relación de diferentes sectores sociales.
Viernes 28. NO HAY FUNCIÓN
SEPTIEMBRE (DOCUMENTALES)
Viernes 4. Imaginadores. 2008. Dir.: Daniela Fiore. La historia de la historieta argentina. Con la participación de grandes dibujantes como Fontanarrosa, Trillo, Maicas, Solano López, Brescia, Cascioli y Caloi, entre muchos otros.

Centro de Formación Profesional Nº 5

CURSOS NO ARANCELADOS CONTINÚA LA INSCRIPCIÓN - LOS CURSOS COMIENZAN EN AGOSTO Lunes a Viernes: 14 a 18 hs.
CAPACITACIÓN Y PERFECCIONAMIENTO DOCENTE
para todos los Niveles y Modalidades y específicos para el Área de Idioma Inglés (Área de Educación Formal)
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“Preestrenos 2009”

Museo del Cine “Pablo C. Ducrós Hicken
Subsecretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Museos, prosigue la temporada cinematográfica.
Los viernes a las 20 hs en la sede del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (Av. Corrientes 1441)
Viernes 7
EL TORCÁN Dirigida por Gabriel Arregui, Con Osqui Guzmán, Ingrid Pellicori, Rodrigo de la Serna, Claudia Disti. Luis Cardei, una persona que vivió con una sonrisa a mano a pesar de la hemofilia.
Viernes 14
NAUFRAGOS, VENGO DE UN AVIÓN QUE CAYÓ EN LAS MONTAÑAS Dirigida por Gonzalo Arijón, Con los 16 supervivientes, testigos importantes y 25 actores uruguayos.
Viernes 21
LT 22 RADIO LA COLIFATA Dirigida por Carlos Larrondo. Documental con un elenco de todos colifatos.
Viernes 28
EL ÚLTIMO MALÓN Dirigida por Alcides Greca, Con intérpretes no profesionales. La trágica historia de los indios mocovies del norte santafesino

Taller de Entrenamiento Teatral

Técnicas Corporales y Espaciales - Introducción a la Dramaturgia
TEATRO - Dirección: Ruben Vilela Construcción de Acontecimientos Artísticos.
Realización y Producción de Proyectos Culturales.
Facultad de Filosofía y Letras. UBA. Aula 151 1er. piso Puán 480 Cap. Lunes 18,30 hs. (2do cuatrimestre 2009) Gratuito (cupo limitado) Inscripción al e-mail: creariris@yahoo.com.ar lluviadegirasoles@hotmail.com Tel.:4 981- 3052
Invitan: SECRETARIA DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Y BIENESTAR ESTUDIANTIL Facultad de Filosofía y Letras. UBA Centro de Educación y Comunicación

Museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín

Av. Pedro de Mendoza 1835 Tel.: 4 301-1080
Daniel Aguirre inaugura: “La Boca según Aguirre”
El sábado 8 de agosto a las 13hs. se inaugura “La Boca según Aguirre”, del artista boquense Daniel Aguirre, en la sala Sívori del Museo Benito Quinquela Martín, dependiente del Ministerio de Educación de la CABA.
La muestra permanecerá abierta hasta el 6 de setiembre y se podrán visitar de martes a viernes de 10 a 18 hs. sábados, domingos y feriados de 11 a 18 hs.
Ernesto Morales inaugura: “Ciudad de memorias”
El sábado 8 de agosto a las 13.00 hs. se inaugura “Ciudad de memorias” de Ernesto Morales, en la sala Victorica del Museo Benito Quinquela Martín, dependiente del Ministerio de Educación de la CABA.
La muestra permanecerá abierta hasta el 6 de setiembre y se podrá visitar de martes a viernes de 10 a 18 hs. Sábados, domingos y feriados de 11 a 18 hs.

Día del niño en la Villa 31 bis (Retiro)

Area de medios comunitarios y barriales de la Capital.
Los queríamos invitar este sábado 8 de agosto a las 12hs “para festejar el dia del niño” en la Villa 31 bis(Retiro).
Nuestra área realizará un taller de fotos para los chicos.
Proyección de dibujitos, Muestra de fotos, la muestra de nuestra revista barrial y la cobertura del festival.

Espacio Cultural Julián Centeya

San Juan 3255 - Tel: 4931-9667 ejuliancenteya@buenosaires.gov.ar Ministerio de Cultura - Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Muestras
El Espacio Cultural Julián Centeya cuenta con una muestra permanente de pinturas del artista plástico Alejandro Gabriel Fernández que se puede visitar durante todo el año donde el autor recrea la pasión del tango de ayer y de hoy, inspirándose y bocetando en los espectáculos y milongas que ofrece gratuitamente la casa.
Sábado 08/08
Música - 21hs. - Músicas del Sur.
En esta edición se presentarán las agrupaciones Rolando de Marco y Vidita Cruel.
Rolando de Marco: Músicas para guitarra sola y canciones
Vidita Cruel: es una propuesta musical y teatral, dúo conformado por Laura Rodríguez y Miriam De Luca. Laura Rodríguez: voz, acordeón, caja, accesorios. Miriam De Luca: voz, piano, composición.
Domingo 09/08
Teatro infantil (danza) - 16hs. “Había una vez en el agua” Danza teatro para niños de 2 a 100 años. La historia de Felipe y su amistad con los animalitos.
Elenco: Alumnos de la Escuela de Danzas A.V.Mastrazzi del GCBA. Libro: Cecilia Tapia. Compaginación musical: Carlos Matteo. Locución: Eleonora Ferraro. Idea y Dirección: Violeta Bianchi
Domingo 09/08
19 a 22hs - Tangódromo - Clase de tango y milonga abierta Profesores: Laura Zaracho y Emiliano Gonzalez
Jueves 13/08
Música - 21hs “La Torcida”. La Torcida es un grupo folklórico. Integrantes de La Torcida grupo: Carlos Biscardi: Percusión.Sergio Girassolli: Guitarra. Oscar Rodríguez: Voz y coros. Alejandro Morano: Guitarra. Fabian Girassolli: Voz.
Viernes 14/08
Teatro - 21hs - “Chicas de Barrio” de Omar Pini con la Dirección de Guillermo de Lorenzo. Es una historia que transcurre durante 1946 con la presidencia de Juan Domingo Perón. Elenco: Norma Ciocala, Amalia Estecaill, María Teresa Ferraris, Graciela Gallo, Leticia Lukszam, Teresa Pereyra y Miriam Walsh. Vestuario: Natalia Rocca.
Sábado 15/08
Música - 21.30hs. Músicas del Sur. En esta edición se presentarán las agrupaciones Vamoarriba y El sonido de los durmientes (Composiciones originales).
Vamoarriba es la traducción musical de anécdotas y lugares que no podrían ser contados de otra manera.
El sonido de los durmientes (Composiciones originales) Una estética original que se nutre de elementos de la música popular argentina y de la música académica
Domingo 16/08
Teatro infantil - 16hs - Circo Alboroto. “Un poco de cordura en medio de tanta locura” es la última creación de la compañía Circo Alboroto. Elenco: Juana Beltran, Alejandra Ceciaga, Jeremias Faganel, Federico Fernandez.
Domingo 16/08
19 a 22hs - Tangódromo - Clase de tango y milonga abierta Profesores: Laura Zaracho y Emiliano Gonzalez
Jueves 20/08
Música - 21:00 Ciclo “Auditorio Sur”. Es un ciclo de conciertos que se realizará con los artistas que se encontraban programados en el Auditorio del Centro Cultural del Sur.
Pecaypudú acompaña el latino americanismo, buscando no perder de vista el mundo. www.pecaypudu.com.ar www.myspace.com/pecaypudu
Viernes 21/08
Teatro - 21hs - “Chicas de Barrio” de Omar Pini con la Dirección de Guillermo de Lorenzo. Es una historia que transcurre durante 1946 con la presidencia de Juan Domingo Perón.
Sábado 22/08
Danza - 21hs - “Día Internacional del Folklore”. Espectáculo de Danza Folklórica y Música Andina.
El Ballet Folklórico del Buen Ayre dirigido por Cristina Segovia y Guillermo Sosa conjuntamente con el Taller de Ballet Folklórico (Docente: Néstor G. Sosa) y el Taller de Instrumentos Andinos (Docente: Joaquín Schwittay) de la casa, realizarán un espectáculo en el Día Internacional del Folclore.
Domingo 23/08
Teatro infantil (danza) - 16hs. “Había una vez en el agua” Danza teatro para niños de 2 a 100 años.
La historia de Felipe y su amistad con los animalitos, contada a través de la danza, que nos hace reflexionar sobre la importancia de cuidar la naturaleza. Elenco: Alumnos de la Escuela de Danzas A.V.Mastrazzi del GCBA. Libro: Cecilia Tapia. Compaginación musical: Carlos Matteo. Locución: Eleonora Ferraro. Idea y Dirección: Violeta Bianchi
Domingo 23/08
19 a 22hs - Tangódromo - Clase de tango y milonga abierta Profesores: Laura Zaracho y Emiliano Gonzalez
Jueves 27/08
Muestras - 19hs. - Inauguración muestra plástica de los Artistas Alejandro Husni, Laura Sequeiros y Daniel Rotela. (Hasta el 10/09). Curador: Lic. Alejandro Gabriel Fernández.
Jueves 27/08
Música - 21:00 - Ciclo Auditorio Sur. Es un ciclo de conciertos que se realizará con los artistas que se encontraban programados en el Auditorio del Centro Cultural del Sur. Los Señores. Surgen el 2005 como una banda de cinco cantantes que alternan el solismo y exploran diversas texturas corales, sobre un ensamble instrumental de guitarras, bajo, teclado y set de percusión.Leonardo Serignese: Voz y Bajo Sergio Arce: Voz y Guitarra Alejandro Da Silva Farías: Voz y Teclado Adrián Mozzo: Voz y Guitarra Nicolás Mestrovich Voz y Percusión
Viernes 28/08
Festival - 19hs - Festival SUMAR es un festival producido y programado por artistas. Un espacio de diálogo entre músicos, actores, bailarines, cineastas y artistas plásticos. Una verdadera fiesta del arte sin prejuicios, un encuentro que se anima a derribar los mitos que separan los estilos y géneros dentro del arte. Es la suma de los esfuerzos de cada uno de sus integrantes por generar un espacio propio e independiente.
Sábado 29/08
Música - 20hs - Ciclo de Blues en el Centeya. En esta nueva edición se presentará Ciro Fogliata. El extraordinario y legendario pianista de Rock y Blues que fuera parte de los Gatos que tocara con Papo, con Nito Mestre y los Desconocidos de Siempre y con Andrés Calamaro, entre otros, se presentará en el ciclo para desarrollar un concierto único: un homenaje a los grandes maestros del piano Blues.
Domingo 30/08
Teatro infantil - 16hs - Circo Alboroto. “Un poco de cordura en medio de tanta locura” es la última creación de la compañía
Circo Alboroto. Este espectáculo, apto para todo público, gira en torno al encuentro de cuatro excéntricos personajes y sus particulares habilidades. Dos mujeres, dos hombres, una pizca de humor, otro tanto de riesgo y dos cucharaditas de sal. Pasen y vean Elenco: Juana Beltran, Alejandra Ceciaga, Jeremias Faganel, Federico Fernandez.
Domingo 30/08
19 a 22hs - Tangódromo - Clase de tango y milonga abierta Profesores: Laura Zaracho y Emiliano Gonzalez


TODAS LAS ACTIVIDADES CON ENTRADA LIBRE Y GRATUITA - LAS ENTRADAS SE RETIRAN UNA HORA ANTES DE LA FUNCION, Espacio Cultural Julián Centeya ejuliancenteya@buenosaires.gov.ar Colectivos: 4,7, 23, 32, 41, 53, 56, 75, 96, 97, 101, 115, 126, 127, 128, 134, 155, 160 y 165 Subte: Linea E Estación Urquiza.

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