Nº 76
Julio de 2008
Julio de 2008
SUMARIO
.
UNA NUEVA FIESTA DE BOEDO
Una semana plena de hechos culturales –del 19 al 26 de julio–
organizados por las instituciones de la Red de Cultura barrial.
PICHUCO X PICHUCO
El propio Pichuco cuenta su faceta más desconocida, previa a la formación de su orquesta.
Callejeando historia
ECHEVERRIA Y EL ROMANTICISMO
Glosar la vida y obra de Echeverría excedería esta columna. Sólo digamos que mucho se ha hablado de El matadero como obra fundante de nuestra prosa…
Diego Ruiz
MODAS, BASURA Y CONCLAVES
Una forma de estar y no estar, la ilusión de ser. En los multiplex, en los shopping…
Carlos Penelas
VIGO, UN ARTISTA DEL PUEBLO
Sobre la publicación del Museo de Bellas Artes de la Boca –para la colección Cuadernos del Tornillo–, cuyo autor es Diego Ruiz
1955-2008: COINCIDENCIAS
¿No nos evoca nada el escuchar hablar de la defensa de la dignidad, el monopolio de la escarapela y la difusión de una vocación campesina?
Joaquín Bovisio
La mirada joven
EMIGRANTE
… la nostalgia de los años que han pasado lo llevó un día a enfrentarse cara a cara con la arena que la vida se llevó.
.
UNA NUEVA FIESTA DE BOEDO
Una semana plena de hechos culturales –del 19 al 26 de julio–
organizados por las instituciones de la Red de Cultura barrial.
PICHUCO X PICHUCO
El propio Pichuco cuenta su faceta más desconocida, previa a la formación de su orquesta.
Callejeando historia
ECHEVERRIA Y EL ROMANTICISMO
Glosar la vida y obra de Echeverría excedería esta columna. Sólo digamos que mucho se ha hablado de El matadero como obra fundante de nuestra prosa…
Diego Ruiz
MODAS, BASURA Y CONCLAVES
Una forma de estar y no estar, la ilusión de ser. En los multiplex, en los shopping…
Carlos Penelas
VIGO, UN ARTISTA DEL PUEBLO
Sobre la publicación del Museo de Bellas Artes de la Boca –para la colección Cuadernos del Tornillo–, cuyo autor es Diego Ruiz
1955-2008: COINCIDENCIAS
¿No nos evoca nada el escuchar hablar de la defensa de la dignidad, el monopolio de la escarapela y la difusión de una vocación campesina?
Joaquín Bovisio
La mirada joven
EMIGRANTE
… la nostalgia de los años que han pasado lo llevó un día a enfrentarse cara a cara con la arena que la vida se llevó.
Pablo Bellocchio
MONUMENTO A LA CORDIALIDAD ARGENTINO URUGUAYA
… que le fuera obsequiado a la ciudad de Buenos Aires por su vecina de la otra orilla del Río de la Plata, la ciudad de Montevideo.
Miguel Ruffo
COMISION PLAZA
… el encuentro que se realizó en el GON el día 23 de junio con la Dirección General de Espacios Verdes.
Patricia Roselló
HOCKEY SUBACUATICO
…el inusual atractivo de este deporte que merece, sin lugar a dudas, una mayor difusión y apoyo (M. B.)
NOCHES DE BUENOS AIRES
En la oscuridad de la niebla tenue brillan los carteles luminosos de hoteles baratos, no hay bares abiertos a la hora en que los encargados de edificios salen a baldear sus respectivas veredas…
Edgardo Lois
POEMA
INFORME LATINOAMERICANO
María Mudanó
Editorial
AMONESTACIONES
Mario Bellocchio
VER, LEER Y ESCUCHAR
Crítica literaria, teatral y de producciones discográficas
CULTURA GRATUITA
Actividad cultural barrial que no requiere pago alguno
Una nueva fiesta de Boedo
Una semana plena de hechos culturales –del 19 al 26 de julio– organizados por las instituciones de la Red de Cultura barrial recordando un nuevo aniversario del nacimiento de Mariano Boedo
MONUMENTO A LA CORDIALIDAD ARGENTINO URUGUAYA
… que le fuera obsequiado a la ciudad de Buenos Aires por su vecina de la otra orilla del Río de la Plata, la ciudad de Montevideo.
Miguel Ruffo
COMISION PLAZA
… el encuentro que se realizó en el GON el día 23 de junio con la Dirección General de Espacios Verdes.
Patricia Roselló
HOCKEY SUBACUATICO
…el inusual atractivo de este deporte que merece, sin lugar a dudas, una mayor difusión y apoyo (M. B.)
NOCHES DE BUENOS AIRES
En la oscuridad de la niebla tenue brillan los carteles luminosos de hoteles baratos, no hay bares abiertos a la hora en que los encargados de edificios salen a baldear sus respectivas veredas…
Edgardo Lois
POEMA
INFORME LATINOAMERICANO
María Mudanó
Editorial
AMONESTACIONES
Mario Bellocchio
VER, LEER Y ESCUCHAR
Crítica literaria, teatral y de producciones discográficas
CULTURA GRATUITA
Actividad cultural barrial que no requiere pago alguno
Una nueva fiesta de Boedo
Una semana plena de hechos culturales –del 19 al 26 de julio– organizados por las instituciones de la Red de Cultura barrial recordando un nuevo aniversario del nacimiento de Mariano Boedo
El sábado 19 comienza la 5ª Semana de Boedo cuyo Festival Inaugural se desarrollará el domingo 20, de 10 a 18, sobre la avenida Boedo, entre Carlos Calvo y Estados Unidos. Un palco central, ubicado sobre la cortada San Ignacio, recibirá la abundante producción artística y, a ambos lados, a lo largo de la avenida, se desplegarán los puestos de las instituciones barriales participantes, los artesanos invitados y las muestras.
Actuarán, entre otros, la murga “La que se viene”, “Buenos Ayres Danza”, “Maderas del Río de la Plata”, José Curbelo y Marta Suin, el grupo de teatro “Boedo Antiguo”, “Hot Club de Boedo”, Gabriel Bloise, “Walter Hidalgo trío”, la orquesta típica “La Vidú” y, en los intervalos, los “Payasíteres” animarán la espera. Las presentaciones del espectáculo estarán a cargo de María Virginia Ameztoy y Alberto Venturiello.
La semana tendrá una extensa oferta de actividades organizadas por las instituciones que conforman la Red de Cultura de Boedo, comenzando el
SABADO 19
* A las 11: en Boedo y San Ignacio con la Radio Abierta de la Asamblea de Boedo y “Teatro Callejero”.
* A la misma hora, enfrente, en la vereda del Margot, Baires Popular. Mesa de publicaciones. Distribución del periódico DESDE BOEDO y fotos restauradas del viejo Boedo
Actuarán, entre otros, la murga “La que se viene”, “Buenos Ayres Danza”, “Maderas del Río de la Plata”, José Curbelo y Marta Suin, el grupo de teatro “Boedo Antiguo”, “Hot Club de Boedo”, Gabriel Bloise, “Walter Hidalgo trío”, la orquesta típica “La Vidú” y, en los intervalos, los “Payasíteres” animarán la espera. Las presentaciones del espectáculo estarán a cargo de María Virginia Ameztoy y Alberto Venturiello.
La semana tendrá una extensa oferta de actividades organizadas por las instituciones que conforman la Red de Cultura de Boedo, comenzando el
SABADO 19
* A las 11: en Boedo y San Ignacio con la Radio Abierta de la Asamblea de Boedo y “Teatro Callejero”.
* A la misma hora, enfrente, en la vereda del Margot, Baires Popular. Mesa de publicaciones. Distribución del periódico DESDE BOEDO y fotos restauradas del viejo Boedo
* A las 20: Teatro: "No puedo imaginar el mañana" (Comisión de Asociados del Banco Credicoop) Av. La Plata 1435.
DOMINGO 20 de 10 a 18:
Festival Inaugural de la Semana de Boedo. Feria Institucional y Artesanal. Muestras: 25 años de democracia y 100 años de San Lorenzo
Boedo entre EE.UU. y Carlos Calvo
* 19 hs: Ciclo de Blues. Leo Caruso y Club Mondrian / Duo Candy Blues. C. C. Julián Centeya - San Juan 3255.
LUNES 21
DOMINGO 20 de 10 a 18:
Festival Inaugural de la Semana de Boedo. Feria Institucional y Artesanal. Muestras: 25 años de democracia y 100 años de San Lorenzo
Boedo entre EE.UU. y Carlos Calvo
* 19 hs: Ciclo de Blues. Leo Caruso y Club Mondrian / Duo Candy Blues. C. C. Julián Centeya - San Juan 3255.
LUNES 21
* 19 hs: conferencia de Norberto Galasso "Homero Manzi, un hombre de San Juan Y Boedo". Bar Esquina Homero Manzi (San Juan y Boedo) Org. CC S Ortiz y ES Comunarte
* 19 hs: Clase abierta de tango (CC El Surco) Boedo 830
* 19.30 hs: taller de aprox. a la pintura textil. P/ may. de 12 años. Insc. previa estrella.azulgrana@hotmail.com
C. C. El Surco - Boedo 830.
MARTES 22
* 18.30 hs: visita guiada por la historia de Boedo. Museo Monte de Piedad - Banco Ciudad. Boedo 870 2º piso por escalera
* 19 hs: 25 Años de Democracia Cooperativismo y Participación. Disertante: Gustavo Nagel (Dirigte. Cooperativo) Teatro Pan y Arte - Boedo 878
* 19 hs: Baires Popular. Inauguración de la Muestra de Juan Manuel Sánchez. (integrante del grupo Espartaco) Cafe Margot - Boedo y San Ignacio
* 19.30 hs: taller de aprox. a la pintura textil. P/ may. de 12 años. Insc. previa estrella.azulgrana@hotmail.com
C. C. El Surco - Boedo 830.
MARTES 22
* 18.30 hs: visita guiada por la historia de Boedo. Museo Monte de Piedad - Banco Ciudad. Boedo 870 2º piso por escalera
* 19 hs: 25 Años de Democracia Cooperativismo y Participación. Disertante: Gustavo Nagel (Dirigte. Cooperativo) Teatro Pan y Arte - Boedo 878
* 19 hs: Baires Popular. Inauguración de la Muestra de Juan Manuel Sánchez. (integrante del grupo Espartaco) Cafe Margot - Boedo y San Ignacio
* 19 hs: "El sueño del pibe en el sigloXXI". Asoc Sísifo / Subcom hincha de San Lorenzo. Inclán esq. Muñiz
MIERCOLES 23
* 18 hs: Nueva Generación (Q. Bocayuva, bajo autopista) inaugura la Biblioteca Athos Mariani
* 19 hs: Cine Pobre mi madre querida (Homero Manzi y Ralph Pappier, 1948)CC Julián Centeya - San Juan 3255
MIERCOLES 23
* 18 hs: Nueva Generación (Q. Bocayuva, bajo autopista) inaugura la Biblioteca Athos Mariani
* 19 hs: Cine Pobre mi madre querida (Homero Manzi y Ralph Pappier, 1948)CC Julián Centeya - San Juan 3255
* 19 hs: a 25 años de democracia "Qué tenemos, qué nos falta". Panel Marta Maffei y Helena Herbstein. Ateneo Haroldo Conti. Parroquia Sta. Cruz. EEUU 3150
* 20 hs: El Tranvía y la Plaza de Boedo. A cargo del Arq. Aquilino González Podestá. Club GON - Pavón 3916
* 20 hs: El Tranvía y la Plaza de Boedo. A cargo del Arq. Aquilino González Podestá. Club GON - Pavón 3916
* 20 hs: Clase abierta de capoeira. CC El Surco. Boedo 830
JUEVES 24
* 18 hs: Democracia, participación y organizaciones sociales. Panel: Héctor Polino, Daniel Magliocco y Daniel Siciliano. Club GON - Pavón 3916
* 19 hs: Baires Popular. Reapertura de la biblioteca Miguel Angel Caiafa. Café Margot - Boedo y S. Ignacio
* 19 hs: Cine: El último payador (Homero Manzi y Ralph Pappier, 1950). C. C. Julián Centeya - San Juan 3255
* 19 hs: Taller de aprox. a la pintura textil. P/mayores de 12 años (Insc. previa estrella.azulgrana@hotmail.com) C. C. El Surco - Boedo 830
JUEVES 24
* 18 hs: Democracia, participación y organizaciones sociales. Panel: Héctor Polino, Daniel Magliocco y Daniel Siciliano. Club GON - Pavón 3916
* 19 hs: Baires Popular. Reapertura de la biblioteca Miguel Angel Caiafa. Café Margot - Boedo y S. Ignacio
* 19 hs: Cine: El último payador (Homero Manzi y Ralph Pappier, 1950). C. C. Julián Centeya - San Juan 3255
* 19 hs: Taller de aprox. a la pintura textil. P/mayores de 12 años (Insc. previa estrella.azulgrana@hotmail.com) C. C. El Surco - Boedo 830
* 19 hs: Recorrido por la memoria (Parroquia Sta. Cruz) EEUU 3150
* 20 hs: conferencia sobre "Medios y democracia" (CC El Surco) Boedo 830
* 20.30 hs: Des-Concierto p/títeres y marionetas
Organizan Payasíteres y Club Estrella de Boedo
Constitución 4151
VIERNES 25
* 18.30 hs: Baires Popular inaug. del Ciclo de cine argentino (ver "Cultura gratuita") en la Balear, Colombres 841
* 18.30 hs: proyección de la recopliación de filmaciones sobre los 100 años de San Lorenzo realizada por Mario Bellocchio (25 min.)
* Y a las 19 hs: ELSA & FRED (Con China Zorrilla)
* Casa Social El Sol de Boedo - 33 Orientales (bajo autopista) 19 hs: Tango - Antonella y Jonathan. Galería de exposición de pintura artística - Alejandro Torrado. 20 hs: Folclore, Guillermo Sosa
* 20 hs: Tango en el Julián Centeya, Av S.Juan 3255
Lidia Borda / Dúo Los Ranas / Zona Taura. Unión de Músicos de Orquestas Típicas
SABADO 26
* 11 hs: Baires Popular. Mesa de publicaciones en la vereda del Margot. Boedo y San Ignacio.
* 20.30 hs: Des-Concierto p/títeres y marionetas
Organizan Payasíteres y Club Estrella de Boedo
Constitución 4151
VIERNES 25
* 18.30 hs: Baires Popular inaug. del Ciclo de cine argentino (ver "Cultura gratuita") en la Balear, Colombres 841
* 18.30 hs: proyección de la recopliación de filmaciones sobre los 100 años de San Lorenzo realizada por Mario Bellocchio (25 min.)
* Y a las 19 hs: ELSA & FRED (Con China Zorrilla)
* Casa Social El Sol de Boedo - 33 Orientales (bajo autopista) 19 hs: Tango - Antonella y Jonathan. Galería de exposición de pintura artística - Alejandro Torrado. 20 hs: Folclore, Guillermo Sosa
* 20 hs: Tango en el Julián Centeya, Av S.Juan 3255
Lidia Borda / Dúo Los Ranas / Zona Taura. Unión de Músicos de Orquestas Típicas
SABADO 26
* 11 hs: Baires Popular. Mesa de publicaciones en la vereda del Margot. Boedo y San Ignacio.
Distribución del periódico DESDE BOEDO y fotos restauradas del viejo Boedo
* 17 hs: Baires Popular. Buenos Aires esquina Boedo. Con la evocación a cargo de Rosa María Silva: "Julio Camilloni, un poeta de Boedo". Erardo Del Prado leerá poemas del autor; Adrián Piacenti en piano y Alfredo Baccay en canto ilustrarán musicalmente, y la pareja de baile Karina y Roberto pondrán los compases del 2x4 .
En el Café "Esquina Osvaldo Pugliese" (Boedo y Carlos Calvo).
* 18 hs: Rock en el Julián Centeya - Av. San Juan 3255. Manzana Podrida / Fluido Manchester / Escuela de Walter Malossetti
* 17 hs: Baires Popular. Buenos Aires esquina Boedo. Con la evocación a cargo de Rosa María Silva: "Julio Camilloni, un poeta de Boedo". Erardo Del Prado leerá poemas del autor; Adrián Piacenti en piano y Alfredo Baccay en canto ilustrarán musicalmente, y la pareja de baile Karina y Roberto pondrán los compases del 2x4 .
En el Café "Esquina Osvaldo Pugliese" (Boedo y Carlos Calvo).
* 18 hs: Rock en el Julián Centeya - Av. San Juan 3255. Manzana Podrida / Fluido Manchester / Escuela de Walter Malossetti
* A las 20: Teatro: "No puedo imaginar el mañana" (Comisión de Asociados del Banco Credicoop) Av. La Plata 1435.
* 22 hs: Peña de tango en "Bien Bohemio". S. de Loria 745
Pichuco x Pichuco
“El primer tango que ‘saqué’ entero en el bandoneón fue Boedo, de
Julio De Caro” (Aníbal Troilo). En un nuevo cumpleaños del
“Bandoneón mayor de Buenos Aires”, el propio Pichuco* cuenta
su faceta más desconocida, previa a la formación de su orquesta
El Día del Bandoneón se posa en el pentagrama tanguero todos los 11 de julio. Desarruga los pliegues, hunde los botones sobre el laqueado incrustado en nácar y saca de sus lengüetas los más puros sones canyengues. Resopla el fueye las velitas de quien diera origen a este homenaje instrumental porque allá, un 11 de julio de 1914, había nacido Troilo.
¿Dónde?
Yo nací en una casa de la calle Cabrera 2937 pero mi casa fue la de Soler 3280. Mi familia vivía ahí, en la calle Soler, cuando nació Marcos, mi hermano mayor. En ella murió mi hermanita. Era un tibio montón de nada que se enfrió una noche. Tenía apenas seis meses. Yo no conocí su muerte pero aprendí su muerte. Mamá siempre hablaba de Chochita como si la estuviera esperando. Ocurrida esa muerte mi mamá quiso desentenderse de la casa. “Camino —decía— y piso recuerdos de la hija chica.” Lo convenció a mi papá y alquilaron una casa ahí cerquita, en Cabrera 2937. Ahí nací yo. Poco tiempo después volvimos otra vez a Soler 3280.
[...] Mi padre era guitarrero y cantor. Se llamaba Aníbal, como mi abuelo. Carnicero de oficio, pero no tenía negocio en el barrio. El puesto lo tenía en el mercado que estaba en Talcahuano y Charcas.
[...] Lo de Pichuco lo explicaron mi tío Gioanín y mi tía Estela. Parece que mi padre tenía un amigo a quien llamaban Pichuco. Sobre mis primeras lágrimas de niño, con su dulzura de hombre, acaso feliz, mi padre trató de calmarme: “Bueno..., Pichuco..,. bueno”. Dijo Pichuco y me quedó para siempre.
[...] Al año preciso de la muerte de mi padre nació mi deseo de estudiar bandoneón. Recuerdo que fue en enero de 1923. Fui hasta su tumba, llevé flores recogidas en el patio de mi casa y allí hice el juramento. ¡Estudiaría el bandoneón!
El primero que tuve se lo compramos a un ruso. El trato fue 12 cuotas de 10 pesos. Pagamos las cuatro primeras y el ruso no vino más. Ese bandoneón todavía lo tengo. Yo lo llamo “cadenero” porque cincha conmigo esta dura barrera de la vida y de la muerte desde hace cuarenta años.
¿Y quién te enseñó a tocarlo?
El jorobadito Goyo, que trabaja en el Correo, me llevó a casa de Amendolaro. El fue mi primer maestro pero me duró poco. Era más “sacador” de piezas que músico. Recuerdo su buen oído y su fatiga por enseñarme, de manera que había que clavarse o había que irse. Yo me fui. Eso ocurrió en 1925.
¿Y cuándo debutaste?
Fue una trampa de amigos. Me llevaron al cine Petit Colón, que estaba en Córdoba entre Agüero y Anchorena, prometiéndome que tocaría un par de tangos escondido entre las bambalinas. Me lo creí y fui. Mi intervención debió haberle gustado al dueño del cine porque conversó con mi madre y le propuso que formara el trío que ejecutaba música mientras pasaban las películas mudas. Mi madre aceptó la propuesta con la condición de que estuviera de vuelta en casa antes de la medianoche porque a la mañana tenía que ir al colegio. Era un sacrificio demasiado grande para mi edad. En el colegio siempre tenía sueño. Yo estaba en tercer año y había que elegir y elegí: largué el nacional.
¿Y el debut oficial?
Ocurrió en el café Ferraro, en Pueyrredón y Córdoba. Yo tenía 13 años y los bolsillos llenos de miedo. Se trataba de una orquesta de señoritas que en ese entonces eran muy comunes en los cafés de barrio y en las confiterías del centro. Eran cuartetos pero se les decía “orquesta de señoritas”. El piano siempre lo tocaba una gorda. El violín estaba en poder de una flaca. En toda orquesta de señoritas había un hombre. También eso parecía una cosa obligatoria. No sé por qué debía ser así, pero el hecho fue que siempre fue así. Entonces yo pasé a ser el hombre de aquella orquesta. Creo que estuve un par de semanas. De ahí me arrancó Eduardo Ferri, cartel de primer orden en aquellos tiempos, cuya orquesta ejecutaba cuatro ritmos: tango, fox, folclore y algo con aspecto de cosa internacional, como ser el vals vienés, la canzoneta napolitana, el pasodoble español y la chançon del viejo París. Con Ferri también estuve poco tiempo porque formé mi primer conjunto. Un conjunto reducido con el que conseguí trabajo en un palco también reducido, hundido en la penumbra, el del cine Palace Medrano. En el piano de aquella orquestita estaba un amigo y un gran músico, Lagna Fietta, que desde hace años está radicado en el Brasil y colecciona sucesos como hombre de jazz. En ese cine, entre película y película se producía el entreacto y ese era nuestro momento. Ahí tocábamos.
Duré bastante en el Palace Medrano. Sentía como si estuviera ubicado en el umbral mismo de la calle Corrientes. Tenía el Lacroze a mano, de modo que en cualquier momento cerraba la jaula —como Julián (Centeya) llamaba al bandoneón—, metía la mano en la manija y derecho hasta los metros finales donde estaban los cafés de tango. En esa sala cinematográfica me definí frente a la vida. Ahí empecé a ser esto: Pichuco. Uno. Yo mismo. No sé cómo lo he logrado o lo sé, que es lo mismo. Me hice, y esto es lo importante. Me di a mí mismo, arrancando desde aquel palco en sombra cuando tenía trece años, vestía pantalón corto, calzaba medias negras, largas. Era el tiempo en que Julio De Caro imponía su figura fabulosa de músico que había sabido crear la otra cosa y que por ser otra era nueva y como tal todo lo renovaba. Tallaba Juan Maglio, Pacho, cuyos discos Columbia salían en cantidades fabulosas copando el país. Yo nací tanguísticamente cuando todo esto ocurría.
Juan Maglio venía de arrastre largo, con una fama que iba desde el Gariboto hasta las pulperías sureñas. De pronto se encontró con un problema en cuanto a la modalidad, estilo y formas que iba adquiriendo el tango. Pacho era el ayer habanerado, con todo el coraje que se necesita para deshojar un repertorio a la parrilla, vale decir, sin someter la partitura original al proceso de una instrumentación. Por ahí andaba De Caro con reminiscencias de Eduardo Arolas, con otro tango. Maglio —y era el año 1929— entendió que había que entregarse al nuevo ejercicio y decidió formar un sexteto moderno, con gente joven. [...] Faltaba otro bandoneón, y Pacho se acordó de un pibe gordito, de pantalones cortos, que había visto en el cine Medrano y me mandó a buscar. Me hablaron en un entreacto y acepté. Debutamos en el Germinal. Era sábado.
Elvino Vardaro y Osvaldo Pugliese habían formado un quinteto en 1929. En el 30 lo renovaron. Siguieron ellos dos, Corleto en el contrabajo, Miguel Jurado como bandoneón y entramos Alfredito Gobbi y yo. Los dos nos fuimos en el 32. Yo me fui con Ciriaco Ortiz al cabaret Casanovas y Gobbi se abrió para ir con Osvaldo Pugliese al Moulin Rouge. Al mismo tiempo grababa para la Victor con Ciriaquito, Kalisai, Germino, Vardaro, Corleto y Francia.
Julio De Caro formó una orquesta gigante para actuar en el Astor y me ofreció un puesto en la línea de fueyes. [...] Con esa orquesta Julio ganó el primer premio en un concurso realizado en el Luna Park. Enseguida le ofrecieron participar en la película “Los tres berretines”, punto inicial de la carrera cinematográfica de Luis Sandrini, y allí aparecí tocando en la línea de bandoneones.
A Orlando Goñi me lo presentó Alfredo Gobbi. Trabajamos en el cine Garay y enseguida pasamos los tres a un sexteto que formó Attadía y que completaban el director, José Goñi y Agustín Furchi. Duró poco. Gobbi y Goñi se fueron con Manuel Buzón y yo volví a reunirme con Elvino Vardaro.
Elvino Vardaro formó un sexteto para actuar en Radio Belgrano. [...] En esos años tallaban los dúos de fueyes: Maffia y Laurenz, Franco y Clausi. Ellos hacían temblar a las barras milongueras. Con Jorge hicimos un dúo de bandoneones que la ciudad entró a considerar con el mejor de los apoyos. Con ese sexteto viajamos a Montevideo y actuamos en el Tupí Nambá nuevo, que estaba en la 18, cerca de la plaza Independencia. [...]
En 1935 y sin dejar a Vardaro me salió un trabajo con Angel D’Agostino. Fuimos con Huguito Baralis, el cordobés Escamés, Jorge Fernández y Pedro Caracciolo. El cantor era Alberto Echagüe. Eso duró poco y seguí con Vardaro hasta que en 1936 resolvió disolver el sexteto. Me arreglé para acompañar al trío Irusta-Fugazot-Demare y allí me encontré otra vez con el violín brujo de Alfredo Gobbi. Héctor Varela hacía el dúo de bandoneón conmigo. Anduve un año dividiéndome y multiplicándome. Actué con Eduardo Ferri, con Juan D’Arienzo, pasé a la Victor con Federico Scorticatti hasta que me llamó Ciriaco Ortiz para integrar el conjunto Los Provincianos, que actuaba en Radio Excelsior y en el cabaret Casanovas.
Cuando llegaron los Carnavales de 1937, Juan Carlos Cobián me llamó para sumarme a un orquestón que estaba formando para actuar en el teatro Politeama. Fui con Ciriaco Ortiz. [...] Terminados los bailes de Carnaval con Cobián, me lleva con él a una orquesta que formó para trabajar en Radio El Mundo y en el Charleston, un cabaret de La Boca. Cuando terminó el ciclo de la radio disolvió la orquesta y los músicos nos quedamos sin trabajo. Fue en ese momento cuando advertí que era mi hora, que yo también podía tirarme a la aventura de formar mi propia orquesta.
La más conocida y notable historia de Aníbal Troilo estaba por comenzar.
Pichuco x Pichuco
“El primer tango que ‘saqué’ entero en el bandoneón fue Boedo, de
Julio De Caro” (Aníbal Troilo). En un nuevo cumpleaños del
“Bandoneón mayor de Buenos Aires”, el propio Pichuco* cuenta
su faceta más desconocida, previa a la formación de su orquesta
El Día del Bandoneón se posa en el pentagrama tanguero todos los 11 de julio. Desarruga los pliegues, hunde los botones sobre el laqueado incrustado en nácar y saca de sus lengüetas los más puros sones canyengues. Resopla el fueye las velitas de quien diera origen a este homenaje instrumental porque allá, un 11 de julio de 1914, había nacido Troilo.
¿Dónde?
Yo nací en una casa de la calle Cabrera 2937 pero mi casa fue la de Soler 3280. Mi familia vivía ahí, en la calle Soler, cuando nació Marcos, mi hermano mayor. En ella murió mi hermanita. Era un tibio montón de nada que se enfrió una noche. Tenía apenas seis meses. Yo no conocí su muerte pero aprendí su muerte. Mamá siempre hablaba de Chochita como si la estuviera esperando. Ocurrida esa muerte mi mamá quiso desentenderse de la casa. “Camino —decía— y piso recuerdos de la hija chica.” Lo convenció a mi papá y alquilaron una casa ahí cerquita, en Cabrera 2937. Ahí nací yo. Poco tiempo después volvimos otra vez a Soler 3280.
[...] Mi padre era guitarrero y cantor. Se llamaba Aníbal, como mi abuelo. Carnicero de oficio, pero no tenía negocio en el barrio. El puesto lo tenía en el mercado que estaba en Talcahuano y Charcas.
[...] Lo de Pichuco lo explicaron mi tío Gioanín y mi tía Estela. Parece que mi padre tenía un amigo a quien llamaban Pichuco. Sobre mis primeras lágrimas de niño, con su dulzura de hombre, acaso feliz, mi padre trató de calmarme: “Bueno..., Pichuco..,. bueno”. Dijo Pichuco y me quedó para siempre.
[...] Al año preciso de la muerte de mi padre nació mi deseo de estudiar bandoneón. Recuerdo que fue en enero de 1923. Fui hasta su tumba, llevé flores recogidas en el patio de mi casa y allí hice el juramento. ¡Estudiaría el bandoneón!
El primero que tuve se lo compramos a un ruso. El trato fue 12 cuotas de 10 pesos. Pagamos las cuatro primeras y el ruso no vino más. Ese bandoneón todavía lo tengo. Yo lo llamo “cadenero” porque cincha conmigo esta dura barrera de la vida y de la muerte desde hace cuarenta años.
¿Y quién te enseñó a tocarlo?
El jorobadito Goyo, que trabaja en el Correo, me llevó a casa de Amendolaro. El fue mi primer maestro pero me duró poco. Era más “sacador” de piezas que músico. Recuerdo su buen oído y su fatiga por enseñarme, de manera que había que clavarse o había que irse. Yo me fui. Eso ocurrió en 1925.
¿Y cuándo debutaste?
Fue una trampa de amigos. Me llevaron al cine Petit Colón, que estaba en Córdoba entre Agüero y Anchorena, prometiéndome que tocaría un par de tangos escondido entre las bambalinas. Me lo creí y fui. Mi intervención debió haberle gustado al dueño del cine porque conversó con mi madre y le propuso que formara el trío que ejecutaba música mientras pasaban las películas mudas. Mi madre aceptó la propuesta con la condición de que estuviera de vuelta en casa antes de la medianoche porque a la mañana tenía que ir al colegio. Era un sacrificio demasiado grande para mi edad. En el colegio siempre tenía sueño. Yo estaba en tercer año y había que elegir y elegí: largué el nacional.
¿Y el debut oficial?
Ocurrió en el café Ferraro, en Pueyrredón y Córdoba. Yo tenía 13 años y los bolsillos llenos de miedo. Se trataba de una orquesta de señoritas que en ese entonces eran muy comunes en los cafés de barrio y en las confiterías del centro. Eran cuartetos pero se les decía “orquesta de señoritas”. El piano siempre lo tocaba una gorda. El violín estaba en poder de una flaca. En toda orquesta de señoritas había un hombre. También eso parecía una cosa obligatoria. No sé por qué debía ser así, pero el hecho fue que siempre fue así. Entonces yo pasé a ser el hombre de aquella orquesta. Creo que estuve un par de semanas. De ahí me arrancó Eduardo Ferri, cartel de primer orden en aquellos tiempos, cuya orquesta ejecutaba cuatro ritmos: tango, fox, folclore y algo con aspecto de cosa internacional, como ser el vals vienés, la canzoneta napolitana, el pasodoble español y la chançon del viejo París. Con Ferri también estuve poco tiempo porque formé mi primer conjunto. Un conjunto reducido con el que conseguí trabajo en un palco también reducido, hundido en la penumbra, el del cine Palace Medrano. En el piano de aquella orquestita estaba un amigo y un gran músico, Lagna Fietta, que desde hace años está radicado en el Brasil y colecciona sucesos como hombre de jazz. En ese cine, entre película y película se producía el entreacto y ese era nuestro momento. Ahí tocábamos.
Duré bastante en el Palace Medrano. Sentía como si estuviera ubicado en el umbral mismo de la calle Corrientes. Tenía el Lacroze a mano, de modo que en cualquier momento cerraba la jaula —como Julián (Centeya) llamaba al bandoneón—, metía la mano en la manija y derecho hasta los metros finales donde estaban los cafés de tango. En esa sala cinematográfica me definí frente a la vida. Ahí empecé a ser esto: Pichuco. Uno. Yo mismo. No sé cómo lo he logrado o lo sé, que es lo mismo. Me hice, y esto es lo importante. Me di a mí mismo, arrancando desde aquel palco en sombra cuando tenía trece años, vestía pantalón corto, calzaba medias negras, largas. Era el tiempo en que Julio De Caro imponía su figura fabulosa de músico que había sabido crear la otra cosa y que por ser otra era nueva y como tal todo lo renovaba. Tallaba Juan Maglio, Pacho, cuyos discos Columbia salían en cantidades fabulosas copando el país. Yo nací tanguísticamente cuando todo esto ocurría.
Juan Maglio venía de arrastre largo, con una fama que iba desde el Gariboto hasta las pulperías sureñas. De pronto se encontró con un problema en cuanto a la modalidad, estilo y formas que iba adquiriendo el tango. Pacho era el ayer habanerado, con todo el coraje que se necesita para deshojar un repertorio a la parrilla, vale decir, sin someter la partitura original al proceso de una instrumentación. Por ahí andaba De Caro con reminiscencias de Eduardo Arolas, con otro tango. Maglio —y era el año 1929— entendió que había que entregarse al nuevo ejercicio y decidió formar un sexteto moderno, con gente joven. [...] Faltaba otro bandoneón, y Pacho se acordó de un pibe gordito, de pantalones cortos, que había visto en el cine Medrano y me mandó a buscar. Me hablaron en un entreacto y acepté. Debutamos en el Germinal. Era sábado.
Elvino Vardaro y Osvaldo Pugliese habían formado un quinteto en 1929. En el 30 lo renovaron. Siguieron ellos dos, Corleto en el contrabajo, Miguel Jurado como bandoneón y entramos Alfredito Gobbi y yo. Los dos nos fuimos en el 32. Yo me fui con Ciriaco Ortiz al cabaret Casanovas y Gobbi se abrió para ir con Osvaldo Pugliese al Moulin Rouge. Al mismo tiempo grababa para la Victor con Ciriaquito, Kalisai, Germino, Vardaro, Corleto y Francia.
Julio De Caro formó una orquesta gigante para actuar en el Astor y me ofreció un puesto en la línea de fueyes. [...] Con esa orquesta Julio ganó el primer premio en un concurso realizado en el Luna Park. Enseguida le ofrecieron participar en la película “Los tres berretines”, punto inicial de la carrera cinematográfica de Luis Sandrini, y allí aparecí tocando en la línea de bandoneones.
A Orlando Goñi me lo presentó Alfredo Gobbi. Trabajamos en el cine Garay y enseguida pasamos los tres a un sexteto que formó Attadía y que completaban el director, José Goñi y Agustín Furchi. Duró poco. Gobbi y Goñi se fueron con Manuel Buzón y yo volví a reunirme con Elvino Vardaro.
Elvino Vardaro formó un sexteto para actuar en Radio Belgrano. [...] En esos años tallaban los dúos de fueyes: Maffia y Laurenz, Franco y Clausi. Ellos hacían temblar a las barras milongueras. Con Jorge hicimos un dúo de bandoneones que la ciudad entró a considerar con el mejor de los apoyos. Con ese sexteto viajamos a Montevideo y actuamos en el Tupí Nambá nuevo, que estaba en la 18, cerca de la plaza Independencia. [...]
En 1935 y sin dejar a Vardaro me salió un trabajo con Angel D’Agostino. Fuimos con Huguito Baralis, el cordobés Escamés, Jorge Fernández y Pedro Caracciolo. El cantor era Alberto Echagüe. Eso duró poco y seguí con Vardaro hasta que en 1936 resolvió disolver el sexteto. Me arreglé para acompañar al trío Irusta-Fugazot-Demare y allí me encontré otra vez con el violín brujo de Alfredo Gobbi. Héctor Varela hacía el dúo de bandoneón conmigo. Anduve un año dividiéndome y multiplicándome. Actué con Eduardo Ferri, con Juan D’Arienzo, pasé a la Victor con Federico Scorticatti hasta que me llamó Ciriaco Ortiz para integrar el conjunto Los Provincianos, que actuaba en Radio Excelsior y en el cabaret Casanovas.
Cuando llegaron los Carnavales de 1937, Juan Carlos Cobián me llamó para sumarme a un orquestón que estaba formando para actuar en el teatro Politeama. Fui con Ciriaco Ortiz. [...] Terminados los bailes de Carnaval con Cobián, me lleva con él a una orquesta que formó para trabajar en Radio El Mundo y en el Charleston, un cabaret de La Boca. Cuando terminó el ciclo de la radio disolvió la orquesta y los músicos nos quedamos sin trabajo. Fue en ese momento cuando advertí que era mi hora, que yo también podía tirarme a la aventura de formar mi propia orquesta.
La más conocida y notable historia de Aníbal Troilo estaba por comenzar.
(*) Palabras de Aníbal Troilo. Del reportaje publicado en "La Maga" en el número de homenaje a Pichuco de mayo de 1995
Callejeando historia
Echeverría y el Romanticismo
El mes pasado hemos hablado de la librería de Marcos Sastre, tanto por razones cronológicas como porque los artistas y las generaciones literarias no nacen de un repollo: hace falta un medio intelectual en el que puedan desarrollarse y, como entonces decíamos, porque para poder escribir primero hay que poder leer, y mucho. Y fue en esa librería, que acercaba a los jóvenes de este lejano rincón del mundo las últimas novedades de la literatura mundial (que entonces era la europea), donde se formó un grupo de jóvenes universitarios al que luego llamaron “Generación del 37” y tendría gran influencia en el siguiente medio siglo: Miguel Cané (padre), Juan María Gutiérrez, Juan Bautista Alberdi, Vicente Fidel López, Carlos Tejedor, Pastor Obligado, Santiago Calzadilla y muchos otros que luego -para bien o para mal-figurarían en los libros de historia se reunieron en el llamado “Salón Literario” bajo la orientación de Esteban Echeverría, unos pocos años mayor pero prestigiado por haber vivido en París de donde había traído el romanticismo literario y las ideas del conde de Saint Simon que algunos consideran precursoras del socialismo.
Pero empecemos por el principio. José Estevan Antonino de Echeverría había nacido en 1805 en el Alto de San Pedro (actual Plaza Dorrego), epicentro por entonces de la parroquia de la Concepción, hijo del vasco José Domingo y la porteña Martina Espinosa quienes tuvieron 9 hijos entre varones y mujeres. Faltaban aún tres años para que el obispo Lué crease el curato de San Telmo y el barrio era de extramuros, con su paradero de carretas en el Alto, pocas casas y muchas quintas. En ese ambiente transcurrió su niñez y estudió las primeras letras en la escuela perteneciente al Cabildo -¡que cobijaba más de 180 alumnos!- a cargo del maestro Juan Alejo Guaus. Pero el padre falleció cuando él tenía escasos diez años y su adolescencia transcurrió entre bailes y fandangos, adquiriendo fama de payador, pero también de “billarista” y “carpetero”. Para colmo de escándalos, parece que mantuvo relaciones con una señora casada que disgustaron mucho a su madre por lo que, al fallecer ésta en 1822, nuestro personaje se sintió culpable. En un fragmento autobiográfico de 1835 Echeverría dirá sobre su vida en ese período: “Absorbiéronla sensaciones, amoríos, devaneos, pasiones de la sangre y alguna vez la reflexión, pero triste como lámpara entre sepulcros. Entonces como caballo desbocado yo pasaba sobre las horas, ignorando dónde iba, quién era, cómo vivía. Devorábame la saciedad y yo devoraba el tiempo...” ¡Linda forma de decir que había sido flor de calavera...!
Quizás haya sido la muerte de la madre un llamado de atención, lo cierto es que ese mismo año inicia estudios preparatorios en la flamante Universidad y de dibujo en la academia del fraile Castañeda bajo la dirección de José Guth, aunque por poco tiempo pues en 1823, por razones económicas, debe abandonarlos para dedicarse al comercio. En 1824 ingresa en la firma de “Sebastián Lezica y hermanos” en la que quizá encontró amistad y comprensión, pues lo ayudan a costearse un viaje a Francia donde cursó estudios irregulares y participa en la vida intelectual parisiense en pleno albor del Romanticismo. Es la época la gran polémica causada por el estreno del Hernani de Víctor Hugo, del periódico Le Globe, de la publicación de las obras de Lamartine, Sainte Beuve, Alfred de Musset y Alejandro Dumas... “Shakespeare, Schiller y especialmente Byron me conmovieron profundamente y me revelaron un mundo nuevo”, escribiría más tarde. La falta de recursos (un mal de toda su vida) lo obligó a regresar a Buenos Aires en junio de 1830, en vísperas de la revolución que depuso definitivamente a los Borbones y marcaría la aparición pública de las corrientes obreras y socialistas. Aquí frecuentó los salones de Mariquita Sánchez y de César Hipólito Bacle y pronto empezó a publicar en forma anónima sus trabajos poéticos en los periódicos: Profecía del Plata antes de la Revolución de Mayo, El regreso y Elvira o La novia del Plata, aparecido éste último en 1832, un año antes que El moro expósito del Duque de Rivas, considerado el fundador del romanticismo español. A fines de 1834 aparece Los consuelos, considerado el primer libro de versos de la literatura argentina, y en 1837 Rimas, volumen que incluía La cautiva, escrito en la estancia familiar de Los Talas -entre Luján y San Andrés de Giles-, poema que introduce el paisaje americano en nuestra literatura. También redacta entonces la Ojeada retrospectiva sobe el movimiento intelectual en el Plata desde el año 37 y las Palabras simbólicas de la Fe de la Joven Generación, embriones del Dogma Socialista en el que plasmaría su pensamiento político y social.
El Salón Literario fue disuelto en 1838 y Echeverría se refugió en Los Talas, desde donde asistió en 1839 a la fallida insurrección contra Rosas de los “Libres del Sur” liderada por Pedro Castelli y el guerrero de la Independencia Ambrosio Crámer. Aunque no se había involucrado, escribe entonces La insurrección de los Libres del Sud de la Provincia de Buenos Aires y en 1840, ante la invasión de Lavalle, firma un manifiesto contra Rosas. Pero Lavalle abandona la provincia y se dirige a su trágico destino de derrotas y muerte dejando a sus seguidores en la estacada, por lo que Echeverría, como muchos, cruza a Montevideo a instancias de Alberdi, donde vivirá prácticamente en la miseria y deberá vender su biblioteca para subsistir. Opuesto a Rosas, no estaba sin embargo de acuerdo con la facción unitaria, a la que consideraba desconectada de la realidad del país, por lo que quedó en una gran soledad política, más aún con sus amigos Alberdi y Juan María Gutiérrez ausentes en Europa. Pese a su mala salud, halló fuerzas para enrolarse como soldado raso en la “Legión Argentina” que defendía Montevideo del sitio de Oribe, la misma mala salud que lo llevó a la muerte el 19 de enero de 1851.
Glosar la vida y obra de Echeverría excedería esta columna. Sólo digamos que mucho se ha hablado de El matadero como obra fundante de nuestra prosa, pero este formidable relato no fue publicado sino hasta décadas más tarde, exhumado por Juan María Gutiérrez, por lo que —pese a quien le pese— dicho papel le sigue reservado al Facundo de Sarmiento, del que hablaremos en otro callejeo. También mucho se ha hablado del pensamiento político de Echeverría, revivido por la Revolución Libertadora en una operación simbólica destinada a identificar a Perón con Rosas (en el mal sentido, pues muchos revisionistas y peronistas también reivindican esa identificación en el sentido inverso). Digamos por ahora que hasta en la muerte encontró desdichas Echeverría, pues sus restos se perdieron en el fragor de la guerra. Dice Mitre al respecto que, durante el Sitio Grande por Oribe, el cementerio de Montevideo fue vivac de combatientes y en él estuvo emplazada una batería. “Yo mismo tropecé con graves dificultades cuando quise recoger los restos de mi padre. Tal era el trastorno que reinaba en el cementerio”, afirmaba en La Nación del 18 de septiembre de 1905. Al menos su memoria no se perdió en la nomenclatura porteña y en 1893 una calle del antiguo pueblo de Belgrano fue bautizada con su nombre, corriendo desde Figueroa Alcorta hasta Constituyentes, entre Sucre y Juramento.
Diego Ruiz
Modas, basura y cónclaves
Amigo lector, lo que voy a contarle sin pudor no es responsabilidad de los libertarios. A ellos se los culpó de todo. Los estalinistas, los fascistas, los franquistas, los hitleristas, los liberarles, los neoliberales, los empresarios, los obispos, los sindicalistas, en fin, hasta una tía mía los acusaba de cómo va el mundo. “Que la culpa la tienen esos anarquistas, que no ven nada correcto, que se oponen a todo, que la muerte del abuelo, que el carácter de la suegra, que la vecina que vende los huevos podridos…”
El auge del running llegó, no podía ser de otro modo, a las empresas. Se ponen la camiseta de la empresa. Eso leo en los diarios. Intentan, por medio del deporte, potenciar los vínculos entre sus empleados. Son actividades que, según los nuevos y emprendedores empresarios, permite compartir con clientes y empleados un espacio fuera de lo laboral. Se lo fomenta desde la misma compañía. Se sienten más activos y las decisiones las toman con mayor rapidez. Liderazgo, solidaridad, garra, trabajo en equipo, apoyo corporativo. Así se expresan los gerentes de marketing. Bien.
En China, una empresa dedicada a la exportación lanzó una oferta de empleo en la que avisa que pagará a sus nuevas oficinistas según su estatura. Como deben participar en negociaciones comerciales con clientes extranjeros las empleadas que midan 1,60 cobrarán unos ciento treinta dólares. Con cinco centímetros más el sueldo subirá a doscientos dólares. Con un metro setenta percibirán doscientos sesenta. El sistema lo es todo.
En nuestro país ahora se han dado cuenta de que algunas empresas usan las pasantías para abaratar costos. Miles de estudiantes universitarios o terciarios son seleccionados para realizar pasantías. Son mano de obra calificada barata que se desempeña en funciones que no se corresponden con el objetivo formativo. Se discuten, ahora, la carga horaria, el salario, los seguros por accidente de trabajo, si el pasante debe tener o no cobertura de salud por parte de la empresa. Ahora, sostienen algunos, es un trabajo en negro encubierto. El marketing continúa con su globalización. Nos ponemos felices.
Para algunas empresas una recepcionista debe tener excelente presencia, hablar inglés, portugués y si es posible francés. Debe saber comunicarse correctamente de manera oral y escrita. Tener una dedicación full-time. Y la remuneración será acorde a esa función. Los espacios son bellos, como los ríos, las nubes y las estrellas.
Todo se fragmenta, todo se diluye. La India ya no exige el pago en dólares a los visitantes del Taj Mahal y otros sitios turísticos, pueden hacerlo en rupias. China comienza a tener problemas por la falta de petróleo, los hombres de Putin siguen brindando con vodka. Un sentido planetario común invade la televisión y los sedantes no dan abasto. La sociedad del bienestar de la vieja Europa comienza a mostrar su crisis. Y otra vez los consorcios, los aumentos de luz, la crisis de las multitudes que buscan comida y un poco de paz. La ideología se fue a bendecir a don Pero Grullo, un señor del siglo XX.
Un lector con mala leche seguramente preguntará: “Penelas, ¿de qué me habla? ¿No recuerda las orgías de la reina Margot en el París maravilloso del siglo XVI? Llevaba dos o tres amantes por noche a la torre de Nesle. La soberana, después de retozar con los efebos —y amigas de la corte— estos amanecían en las aguas del Sena”.
Crece la tendencia de los after. Es la moda de los muchachos: bailan hasta mediodía. La nueva tendencia de la música electrónica y sus festivales. Empiezan por la mañana y terminan a mediodía. En algunos casos, vienen de la noche anterior. La droga fluye en cantidades mayores que en las fiestas electrónicas. Esto pasa acá, en la Argentina. En las agendas de portales especializados hay cuatro o cinco lugares para buscar.
La Iglesia Católica, leo, tiene veintitrés nuevos cardenales. Dos son argentinos: uno de sesenta y cuatro años, otro de ochenta y uno. “La universalidad, la catolicidad de la Iglesia, se refleja muy bien en la composición del Colegio Cardenalicio”, señaló el Pontífice en su homilía. “Sean apóstoles de Dios”, recordó el papa. Benedicto XVI llevaba una mitra que perteneció a Pío IX y una espectacular túnica dorada del siglo XV.
La publicidad de la telefonía celular se enfoca, desde hace un tiempo, hacia los niños de seis a once años. La satisfacción consumista es un programa de vida, afirma el sociólogo polaco Zygmunt Barman en Vida de consumo. Una especie de software que se activa, inconsciente, en cada uno de nosotros. El celular es un emblema del ser contemporáneo. Una forma de estar y no estar, la ilusión de ser. En los multiplex, en los shopping. Eso leo durante la semana. Leo durante diez minutos, estimado leedor. Nada más.
Carlos Penelas
Vigo, un artista del pueblo
Sobre la publicación del Museo de Bellas Artes de la Boca –para la colección Cuadernos del Tornillo–, cuyo autor es Diego Ruiz
Es uno de esos artistas en donde arte y militancia se conjugan. El grabado acompañó los proyectos sociales de principios del siglo XX. Alberto Giudice escribió acerca de Vigo: “Ya a comienzos de la segunda década del siglo pasado, mientras participaba de las luchas anarquistas y socialistas, hizo de su gubia un instrumento batallador”.
Formó parte del grupo de pintores, escultores y grabadores que se reunían en la escuela de Barracas. Allí estaban, entre otros, José Arato, Adolfo Belloc, Guillermo Facio Hebequer, Agustín Riganelli. Este grupo —se conocieron en 1910— será recordado como Los Artistas del Pueblo. Posteriormente, junto a músicos, escritores y otros plásticos, se congregan en el Grupo de Boedo.
Abraham Regino Vigo (1893-1957) es uno de los más destacados artistas políticos argentinos del siglo XX. Su obra estuvo profundamente articulada con su tiempo; sus grabados circularon permanentemente en tapas de revistas y libros.
El Museo de Bellas Artes de la Boca “Benito Quinquela Martín” ha publicado un importante trabajo en su serie Cuadernos del Tornillo sobre la vida y la obra de Abraham Vigo. El trabajo de investigación, depurado y preciso, corresponde al profesor Diego Ruiz.
Nos enteramos que Vigo nace en Montevideo en 1893. Su padre era pintor, decorador, y en 1905 comenzará a trabajar como aprendiz de éste. En 1910 comenzó a concurrir a los cursos nocturnos de un pintor italiano llamado Pollezzi. Dos años después ingresa a la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. En 1918, junto a Arato, Bellocq, Facio y Riganelli, inauguran el “Primer Salón Nacional de Artistas Independientes sin jurados y sin premios”. Luego vendrán los días de Los Pensadores, Editorial Claridad, el Grupo de Boedo y el Teatro libre. Los nombres de Antonio Zamora, Delmira Agustini, Juan Pedro Calou, Alberto Ghiraldo, Alvaro Yunque, Gustavo Riccio, Elías Castelnuovo, Raúl González Tuñón… En 1927 se crea el Teatro libre con Leónidas Barletta, Octavio Palazzolo, entre otros. Vigo diseña y ejecuta los decorados y mobiliario. Su tarea escenográfica continuará después en el Teatro del Pueblo y en el Teatro Proletario.
En este ambiente su obra crece, se multiplica. Hay que recordar los movimientos sociales en todo el orbe, las guerras mundiales, la Revolución Rusa, el fascismo, el advenimiento del peronismo, la Guerra Civil Española. Escribirá acerca del compromiso y la militancia política: “En los años de mi aprendizaje artístico está comprendida mi militancia ideológica, creí en mi clase y en mi pueblo. De ahí que todas mis obras tuvieran orientación popular como las de mis compañeros de grupo. De ahí que se nos dieran en llamar Los Artistas del Pueblo”. Y un poco más, todavía. “Cada exposición debe ser un mitín en la pared. Que el espectador se dé cuenta de ello por el contenido crítico o militante de la obra, todo ello con jerarquía artística”.
En la obra de este artista expresivo, que hace de la experiencia propia lo plural y compartido, se impone la hondura de una personalísima concepción del mundo. Se mantiene por su coherencia total, por su modo mágico de sostenerse sin artificio técnico visible. Deja constancia de la realidad y de nuestra permanencia temporal.
Pocos artistas con el vigor y la calidad de Vigo. Dice en su Autobiografía: “…desde entonces tuvimos que levantar nuestra barricada para defendernos y atacar la nadería del ‘arte por el arte’ y los formalismos de moda. Desde las páginas de revistas de las que entonces formaban parte los escritores de Boedo también nosotros unidos por fraternos ideales de reivindicaciones tronábamos contra Florida por una plástica con contenido humano”.
El trabajo del profesor Diego Ruiz descifra calidez y conocimiento de los diferentes matices de la vida de Vigo, un claro entusiasmo y equilibrio donde transmite la hondura, la humildad en la obra del artista. Hace muchos años, el maestro Rubén Rey escribió: “La sociedad que mata a un poeta se suicida, la que desconoce al artista que le corresponde inicia el proceso de un destino miserable”. (C. P.)
1955-2008: coincidencias
El 23 de setiembre de 1955 yo, con 22 años de edad, estaba en Plaza de Mayo. ¡Nunca había visto a tanta gente reunida! Esperábamos la llegada del jefe de la Revolución Libertadora: general Lonardi. Vale la pena ver las fotos de los diarios de la época para apreciar lo que era esa multitud. Ya en esos momentos reflexionaba: pensar que debemos representar el 40% porque si mañana se llama a elecciones seguro que gana Perón por el 60%. Así aprendí que las minorías pueden llenar una plaza.
Y, ¿por qué era antiperonista? ¿Porque estaba contra el estatuto del peón, o porque las dádivas de las damas de beneficencia eran sustituidas por la acción social del Estado o porque no estábamos de acuerdo con la obra de Ramón Carrillo, por ejemplo? Tampoco por “la expropiación parcial de la renta agraria a través de la nacionalización del comercio exterior de productos agropecuarios, transfiriendo los recursos así obtenidos al financiamiento del desarrollo industrial centrado en industrias de consumo masivo, particularmente alimentos y textiles”. (Susana Torrado: Argentina. Una historia social del siglo XX, tomo I, p. 42). No, era antiperonista por un autoritarismo irritante (e innecesario como lo demostraría el futuro: el peronismo no necesitaba de esos medios para ganar elecciones) que impregnaba todos los aspectos de la vida social. Los medios con un uniforme mensaje oficialista (recuerdo que escuché por primera vez hablar a la oposición por radio en julio del 55; poco tiempo después del criminal bombardeo de Plaza de Mayo). Lo mismo en las escuelas con lecturas y clases impuestas, saturadas de adulación. Por la obligatoriedad de estar afiliado al Partido Justicialista para ser empleado del Estado. Por el maniqueísmo del discurso oficial.
Era antiperonista por la represión de la Sección Especial de Lombilla y Amoresano, antecesores de López Rega; por el asesinato del Dr. Ingalinella, el obrero Aguirre; por el caso Bravo y el de las telefonistas (claro que en aquella época los muertos tenían nombre y apellido, no era la masividad del Proceso).
Era antiperonista por las limitaciones en la acción de los partidos políticos (pero con actos electorales impecables) y en la universidad (presencia policial permanente) y, en general, en todas las actividades que no fueran las de la vida privada.
Pero todo se mezcla en el imaginario político: me veo —por primera y única vez en mi vida— en la procesión de Corpus Christi y participando de las cadenas de cartas (los e-mail de aquella época) anticipando la caída de Perón. Y el antiperonismo monopolizará los símbolos: la bandera argentina en los tanques y los soldados con escapularios. Por la avenida Santa Fe, cerca de Callao, vi arrastrar un busto quebrado de Evita.
Pasaron menos de 3 meses. ¿Qué había pasado con mis motivaciones?
Las publicaciones peronistas (“Palabra Argentina”, “Rebeldía”) eran casi clandestinas. Perón sólo podía nombrarse como el tirano prófugo y todo lo peronista estaba prohibido. Conocí a Mariano Tedesco, ex dirigente de la UOCRA, un día me mostró sus encías desnudas y me contó: “Esto me lo hizo la Libertadora, querían saber donde estaban los fondos del sindicato”. Luego vinieron la matanza de José León Suárez y el fusilamiento del general Valle.
Pero eso sí, en cuanto a la economía: “las medidas apuntaron a estimular la producción agropecuaria, lo que significaba una regresión hacia formas mucho más acordes con el pasado” y “se firmaron los acuerdos de Bretton Woods, incorporándose así a los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial” (Mario Rapoport: Historia económica, política y social de la Argentina, p. 541-2).
1955, 2008, dos momentos históricos diferentes, pero ¿lo son los actores y los valores que se pretende defender? ¿Los tanques de ayer, no son los tractores de hoy? ¿No nos evoca nada el escuchar hablar de la defensa de la dignidad, el monopolio de la escarapela y la difusión de una vocación campesina? Lo único que nos falta es resucitar la defensa de la cultura occidental y cristiana.
Joaquín Bovisio
La mirada joven
Emigrante
Si usted detiene su marcha en un día cualquiera de semana y se da la oportunidad. Si se sienta en algún borde de vidriera que le ofrezca un refugio del galopante paso de los días porteños. Si se regala a sí mismo ese recreo y además ese instante transcurre en el barrio de Boedo, haga la prueba, intente lo siguiente: cierre los ojos y escuche. Deje de lado el alboroto de las bocinas. Descarte el ronroneo de los cierres de las carteras. Preste sus oídos tan sólo al eco de los pasos en la avenida. Pasado un rato podrá distinguir unos de otros. Sabrá con certeza separar aquellos que suenan discordantes, presurosos por su llegada tarde, de otros que simplemente danzan suaves y melosos en romántica cita de mediodía. Podrá escuchar pasos que marchan fúnebres, envueltos en tristezas. Otros que pisan fuerte embargados en ira de papeles, trámites y burocracia perpetua.
Y justo cuando crea que ha podido distinguirlos a todos, que se ha hecho dueño certero de cada pisada del barrio de Boedo..., escuchará una melodía nueva.
Cada tanto, puede distinguirse entre los pasos navegantes del tumulto, un eco distinto, disonante. Así suenan los pasos del emigrante: hijo acunado por el barrio de Boedo que, aconsejado por la modernidad o la inmediatez, abandonó el nido y embriagado en melancolía sin alcohol, años después, retorna al barrio.
El exiliado se dio a su exilio hace ya mucho tiempo, quizás arropado por la oportunidad de un cómodo loft en Barrio Norte. Tal vez -quién sabe-, su sed de independencia dirigió la “campaña libertadora” a un monoambiente en Balvanera.
Lo cierto es que se apartó del rumbo de su origen y se brindó a la tibia empresa exigiéndose a sí mismo dejar atrás el cielo perdido y más allá la inundación. Como estigma y recordatorio, probablemente llevó consigo un tímido orgullo cuervo que estampó en su pasaporte de emigrante y embanderó sonriente en el 95, cabezazo del “Gallego” González mediante.
Lo cierto es que, la pilcha, el celular y las cuotas del banco dejaron atrás su infancia de picados en algún baldío de la calle Cochabamba. La oficina, la hipoteca y el aguinaldo postergaron sin remedio las tardes de Trianón, cerveza y amigos.
Varias veces el exiliado apretó los puños y se mordió los labios cuando, en un descuido, su auto trasgredió la frontera de avenida La Plata..., y Directorio se vistió de San Juan.
Hasta que la modernidad se fue mostrando tan moderna que inevitablemente la nostalgia de los años que han pasado lo llevó un día a enfrentarse cara a cara con la arena que la vida se llevó.
Si usted detiene su marcha un día cualquiera, si se regala ese recreo y además ese instante transcurre en el barrio de Boedo, cierre los ojos y preste atención. Seguramente, perdidos en la vorágine del mediodía, escuchará pequeños pasos disonantes. Pasos que observan perplejos y distantes. Escuchará un susurro que se aferra a las baldosas. Que ve hoy su exilio como un destierro. Y en el eco de esos pasos habrá un llanto tímido y hundido por la pesadumbre de un barrio que ha cambiado. Por la amargura de un sueño que murió.
Pablo Bellocchio
Monumento a la cordialidad Argentino Uruguaya
En 1936, en ocasión de festejarse el cuarto centenario de la Primera Fundación de la ciudad de Buenos Aires, en la misma se erigieron o comenzaron a erigirse algunos monumentos. Uno de ellos es el de la “Cordialidad Internacional” o “Cordialidad Argentino Uruguaya” que le fuera obsequiado a la ciudad de Buenos Aires por su vecina de la otra orilla del Río de la Plata, la ciudad de Montevideo. La iniciativa para la erección de esta magnífica obra de arte surgió del Rotary Club de Montevideo en septiembre de 1935. Para llevarla adelante constituyó un “Comité Pro Monumento a la Cordialidad Internacional de la ciudad de Montevideo a la ciudad de Buenos Aires”, organizando una colecta popular para recaudar los fondos necesarios. Se recolectaron $ 10.272 que fueron entregados a la Municipalidad de Montevideo, que cubrió la diferencia necesaria hasta redondear los $ 40.000. Se convocó a concurso para premiar a la obra ganadora, que resultó ser el trabajo presentado por el escultor Antonio Pena y el arquitecto Julio Villamajó. En la actualidad el monumento se levanta en Parque Lezama frente a la avenida Martín García. Esta formado por una pequeña embarcación, de la que se destaca la proa, con una columna rostral al centro y una escultura, denominada “La Ofrenda” a modo de mascarón de proa. La columna que es el eje de la composición tiene cuatro metros de diámetro y quince metros de altura y esta asentada sobre la nao, que presenta dos alerones que tienen grabados “caballos marinos”. El conjunto de la obra nos remite a la antigüedad clásica. En la parte anterior de la columna están representadas un conjunto de constelaciones del cielo austral que brillaron el día de la fundación de Buenos Aires y también algunas constelaciones zodiacales: Aries, Acuario, Sagitario, Escorpio y Capricornio. Recordemos que las constelaciones recibieron sus nombres antes de que los hombres distinguiesen su condición de zodiacales en la antigua Grecia. Sus denominaciones hacen referencias a las historias o cuentos que escuchaban por las noches en torno a un fogón narradas posiblemente por un anciano de la comunidad. Es así como el cielo representado en la columna nos remite a antiguos lenguajes cosmogónicos. Pero aquí no se agotan los lenguajes de la columna. En la parte posterior, en el registro superior, están representados los conquistadores españoles enfrentando a un grupo de aborígenes. Entre los españoles, distinguimos a don Pedro de Mendoza a caballo con la cruz en la mano. Sobre las cabezas de los españoles están las carabelas con las que hicieron la travesía transoceánica. Es el momento de la conquista. En el registro medio, pasamos a otro momento de nuestra historia: el de la independencia y entre los personajes representados se encuentran Manuel Belgrano enarbolando la bandera y José de San Martín con su sable. También están representados en forma sedente: Domingo Sarmiento y Juan B. Alberdi. Finalmente, en el registro inferior, se representa al Río de la Plata, que une a las dos ciudades, coronado por dos doncellas que representan el Paraná y el Uruguay. Cierran la composición dos figuras femeninas, que portan los escudos de ambas ciudades. Asimismo, este lenguaje histórico es rematado por otro de características naturales, con la representación de un yacaré y diversos peces; así como también ostras, valvas, hipocampos, cangrejos, langostinos, etc.
Más arriba señalamos que otro componente del monumento era la escultura femenina denominada “La Ofrenda” que nos hace recordar a la “Victoria de Samotracia” en el Museo del Louvre en París. La columna rostral y la escultura descansan sobre una pequeña embarcación, a la que el autor le dio el carácter de esquife (pequeño barco que llevan los navíos para desembarcar en las costas). La nao representa la unión de ambas capitales por medio de la navegación del Río de la Plata.
Como ya señalamos, “El Monumento a la Cordialidad Internacional” conocido también como “Monumento a la Cordialidad Argentino Uruguaya” se levanta actualmente en el Parque Lezama, que es el “Parque Fundacional” de la ciudad de Buenos Aires.
Miguel Ruffo
Comisión Plaza
En la última reunión de la Comisión Todos por la Plaza de Boedo (3 de julio) se informa a los vecinos en general sobre el encuentro que se realizó en el GON el día 23 de junio con la Dirección General de Espacios Verdes.
Participaron por el GCABA, el Sr. Norberto Pini y el arquitecto Andrés Plager. El Gobierno de la Ciudad asiste a esta reunión con un análisis pormenorizado de las pautas acordadas previamente entre los vecinos para la construcción del espacio colectivo (les fueron enviadas por Internet con antelación).
Los funcionarios nos hacen saber que ni bien el expediente llegue a Espacios Verdes ellos estarán en condiciones de elaborar el proyecto de la plaza y que necesitarían, además de las pautas ya recibidas, cuatro o cinco reuniones con los vecinos para elaborar el proyecto constructivo definitivo.
Quedamos a la espera de que el expediente siga su curso regular y llegue a la DGEV en el curso del mes de julio, o, a más tardar, en agosto.
En la reunión de Comisión la Asamblea de Boedo presentó el tranvía escenográfico que será expuesto en la fiesta del 20 de julio y, además, se intercambiaron opiniones sobre la llamada del director del CGPC5 pidiendo las pautas elaboradas por los vecinos para incorporarlas a un concurso privado de diseño para la plaza.
Se informó acerca de las consultas, realizadas por Internet y telefónicamente en los últimos días, sobre si lo que el CGPC5 esta proponiendo es correcto o no teniendo en cuenta que el GCABA tiene equipos específicos para realizar esa tarea. Se consultó a la Defensoría del Pueblo y a los distintos organismos del gobierno, entre ellos Planeamiento Urbano y la misma Dirección General de Espacios Verdes. Ellos opinaron -como la Comisión- que un concurso privado para el proyecto de una plaza barrial es un gasto excesivo e innecesario.
Por tanto los vecinos presentes en la reunión proceden a la redacción de un volante notificando, en el frente, la disconformidad de la Comisión por el derroche de fondos públicos y al dorso las pautas de diseño del predio acordadas por la Comisión. Se resuelve difundirlo masivamente en la Semana de Boedo a realizarse del 19 al 26 de julio de 2008.
El texto acordado para el volante es el siguiente: LA PLAZA: ante la inminente toma de posesión del terreno por el Gobierno de la Ciudad, los vecinos, a través de la Comisión Plaza, han consensuado:
* Un nombre para el predio: “plaza Mariano Boedo”;
* Pautas para el diseño con la Dirección General de Espacios Verdes.
Hemos recibido del CGPC5 solicitud de facilitarle esas pautas para llamar a concurso privado del proyecto.
Consultados: *Planeamiento Urbano, *Dir. Gral. de Espacios Verdes y *Defensoría del Pueblo, concluimos que el concurso privado es un gasto inútil y dilatador de tiempos ya que la Dirección General de Espacios Verdes está capacitada al efecto.
Comisión Todos por la Plaza de Boedo
PROXIMA REUNION DE LA COMISION
El miércoles 16 de julio a las 19.30 en las instalaciones del club GON, Pavón 3916,
Patricia Roselló
Hockey subacuático
Fin de junio, el almanaque no invita, pero las cómodas instalaciones de la pileta bajo autopista de la plaza Martín Fierro sirven de escenario a una actividad inusual: el hockey subacuático. Para el común de los vecinos de Boedo-San Cristóbal es una rareza que agrega un nuevo matiz al deporte con más variantes que se conozcan: sobre césped, sobre patines, sobre hielo… y ¡bajo agua!
La convocatoria es para presenciar un torneo que se desarrolla entre ocho equipos integrantes de la AHSA, la Asociación de Hockey Subacuático Argentina (www.ahsa.org.ar) que se formó en 1997 como una asociación civil sin fines de lucro a la que se terminó de dar forma legal y se obtuvo la personería jurídica en febrero del año 2001. Integrada inicialmente por jugadores, hoy agrupa a clubes de todo el país en donde se practica esta actividad. Registra en la actualidad más de cien asociados pertenecientes a las distintas subsedes de las diferentes provincias.
La actividad se desarrolla entre equipos de 6 integrantes aunque las reglamentaciones también admiten la variante de 4 por grupo. El objetivo del juego es ingresar en el arco adversario el tejo que debe impulsarse únicamente por medio del stick, instrumento parecido a un pequeño bastón invertido que manejan con destreza los/as jugadores/as. La pericia para vencer la resistencia del agua, el manejo de la respiración —ya que se juega con equipo básico de buceo que no permite una inmersión prolongada— y las hábiles maniobras de natación de los protagonistas dan un inusual atractivo a este deporte que merece, sin lugar a dudas, una mayor difusión y apoyo.
Patricia Roselló es una de las mentoras, socia fundadora de AHSA y jugadora de esta notable disciplina deportiva. En lo que parece ya un karma en su vida, el torneo se desarrolló en las instalaciones de una plaza barrial. (M. B.)
Noches de Buenos Aires
Atrás va quedando la noche de milonga, la noche de trabajo en La Viruta, acomodada entre las calles de Palermo y acurrucada en el subsuelo de la Asociación Cultural Armenia. Ahí el tango, el divertimento, las personas felices en busca de los acentos para sus felicidades. La Viruta como territorio festivo generado en el límite de los bailes del club de barrio y el boliche pleno de noche prohibida; por eso el lugar tiene cierta apariencia de anacronismo, del tiempo se nutre y sin embargo no es club ni boliche: es La Viruta. En esta noche de territorio original, los viruteros se buscan, deambulan, juegan, sueñan: muchos con ser otros, y todos con ser lo que son: identidades soñadas. La noche de La Viruta como cruce de identidades, una encrucijada de composiciones, de tirar las cartas sobre el paño verde para volver a hacerlo una y otra vez: la identidad como dibujo garabateado cada día y cada noche: todos, de alguna manera, insistiendo con nuestros personajes, todos actores en esta noche que arranca con mis primeros pasos sobre la vereda. La noche virutera que me lleva a la noche de la bruma, noche de madrugada a horas de una nueva luz de día, a la noche fundadora de otras noches, porque la virutera no es la única.
El muñequito naranja es una amenaza, duro en su torre avisa que la calle está liberada. Estoy a varios metros de la esquina y entonces soy el avisado: Tu colectivo puede cruzar raudo en la noche. Decido correr los metros que faltan, pero en medio de la carrera el naranja pasa al blanco: el muñequito angelical que me espera al final del túnel me devuelve al paso tranquilo. Con cada final de noche en la laviru la suerte de los números atrapa mi pensamiento: juego al 168 o al 151. El 168 a ganador porque me deja mejor, pero cuando hay que volver a casa, el 151 no se desprecia.
La noche es un simulacro de niebla, los edificios siguen a la vista, las calles están despejadas. Esperando el colectivo percibo la fina, finísima, garúa que ocupa su lugar para que no queden dudas: húmeda noche sobre Buenos Aires; las luces, rodeadas con descuidadas coronas de santos, junto con el asfalto, pleno de murmullos cuando el giro de las ruedas de los autos, se suman como señales inequívocas del destino nocturno.
En el estribo del 151 (nunca tuve suerte con los números) veo alejarse el lugar donde estuve parado hasta hace un momento, así es como dejo, voy dejando, este barrio de Palermo. Cuando caminaba hacia mi domicilio anterior, noches en que no necesitaba del colectivo, lo hacía por Scalabrini Ortiz; en esas cuadras encontraba, a veces, a alguna persona perdida en el refugio de una vereda; en cambio era común encontrarme con pibes jóvenes que volvían de hacer las primeras armas a la hora de la noche y el boliche: pretendían parar un taxi con una botella de cerveza en la mano o buscaban un árbol o una pared porque era el momento del terreno firme. Necesidades en la noche, de eso se trataba y se trata, así me digo cuando pido un peso al bondinero y miro hacia el interior del colectivo: caras gastadas que vienen o van a trabajar; en este 151 no hay pibes que vuelven de la noche, hay hombres y mujeres que viajan en ella por otras razones.
El colectivo parece un bus de excursiones, a velocidad de crucero hay tiempo para mirar por la ventanilla y no perderse los detalles. Al fin el milagro se produjo y bajé de la nave frente a Plaza Once, frente a la tumba enrejada de Rivadavia. En la noche, el sueño eterno del notable sigue custodiado por una comunidad propia de gatos callejeros y por los fantasmas de dudosos empleados de dios sobre la tierra, esos personajes que no paran de regalar palabras e ideas mágicas entre interminables filas de personas que sólo quieren un lugar en el próximo vuelo a la estratosfera, Japón y la provincia de Buenos Aires.
Desde la caminata por la noche de Palermo se ve distinta la noche en los alrededores de Once, y apenas se vislumbra la de la felicidad virutera. La bruma viene con acento dentro de la plaza; como si fuera un mar negro, así la veo desde la orilla. En la misma costanera, en destartalados botes fuera de la posibilidad del agua, dos personas duermen la noche, ellos también con destinos de vereda, anclados al cristal, bajo una marquesina. Ya camino por la avenida Jujuy, el semáforo de Yrigoyen corta el vuelo de dos autos, el paisaje está desierto, salvo por mi presencia y la del hombre mayor que se larga a cruzar la avenida: es rengo, su andar es trabajoso; a mitad del trayecto, suena la bocina del auto más urgente.
En una esquina veo otra cama sobre la vereda, goma espuma sobre grasa y pegotes varios, en la cabecera estaciona el carrito de hipermercado: un hombre que duerme entre trapos. De la nada, de repente, aparece otro hombre, es joven, va vestido como puede y grita o habla en voz alta: hay discurso, pero no puedo entenderlo. Camino, sigo caminando en la noche otra. Paso cerca de un muchacho agachado en la vereda, revisa una bolsa de basura; había encontrado comida y la seleccionaba sobre una bolsa plástica. Nos miramos y sigo en mi noche.
En la oscuridad de la niebla tenue brillan los carteles luminosos de hoteles baratos, no hay bares abiertos a la hora en que los encargados de edificios salen a baldear sus respectivas veredas: trabajan y mientras lo hacen están atentos para ver quién se acerca.
En la esquina con Belgrano me venden colchones y muebles, la avenida es la pista de cochecitos de carrera que tanto quise tener cuando era chico y no pude. Sobre esa pista veo un cartel y leo: La Ciudad Trabaja. Mis ojos se adelantan, son atraídos por un potente foco amarillo, dentro del plástico, en la altura, una H de considerable tamaño avisa: subte. La boca cerrada a la noche en los túneles está frente a la fachada del Instituto Argentino del Envase; no sabía de su existencia, apareció en la noche de la bruma, en los alrededores de Plaza Once.
A este tramo del paisaje, Jujuy al 500, pertenecen títulos como Registro Nacional de las Personas y Coop. De Trabajo 18 de Diciembre Ltda. “Brukman”. Justo al lado de este edificio descubro un árbol, detengo la marcha: Un árbol, me digo, y entonces cruzo la avenida. No veo mal en la noche, efectivamente el árbol está encerrado, una reja lo separa de la vereda, en el interior de la jaula no hay puertas ni ventanas, sólo veo un arreglo al pie del mismo, un cantero circular; busco una placa, algo que me informe sobre la identidad del árbol, pero no hay nada: el árbol grande se hace casi invisible en esta noche.
En la puerta de la Plaza Velazco Ibarra, en México y Jujuy, me pregunto: ¿Quién habrá sido este muchacho?, prometo informarme, pero como siempre, hay cosas que se quedan en el camino, y más en una noche de niebla tenue. En esta plaza, apoyadas contra el paredón de la ENET Nº 25 Fray Luis Beltrán, hay dos construcciones hechas a base de cartón, madera, plástico y chapa, una mucho más grande que la otra; están en la altura de la plaza, sobre la loma que sube hasta la medianera del colegio. Pegada a la reja que rodea toda la plaza, del lado de adentro, a un lado de la entrada de Jujuy, hay una carpa roja; a pesar de la humedad de la noche, un pantalón espera secarse agarrado en el techo de la misma. Bajo un farol de la plaza hay un hombre leyendo; tiene dos bolsos a su lado y lee un libro al que no le puedo ver el título; es una edición de autor descuidada, se ve que sus páginas no tienen aire, las líneas se amontonan, el interlineado casi no existe.
Desde la esquina de Jujuy e Independencia se llevaron en el 1977 al poeta Roberto Santoro, lo pienso cada vez que paso por el lugar; en la vereda busco la baldosa conmemorativa que se colocó en uno de los actos de homenaje al escritor: está casi borrada, ya no se puede leer, es apenas una baldosa con rugosidades en su superficie. Los tiempos, me digo, cuando recuerdo la reacción de dos periodistas con cargo en un diario de tirada nacional, frente a una nota sobre Santoro: el responsable de cultura preguntó: ¿Quién?, no lo conozco, y el de la sección central concluyó: Santoro es un tema gastado.
Cruzo Jujuy, camino hacia la estación de servicio, un camión cisterna se vacía de contenido, los taxis como moscas, las caras de sueño, un poco más lejos el cristal y el abrigo del café con aroma a surtidor. Cambia el semáforo y cruzo Independencia, hacia mí vienen las flores del puestito verde que nunca cierra.
Sigo mi camino por la noche húmeda de la avenida Jujuy, lejos de la noche de Palermo, lejos de la noche en La Viruta. Al llegar a la esquina de Estados Unidos, mi última esquina, me encuentro con el flaco que acondiciona su puesto de diarios a la sombra de la niebla; nos saludamos en medio del final de la noche: Un viaje más mientras cada uno sigue con el garabato de la identidad. Subo las escaleras hacia mi departamento y hago lo que puedo con el mundo de los sueños.
Edgardo Lois
Sociales
La niña bonita
El 9 de julio cumple 15 años la señorita Margot, destacada vecina de Boedo. Como no podía ser menos, para tan grato acontecimiento –coincidente con la fecha patria– Desde Boedo destacó a uno de sus mejores reporter cuya crónica podrá ser disfrutada por nuestros lectores en el número de agosto.
POEMA
INFORME LATINOAMERICANO
Mirá que éstos no
se casan con nadie
y aun si dijeran que sí
no deberías hacerles caso;
de uno a otro lado andan
oliendo papeles;
rumian sus letras en facha
de inofensivos peripatéticos
con idas y vueltas parecen
comisionados
para catear con sus pies
la ciudad entera
accediendo a lugares
inimaginables.
Se aíslan en los parques.
También suele vérseles
en cafés más bien ruinosos
apurando conversaciones
-y aquí estriba el peligro-
que permanecen secretas;
últimos parroquianos en consumir
poco más que nada;
no les gobierna el estómago
y son difíciles de atrapar
pues no cuentan padecimientos
con tal de
salirse con la suya.
Ten en cuenta que se trata
de todos escribidores.
María Mudanó
EDITORIAL
Amonestaciones
Un joven profesor de música lleva un grabador a la clase y pretende, con ejemplos prácticos, seducir a la masa estudiantil con temas de moda. Uno de los alumnos de mayor porte toma –de prepo– al esmirriado profe y baila con él ante el festejo y la burla del resto. El timorato docente, con escasas dotes para ganarse el respeto de la “salvaje juventud”, se somete al escarnio. El grabador es un “Geloso”. Y falta más de medio siglo para que aparezcan los celulares que pueden filmar. Sólo algún testigo que se deja llevar por el rebaño y acompaña las ocurrencias burlonas en su banco de tercer año del Colegio Nacional Nº 9 Justo José de Urquiza de Carabobo y José Bonifacio. El escándalo llama la atención del celador que observa la escena a través de la puerta sin que los escandalosos lo adviertan. El almanaque dice: julio de 1955.
El bailarín fue sancionado y totalizó una cantidad de amonestaciones que le generaron reincorporación forzosa y la reprimenda de sus padres. El profesor siguió dando clases sin sus invalorables intervenciones grabadas y si bien el respeto general no fue una conquista a su alcance, nunca más se le ocurrió a alguien mofarse de sus timoratas actitudes.
Un recuerdo juvenil que me vino a la memoria a propósito de los recientes casos de indisciplina con afrentas a los profesores. El relato pretende subrayar costumbres estudiantiles que trascienden los tiempos.
Es verdad que los jóvenes actuales tienen, en general, otro grado de virulencia escolar. Y que la dotación hogareña, que en otro tiempo militaba a ciegas del lado del maestro o profesor hoy se tornó corporativamente a tomar parte en su contra, presuponiendo sin razón alguna de peso, arbitrariedad del educador.
Sin embargo, cuando repetidamente se afirma que estudios serios de comportamiento escolar han llevado a las autoridades educativas a prescindir del uso de la sanción a través de amonestaciones, el escepticismo sobre la aplicación de esos resultados estadísticos se evidencia. Y las argumentaciones que se esgrimen no resisten ni siquiera el paso por las mínimas reglamentaciones internas de un establecimiento, por no hablar del Derecho como regulador social.
Las reglas de convivencia pasan por normas estatuidas y de uso y costumbre que no deberían ser trasgredidas sin recibir la pena correspondiente. Toda ley tiene un régimen de penalidades y la consiguiente aplicación. La impunidad es violatoria de la convivencia.
–¡Buenos días, sordo de mierda!
Un corito mayoritario saluda la entrada del profesor de trigonometría de 5º año. El devuelve el saludo con una sonrisa: es casi totalmente sordo al punto que no toma lecciones orales. Tenemos que avisarle cuando suena el timbre. Y eso hace el Gordo Sánchez... diez minutos antes de la hora.
–¡Hasta mañana, sordo de mierda!
–¡Hasta mañana..., hasta mañana!
La llegada a la sala de profesores le revela la realidad. Y regresa al aula.
–¡Ojo que vuelve, sonamos!
Se para en la tarima, por delante del escritorio y nos mira, casi desafiante.
–Burlarse de un defecto físico es de cobardes. Yo que ustedes sentiría vergüenza.
El silencio que siguió sólo fue alterado por el verdadero timbre. A él no le hizo falta la sanción escrita. Pero ¡vaya si fuimos sancionados con sus palabras!
En el recreo el Gordo paso de héroe a villano sin escalas. Lo difícil... fue bancarse la complicidad.
Mario Bellocchio
VER, LEER Y ESCUCHAR
LA QUE LLEGO DEL MAR
Patricia Pérez Madrid
Editorial Vinciguerra, Bs. As., 2008.
En el apartado “Soliloquios” de este poemario se aborda un lirismo íntimo que recorre los recovecos anímicos de la poeta (“Vagaré en mi oscuridad/como infantil fantasma/hablando de sueños enterrados”). Están imbuidas de esa misma impronta aquellas poesías que recuperan vivencias cotidianas y de la vida familiar. Las otras partes del libro –“Conjuros y elegías” y “Homenaje a mi perro Negro”– transitan esa misma emoción. Bellas imágenes generadas por palabras sencillas, pero cargadas de vigor, se nutren de la exaltación a la naturaleza (“Se poblaron sus ojos de miradas viejas,/negando el río, la sal, las estrellas.”). El regocijo vital se articula con cierta melancolía cuando los versos evocan con legítimos sentimientos a los seres queridos. Además, está presente el tema amoroso, tratado con suma delicadeza (“Mis dedos recorren tu mano adormecida./ En cada oscuridad desvelada/ estás aquí”). Y con sugerente belleza se muestra el doloroso tema de la soledad, que tanto se ha acentuado en este siglo XXI (“El miedo a estar solos, / nos atrapó/ en esta disonía demoledora”).
Soberbia la presentación de Rubén Derlis en la contratapa, acorde con la calidad de este bello poemario, la lectura de cuyas páginas (“…están llenas de escrituras./Sólo tengo que inventarlas”) reconforta el espíritu. (G. C.)
POR LA MEMORIA
Comisión por la memoria la verdad y la justicia de Liniers, Villa Luro y Mataderos
ECO Ediciones, Buenos Aires, 2008
Son historias de quienes pagaron con su vida una actitud de entrega solidaria hacia los demás, historias extraídas desde el dolor de sus familiares, de sus vecinos, de quienes los vieron crecer entre sus calles, compañeros de escuela, de la universidad, padres que no olvidan y luchan contra esa desmemoria paralizante y que recibieron el apoyo de distintas instituciones, Asambleas vecinales, ATE, centros culturales, clubes del barrio, personal del Banco Creedicoop de Liniers y Mataderos, Espacios culturales, artistas, las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo (línea fundadora), Parroquias S.V. de Paul, periódicos y revistas barriales, UTE, vecinos por la Memoria Parque Avellaneda-Floresta, con el apoyo de la Subsecretaria de Derechos Humanos Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y con el respaldo de todos aquellos que quisieron acercarse a esta Comisión desde sus primeros pasos y ayudaron a dar vida a este testimonio doloroso que fue recogido como fragmentos que hacen a una tragedia asumida por quienes se niegan a bajar los brazos. (J. A. N.)
CLAUSURADO POR NOSTALGIA
Orlando van Bredam
Ediciones El Vigía, El Colorado, Formosa, 2007
Sin duda una de las grandes voces de la poesía argentina es la de Orlando van Bredam, entrerriano radicado desde hace años en la localidad formoseña de El Colorado; vale la referencia en tanto indica que se trata de un provinciano que ha cambiado el relativo y domesticado contorno de la cuchillas de su tierra natal por el acrecentado aislamiento del monte tropical. Ha sido una opción o una circunstancia de vida, sin que eso interese mayormente sino el comprobar que ese hecho determina casos que iluminan y enriquecen su poesía. Un memorable poema suyo de hace unos años presenta el canto –su canto, en la medida en que el yo poético establece de por sí reglas universales– como lo “escrito en el agua”, con insistencia que da fe de la intensidad y la nobleza del esfuerzo. Clausurado por nostalgia es su quinto poemario y en él de nuevo habla de la soledad como ley suprema de la trascendencia poética. Desde ese dominio liberador se vuelve, como en una abstracción, a los recuerdos de la infancia y de la adolescencia, al hilo del tiempo, al nacimiento del amor, a asociaciones y a comarcas perdurables y por eso mismo traspasadas por la belleza. Porque, en efecto, “uno nace de pronto sin saberlo, / con su pecado original a cuestas, / y acomoda la piel a los deseos / y el corazón al movimiento de las aguas”. El designio se manifiesta a partir de esas líneas iniciales. En virtud de él se encuentra la verdad velada y se anima la literatura y ésta ya no es el sabio juego de destrezas en que destella, sino el contenido que la desborda. “¿Donde andará –dice– / mi bicicleta roja? / ¿En qué cielo de chatarras / la besará el olvido?” Invocarla es ser y también dejar de ser, para ser todavía más, porque “si el poeta escribe, se reescribe. / Si borra, se diluye”.
La vida, entretanto, consolida en torno la voluntad de subsistir.(F. S. Z.)
CULTURA GRATUITA
Actividad cultural barrial que no requiere pago alguno
Cine gratuito en la Balear los últimos viernes de cada mes
CICLO DE CINE ARGENTINO - COMEDIAS
Los últimos viernes del mes, a partir de julio y hasta noviembre,
a las 18:30 horas en la CASA BALEAR -
Organizan: Baires Popular y Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken. Colaboran: Casa Balear de Buenos Aires, CGPC5.
COMIENZA EL VIERNES 25, 18.30
VIERNES 25
18.30 hs: proyección de la recopliación de filmaciones sobre los 100 años de San Lorenzo realizada por Mario Bellocchio (25 min.)
19 hs: Elsa & Fred (2005) - Dirección: Marcos Carnevale - Guión: Marcos Carnevale, Lily Ann Martin y Marcela Guerty - Fecha de Estreno: 28 de julio de 2005
SINOPSIS ARGUMENTAL: Elsa ya lleva 82 años en este mundo la mayoría de los cuales vivió embelesada por situaciones como la de la Fontana di Trevi de la “Dolce vita”. Alfredo acaba de quedar viudo y deambula por el impacto recibido a sus recientes 60. Su hija lo convence de alquilar un pequeño departamento que le resulte más vivible. Así conoce al torbellino Elsa. Todo cambia para los dos. Vuelven a pensar en el futuro con intensidad y se disponen a vivirlo sin retaceos.
INTERPRETES:
China Zorrilla (Elsa), Manuel Alexandre (Fred), Blanca Portillo (Cuca), Roberto Carnaghi (Gabriel), José Angel Egido (Paco), Gonzalo Urtizberea (Alejo), Omar Muñoz (Javi), Carlos Alvarez Novoa (Juan) y Federico Luppi (Pablo)
LOS ULTIMOS VIERNES DE CADA MES
25 de julio: ELSA Y FRED
29 de agosto: COHEN VS. ROSSI
26 de septiembre: NO SOS VOS SOY YO
31 de octubre: ESPERANDO LA CARROZA
28 de noviembre: QUIEN DICE QUE ES FACIL
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MUSEO MONTE DE PIEDAD (Boedo 870, 2º piso por escalera)
Tel.: 4 931-8204/ 4 931-1605; Fax: 4 932-4680, E-mail: museo@bancociudad.com.ar
HORARIOS DE VISITA AL MUSEO: Lunes, miércoles y viernes de 10 a 17. Martes y jueves 10 a 20. VISITAS GRUPALES: concertarlas telefónicamente.
Cursos en el Museo Monte de Piedad Seminario:
CULTURA Y CLASISMO EN LA ARGENTINA 1930-1983.
A cargo del profesor Leonardo Busquet
Del 5 de junio al 24 de julio 2008, todos los jueves de 18 a 20 hs, en el auditorio del Museo Monte de Piedad -Av. Boedo 870, 2º Piso (por escalera)
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CINE GRATUITO EN LA LEGISLATURA
Subsecretaría de Patrimonio Cultural - Dirección General de Museos - Museo del Cine “Pablo C. Ducrós Hicken”
Se presenta los martes a las 18.30 hs en el Salón San Martín del Palacio Legislativo (Perú 160) con entrada libre y gratuita.
JOSE A. MARTINEZ SUAREZ, UN MAESTRO DE LA DECADA DEL 60.
El ciclo presenta tres films dirigidos por el denominado “director de directores” del cine argentino y actual presidente del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Martes 1: NOCHE SIN LUNA NI SOLES(Argentina, 1984, dur. 95min) guión del propio director y Rubén Tizziani. Con: Alberto de Mendoza, Luisina Brando, Lautaro Murúa, Arturo Maly, Cacho Espíndola, Boy Olmi, Eva Franco
Martes 8: EL CRACK (Argentina, 1960, dur. 81min) guión del propio director, Carlos Parrilla y Solly. Con: Jorge Salcedo, Aída Luz, Marcos Zucker, Domingo Sapelli, Carlos Rivas, Enrique Kossi, Fernando Iglesias.
Martes 15: DAR LA CARA (Argentina, 1962, dur. 111min) Dirección: José A. Martínez Suárez, guión del propio director y David Viñas. Con: Leonardo Favio, Raúl Parini, Luis Medina Castro, Pablo Moret, Lautaro Murúa, Guillermo Bredeston y elenco
EL 22 DE JULIO COMIENZA EL CICLO
“DUILIO MARZIO, UN MERECIDO HOMENAJE”
Martes 22: PAULA CAUTIVA, 1963. Dir. Fernando Ayala. Un argentino que vive en Estados Unidos vuelve al país donde se encontrará con Paula.
Martes 29: HUIS CLOS, 1962. Dir. Pedro Escudero / Fernando Ayala. Tres personajes están encerrados, juntos y solos.
Martes 5 de agosto: LAS MANOS, 2006. Dir. Alejandro Ooria. Película inspirada en la vida del Padre Mario Pantaleo.
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LOS BARRIOS PORTEÑOS ABREN SUS PUERTAS
Dirección Gral. de Patrimonio e Instituto Histórico
PROGRAMACION JULIO 2008
Miércoles 30 de julio
10:00 hs. MUSEO DE ARTE HISPANOAMERICANO ISAAC FERNÁNDEZ BLANCO. Encuentro: Suipacha 1422 - Retiro Coordinan: Grupo de guías del museo y Silvia Sasarini
12:30 hs. ACADEMIA PORTEÑA DEL LUNFARDO. Encuentro: Estados Unidos 1379 - Coordinan: José Gobello y Horacio Spinetto
16:00 hs. PLAZA LAVALLE Y SU ENTORNO. Encuentro: Talcahuano y Av. Córdoba. Coordinan: Horacio Spinetto y Lidia Yadarola
18:00 hs. PABELLON DE LAS ARTES - UCA - Encuentro: Alicia Moreau de Justo 1300. Coordinan: Horacio Spinetto y Pablo Vinci
Jueves 31 de julio
9:30 hs. DIALOGO C/ ARTISTA PLASTICO ALBINO FERNANDEZ. Enc.: M. de Andés y J. J. Biedma. Coord.: H.Spinetto y S. Sasarini
13:00 hs. CEDINCI (Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de las Izquierdas en la Argentina) Encuentro: Fray Luis Beltrán 125 y Yerbal. Coordinan: Damián López y Lidia Yadarola
16:00 hs. GALERIA SAN JOSE DE FLORES -MURALES. Encuentro: Av. Rivadavia 6836. Coordinan: Horacio Spinetto y Pablo Vinci
Inscripción del 22 al 28 de julio de 9:30 a 15:00 hs. en Av. de Mayo 575, 5º 504 o al 4 323-9400 int 2756
VISITAS PERMANENTES
AGRONOMIA: Ultimo sábado de cada mes a las 10. Tinogasta y Av. San Martín. Coordina: Mabel Roelants. Consultas 4521-7284
MATADEROS: Ultimo sábado de cada mes 16. (en invierno) Parque J. B. Alberdi, Admin. de los Mataderos, Bar Oviedo (Ex Bar de los Payadores), Plaza Fernando Ghio, Mirador Salaberry. Coordina: Mus. Zulema Cañas Chaure. Consultas 15-3146-2393
PARQUE CHAS: Ultimo sábado de cada mes a las 11. Av. de los Incas y Av. Triunvirato. Coord. Magdalena Eggers. Cons. 4522-9321
CABALLITO: Ultimo domingo de cada mes a las 16. Parque Rivadavia junto al monumento a S. Bolívar. Primer domingo de cada mes a las 16. Plaza 1ª Junta frente al monumento a Azcuénaga. Plaza 1ª Junta, su entorno y el Tranvía Coord: Marina Bussio y Héctor Núñez Castro. Consultas 4988-9908
SAN NICOLAS: Asoc. Unione e Benevolenza. Ultimo miércoles de c/mes. J. D. Perón 1362. Coord.: María Paiella. Cons. 4383-8890
Programa Los Barrios Porteños abren sus puertas. Coordinador: Arq. Horacio Spinetto. Lidia Yadarola / Silvia Sasarini / Pablo Vinci
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DIA DE LA BANDERA
El 21 de junio tuvo lugar un acto público en conmemoración del Día de la Bandera en Av. Boedo al 800. Los chicos de 4º grado del Distrito Escolar 6º prometieron lealtad a la bandera. Participó de la celebración el Regimiento de Patricios en presencia de las autoridades del D.E.6º, CGPC5 y el Ministro de Educación del Gobierno de la Ciudad, Mariano Narodowski. Como culminación bailaron las alumnas de la Escuela Nacional de Danzas, hubo desfile de coches antiguos, autobombas de Bomberos Voluntarios, Defensa Civil y una demostración de la Brigada Blanca de la Policía Federal Argentina. La jornada concluyó con la música del grupo Cielo Arriba.
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PROGRAMACION EN BARES NOTABLES
programacionbaresnotables@buenosaires.gov.ar
BAR SEDDON - Defensa 699 -
TRIBUTO A ELIS REGINA - Música Popular Brasileña. Jueves 17 y 24 de julio - 21:00 hs Las cantantes Amalia Fernández y Marcela Viciano hacen un cuidadoso recorrido por las versiones de los temas de la artista brasilera.
LA PUERTO RICO - Alsina 420 -
DE CUATRO - Música Popular Latino Americana. Viernes 18 y 25 de julio - 18:00 hs Este cuarteto vocal femenino esta formado por Loky Travaglia, Dolores Mazzoni, Agustina Crespo y Marcela Campaña.
LA CORUÑA - Bolívar 982 / 94 -
DIEZ CUERDAS DUO - Música Popular - Sábados 19 y 26 de julio - 18:00 hs Analia Rego (guitarra española) Máximo Rodríguez (bajo eléctrico) Tango y música brasileña.
CONFITERIA DEL HOTEL CASTELAR Av de Mayo 1148.
JULIA VERDI. Música Popular Argentina. Sábados 5 y 12 de julio, 19 hs Cantante de Música Popular Argentina, cursó los tres primeros años de la carrera Profesorado en canto popular y actualmente se encuentra estudiando con el Profesor Oscar Del Río.
ENTRADA LIBRE. NO SE COBRA DERECHO A SHOW.
ENTRADA SUJETA A LA CAPACIDAD DEL LOCAL
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CENTRO CULTURAL BOEDO
CASTRO 954 4 931-1524 DE 18 A 21 HS.
Talleres gratuitos - Reservá ya tu lugar.
*Algunos talleres se dividen en nivel inicial y otros por edad.
Talleres: SALSA, TANGO, CANTO CORAL, GUITARRA, TEATRO, YOGA, ARTESANIAS Y BIJOU, DANZA ARABE, FLAMENCO, DANZAS BRASILERAS (AXE), DIBUJO Y PINTURA, PERIODISMO.
Niños: ARTES INTEGRADAS, DANZA ARABE, FLAMENCO, DANZAS BRASILERAS.
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CENTRO CULTURAL “LOLA MORA”
RIO DE JANEIRO 986 - TEL 4 983-5877 / 4 862-7245
ABIERTA LA INSCRIPCIÓN MARTES A VIERNES DE 18 A 21 HS
TALLER SAFARI FOTOGRAFICO. MARTES 18 A 21 HS
Propuesta: mirar la ciudad con ojos de turista, transformando lo cotidiano en una imagen fotográfica diferente. SALIDAS NOCTURNAS Y DIURNAS.
TALLER FOTOGRAFIA AUSTERA. VIERNES 18 A 21 HS
Propuesta: generar imágenes fotográficas con técnicas alternativas. Intervención de fotografías blanco y negro.
PROGRAMA CULTURAL EN BARRIOS - DIRECCIÓN GRAL DE PROMOCION CULTURAL SUBSECRETARIA DE GESTION CULTURAL - MINISTERIO DE CULTURA - gobBSAS
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Espacio Cultural Julián Centeya
San Juan 3255 - Tel. 4 931-9667
espaciojuliancenteya@yahoo.com.ar
El Espacio forma parte del Circuito de Espacios Culturales dep. de la Dir. de Promoción Cultural, Min. de Cultura, GCABA. mar. a vie. de 10 a 21hs.
PROGRAMACION DE JULIO
Sábado 12/07, 20hs. Música Muestra alumnos IUNA Área folklore
Martes 15/07, 19hs. Muestra de plástica Grupo Boedo Antiguo. Expone Pablo Salvadó.
Miércoles 16/07, 19hs. Ciclo de cine: El Angel Azul (Josef von Sternberg, 1930) Con Marlene Dietrich y Emil Jannings.
Jueves 17/07, 19hs. Ciclo de cine: Cabaret (Bob Fosse, 1972)
Viernes 18/07, 21hs. Teatro itinerante. Como Sola... (no es el peso lo que pesa) de Marta Albanese. Intérpretes: Marta Albanese, Coni Vera, Tuchi Elkana. Dirección: Rosa Celentano
Sábado 19/07, 20.30hs. Música. Encuentro de Murgas. Murga "La flechada" y agrupación de candombe "Kumbabantú".
Domingo 20/07, 19.30. Música. Durante Julio continúa el Ciclo de Blues. LEO CARUSO - CLUB MONDRIAN, trío de blues/jazz.
Miércoles 23/07, 19hs. Ciclo de cine: Pobre mi madre querida (Homero Manzi & Ralph Pappier, 1948) Con Hugo del Carril, Aída Luz y Emma Gramatica.
Jueves 24/07, 19hs. Ciclo de cine: El Ultimo payador (Homero Manzi & Ralph Pappier, 1950). Con Hugo del Carril y Aída Luz.
Viernes 25/07, 20hs. SEMANA DE BOEDO “TANGO EN BOEDO”. “Lidia Borda”, “Zona Taura” y “Duo Ranas”.
Sábado 26/07, 18hs. SEMANA DE BOEDO “ROCK” “Manzana podrida”, “Fluido Manchester” y bandas invitadas.
PROGRAMACION DE VACACIONES DE INVIERNO
Domingo 27/07 y 03/08, 16hs. Circo familiar. “Tres de picas” Espectáculo de Clown, magia, malabares
Martes 29/07 y 05/08, 16hs. Circo infantil “Propulsión a risa”
Miércoles 30/07 y 06/08, 16hs. Teatro inf. “Vamos... para allá”
Jueves 31/07 y 07/08, 16hs. Cine para niños / Jornada de recreación. Se proyectará una película infantil y posteriormente actividades recreativas relacionadas con la temática del film.
TODAS LAS ACTIVIDADES CON ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
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BUENOS AIRES ESQUINA BOEDO
BAIRES POPULAR presenta, en la SEMANA DE BOEDO, el sábado 26 de julio a las 17, en el café “Esquina Osvaldo Pugliese”, de Boedo y Carlos Calvo: “JULIO CAMILLONI, un poeta de Boedo”. Evocación a cargo de Rosa María Silva. Erardo del Prado leerá sus obras. En el segmento musical actuarán Adrián Piacenti en piano y Alfredo Baccay en canto junto a la pareja de baile de Karina y Roberto.
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JUAN MANUEL SANCHEZ EN EL MARGOT
BAIRES POPULAR presenta, en la SEMANA DE BOEDO, el martes 22 de julio a las 19, en el “Bar Margot”, de Boedo y San Ignacio: la muestra de pintura de Juan Manuel Sánchez