5.2.09



Nº 82
Febrero de 2009




SUMARIO

La Semana Trágica
Hace 90 años el comienzo de enero se tiñó de rojo... sangre.
Cómo vieron los sucesos sus actores sociales y políticos

Por
Mario Bellocchio

¡Barco a la vista...!
...Un tesoro escondido en el primitivo lecho del río
Entrevista a los directores del proyecto de investigación

Milonga pa’ recordarte
Rescate de las baldosas más tangueras de Buenos Aires

Marcha atrás
El Gobierno de la Ciudad debió retroceder –obedeciendo un fallo
de la Justicia– en su decisión de dar de baja a medios vecinales

Boedo Wi-Fi
¿Será posible que cualquier habitante de Boedo pueda tener acceso

a Internet sin necesidad de pagar la conexión?

EDITORIAL:
Censores
Actualmente el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ejerce una expresa forma de censura y/o autocensura preventiva de desalojo a la que se ven compelidos los medios vecinales para no ser dados de baja de la pauta oficial. Por Mario Bellocchio

POEMA:
Soneto de
Alfonsina Storni

Callejeando historia
Una tortuga en la Vuelta de Rocha
...¡la vida había vuelto al Riachuelo!, la Naturaleza se imponía a pesar de tantos planes de limpieza fracasados.
Por
Diego Ruiz

“La Poesía”: aquel sueño, esta realidad
La Poesía, bar literario, café de arte y esquina de encuentro vuelve a ser uno de los lugares culturales más notorios de Buenos Aires.
Por
Leonardo Busquet

El monumento a Pedro de Mendoza
...custodio a la entrada del Parque Lezama del predio simbólico donde se creía que había estado su pobre ranchería rodeada de una empalizada.
Por Miguel Ruffo

La madre ausente
...la escultura de Francisco Reyes que resultó destruida en circunstancias poco claras

¡Cuidado con “la calor”!
...los calores típicos del verano, sobre todo si son persistentes, no deben ser tomados con liviandad
Informe de Defensa Civil

“Obra compromiso”
“En febrero se adjudicará la obra. En julio de 2009 podremos inaugurar la plaza” se compromete el Gobierno de la Ciudad en su boletín digital Nº 22

Uso cultural de la plaza
Entrevista de la Comisión Plaza con el director de Proyectos Urbanos como intercambio para definir el uso cultural de las instalaciones de la plaza Mariano Boedo

Concesiones bajo autopista
Repudio al proyecto sobre la licitación para usos comerciales de los predios bajo autopista en desmedro de arraigadas instituciones sociales

Tarde de refugio en el Cao
Busco el murmullo de su tranquilidad, quizá, por contraposición

a las imágenes con las que me siento a escribir.
Por
Edgardo Lois

VER, LEER Y ESCUCHAR
Crítica literaria, teatral y discográfica de producciones que no cuentan con el gran circuito de difusión

CULTURA GRATUITA
Guía de actividades culturales barriales que no requieren erogación alguna





La Semana Trágica
Hace 90 años el comienzo de enero se tiñó de rojo... sangre. La asfixia obrera y las duras condiciones de la posguerra generaron el entorno explosivo. Cómo vieron los sucesos sus actores sociales y políticos

Diciembre de 1918. La guerra no sólo había arrasado su campo de batalla. Nuestro enorme país, indemne a la metralla, padecía las múltiples secuelas del conflicto. Los talleres metalúrgicos de Pedro Vasena e hijos intentaban reducir los costos de producción para lamer las profundas heridas. Y sus obreros, sujetos a duras condiciones laborales rayanas con la esclavitud, pugnaban por asomar las cabezas por fuera del sometimiento y aspirar, siquiera un poco, de los aires de rebeldía que traían las ideas de la vieja Europa y las revoluciones de rusos y mexicanos.
Dos mil quinientos trabajadores metalúrgicos entran en huelga el día 2. Reclaman jornada de ocho horas, medidas de salubridad y aumento salarial. Los Vasena, que administran la industria ya vendida a capitales ingleses, se muestran intransigentes a la “insolencia obrera”. La respuesta es la ocupación del establecimiento que tiene su planta industrial limitada por Rioja, Barcala, Urquiza y Constitución —hoy plaza Martín Fierro, en San Cristóbal— y los depósitos en Pompeya, en las inmediaciones de Amancio Alcorta y Cachi, donde se va a producir el primer encuentro grave. La aparición de rompehuelgas “krumiros” y grupos de civiles armados de la Liga Patriótica de Manuel Carlés —más tarde abogado de Marcelo T. de Alvear— tiene su contraparte en los piquetes de huelguistas que toman represalias contra los “carneros” y proporcionan una “noche mala” al jefe de Policía quemando su automóvil el 24 de diciembre.
A las tres de la tarde del 7 de enero de 1919 se produce el cruce de piquetes que tratan de impedir la llegada de carga al depósito con los carros que debían transportarla. De ellos descienden grupos armados y aparecen los “cosacos” de “la montada” que completan el enfrentamiento. Según “La Prensa” fueron disparados más de 2.000 proyectiles por unos 110 policías y bomberos. Sólo tres integrantes de las fuerzas represivas sufrieron alguna contusión. Cuatro muertos, más de treinta heridos. Un jornalero de 18 años que estaba tomando mate en su domicilio, un recolector de basura muerto de varios sablazos en el cráneo, otro colega que recibió un balazo mientras se hallaba en una fonda de la avenida Alcorta y un jornalero, víctima de un disparo. Dice “La Nación”: ninguno fue muerto en actitud de combate, ninguno estaba agrediendo a las fuerzas represivas.
La espesa tensión precedida por negociaciones fallidas desemboca en la jornada del 9 de enero con la ciudad totalmente paralizada. Los caídos en la lucha y la esclavitud de los sobrevivientes reclaman nuevas acciones: El crimen de las fuerzas policiales, embriagadas por el gobierno y Vasena, clama una explosión revolucionaria, amenaza “La Protesta”, periódico que lidera el pensamiento anarquista. Ante la violencia de la represión el pueblo obrero asalta armerías y se provee. Una multitud calculada en unas doscientas mil personas acompaña los restos de los caídos en el trayecto hacia Chacarita. La avenida Corrientes es un largo calvario jalonado por escaramuzas que dejan sus primeras víctimas. Todo es el prolegómeno de la verdadera barbarie desatada en el interior del cementerio, donde la policía abre fuego sobre la multitud mientras los oradores despiden los restos de los obreros caídos en la lucha dos días antes. Una masacre que la prensa calcula con liviandad en doce muertos y más de doscientos heridos, lejanos de la estimación popular de cien bajas, ninguna de las cuales pertenece a los represores. El gobierno entra en pánico. Ahora se encuentra acorralado, tanto por la derecha conservadora que reclama la represión más enérgica como por un movimiento obrero decidido a enfrentarlo. La Unión Cívica Radical se moviliza en defensa de Yrigoyen y éste deja correr a la acción de las bandas fascistas organizadas en la Liga Patriótica(1).
Interviene el Ejército. El general Dellepiane declara el día 10 a la prensa: emplazaré la artillería en la plaza del Congreso y atronaré con los cañones toda la ciudad. Afirma igualmente que va a hacer un escarmiento que se recordará durante 50 años. La bravata enardece a los “rebeldes” y se producen nuevos enfrentamientos que siembran el terror donde las patotas de la Liga Patriótica y la Asociación del Trabajo insisten en actos vandálicos de represalia contra todo lo que consideren maximalista. El presidente Yrigoyen, mientras tanto, convoca a su despacho a Pedro Vasena y a su correligionario Leopoldo Melo, abogado de la empresa, instándolos a aceptar los reclamos sindicales. Con la rendición del empresario se produce el quiebre que divide las aguas de la FORA: los del noveno congreso aceptan la postura mientras que los del quinto, entendiendo que ha llegado la hora de la revolución social, producen una extensión del conflicto que se diluye lentamente en las jornadas siguientes.
Para el escritor Diego Abad de Santillán aquella Semana Trágica dejó el ominoso saldo de mil quinientos muertos, cinco mil heridos y unos cincuenta y cinco mil procesados, con la accesoria, para muchos, de una quincena de confinamiento en la isla Martín García. La “más benigna” estimación policial calcula, en cambio, ochocientos fallecidos y cuatro mil heridos. Cualquiera fuera la cifra real, o un promedio, basta para asignarle el calificativo a aquella semana que marcó un punto de inflexión en la historia del movimiento obrero y en la de la propia ciudad de Buenos Aires. Los actores de la tragedia, en los múltiples matices de convicciones y de intereses, nunca se pusieron de acuerdo sobre causas y efectos, salvo parciales coincidencias.


Los socialistas
Eran tiempos de crecimiento parlamentario del partido. El sindicalismo y la revolución habían pasado a un segundo plano puesta la fe en una futura legislación laboral cada vez más progresista. El foco de interés trasladado, de tal manera, a las urnas. La social-democracia por sobre la ortodoxia revolucionaria y maximalista. Yrigoyen, en su afán de desacreditarlos en las siguientes elecciones, fue, según el partido fundado por Juan B. Justo, el responsable de la masacre. Desde esta visión, para el gobierno, el Congreso se ponía cada vez más irreductible frente al Poder Ejecutivo [...] Había que debilitar al Partido Socialista, sobre todo en vísperas electorales, tratando de empujarlo, confundirlo y mezclarlo en movimientos anárquicos desordenados y caóticos, haciéndolo aparecer excesivamente revolucionario ante cierta opinión pública del país.(2)

Los anarquistas
En las antípodas del socialismo, rechazaba toda negociación con los poderes constituidos por lo que descartaba la lucha parlamentaria. “La Protesta”, órgano de difusión de las ideas de la FORA V Congreso, señalaba el 8 de enero: [...] Sin falta, trabajadores, vengad este crimen. Dinamita hace falta ahora más que nunca. Esto no puede morir en silencio. ¡No, y mil veces! ¡No!, el pueblo no ha de dejarse matar como mansa bestia. Incendiad, destruid sin miramientos, obreros. ¡Vengaos, hermanos! frente al crimen de la justicia histórica, la violencia del pueblo como única e inmediata consecuencia y solución.
Y el día 21: ¿Dónde, pues, estaban los socialistas? En la Cámara, unos llorando un mea culpa vergonzoso de puro miedo [...] Cualquiera sabe que los socialistas y sindicalistas negaron su concurso a la huelga general, tratando de eludir responsabilidades, mientras la FORA del Vº (sic) [reafirmaba] el movimiento y [asumía] la actitud que correspondía en esos momentos a todo revolucionario. La defección síndico-socialista provocó la reacción burguesa estatal.


Los sindicalistas
Unos, apartados del sistema (anarquistas); otros, en vías parlamentarias (socialismo), dejaron terreno propicio para el crecimiento del “Sindicalismo revolucionario”, una corriente social surgida en Europa a fines del siglo XIX. La revolución, sí, pero con el protagonismo de los sindicatos. Existe un concepto equivocado de la función que cumple un sindicato en el proceso de la revolución social. Se le asigna un papel secundario, aun cuando encierra los elementos revolucionarios del nuevo orden y es escuela maestra de la conciencia proletaria, decía Sebastián Marotta, destacado militante sindical. A pesar de su participación activa en la huelga existía una marcada propensión a señalar distancias con el extremismo maximalista. Al privilegiar la negociación para lograr conquistas obreras se encaramó como el interlocutor válido del gobierno, deseoso de un diálogo que lo separara metodológicamente de los procedimientos de sus antecesores. Decía la FORA del IX Congreso —a la que adhería el sindicalismo— subrayando distancias: El secretario de la FORA señala que la huelga general tiene por causa inmediata y concreta el conflicto metalúrgico. Se desnaturalizaría su carácter solidario y de protesta si se le añadiese un programa de reivindicaciones extraño a su motivo y propósito (“La Nación”, 12-1-1919)

Los radicales
Imbuido de un gradualismo que le permitiera controlar el timón, Yrigoyen no introdujo cambios “radicales” en el modelo agroexportador. Sin embargo, el empeño por incorporar la clase obrera al sistema sumergió al gobierno en la búsqueda del diálogo que sustituyese a la represión conservadora. Quizás ese visceral rechazo produjo un laissez faire inicial que se tornó incontrolable. Y la represión desatada necesitaba un justificativo que no desacreditase el preconizado diálogo con la clase trabajadora. “La Epoca”, órgano de difusión privilegiado por el partido gobernante, editorializaba el 13 de enero: La huelga es respetada en todo lo que no excede de los límites que a los trabajadores les asisten de abandonar el trabajo, dentro de condiciones determinadas. [...] Las simpatías del Ejecutivo por los obreros son bien conocidas y están probadas con hechos consecutivos. Pero jamás el presidente de los argentinos cederá a la sugestión amenazante de turbas desorbitadas que quieran sustituir su voluntad al juego libre de las leyes que rigen la actividad social [...] La huelga será reprimida en toda tentativa que desnaturalice su verdadero carácter y que denuncie intenciones de violar el orden social o atentar contra los derechos civiles garantizados por la Constitución a todos los habitantes de la República.

Los conservadores
Tanto los conservadores bonaerenses como los agrupados en el partido Demócrata cordobés no escatimaron críticas a la “demagogia populista” de Yrigoyen —proclive a dialogar con un interlocutor descalificado para este sector de pensamiento— generando el crecimiento de “ideologías disolventes y peligrosas”. Sin embargo, la gran debilidad de los conservadores es que operaban sobre una nueva correlación de clases en el país [...] y de allí que la huelga tuvo un resultado diferente del que anhelaban. La chusma, el populacho fue derrotado [...] pero también la empresa Vasena tuvo que conceder para frenar el movimiento, con lo cual se reconoció en el país que también las opiniones de los patrones era materia de decisión estatal.(3)

Aquellos fatídicos días de 1919 fueron, son y serán materia inagotable para el análisis. Un agudo observador como el historiador David Rock señala: fue manifiesto que ninguna de las facciones dirigentes reconocidas de la clase obrera desempeñó una parte significativa en la organización de la huelga, en su liderazgo o conducción. En realidad, esas fueron las cualidades de las que careció más notablemente el movimiento: un plan, una serie de objetivos, una cadena de comando articulada y coordinada. Esto reflejó en el estilo de la acción, en su incoherencia y en su tipo de agitación, tumultuosa y sin timón…
Nadie salió indemne de aquel tiempo trágico cargado de profundas heridas sociales, políticas e ideológicas. Las cicatrices que dejó —en las más ventajosas condiciones laborales contemporáneas— aún perduran al acecho tras la explotación infantil, el trabajo esclavo de extranjeros indocumentados, el trabajo en negro, los horarios a destajo..., rémoras que aún quedan de aquella amarga semana de enero del 19.
Mario Bellocchio


(1) y (2) Hernán Aragón
(3) Julio Godio

FUENTES CONSULTADAS
* David Rock, “Argentina 1516-1987, desde la colonización hasta Raúl Alfonsín”. Alianza Editorial S. A., Bs. As., 1989.
* Julio Godio, “La Semana Trágica de enero de 1919”, Buenos Aires, Hyspamérica, 1986.
* Felipe Pigna, “Los mitos de la historia argentina III”, Editorial Planeta, Buenos Aires, 2006.
* Artículo “A 50 años de la Semana Trágica”, Revista “Panorama”, Bs. As., enero de 1969.
* Hernán Aragón, “La Semana Trágica de 1919, bajo la onda expansiva de la Revolución Rusa”. PTS, Partido de los Trabajadores Socialistas.




Mientras la Comisión que evalúa nuestra tarea en el Gobierno de la Ciudad suprime arbitrariamente “historia” como tema que podemos abordar –desconociendo la Ordenanza que reglamenta al periodismo barrial–, el pasado brota para refutar la afrenta

¡Barco a la vista...!
Entrevista a los directores del proyecto de investigación


Un hallazgo inusual despertó —tiene cierta lógica— las más fantasiosas conjeturas. La “gran prensa” no escatimó calificativos ni tamaños tipográficos para el título: “Restos de un galeón hundido en el Río de la Plata”. Estábamos en presencia de un tesoro escondido en el primitivo lecho del río. Sólo que no era monetario, sino arqueológico. El hecho movilizó curiosidades varias y la intervención de los ministerios de Cultura y de Desarrollo Urbano del Gobierno de la Ciudad*, quienes reunieron a un grupo de calificados investigadores dispuestos a develar los secretos que esconden los añejos maderos y su entorno de cañones y guijarros. Nuestra ciudad de hace tres siglos será un poco menos enigmática cuando el equipo de trabajo constituido en el proyecto de investigación pueda presentar su informe y determinar las medidas de preservación.

¿Quién los llama para avisarles del hallazgo?
Marcelo Weissel: nosotros “estábamos” en el lugar. Así como seguimos otras obras públicas también seguíamos ésta, en particular, desde el mes de agosto, dentro del programa denominado “Historia Bajo las Baldosas”.

¿Tenían algún indicio?
Marcelo Weissel: teníamos indicios del sector costero de Buenos Aires del siglo XIX —previo al relleno de Puerto Madero—, y las posibilidades de encontrar elementos asociados a la alimentación, a las maniobras a bordo, al combustible..., que pudieran haber sido sepultados cuando, para construir el puerto, se hizo un gran pólder al estilo holandés —una especie de enorme piletón— lo que generó una suerte de capa geológica de unos cuatro metros sobre la cual se asentó el verdadero relleno de un par de metros más. Lo previo a esa instancia, sobre el paisaje de la costa y su uso, está muy nítido. En una de las excavaciones que superan estos niveles, el 29 de diciembre, se produce el hallazgo que genera el proyecto específico. Su dirección está a cargo del trío integrado por Mónica Valentini, Javier García Cano y yo, que constituimos el grupo de investigación que interactúa en la dirección científica de este hallazgo, ya que, por la falta de antecedentes en nuestro medio, tiene una riqueza que requiere mucha dedicación. Daniel Vitale, que nos acompaña, es un colaborador. Integramos un grupo de 12 personas entre las que contamos con 3 obreros. En el equipo también participan estudiantes de arqueología recién recibidos y estamos programando actividades escolares. Con Leticia Maronese y con Hernán Lombardi ya estamos hablando de hacer un video para darle difusión pública.

¿Dónde comienza y dónde se agota la tarea de ustedes?
Mónica Valentini: cualquier proyecto de investigación tiene un largo proceso anterior y posterior al hallazgo que requiere ser completado con incorporaciones como conservadores, dibujantes, botánicos, geólogos..., que proveerán la información, las precisiones.
Marcelo Weissel: necesitamos reconstruir la dinámica geomorfológica de la desembocadura del Riachuelo. Cómo era el movimiento portuario de la época del naufragio.

¿Qué son esos titulares que aparecieron diciendo que “no se trata de un galeón”?
Javier García Cano: en Latinoamérica los restos de una nave hundida están asociados a rasgos caricaturescos que identifican barcos con galeones —en ese contexto se supone que todo galeón es español— y la existencia de un tesoro, en monedas de oro, de ser posible. En esos términos la ignorancia genera que se publiquen tonterías. Nunca dijimos que era un galeón. Y tampoco tendría relevancia que lo fuera o no como para desacreditar el descubrimiento.

¿Y qué sucedió el 29 de diciembre?
Daniel Vitale: con Marcelo veníamos haciendo un seguimiento que suponía hallazgos. Ese día me llama y me dice: “Vení que descubrimos un barco”. Teníamos dos excavaciones sobre la zona sur. Yo, en principio me fui a la otra —en La Boca— pero resulta que era en la de Puerto Madero.

¿Qué llevan sacado de la fosa hasta el momento?
Marcelo Weissel: al revés: cubrimos todo.

¿Algún tironeo de intereses?
Mónica Valentini: no, la gente de la obra y la constructora nos han facilitado la tarea, no hemos tenido ningún inconveniente. Tapamos todo —con la humidificación correspondiente— para ocuparnos de la tramitación de seguridad, de preservación, de conseguir un depósito a través de Cultura para los elementos que hallemos... Y una vez resuelto eso comenzar con la excavación sistemática.
Vamos entonces a extraer los cañones, sus proyectiles, las tinajas y algunas pequeñas piezas de madera como para hacer los estudios correspondientes.

¿Los restos, de la nave en sí, van a ser removidos?
Mónica Valentini: Como arqueólogos necesitaríamos un profundo y costoso análisis para asegurarnos la movilización de los restos del casco. Generar la conservación de estos restos requiere —sin garantías que nos aporte la experiencia y a un multimillonario costo— armar un “piletón” donde el navío debería estar sumergido un mínimo de veinte años para ir generando las condiciones para que no se transforme en polvo, como si fuera sacado abruptamente del medio que lo preservó hasta el presente. Las experiencias que hay hasta ahora en rescate de naves de estas características en el mundo —el “Vasa” en Suecia, el “Mary Rose” en Inglaterra— son negativas, de manera que, por el momento, lo mejor sería conservarlo “in situ”, recreando el ámbito que lo preservó, hasta tanto se descubran procedimientos que garanticen que extraerlo no sea sinónimo de destruirlo.

¿Se va a dejar allí entonces?
Javier García Cano: si bien, para nuestro medio, los estudios que podamos producir pueden ser muy valiosos para indagar sobre nuestra historia, la información sobre el tipo de nave hallada no sería novedosa a nivel mundial, por lo que una inversión millonaria —que debería prolongarse durante treinta o cuarenta años para extraerlo, sin garantías de éxito— no es imaginable. De todos modos es muy importante lo que podemos estudiar sin moverlo de la posición del hallazgo. La Convención Internacional para la Protección del Patrimonio Subacuático de la UNESCO recomienda que “la mejor intervención es la de menor grado de intrusión”. De manera que, por el lugar en que se encontró, lo mejor que podemos hacer es levantar el mayor grado de información que podamos “ya”.

¿Dimensiones, antigüedad?
Javier García Cano: no, no han comenzado las excavaciones sistemáticas. Sabemos que hay esparcidos restos alrededor de veintitantos metros. Pero hablar de eslora, manga, puntal..., aún no es posible. Creemos, hasta ahora y sin confirmar, que debería ser del siglo XVIII. Tampoco sabemos aún el origen de la embarcación o las causas de su hundimiento.

Falta, como queda claro, la investigación que genera semejante hallazgo. Los diletantes del proceso histórico de nuestra ciudad atisbamos en puntas de pie, respetuosos, la ordenada labor de los científicos. De una dramática sudestada a un pacífico hundimiento por deterioro cualquiera puede ser —todavía— la causa del naufragio. El puerto de origen del último viaje, el astillero que lo construyó y, quizá, mucho más importante aún, el entorno portuario, están entre las importantes metas del “proyecto de investigación”. La verdadera historia que permitirá develar los restos de la nave hundida está por ver la luz, al cabo de tres siglos bajo tierra.
Entrevista de Mario Bellocchio, enero 16 de 2009

(*) El proyecto tiene dependencia directa del Ministerio de Cultura GCABA (Ing. Hernán Lombardi) a través del programa “Historia Bajo las Baldosas” de la “Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico-Cultural” (Lic. Leticia Maronese) y la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico (Lic. Liliana Barela). Dirección del proyecto de investigación: Mónica Valentini, Arq. Javier García Cano y Dr. Marcelo Weissel.
El Ministerio de Desarrollo Urbano (Sr. Miguel Chain) presta colaboración al equipo de trabajo y acondiciona un laboratorio para la investigación situado en la Barraca Peña.




Milonga pa’ recordarte
Rescate de las baldosas más tangueras de Buenos Aires


A “lo de Hansen” ¿lo volteó Anchorena o su propia fama? Allá por 1912, el intendente Joaquín S. de Anchorena ordenó la demolición. El bailongo porteño con más prosapia caía bajo la piqueta con la declamada excusa de “ampliar los accesos hacia el velódromo” (?). ¿Te acordás, hermano, la rubia Mireya que quité en lo de Hansen al guapo Rivera?, decía Manuel Romero en “Tiempos viejos”, contribuyendo al mito con el tema con que hizo debutar a Hugo del Carril en “Los muchachos de antes no usaban gomina”, en 1936. Lo de Hansen era entonces para Santiago Arrieta —el protagonista— el ámbito de sus recuerdos juveniles, donde conoció a la rubia Mireya (Mecha Ortiz). Romero sitúa al Jorge Newbery boxeador —aquel al que Celedonio Flores alude en “Corrientes y Esmeralda” (1933), cuando un cajetilla los calzó de cross—, ubicando la pelea en lo de Hansen, para terminar de abundar la leyenda. Las verdades comprobables sobre el lugar, seguramente no pasan por el testimonio de Enrique Cadícamo: un salón de baile, concurrido por gente calavera de diferentes rangos. Era un ambiente bravo, pero muy divertido. Debió haber prestado oídos a relatos de gente que lo superara en años o haber visitado el local a sus tempranos doce años, como máximo —había nacido en 1900—.
Daniel Schávelzon, de la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico de la ciudad, describe —en cambio— con cauteloso conocimiento: El propietario original, Juan Hansen, transformó la vivienda que se cree que fue una de las que tuvo Juan Manuel de Rosas en Palermo. Se dice que los parroquianos bailaban, sotto voce, en el patio trasero. Aquel mítico lugar, nacido a la concurrencia popular en 1877, dejó ver parte de su pasado en los milongueados ladrillos descubiertos frente al Planetario, su lugar de origen. Una carpa blanca indica el lugar de la excavación sobre la que señaló el ministro de cultura Hernán Lombardi: ...vamos a aprovechar el hallazgo para instalar la zona como un paseo en el que los vecinos conozcan el perfil que tenía la Ciudad en aquellos años. (M.B.)




Marcha atrás
El Gobierno de la Ciudad debió retroceder –obedeciendo un fallo de la Justicia– en su decisión de dar de baja a medios vecinales


Ante la acción de amparo solicitando medida de no innovar promovida por 17 medios barriales entre los que se incluye “Desde Boedo” —que no ha recibido sanción ni advertencia alguna—, con motivo de la baja de 14 de ellos del Registro de Medios Vecinales del Gobierno de la Ciudad de Bs. As. y la creación apócrifa de normas reguladoras con fines expulsivos, la jueza Zulema A. Liberatori, titular del Juzgado de Feria Nº 4, resolvió hacer lugar a la medida cautelar y, por ende, ordenar al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Secretaría de Comunicación Social) la suspensión de los efectos de los actos administrativos dictados por esa secretaría.
En cumplimiento de lo ordenado por la Justicia se envió a los sancionados, con fecha 26 de enero de 2009, una cédula que notifica la retractación en la medida de baja del Registro: El Secretario de Comunicación Social resuelve: Inclúyase, provisoriamente y hasta tanto se decida judicialmente en sentido diverso, a los medios vecinales detallados en el Anexo que forma parte integrante del presente, en el Registro de Medios Vecinales de Comunicación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




Boedo Wi-Fi
El acceso libre e irrestricto a Internet no figura en ninguna declaración de derechos de país alguno, pero desde el año 2000 a esta parte son muchas las movidas que se han iniciado en ese sentido. Internet es la vía de comunicación más libre con que cuenta la humanidad. Es el espacio virtual desde donde se puede acceder al conocimiento de, casi, cualquier materia.
¿Será posible que cualquier habitante de Boedo pueda tener acceso a Internet sin necesidad de pagar la conexión? Si estamos convencidos de que el derecho de poder acceder a Internet es universal (como lo es la educación y la justicia) este será el punto de partida.
¿Qué es Wi-Fi? (Wireless Fidelity, Wi-Fi es una marca de la Wi-Fi Alliance) Supongamos que en mi casa tengo acceso a Internet por ADSL (banda ancha telefónica). Esa señal llega por el mismo cable del teléfono (puede llegar por el cable de televisión) a un modem y de allí se enchufa a mi PC. Este tipo de acceso es el más común y egoísta. Si en lugar de llegar al modem, llega a un emisor Wi-Fi, la señal de Internet que viene en el cable pasa al éter (como la señal de los celulares o los teléfonos inalámbricos) y desde allí la recibe mi computadora y/o cualquier otra computadora que esté cerca. Es decir que con solo cambiar mi modem puedo darle acceso a Internet a un vecino ubicado a 25 metros o más (depende de la potencia de transmisión del modem cuyos fabricantes aseguran que tienen 100 metros de alcance). Con este simple hecho, ya ponemos al alcance de otros nuestra señal. Claro que además quien quiera entrar en Internet deberá tener una computadora y un receptor (puede ser una antena que se conecta a un puerto USB) pero en principio podría navegar en Internet sin pagar por el servicio. El problema entonces es, como casi siempre, quién lo paga.
Nuestra idea tiene un perfil más solidario que comercial y consiste en que el que puede pagarse Internet la pague pero también la ponga a disposición de otro que no puede pagar.
La Asamblea de Boedo como promotora de este proyecto los invita a conocer mayores detalles y sumarse.

http://www.asambleadeboedo.com.ar/boedowifi/ boedowifi.htm.

boedowifi@asambleadeboedo.com.ar




EDITORIAL

Censores
Censor, ra. (Del lat. censor, oris) En algunos regímenes políticos, funcionario encargado de revisar todo tipo de publicaciones o películas, mensajes publicitarios, etc., y de proponer, en su caso, que se modifiquen o prohíban. (“Diccionario de la lengua española”, R.A.E., 2001)

Los barrios tienen sus medios periodísticos. La mayoría de ellos se expresan mediante la gráfica –periódicos y revistas–, otros lo hacen a través de sus páginas Web o sus programas radiales. Son, por definición, de circulación libre y gratuita. Hablan de nuestro entorno próximo en términos impracticables para los medios masivos. Algunos se ocupan de la cotidianidad, otros se apoyan en las inquietudes sociales, están los que prefieren la literatura, el análisis sociológico o histórico de los sucesos, o una equilibrada mezcla de toda la problemática. Nadie como ellos puede reflejar a ese fragmento de la ciudad del que son un vecino más, simplemente, porque lo viven desde adentro. A todos los reúne un denominador común: el amor por su barrio y la precariedad económica con que se mantienen vivos.
En 1997 el Gobierno de la Ciudad, comprendiendo la utilidad pública de estos órganos de expresión popular, promulgó la Ordenanza Nº 52360 –como “apoyo y fomento” a tal actividad– que les dio acceso a la pauta oficial (publicidad de Gobierno) bajo algunas condiciones cuantitativas (en el caso de los gráficos: tirada, periodicidad, cantidad de páginas, etc.) y otras cualitativas, como la obligación temática de publicar un 50% del contenido relacionado con la ciudad. La suma devengada –aún se adeuda diciembre de 2007– sólo permite solventar (para los gráficos) una parte importante de la impresión, lo que, en la precariedad económica en que se desenvuelven, resulta un apoyo imprescindible, del cual, en muchos casos, depende su subsistencia.

Actualmente el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por medio de su Secretaría de Comunicación Social a cargo de Gregorio Centurión ha resuelto disciplinar al periodismo barrial dando de baja a 14 medios del Registro de Medios Vecinales, inscripción que les permitía acceder a la vital pauta oficial establecida por la Ordenanza. A tal fin originó un “instructivo” de cumplimiento estricto que creó ilegalmente normativas no contenidas en la Ordenanza, anuló otras que la Ordenanza expresa concretamente o, en el mejor de los casos, interpretó a su placer o conveniencia la norma legal con la finalidad inequívoca de manipular los contenidos de los medios vecinales ejerciendo una expresa forma de censura y/o autocensura preventiva de desalojo a la que se ven compelidos los propios medios. Lejos de ser la “autoridad de aplicación”, como determina la Ordenanza, se autoconfirió prerrogativas asignadas con exclusividad al Poder Legislativo.

La arbitrariedad ejercida a través del “instructivo” que se aplica como norma legal usurpando el lugar de la Ordenanza no reconoce límites: se plantean exigencias para el ingreso como la inscripción en ingresos brutos o en el registro de proveedores de gobierno –el primero específicamente exceptuado por la norma legal y el segundo inaceptable como requisito de admisión aunque fuera exigible a posteriori–; aparecen devaluados y excluidos del juicio crítico la gacetilla, la publinota, las agendas culturales y los “reportajes a personalidades” si no se “deja claro la importancia, trascendencia de la labor o de la actividad que desempeña...” , ignorando que una de las funciones esenciales de este tipo de periodismo es promover a los que no cuentan con los medios masivos de difusión y, por lo tanto, en su mayoría, son ilustres ignorados por la “gran prensa”..., y la Comisión Evaluadora; se entromete con el contenido haciendo una enumeración que declara no taxativa de cosas que no se pueden publicar entre las que figuran “obscenidad” y “vulgaridad” reservándose el derecho de calificar lo obsceno y vulgar, vieja trampa vinculada a los tiempos más oscuros de la Inquisición; entiende unilateralmente que las notas sobre la ciudad deben ser “de actualidad” y con igual arbitrio elimina a “historia de Buenos Aires” de la temática que prescribe la Ordenanza, ignorando la norma legal y el profundo contenido, esencial para la conformación de la identidad barrial, que constituye la investigación de sus orígenes... Y decenas de arbitrariedades, que la norma legal no contempla en absoluto, incorporadas con una clara finalidad expulsiva que viola el espíritu con que fue concebida la Ordenanza original. De los 110 medios de 2006 sólo quedan 58 –de ellos, 30 gráficos– y no ha ingresado ningún debutante al registro 2009 producto de las vallas insalvables que se oponen a su incorporación. Saque usted sus propias conclusiones.
Mario Bellocchio




POEMA:
Soneto

Una tarde, borracha de tus uvas
amarillas de muerte, Buenos Aires,
que alzas un sol de otoño en las laderas
enfriadas del oeste, en los tramontos
vi plegarse tu negro Puente Alsina
como un gran bandoneón y a sus compases
danzar tu tango entre haraposas luces
a las barcazas rotas del Riachuelo.
Sus venenosas aguas viboreando
hilos de sangre; y la hacinada cueva;
y los bloques de fábricas mohosas,
echando alientos por las chimeneas,
de pechos devorados, machacaban
contorsionados su obsedido llanto.

Alfonsina Storni




Callejeando historia
Una tortuga en la Vuelta de Rocha


El cronista callejero suele ir a La Boca, por razones laborales, una o dos veces por semana. Como es hombre de rutinas le gusta, aunque el barrio no sea el de antes, caminar Olavarría —la Florida local— desde Almirante Brown y bajar por Del Valle Iberlucea hasta Pedro de Mendoza para luego, concluidas sus obligaciones, recorrer el nuevo paseo costero hasta la parada de colectivos frente al puente transbordador. En uno de esos periplos el cronista divisó en las oscuras aguas un objeto redondeado arrastrado por la corriente que, en ese momento, empujaba desde el río. Picado en su curiosidad, comenzó a seguirlo con la vista y el paso, imaginando historias de ahogados y otras fantasías seguramente inspiradas en sus lecturas de infancia, hasta que en un momento el raro objeto afloró en el agua y levantó un largo cuello para respirar. ¡Era una tortuga de agua! El cronista debe reconocer que, por un momento, no dio crédito a sus ojos, pues jamás había visto nada vivo en el Riachuelo. Sabía, por referencia de mayores, que hasta la década de 1930 la isla Maciel se destacaba —amén de por sus prostíbulos— por sus recreos, lugar predilecto de los gremios y asociaciones anarquistas para celebrar sus multitudinarios picnics en los que la única recomendación era no practicar tiro al blanco, y que el brazo conocido como Puerto Piojo era, por estar fuera de la corriente, lugar preferido para los bañistas.
Pero esas eran historias antiguas y el cronista, lleno de ecológica alegría, no vaciló en hacer conocer su descubrimiento a compañeros de trabajo, boquenses varios y amigos en general: ¡la vida había vuelto al Riachuelo!, la Naturaleza se imponía a pesar de tantos planes de limpieza fracasados. Sin embargo, como nadie es profeta en su tierra, el cronista sólo recogió incredulidad, burlas relacionando su buena nueva con las “tortugas Ninja” u otros casos de mutantes, consejos sobre no ver tantas películas de monstruos por la noche o, directamente, sobre aflojar con la bebida u otras cosas peores. Como además de rutinario el cronista también es tenaz, tomó la precaución de pertrecharse de una cámara fotográfica en sus viajes a la Ribera y, tras varios intentos fallidos, consiguió inmortalizar la vera efigie de uno de estos quelonios mientras se asoleaba sobre un neumático a medias hundido en el espejo de agua. ¿Cree por esto el lector que, con las pruebas en la mano —o en la imagen—, el coro de escépticos cedió en sus objeciones? Pues no, señor... Que hoy cualquiera sabe hacer trucajes con el Photoshop; que era un juguete de goma en una Pelopincho; que en realidad era una vieja foto de Nahuelito... En fin, que el cronista —harto de injurias y diatribas— ha decidido hacer pública la histórica fotografía y, de paso, tratar de dar una explicación a la presencia de este o estos bichos en un lugar tan inesperado. Ahí va:
Empecemos por decir que la Vuelta de Rocha no es una bahía natural, sino que fue formada por la mano del hombre. En los viejos planos de Buenos Aires es posible ver cómo, hasta la década de 1880, era sólo uno de tantos meandros (es decir vueltas) del Riachuelo, como lo es la “vuelta de Badaracco” que le sucede aguas arriba, típicos de los ríos de llanura. Lo que sucede es que el Riachuelo fue el primer puerto de Buenos Aires desde sus tiempos fundacionales, allí se fueron concentrando las actividades comerciales y navales y ya en 1854 se realizó el primer intento de canalizar su entrada mediante una draga adquirida en Europa, tarea que continuaría durante décadas. La apertura de la “barra” y la ganancia en calado permitieron el ingreso de naves de mayor porte y La Boca, en gran medida gracias a la inmigración genovesa —pueblo marinero si los hubo— se convirtió en un emporio naval, pleno de astilleros, varaderos, agentes marítimos, ferreterías navales, etc. A partir de 1876 se hizo cargo de los trabajos de canalización el ingeniero Luis A. Huergo y sus trabajos permitieron al presidente Avellaneda declarar al Riachuelo abierto a la navegación de ultramar. Ahora bien, en los planos posteriores a 1880, como el delineado por Francisco Latzina para su Geografía Argentina, ya comienza a aparecer la ensenada, hasta su forma actual y definitiva en los de fines de siglo. La Boca no fue afectada como puerto auxiliar por la construcción del Puerto Madero (digamos, de paso, tan mal concebido que ya en 1911 se hizo patente la necesidad de erigir el llamado Puerto Nuevo), pero los avances de la construcción naval y otros factores lo fueron limitando al cabotaje hasta su total desactivación en nuestros días. Y acá está la cuestión: para poder mantener operativo el Riachuelo era preciso su permanente dragado —como lo es aún hoy el de los canales de acceso al Puerto Nuevo— y al quedar inactivo también cesó esta actividad, por lo que en el centro de la Vuelta de Rocha se ha ido formando una isleta claramente apreciable en las horas de bajamar, circundada por un pequeño canal. Las mareas altas le aportan agua del río que queda “encajonada” mientras la corriente principal sigue el canal que se extiende ahora sobre la costa de la isla Maciel, fenómeno claramente observable desde cualquier punto alto: estas últimas aguas son mucho más oscuras que las “estancadas” en la Vuelta de Rocha.
Ahora bien, el cronista supone que la o las tortugas han arribado a la zona en días de gran crecida del río, procedentes de la Reserva de Costanera Sur, de donde también deben de ser oriundos los numerosos patos y otros volátiles que también se observan en la zona y, al encontrar aguas más o menos limpias y no estar a merced de las corrientes, se han quedado en esta isleta y sus inmediaciones. Lo que, sinceramente, no sabe el cronista es de qué se alimentan, aunque es posible suponer que las mismas crecidas aportan organismos o plantas que hacen posible su supervivencia.
Lo cierto es que en plena Vuelta de Rocha hay tortugas... y patos... Y el cronista, con su siempre férvida y optimista imaginación, comienza a preguntarse si no se estará produciendo una emigración general de bichos desde la Reserva, tantas veces incendiada y siempre en la mira de la especulación inmobiliaria, hacia lares más amigables. Quién nos dice que en unos pocos años no contemos con otra reserva ecológica en plena Boca y que los turistas en lugar de comprar artesanías, souvenirs variados y sacarse fotografías con las parejitas que bailan el tango en cada esquina o con el falso Maradona, puedan apreciar algo de nuestra fauna y flora autóctonas por la que tan poco nos hemos preocupado, una pequeña resurrección del paisaje que, desde los tiempos de Pedro de Mendoza hasta principios del siglo XX, pudieron contemplar y disfrutar los porteños.
Diego Ruiz




“La Poesía”: aquel sueño, esta realidad
“No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo… Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre”
Walt Whitman


Más allá de una técnica determinada o de un estilo depurado, la poesía, como valor estético y ético de la vida, siempre está entre nosotros. Depende de cada uno poner en marcha los mecanismos del alma para poder detectarla.
La poesía anida en cada rincón de lo que nos rodea. En las flores que nacen o mueren según la estación o la mano artera del humano. En los ríos nostalgiosos de caudal o en la luna, pese a los pisotones. En el brazo erguido del laburante, en el del obrero de jornal ausente y en la marcha crispada del militante. En los riñones de las prostitutas y también en sus lágrimas desvanecidas en la penumbra.
En los soberbios, en los indignos, en los mediocres.
En el tumulto obsceno de la ciudad o en la paz bucólica del prado no arrasado aún.
En el petiso, en el gordo, en el pelado, en el negro, en el homo y el heterosexual y en ese vecino discriminador.
La poesía se descubre en el abrazo a tiempo y en tantas ausencias y siempre en los soñadores. Está hecha de realidades y ficciones. De un mundo ya inventado y de un mundo por inventar.
La metáfora, esa insolente columna vertebral del poema, es la pícara mutación de un lenguaje que redimensiona las perplejidades de cada imaginación. La metáfora es el atajo poético de la palabra proferida.
Al fin y al cabo si algo es poético, debe conmover, estremecer, movilizar, denunciar, indignar, aleccionar y arrullar.
La poesía es como la mesa del café: si no sirve para arreglar el mundo o vagabundear ilusiones, ¿para qué sirve?

El sueño de Derlis
La Poesía, bar literario, café de arte y esquina de encuentro, tal como lo señala su lema, ha sido y vuelve a ser uno de los lugares culturales más notorios de Buenos Aires.
Abrió sus puertas en la esquina de Chile y Bolívar, en el corazón del barrio de San Telmo, un 12 de abril de 1982 y las cerró en septiembre de 1988.
En seis años se convirtió en un ámbito de referencia para la prolífera Generación de poetas del '60 que tuvo a Juan Gelman, Francisco “Paco” Urondo, Olga Orozco, Rubén Derlis y Alejandra Pizarnik, entre otros, como los exponentes de mayor influencia de aquella corriente. Todos abrevaron en las fuentes del enorme Raúl González Tuñón.
En aquella Generación, echaron raíces poetas y narradores que impusieron un tinte costumbrista, hasta esa época patrimonio del tango, con exponentes de la talla de Evaristo Carriego, Cátulo Castillo, Julián Centeya, Homero Manzi y Nicolás Olivari, entre tantos poetas de la canción ciudadana.
Los más jóvenes recalaron en esos grandes nombres pero también impusieron una poesía que quebró moldes y estereotipos preconcebidos.
De los años 60 podemos rescatar el movimiento “El Pan Duro” de la mano de Gelman, Ditaranto y Héctor Negro o “La Nueva Canción” con Hamlet Lima Quintana y Armando Tejada Gómez.
La lista, aunque parcial, debe incluir a Roberto Santoro, César y Manrique Fernández Moreno (hijos de Baldomero), Lubrano Zas, Mario Jorge De Lellis, Isidoro Blainsten, Humberto Costantini, Daniel Giribaldi y Nira Etchenique. La intensa década produjo una literatura social contestataria, iconoclasta y revulsiva, letras militantes como lo expresara Paco Urondo.
Eran los tiempos del “hombre nuevo” que unía el ideal del pensamiento con la utopía y el compromiso activo de la acción: la revolución cubana, el Mayo francés del '68, La Primavera de Praga y los movimientos estudiantiles contra la guerra en Vietnam.
Por estos pagos nuestros brillaban el Instituto Di Tella, el Cordobazo del '69 y Eudeba, la editorial de la UBA que lanzaba su propuesta de “un libro igual al valor de un kilo de pan” y lanzaba a las calles sus publicaciones en kioscos propios. Todo bajo la inspiración de Boris Spivacow que más tarde da forma al Centro Editor de América Latina. El intenso movimiento cultural también se verificó en la plástica con el Grupo Espartaco y la Nueva Figuración. En el teatro, desde la escena independiente, surgían Griselda Gambaro, Somigliana, Dragún y Tato Pavlosky, entre otros. La época guarda una curiosa paradoja: en 1969 el hombre llega a la Luna, fuente de inspiración de todos los tiempos, y así se desvanece uno de los íconos de la lírica poética, sin contar el “gatillo” que pretendió instalarle Raúl González Tuñón para “fusilar lentamente” las injusticias terrenales.
Este espíritu, que moldeó toda una época de compromiso con las artes, desembarcó, de la mano de Rubén Derlis, en el Bar La Poesía en 1982. También congregó a la nueva generación de poetas empujados por la naciente democracia.
En el Bar La Poesía de los 80 se crearon distintos talleres literarios por impulso del poeta Rubén Chihade. Con ellos, el músico Dystor Pérez imaginó, desde el piano el clima del lugar.
La Fundación Pro-Arte convocó a escritores, poetas, músicos, artistas plásticos, periodistas y críticos. Así se creó la propuesta de poesía mural La Brújula. También se fundó el mítico Grupo de los Siete, inpirado por Rubén Derlis. Fue el lugar de encuentro de UNCIPAR, Unión de Cineastas de Paso Reducido. Además, se concretó el ciclo “Poesía Lunfarda” y las distintas propuestas de literatura policial y jazz.
Fueron algunos de sus parroquianos: Miguel Briante, Isidoro Blainsten, Oscar Ferrigno, Juan Carlos Gené, Eduardo Bergara Leumann, Edmundo Rivero y su hijo Muni, Horacio Salas, Héctor Negro y Humberto Costantini, entre tantos.
Pero hubo tres personajes que le dieron un brillo especial al lugar.
En una de sus mesas Horacio Ferrer conoció al amor de su vida, la artista plástica Lucía Michelle, “Lulú”. Un Cupido con aroma de café flechó sus almas y el poeta le escribió el verso al que luego el maestro Raúl Garello le incorpora música y lo convierte en vals. En su primera estrofa el poema “Lulú” recuerda al bar La Poesía y ese primer encuentro. Otro personaje fue habitué permanente: el enorme violinista de jazz Hernán Oliva que, junto a otro genio musical, Enrique “Mono” Villegas, hicieron de las suyas cada noche de insomnios y metáforas, como lo recuerda Derlis. En esa esquina de Chile y Bolívar, fueron innumerables las presentaciones de libros y recitales.
Hoy, a 20 años de una experiencia tan intensa y con ese legado, La Poesía reabrió sus puertas en la misma esquina porteña. Un bagaje de proyectos culturales, algunos ya en marcha, tratarán de llegar al alma de la gente desde un lugar abierto para recibir todas las experiencias de las artes. En medio de tanto humo que contamina y desorienta, Isidoro Blaisten tiene razón: “…un poeta es como un cartero que corre envuelto en llamas, alguien que corre envuelto en fuego con algo en la mano que tiene que entregar”.
Leonardo Busquet




El monumento a Pedro de Mendoza
El monumento a Don Pedro de Mendoza se encuentra emplazado en el Parque Lezama en la esquina de las calles Defensa y Brasil. Es un testimonio plástico vinculado al 4 Centenario de la fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza (1536-1936). “El proyecto elegido fue el de Juan Carlos Oliva Navarro, quien presentó una iconografía nueva e irritante para algunos. La figura monumental de un indio aparecía en relieve rehundido en la pantalla ubicada detrás de la figura en bronce del Adelantado. (...) Se compone de una fuente cuadrada en medio de la cual se ubica la figura de Pedro de Mendoza. Detrás se eleva la pantalla descripta, en cuya cara posterior está representada la nave capitana de la expedición, la Magdalena, y grabados los nombres de quienes participaron en ella. Lateralmente se encuentran dos relieves: “La Fundación”, a la izquierda, muestra el acto de clavar el rollo de la justicia; “El Sueño de la Sierra de la Plata”, a la derecha, alude a uno de los móviles de la empresa, habitualmente olvidado en los homenajes de este tipo, la búsqueda de riquezas, mostrando quizás una póstuma crítica por parte del escultor. Esta se evidenciaría también en el hecho de que por primera vez en un monumento conmemorativo aparece un indio con un papel protagónico, por su ubicación y dimensiones, y en directa relación con la efigie del Adelantado. (...) Esta visión del indio no tuvo eco en quienes hablaron durante el acto inaugural, el 23 de junio de 1937, aniversario de la muerte de Mendoza. Los oradores coincidieron como era de esperar, en la glorificación de la empresa, que se conmemoraba, pero al indio, apenas mencionado, se lo seguía viendo como símbolo del salvajismo y de la barbarie, mostrando así una notable falta de coincidencia con el mensaje de la obra”(1).
El monumento a Pedro de Mendoza, como la mayoría de las esculturas y monumentos públicos nos plantea la contradicción aparente entre el sujeto histórico real y la imagen escultórica que tiene su propio status ontológico. Sabido es que Pedro de Mendoza estaba afectado por la sífilis y que esto lo aquejó durante la mayor parte de la expedición, lo tuvo muchas veces postrado y finalmente, sin cumplir sus ansiados sueños de la Sierra de la Plata, tuvo que abandonar la “fortaleza” de la Buenos Aires que había fundado, regresar a España y morir en alta mar en ese viaje de retorno a su país de origen. En cambio el monumento nos lo presenta erguido, de cuerpo entero, sosteniendo una gran espada, en una actitud gallarda y soberana, como si esta correspondiese a la del fundador de una ciudad que con el paso de los siglos se convertiría en una gran metrópolis sudamericana. Es que no importa la enfermedad que aquejaba a don Pedro, ni que estuviese postrado durante la mayor parte del derrotero, no hay una intención realista en la representación escultórica, sino captar la “esencia del fundador de lo que será una gran ciudad”; el que funda cumple un acto soberano en nombre de Su Majestad, se yergue como un triunfador sobre el horizonte de los problemas que tuvo que enfrentar, merece el bronce por la proeza de haber vencido a los mares, arribado al Río de la Plata y sentado en tierra a la primera Buenos Aires, a la semilla que pese a ser abandonada en 1541, como sueño y como meta, terminará por ser refundada en 1580 por Juan de Garay. Por eso la ciudad que lo homenajea en 1936-1937 lo aborda en la grandeza del hombre vencedor de las dificultades, del precursor de lo que sería muchos siglos más tarde la capital de la Argentina, del custodio a la entrada del Parque Lezama del predio simbólico donde se creía que había estado su pobre ranchería rodeada de una empalizada. ¿El mito se impone a la historia? No consideramos que esto sea así, porque los mitos son historias sagradas, protagonizadas por Dioses y Héroes en un Tiempo Primordial y la empresa de Don Pedro fue protagonizada por hombres en un tiempo determinado. Pero cuando se evoca el acontecimiento los hombres trascienden de la historia al bronce o el mármol, o para ser más precisos a la historia del arte y si este, en una perspectiva tradicional, cumple una labor educativa, esta función puede hacer resaltar un valor, en este caso el de “El Fundador”, aludiendo en la representación no a los problemas del hombre, sino a la imagen señera, del que habiendo vencido las dificultades, se yergue como faro, cuya luz señala el lugar donde nació la hispanidad en el Río de la Plata.
Miguel Ruffo

NOTAS:
(1) ESPANTOSO RODRIGUEZ, María Teresa; “Los monumentos, los centenarios y la cuestión de la identidad” en “IV Jornadas de Teoría e Historia de las Artes. Las Artes en el debate del Quinto Centenario”, CAIA, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, 1992, pags. 87-88.




La madre ausente
Observo en la vereda estatua caída en el piso, anota —a las cinco de la mañana— el vigilador nocturno del Banco Supervielle en Boedo 735. Los empleados de maestranza se encargan de los restos que transportan cuidadosamente al interior del banco para preservarlos. Es la mañana del sábado 24 de enero.
Esa madrugada, la escultura de Francisco Reyes que había sido inaugurada el 18 de septiembre de 1982, resultó destruida en circunstancias poco claras que sólo pueden conjeturarse inscriptas en un acto vandálico de las características del que sufrió el Pugliese de Villa Crespo o, simplemente, la acción de algún/os ebrio/s —de retorno nocturno— trepándose a la estructura que no resistió. Lo cierto es que el “Rotary” y la entidad bancaria, donantes al Municipio (en 1982) de la obra, ya se han hecho presentes a fin de dar curso a la restauración y pronta restitución.




¡Cuidado con “la calor”!
La tía Porota debió haber sido feminista en tiempos que era una audacia para su clase social. Porque a ella se le ocurrió que el masculino calor era una fémina..., y lo rebautizó, con ropitas rosadas, “la calor”. ¡Ay, doña Elvira, se vino la canícula, vamo a tener que salir a tomar el fresco a la vedera! –diría Catita, de la inefable Niní Marshall. Y eso que para entonces no existía “Crónica” para anunciarte que “¡estalló el verano!”.

Lejos de toda broma, los calores típicos del verano, sobre todo si son persistentes, no deben ser tomados con liviandad porque, como bien lo explica la gente de Defensa Civil, las altas temperaturas constituyen un factor de riesgo para la salud, pudiendo ocasionar consecuencias graves en el organismo.
Algunos de los síntomas a tener en cuenta son: decaimiento o debilitamiento, fatiga, dolor de cabeza, escasez de apetito, pulso acelerado, agotamiento, transpiración abundante, baja presión, calambres y mareos.
Las personas mayores de edad, los niños y aquellos que están enfermos son los más vulnerables frente a este tipo de problemas.
La Dirección General de Defensa Civil, dependiente de la Subsecretaría de Emergencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, recomienda tener en cuenta algunas medidas preventivas con el fin de minimizar los efectos de la ola de calor:

* No exponerse al sol entre las 10 y 17. Es conveniente que las primeras exposiciones no superen los 15 minutos.
* Utilizar protectores solares acorde a cada necesidad y debidamente autorizados por profesionales.
* Beber abundante agua. No esperar a tener sed para tomar líquido, esto ayuda a mantener estable la temperatura del cuerpo.
* Consumir caldos y líquidos salados. Evitar el consumo de alcohol.
* Ofrecer a los pequeños abundante cantidad de líquidos.
* Muchos ancianos no registran la sed, insistir en el consumo de agua.
* Comer moderadamente.
* Consumir alimentos frescos, especialmente ricos en potasio (frutas, sobre todo banana, ensaladas, etc.).
* No realizar tareas pesadas al sol.
* Usar ropas holgadas, de colores claros, y protegerse la cabeza con sombreros o gorras. Los bebes y los chicos deben usar la menor cantidad de ropa posible.

LINEA DE EMERGENCIAS: 103 (LAS 24 HORAS).




“Obra compromiso”
El CGPC5, en su boletín digital Nº 22 difundido el 29 de diciembre de 2008, puso en conocimiento del vecindario la titulada “obra compromiso”, texto originado en la Subsecretaría de Atención Ciudadana, Jefatura de Gabinete de Ministros.
Estimado vecino: esta carta es para asumir un compromiso con usted y darle una buena noticia: una nueva plaza se está haciendo en su barrio, Boedo.
En lo que hoy es un predio abandonado, estamos trabajando para que el barrio tenga una plaza donde los vecinos puedan reunirse, donde los chicos puedan jugar, con un espacio destinado a las actividades culturales. [...] En febrero se adjudicará la obra. En julio de 2009 podremos inaugurar la plaza donde los chicos puedan jugar, con un espacio destinado a las actividades culturales. [...] En febrero se adjudicará la obra. En julio de 2009 podremos inaugurar la plaza.

Para el “compromiso” de adjudicación de febrero restan 20 días y aún, según pudo recabar este periódico, en el CGP y en la Dirección de Proyectos Urbanos, no hay novedades con respecto a la licitación ni ha sido fijada la fecha de cierre de recepción.
¿Habrá que recordar a las propias autoridades el compromiso asumido? (M. B.)




Uso cultural de la plaza

Entrevista de la Comisión Plaza con el director de Proyectos Urbanos como intercambio para definir el uso cultural de las instalaciones de la plaza Mariano Boedo

Con motivo del pedido de entrevista formulado el pasado 18 de diciembre al director general de Proyectos Urbanos y Arquitectura, Arq. Miguel Ortemberg, el funcionario recibió, el miércoles 28 de enero, a la Asociación Cultural Ambiental Todos por la Plaza de Boedo, representada por Patricia Roselló, Claudia Ferrentino, María Virginia Ameztoy, Daniel Fusaro, Ildefonso Pereyra y Mario Bellocchio. Estaban presentes las arquitectas ganadoras del concurso de diseño de la plaza. La reunión había sido requerida para poder intercambiar pareceres sobre el uso futuro de los salones y el anfiteatro ya que, simultáneamente, se había presentado al Ministerio de Cultura una nota para solicitar la administración de la agenda cultural de la futura plaza.
Inicialmente se intercambiaron opiniones sobre el enrejado de la plaza. El funcionario expuso ejemplos donde el enrejado es útil a través de un vecindario numeroso y participativo (Parque Rivadavia), otros —abundantes— donde el enrejado no evita las ocupaciones indebidas por robo de sus portones, entre otras causas. Y algunos ejemplos de amplias superficies sin enrejar, con participación activa de los núcleos vecinales, donde se mantiene orden, higiene y actividades internas en excelentes condiciones (Parque Avellaneda). Desde la Comisión se sostuvo el principio de comenzar sin rejas ya que, como afirmó el arquitecto, siempre hay tiempo de modificar el criterio si la experiencia lo aconseja. Para los pedidos de los vecinos de Virrey Liniers acerca del muro medianero con la plaza y los de enrejado, según el criterio de Ortemberg, sería necesaria una reunión conjunta para zanjar. La Asociación Cultural Ambiental Todos por la Plaza de Boedo propone mediar para producir una reunión entre todas las partes.
En cuanto a los usos de las dos plantas del edificio preservado, expusimos una serie de actividades producto del conjunto de propuestas de las instituciones de la Red de Cultura de Boedo que van desde el Museo Participativo Barrial a las muestras, recitales, proyecciones, talleres, etc. y la programación del anfiteatro con la eventualidad de traslado a la superficie cubierta por razones climáticas. El uso de los baños internos del edificio fue materia de discusión y se acordó, en principio, la disposición para uso público de los mismos en los momentos en que se halle habilitado el ingreso al edificio. Dejamos claro que lo que se solicita es la responsabilidad de la programación cultural, no la concesión del lugar.
El arquitecto Ortemberg, expuso el concepto de “ancla” en arquitectura. Explicó que en torno a una actividad específica y atractiva que provoca la inmediata identificación del lugar se puede establecer otro tipo de actividades. En el caso de Boedo, un espacio ligado al Tango funcionaría como ancla y en torno a él podrían desarrollarse propuestas diversas. Nos invitó a continuar el diálogo al respecto y quedamos en establecer una nueva reunión a la brevedad donde proveeríamos un listado de usos necesarios que se piensan desarrollar en los salones y el anfiteatro.




Concesiones bajo autopista
La Legislatura de la Ciudad postergó ayer (11/12/2008) el tratamiento de un controvertido proyecto (Nº 2694/08 presentado el 06/11/2008) para autorizar al Gobierno de Mauricio Macri a concesionar a actores privados más de 70 terrenos que están bajo las autopistas 25 de Mayo, Perito Moreno y 9 de Julio Sur. La iniciativa fracasó a pesar de que fue consensuada por el bloque PRO con el kirchnerismo, porque los otros espacios la rechazaron y para este tipo de proyectos son necesarios 40 votos, sobre 60 bancas totales en la Legislatura. ( “Clarín”, 12/12/2008)
Entidades de la Red de Cultura de Boedo acordaron enviar cartas individuales a los legisladores —rechazando la arbitraria medida—, entre las que se encuentra la de este periódico:
La Institución a la cual represento quiere manifestarles nuestro más enérgico repudio al proyecto de referencia sobre la licitación para usos comerciales de los predios bajo autopista, toda vez que no han sido contempladas Instituciones que desde hace muchos años vienen trabajando para y por la comunidad sin otro objetivo que el bien común.
Son clubes zonales profundamente arraigados con la identidad barrial y que además de las actividades sociales, culturales, educativas y deportivas que desarrollan han brindado un espacio de pertenencia a miles de niños y jóvenes que, de no contar con ellos, estarían probablemente en las calles.
Algunas de esas instituciones que son de mi conocimiento: Nueva Generación, Federación Caballito, Homero Manzi, Federación Flores y Federación de Instituciones Comunitarias Constitución.
El “Estrella de Boedo”, por ejemplo, atiende entre 550 y 600 chicos que realizan actividades deportivas (8 disciplinas, a saber: fútbol, básquet, handball, gimnasia aeróbica competitiva, patín, gimnasia aeróbica recreativa, voley, fútbol y gimnasia para chicos y chicas con capacidades especiales). Cuenta con un plantel docente de 15 profesores de educación física.
“Estrella” solo cobra una cuota social de 20 pesos por mes y no tiene aranceladas las actividades por lo que con esa suma los chicos realizan tantas actividades como les sea posible por los horarios. En cuanto a las actividades sociales, están abiertas a la comunidad y son absolutamente gratuitas, ej: apoyo escolar primario y secundario, el uso de la plaza e instalaciones para fines recreativos, escuelas secundarias que dictan sus clases de gimnasia en el predio todo el año de 8 a 17 (3), ha sido sede de jornadas de documentación, vacunación, etc., y de la Jornada Día del Niño, a la cual concurren chicos de todo el barrio más allá de los que pertenecen a la institución.
El club fue fundado el 8 de abril de 1996. Todas las mejoras que se observan en el predio han sido realizadas por el club. En 2004 y 2008 han sido distinguidos con el premio: Vecino/Institución participativa. También fueron distinguidos con el Premio Fair Play —liga F. E. F. I.— por excelencia Institucional, premio que incluye, además de los logros deportivos, el comportamiento, el compromiso social, etc. Y ésta es sólo una de las instituciones de ese reguero de clubes vecinales.
Por lo expuesto, exigimos una revisión del proyecto aludido, incorporando a estas Instituciones en el artículo 2º, posibilitando así la continuación de sus actividades tal como las están llevando a cabo ya que contribuyen de manera inequívoca al desarrollo de las comunidades sobre las que ejercen influencia.





Tarde de refugio en el Cao
En la tarde de verano busco refugio en el Bar de Cao. Necesito refugio de café “notable”, es decir, preciso el refugio que sólo puede dar la madera transitada de sus mesas; las viejas baldosas del piso que saben ser el maravilloso teclado de mando de mi máquina del tiempo; preciso ver la registradora vieja y la barra; las vitrinas repletas de esas botellas de vino que vi alguna vez sobre la mesa de mi casa paterna; los ventiladores de tiro largo suspendidos casi a mitad de camino entre el cielo y la tierra del Cao; sus ventanas a la ochava; salames y jamones colgando de los ganchos que a su vez cuelgan de parantes de hierro adheridos al mástil de la popa. El Cao tiene tres mástiles con base en la barra de madera, el corazón de la nao.
Hace varios años que vengo a escribir al Cao. Supe de su reapertura (ya que el lugar no es nuevo, fue almacén y despacho de bebidas desde 1915) en el Margot, otro de los cafés notables de Pablo Durán, el hacedor de un autóctono cuadrilátero de Orión en esta ciudad de Buenos Aires: el Margot, el Cao, el Federal y La Poesía. Se espera la aparición de las Tres Marías dentro de este trazado callejero del cielo.
Escribo en el Cao porque en el lugar se respira tranquilidad, sobre sus mesas las palabras saben entregarse con mayor facilidad.
El Cao es refugio; puede serlo en medio de días de paz, y también puede serlo en días donde las preocupaciones abundan. Son muchos los días en que vine buscando su ambiente cuando la preocupación mayor era acomodar las palabras hacedoras del próximo capítulo de la historia que tenía entre manos. Y admito que nunca fue mal, días de escritura feliz.
Pero hoy es distinto, busco el murmullo de su tranquilidad, quizá, por contraposición a las imágenes con las que me siento a escribir.
La carrera diaria marca el ritmo de la sinrazón, y apenas existe el momento para tomar la bocanada de aire que nos empuje hasta la próxima parada. Que nadie se pregunte nada más. Qué se le va a hacer, si después de todo se trata, pura y exclusivamente, de la vida.
Me dije que hoy necesitaba una mesa del Cao para juntar el puñado de palabras que necesito y entonces salí de casa; caminé las cuatro cuadras de enero en Buenos Aires y entré a mi refugio.
Saludé a Guillermo en la caja (Guillermo es Guillermo Pérez Bravo, dibujante, fileteador, un enmascarado). El es el que enciende la luz cercana cuando cree que estoy escribiendo en la oscuridad. Me senté sobre Matheu, el reflejo del sol pegaba estridente, salvaje, sobre Independencia. Unas hojas se deslizaron sobre la mesa, busqué la lapicera roja en la valija y empecé a escribir (qué novedad) esta nota.
En muchas noches regreso desde la noche. Mi propio enmascaramiento tras la barra de La Viruta me mantiene despierto a puro tango durante la noche que, paso a paso, abre la puerta de la noche del regreso.
A este regreso pertenecen las imágenes a escribir: regreso a casa, regreso en la noche o regreso en el límite entre la noche y los primeros movimientos de la luz del día. Desde la ventanilla del colectivo ese límite a veces parece tener ansias de barranco.
Cerca de la seis de la mañana el señor bondinero del 168 acercaba su nave a la parada que tiene frente al Abasto shopping. Había logrado sentarme y estaba sobre una ventanilla que me dejaba con la mirada sobre avenida Corrientes. En ese momento vi que corría, que cruzaba la avenida, una muchacha, veintipico de años. Llevaba la remera rota, no tenía corpiño; todo era movimiento. Tenía la cara roja de agitación, y sobre ese rojo sobresalía otro rojo: el de la sangre. Estaba aterrada, desesperada.
Detrás de ella, a unos metros, un hombre con el torso desnudo, joven también, los ojos extraviados: en su mirada había mala noche de vida complicada. El hombre corría semiagachado, como acomodándose para ser, quizá, perfecto en su accionar futuro. En sus manos sostenía un bate de beisbol. Enseguida supe que el palo llevaba la sangre de la mujer en el extremo. El colectivo se puso en movimiento y en ese preciso instante pude separarme del presente de la mujer y el hombre, y reparar en la totalidad de la escena: el plano general encerraba a más de diez personas. Todos jóvenes y todos participando de corridas y agresiones: Corrientes era una batalla campal.
Salí de la casa de mi amigo el Griego en Flores. Hacía mucho que no nos veíamos la cara y la cena llegó hasta un poco más allá de la hora de los fantasmas. Salí a Rivadavia y tomé posición en la parada del 53. Había un grupo de muchachos, hombres y mujeres, supongo que clasificando lo recogido en la calle. Había bolsas de consorcio y cartones. Todos eran jóvenes. En un momento escucho una corrida y dos o tres puteadas. El perseguido, unos veinte años, dice: ¿Quién se está drogando?; el otro contesta: Andate, salí. El primero aluniza nervioso sobre Rivadavia: busca, y buscó hasta que encontró: contra el cordón una baldosa grande; la levanta y la suelta: provoca el nacimiento múltiple de baldositas de regular tamaño. El otro ve y gira, carrera ven a mí y sálvame, cuando empieza la cascoteada (cuánto hacía que no escribía la palabra cascote, cascotear). El que huía ahora avanza protegido por el poder fuego; el otro putea y esquiva; hago lo propio, pero sin puteada, todavía confío en mis ojos y en mis movimientos: tengo fe en poder estar bien atento a todo lo que vuela: ahora desde los dos lados. Rivadavia está desierta. Las escaramuzas continuaban cuando apareció mi nave y me fui a mi noche tranquila y solitaria.
El 168 venía manejado por un guía de turismo, uno de esos buenos tipos que se preocupan por su pasaje. Parecía una visita guiada, es cierto que en silencio, por Buenos Aires. A dos por hora, el vuelo lento del bondi permitía la práctica de una variedad del arte y deporte del relojeo; pero el placer no me atraía demasiado, la urgencia era llegar a casa y dormir.
En el trayecto de tan dulce hamacado propenso a la reflexión, el colectivo llegó a Rivadavia, y ahí el quiebre.
Entre Sánchez de Loria y Virrey Liniers, una cuadra, toda una cuadra de avenida ancha (no lo podía creer): era un campo de batalla. Parecía una pintura de museo nacional, una de esas que consignan batallas fundacionales de alguna patria. En la noche no parecía fundarse cosa alguna, a no ser que se entienda por algo fundacional que una gran cantidad de jóvenes pugnen por romperle la cabeza a otro grupo de jóvenes.
Volaban palos, piedras, grupitos de boxeadores revolcados sobre el cemento, fueguitos encendidos en algunos lugares de la cuadra, corridas, gritos, y, supongo, llantos y dolores del después. Y algo más, también supongo, la alegría por alguna clase de victoria.
También ocurren cosas cuando, por la tarde, voy camino hacia la tierra virutera y la noche. En el 168 leo a Enrique Vila-Matas, un barcelonés, en su Dietario voluble: Es evidente que en una comunidad perfecta en la que nadie sufre o pasa miedo, nadie se plantea nada. Lo asombroso y terrible llega cuando observamos que en una comunidad tan imperfecta como la Barcelona de hoy tampoco nadie parece plantearse nada. Es tan impresionante la pasividad de los martirizados por el colapso general que uno acaba sospechando que ese silencio y resignación sólo pueden responder al clásico preámbulo sigiloso que precede al estallido de una gran revolución. Pero, ¿quién quiere hacer barricadas en este largo puente festivo?
Una tarde, al bajar del colectivo, encontré un cartel que, encerrado en un grueso exhibidor de color verde, avisaba con letras amarillas: Dios es ternura y nace para todos.
En esta tierra de Buenos Aires siempre queda el trabajo y la esperanza de los hombres. Me digo que los jóvenes esperan un mundo, y tienen derecho a tenerlo porque hasta aquí se los trajo. Y muy fácil resulta en estos tiempos levantar el dedo acusador, la moralina prehistórica, y exigir que vayan, que se apasionen, que le entren a los días como por ahí se podía o se pudo hacer en otros tiempos otros. ¿Adónde ir en este mundo poblado por una mayoría de simples sobrevivientes? Muy pocos puedan dar una pista, pero no hay medios para transmitir ni tiempo para escuchar.
Sobre una mesa del Cao pienso en una revolución urgente: la educativa, un tipo de revolución que nos devuelva a esta tierra con la oportunidad que da el conocimiento. De alimento se trata: así en la mesa como en las ideas. Sería maravilloso que un pueblo con criterio le entrara, por ejemplo, a la charla con los buenos fantasmas de la noche, para no darles aire a los globalizadores de la miseria.
Edgardo Lois





CONVOCATORIA
Baires Popular convoca a artistas plásticos –pintores, grabadores, dibujantes, escultores– con talleres en Boedo y barrios adyacentes, para inscripción en dos programas a concretarse en el curso de 2009.

1.- Muestras individuales y colectivas- en Cafés Notables.
2.- Visitas a talleres barriales por parte de vecinos de la ciudad, visitantes y turistas.
Inscripción: 1.- Mesa de Baires. Sábados de 11 a 14 en la vereda del Café Margot, Boedo esquina San Ignacio. 2.- Biblioteca Maestro Caiafa: Martes de 16.30 a 18.30, trastienda del Café Margot. 3.- Dirección electrónica:
ccbairesp1@gmail.com




VER, LEER Y ESCUCHAR
Crítica literaria, teatral y discográfica de producciones que no cuentan con el gran circuito de difusión

VERSOS DE JUAN VEDERA, Rubén Derlis, Ediciones BP, Buenos Aires, 2008
Sonetos, de los que hace Rubén no con excesiva frecuencia, y sonetos rantes, además, lo que para quienes lo conocemos resulta muy acorde con quien es, pero que simultáneamente –y sin que en esto medie contradicción de fondo– se nos hace una pizca ajeno a su personalidad y aspiraciones.
Pero es irrelevante lucubrar al respecto: el libro está y en él aparece firmemente establecido un gran poeta porteño que necesitó, en algún momento, de ciertas palabras y de cierta música que deben ser tales como aquí se exhiben y no de otro modo cualquiera, para tener determinado sentido y para alcanzar la intencionalidad buscada.
El fin es el de siempre: llegar, conmover, ser comprensible y a esto Derlis ha añadido la voluntad de convocar en el camino a personajes de la vida y de la vida intermedia, tales como los vio hace unos tres lustros al acometerlo esa inspiración parcial, si bien más tarde –al antologizar su obra– prescindió de estos frutos del estro reo. Omisión injusta, por cierto, pues negaba lugar a una hermosa poesía y a un magnífico tributo a la ciudad de sus andanzas. Para nada era caprichosa en ella la opción por el lunfardo, forma porteña en verdad adecuada para nombrar infortunios y límites y traer al hombro reflexiones y subterfugios que preferimos que entre nosotros queden. Porque, como sabemos, es ése un lenguaje bueno para decir cosas que de otra manera no nos cuadran en materia de comprensión y de ternura y para callar otras, cuando el alma se nos desborda; para bordear, también, la increpación y diluir la amargura que implica. Ahí está de cuerpo entero ese tal Juan Vedera, suelto e ingenioso, cordial y rezongón, nostalgioso y cáustico, y poeta, sobre todo y ante todo: “Debute es ser poeta, no versero”, se ataja. Y se ataja sin razón, porque a todos él (o su heterónimo) se nos presenta como un poeta en plenitud, cuya ley transparenta cada una de sus ocurrencias, en un carpe diem perpetuo y cercano, asimismo en este libro: “Metejones, gomías, lo que siento / lo vivo ahora. Lo demás es cuento”. Lo sabíamos, Rubén y te lo agradecemos. (F. S. Z.)





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CULTURA GRATUITA
Guía de actividades culturales barriales
que no requieren erogación alguna

BAIRES POPULAR
La nueva agrupación que reúne a Papeles de Boedo, Círculo de amigos del café “Margot”, Espacio de Teatro Boedo XXI y los periódicos Desde Boedo y ABC intenta revivir con nuevas propuestas la mística del Grupo Boedo, sus novelistas y poetas; la de los pintores, escultores y grabadores que constituyeron los “Artistas del Pueblo”; la del teatro, la Peña Pacha Camac y la Universidad Popular, movimientos que dieron forma a la primera experiencia colectiva de arte social en nuestro país. Entérese y participe en nuestras actividades: www.bairespop.blogspot.com.Correspondencia a: bairesp@gmail.com

CONVOCATORIA

Baires Popular convoca a artistas plásticos –pintores, grabadores, dibujantes, escultores– con talleres en Boedo y barrios adyacentes, para inscripción en dos programas a concretarse en el curso de 2009.

1.- Muestras individuales y colectivas- en Cafés Notables.

2.- Visitas a talleres barriales por parte de vecinos de la ciudad, visitantes y turistas.

Inscripción:1.- Mesa de Baires. Sábados de 11 a 14 en la vereda del Café Margot, Boedo esquina San Ignacio.2.- Biblioteca Maestro Caiafa: Martes de 16.30 a 18.30, trastienda del Café Margot.3.- Dirección electrónica: ccbairesp1@gmail.com

“Vuelo” de Daniel Acosta: muestra de pinturas en el Café Margot; permanecen en exhibición en los horarios de atención del bar.

Todos los sábados de 11 a 14: Mesa de publicaciones: periódico Desde Boedo, Ediciones BP, Papeles de Boedo y otras publicaciones y ediciones barriales. En la vereda del Café Margot. Venta de material fotográfico (Boedo antiguo) de la colección “Desde Boedo”, restaurado por Mario Bellocchio.

El primer sábado de cada mes a las 17: Buenos Aires esquina Boedo. Ciclo de presentaciones con ilustración musical, conduce Rosa María Silva. En “Esquina O. Pugliese” (Boedo y C. Calvo).

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MUSEO MONTE DE PIEDAD
(Boedo 870, 2º piso por escalera)
Tel.: 4 931-8204/ 4 931-1605; Fax: 4 932-4680,
E-mail: museo@bancociudad.com.ar
HORARIOS DE VISITA AL MUSEO:

Lunes, miércoles y viernes de 10 a 17. Martes y jueves 10 a 20.
VISITAS GRUPALES: concertarlas telefónicamente.

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Visitas guiadas - Boedo 2009

Ente de Turismo. Ministerio de Cultura GCABA

FEBRERO
VIERNES 6, 13, 20 y 27 a las 19 hs. Punto de Encuentro: San Juan y Boedo (Café Homero Manzi)
MIERCOLES 25 a las 19 hs. Punto de Encuentro: Carlos Calvo 4321 (Biblioteca Miguel Cané)


MARZO

VIERNES 6, 13, 20 y 27 a las 19 hs. Punto de Encuentro: San Juan y Boedo (Café Homero Manzi)
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Milongas en las plazas

Después del encuentro en Plaza Flores con mas de las 500 parejas bailando bajo las estrellas, la fiesta popular tanguera continúa
La condución del ciclo Milongas en las Plazas está a cargo de Omar Viola y la musicalización de Damian Boggio.

13 de Febrero 21 hs “Parque Chacabuco” Asamblea y Emilio Mitre
20 de Febrero 21 “Plaza Echeverría” Av. Triunvirato y Rivera
27 de Febrero 21 “Cierre en La glorieta (Barrancas de Belgrano)” Juramento y Av. Virrey Vertiz
Para consultar toda la programación “Aires Buenos Aires”, ingresar a http://www.festivales.gob.ar/

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La Oruga Colectivo Autónomo

de Educación y Recreación Popular

+ Apoyo Escolar + Expresión Plástica con los más chiquitos + Periódico Barrial + Comisión de Vivienda + Biblioteca Popular
Los esperamos todos los sábados a partir de las 16 horas hasta las 20 en la Plaza de México y Jujuy - Capital Federal
laorugadifusion@yahoo.com.ar http://www.laorugaweb.com.ar/

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U. Amb. y de Gestión PARQUE AVELLANEDA

Complejo Cultural Chacra de los Remedios
Circuito de Espacios Culturales.
Dirección General de Promoción Cultural.
Subsec. de Gestión Cultural. Ministerio de Cultura GCABA

SÁBADO 7

A partir de las 15 hs. Artesanos frente al Mástil.
18 hs. Tarde de Chicos x 2. Lugar: Espacio abierto alrededor de La Casona. Compañía de títeres AmaRula
19 hs.Música. Tarde de Tango: “La Biyuya”. Lugar: Escenario Antiguo Tambo. Quinteto con Pablo Dichiera (guitarra), Marina Baigorria (voz), Pablo Vaira (bajo), Santiago Varela (percusión) y Pablo Marasco (flauta travesera).

DOMINGO 8
A partir de las 15 hs. Artesanos frente al Mástil.
18 hs. Tarde de Chicos. “Circo Kometa”. Lugar: Espacio abierto alrededor de La Casona.
19 hs. Música. Tarde de Tango: “Orquesta Típica Bacanazo”. Lugar: Escenario Antiguo Tambo.

VIERNES 13
21 hs. “Ciclo de Cine Otra Mirada” en el playón del Antiguo Tambo. “Sofacama”. Dir: Ulises Rosell. Protagonista: Cecilia Roth. Argentina. 2006. Duración: 90’. Calif.: Apta para todo público.

SÁBADO 14
A partir de las 15 hs. Artesanos frente al Mástil.
17 hs. Encuentro de Danzas Circulares. Lugar: Espacio abierto alrededor de La Casona.
20 hs. Música: Tarde de Tango: “Tengo Tango”. Lugar: Escenario Antiguo Tambo. Cuarteto de guitarras y bajo integrado por: Rodrigo Lorenzo, Martín López, Gastón Chabale y Gerardo Selci.
21.30 hs. Peña folklórica de Carnaval. Lugar: Centro de Artes Escénicas Antiguo Tambo. “Viento Suelto” (folklore); Grupos de danzas “Suri Sicuri de Oruro” y “Caporales Gral. San Martín”.

DOMINGO 15
A partir de las 15 hs. Artesanos frente al Mástil.
18 hs. Tarde de Chicos. “Circo Kometa”. Lugar: Espacio abierto alrededor de La Casona.
19 hs. “Tarde de Música”. (Grupos a confirmar.) Lugar: En el Playón del Antiguo Tambo.

VIERNES 20
21 hs. “Ciclo de Cine Otra Mirada” en el playón del Antiguo Tambo.“Buena Vida Delivery”. Dir: Leonardo Di Cesare. Protagonistas: Ignacio Toselli, Moro Anghileri, Oscar Nuñez, Argentina 2004. Duración: 92’. Calificación: Apta para todo público.

SABADO 21
A partir de las 15 hs. Artesanos frente al Mástil.
18 hs. Tarde de Chicos x 2. Compañía de títeres AmaRula Lugar: En el Playón del Antiguo Tambo.

DOMINGO 22
A partir de las 15 hs. Artesanos frente al Mástil.
18 hs. Tarde de Chicos. “Circo Kometa”. Lugar: Espacio abierto alrededor de La Casona.
19 hs. “Tarde de Carnaval a todo Murga”. Lugar: Playón del Antiguo Tambo. “Los Descarrilados de Parque Avellaneda”,“Los Herederos de la Locura” y “Los Firuletes de Pompeya.

VIERNES 27
21 hs. “Ciclo de Cine Otra Mirada” en el playón del Antiguo Tambo.“Derecho de Familia”. Dir: Daniel Burman. Protagonistas: Daniel Hendler, Julieta Diaz, Adriana Aizemberg. Argentina 2006. Duración: 102’. Calificación: Apta para todo público.

SABADO 28
A partir de las 15 hs. Artesanos frente al Mástil.
18 hs. Tarde de Chicos x 2. Compañía de títeres AmaRula Lugar: Espacio abierto alrededor de La Casona.
19 hs. Tarde de Música: “Láudano”. Lugar: Escenario del Antiguo Tambo.Integrantes: Soledad Finoli (voz y accesorios), Juan Zuberman (batería y coros), Sebastián Dols (bajo y coros), Martín Hunter (teclados), Javier Reymúndez (percusión), Juan Matías Tarruella (guitarra y coros).

Exposiciones y Muestras de Arte Contemporáneo
La Casona de los Olivera desde el 21 de Febrero hasta el 21 de Marzo.

Muestra Institucional. Inaug.: 21 de febrero a las 18 hs.Artistas: Solana Dubini (pinturas) Grupo Triunvirato (monocopias y mixturas) Colección Carlos Pamparana - Museo Nómade del Grabados (grabados)

Taller de la Mirada. Fundación La Casa de la Cultura de la Calle (fotografías) Horario de Visitas: Martes a Viernes de 14 a 19 hs. / Sábados Domingos y Feriados de 12 a 19 hs.

Horarios de Visitas Guiadas a la Comunidad: Domingos a las 16, 17 y 18 hs.

Talleres del centro de producción cultural 2009 Informes e inscripción sábados y domingos de 14 a 19 hs. En la mesita de informes

Talleres vecinales. Danzas folclóricas todos los sábados 17 hs.En el Gimnasio del Polideportivo del P. Avellaneda: Lacarra 1257.

Complejo Cultural Chacra de los Remedios / Parque Avellaneda Av. Directorio y Lacarra. Informes: 4 671-2220 / chacradelosremedios@buenosaires.gov.ar. Líneas de colectivos que te acercan: 4,5,7,36,46,49,55,88.92,104,107,114,126,155,180,182.

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Planetario “Galileo Galilei”
Hasta el 1º de marzo habrá funciones diarias para chicos y grandes

CHARLAS DE ASTRONOMÍA Respuestas a consultas astronómicas. Nuestro lugar en la galaxia; el cielo, las constelaciones y las cartas celestes; vida de las estrellas. JUEVES, VIERNES, SÁBADOS, DOMINGOS Y FERIADOS a las 21 horas.

TELESCOPIOS. Observaciones astronómicas: luna, planetas, estrellas, nebulosas y cúmulos estelares. JUEVES, VIERNES, SÁBADOS, DOMINGOS Y FERIADOS (Público General) 21:30 a 22:30 horas.

CAJA SOLAR. Proyección, sobre una pantalla, de la imagen del Sol tomada con un telescopio. Observación de manchas solares y fáculas. SÁBADOS, DOMINGOS Y FERIADOS (Público General) 16 a 19 hs

FUNCIONES ESPECIALES.

PLANETARIO PARA CIEGOS “El Cielo para Todos”. Este espectáculo de divulgación científica está especialmente concebido para ciegos. Sin embargo, también puede ser disfrutado por público vidente. Las funciones se realizan con grupos de hasta 25 personas. Música y efectos sonoros.

PLANETARIO PARA SORDOS “El Cielo para Todos”. Es una función especial para sordos, que cuenta con la particularidad de estar subtitulada, traducida al lenguaje de señas y complementada con numerosas imágenes. Un sector de la Sala de Espectáculos tiene un aro magnético que amplifica el sonido y facilita la audición (mediante audífonos) de los hipoacúsicos.
Las funciones son libres y gratuitas. Días y horarios a combinar, previa concertación telefónica al 4771-9393/ 4771-6629

TALLERES PARA NIÑOS. Vacaciones en el espacio: martes y jueves de 16 a 17 hs (Niños de 5 a 8 años). Descubrimientos y viajes espaciales: miércoles y viernes de 16 a 17 (Niños de 9 a 12 años).






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